ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La actriz británica Tilda Swinton (64 años) no desentonaría en un cuadro de Sandro Botticelli, el pintor italiano del Renacimiento, y ella misma dice que en los lienzos de ese periodo había mucha más gente con su aspecto. Con todo, su rostro es hoy uno de los más reconocibles del cine independiente, donde debutó en 1986 con la película Caravaggio, del británico Derek Jarman. Lleva cuatro décadas —y más de 90 películas— manteniendo lo que califica “una conversación” con las obras de autor, y afronta ahora uno de los proyectos más personales de su carrera. El Museo del Cine Eye, de Ámsterdam, le dedica, a partir de este domingo 28 de septiembre, una exposición que ha comisariado y es lo contrario de una retrospectiva al uso. Titulada Ongoing (En marcha), no es estática sino el resultado de la colaboración con cineastas, artistas y amigos personales. Con ellos ha creado obras nuevas para “un espectáculo”, que es como califica su experiencia neerlandesa, abierta hasta el 8 de febrero.
Ante un partido de fútbol, siempre hay alguien contrariado. Porque su equipo pierda, por supuesto. Pero incluso entre la afición que vaya ganando. Porque sus ídolos fallen algún pase, no rematen el resultado u otras miles de razones, tantas como tifosi hay en el estadio o frente a la pantalla. Tan encendidos debates se contagian a los videojuegos de balompié. Y un asunto especialmente parte en dos a los usuarios, cada bando fiel a su credo: realismo contra inmediatez. Unos sueñan con sufridas victorias por 1-0; otros palpitan por una chilena que selle la enésima goleada. Charlas, foros y redes sociales alimentan el eterno choque entre ambas visiones. Sin embargo, EA Sports FC 26, última entrega del título más famoso sobre el deporte más famoso, que sale a la venta hoy viernes, se ha propuesto una misión ambiciosa: contentarlos a todos. Y más ahora que van apareciendo aspirantes a su trono digital. El rey, pues, regresa con un golpe en la mesa. Para encender a los súbditos, y acallar a los rivales.
El debate del estado de la Comunidad Valenciana, celebrado esta semana, ha servido para comprobar hasta qué punto el presidente autonómico, Carlos Mazón, vive en un estado de negación respecto a su falta de credibilidad como gobernante por su incomparecencia el día en que 229 de sus vecinos fallecieron ahogados por una riada de la que su Gobierno no alertó a los ciudadanos. En cinco horas de discurso —más de siete en total contando las réplicas—, no encontró tiempo para explicar qué estaba haciendo en la tarde del 29 de octubre de 2024 mientras miles de personas desbordaban los teléfonos de emergencias pidiendo ayuda. Once meses después de la catástrofe, el mandatario popular confirma con su silencio que lo que fuese que estuviera haciendo aquella tarde le da más vergüenza que el esperpento en el que ha convertido su presidencia.
Después de la elección de Donald Trump como presidente en noviembre de 2024, la comunidad hispana en Estados Unidos se encuentra hoy en una época inquietante y sin precedentes. El Gobierno de Trump ha decidido atacar específicamente a las comunidades hispanas y discriminar a las familias basándose en el color de la piel. Estas redadas de estilo militar, con agentes enmascarados y sin identificación, separan a los niños de sus padres y van en contra de todo lo que representa Estados Unidos.
Desde mi condición de ciudadana y feminista me resulta harto difícil comprender la lógica del actual Ejecutivo en materia de igualdad. Son tantos los errores que ha cometido en este terreno que si alguien me dijera que tiene un enemigo infiltrado dedicado a dinamitar su acción de gobierno me lo creería. Pero la realidad no es tan peliculera y no hay que buscar razones ocultas a la debacle: es por demérito propio que tropieza una y otra vez con la misma, fundamental y delicada piedra. No le ha hecho falta la intervención de ningún opositor ni enemigo, solo se han dejado perder todo el capital feminista con el que llegó a La Moncloa.
Pedro Sánchez pactó su investidura en 2023 con negociaciones bilaterales entre fuerzas políticas dispares, acuerdos que fue encajando como un puzle pero que nunca configuraron un bloque homogéneo. El discurso de investidura del presidente no fue una hoja de ruta compartida por todos, que aceptaron dar luz verde a este Gobierno de coalición cada uno por sus razones particulares y un principio compartido: no querían cuentas con la ultraderecha. Con estos mimbres se ha ido construyendo la historia de esta legislatura, la del PSOE negociando con grupos que miran por el rabillo del ojo a su competidor más cercano, la del Congreso más fragmentado de la democracia y la que lleva dos años sin Presupuestos Generales del Estado. El Pleno de esta semana ha vuelto a confirmar la tendencia desde el arranque de curso: que todos van contra todos, sin respeto a las barreras de los bloques políticos, aunque ninguno quiera anticipo electoral.
El reciente accidente donde cinco bomberos gallegos sufrieron graves quemaduras en un incendio en Barreiros (Lugo) ha indignado a los representantes de los trabajadores del sector, que denuncian las condiciones laborales de las unidades aéreas privatizadas donde trabajaban los heridos. Los brigadistas consultados insisten en que esos equipos helitransportados padecen sueldos, formaciones o recursos mucho peores que los pertenecientes a la Xunta de Galicia. La comunidad tiene 12 retenes helitransportados, la mitad públicos y la mitad privados. El modelo se privatizó en 2012 cuando Alberto Núñez Feijóo presidía el Ejecutivo gallego. Esta precariedad, explican colectivos profesionales, acarrea que haya mucha más temporalidad en el ámbito privado a causa de los salarios bajos y contratos de campaña. La falta de experiencia, inciden, perjudica al desempeño en los fuegos y facilita que los accidentes “que siempre puede haber” ocurran con más gravedad o frecuencia. Los cinco heridos eran prácticamente novatos, según informan varios compañeros, y tienen entre 24 y 29 años.
En octubre de 1982 unas lluvias torrenciales provocaron la rotura de la presa de Tous, en Valencia, un evento catastrófico que marcó un antes y un después en la meteorología en España. Estas precipitaciones extremas fueron generadas por una dana, igual que las inundaciones de octubre pasado, que dejaron más de 220 muertos. Pocos meteorólogos han estudiado más este tipo de borrascas en las capas altas de la atmósfera que Ángel Rivera (Toledo, 74 años), que trabajó más de 35 años en la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) e incluso propuso su denominación actual de cuatro letras, ya incluso aceptada por la Real Academia Española. El lunes presenta el libro Danas (editorial Letrame) en Valencia, donde se plantea que lo ocurrido hace casi un año también debe marcar un punto de inflexión en las emergencias meteorológicas y ambientales.
Tres Cantos tiene cerca de 53.000 habitantes y, últimamente, más de un incendio al año. El último fue también el más grave y castigó especialmente a Soto de Viñuelas, la urbanización más exclusiva de la ciudad, donde viven aproximadamente 2.500 personas. Cuatro familias perdieron sus casas ese día; otras 14, sus jardines; y Mircea Spiridon, la vida. Un mes y medio después del fuego que calcinó más de 1.500 hectáreas, varios vecinos se han reunido junto a representantes de la Asociación de Empresarios de Tres Cantos (AETC) para exigir medidas urgentes tanto al Ayuntamiento como al Gobierno regional. Todos reman juntos porque, dicen, el interés es tan urgente como común.
Son la triple patología de nuestra justicia: la judicialización de la política, la politización de la justicia y el lawfare. De acuerdo con la RAE, judicializaría la política el político que llevase por vía judicial un asunto que podría llevarse por otra vía, generalmente política. Y politizaría la justicia el juez que diera orientación o contenido político a actuaciones judiciales que no debieran tener tal orientación. En teoría son distintos comportamientos de políticos o de jueces. En la práctica, sin embargo, ambos requieren el impulso, el asentimiento, la gratitud, la ventaja o la contraprestación del otro. Estas conductas reprochables, necesariamente, se materializan mediante las correspondientes resoluciones judiciales, promovidas u orientadas a su finalidad política. Según el profesor Cancio, penalista de prestigio incontrovertido, eso es lawfare, es decir, que un juez tuerza el derecho con fines políticos. El lawfare es el instrumento procesal tanto para politizar la justicia como para judicializar la política.
En el cambio de siglo, José Luis Guerin (Barcelona, 65 años) lideró una nueva forma de retratar la realidad, un formato que amparándose en la etiqueta de documental daba cabida a la ficción, a la hibridación y a la explotación de elementos sensoriales para disfrute del espectador. El camino anunciado en Innisfree (1990) estalló en Tren de sombras (1997) y En construcción (2001). Luego desvió su creatividad por otros caminos. En la edición del festival de San Sebastián que se celebra hasta el sábado, Historias del buen valle, con la que Guerin retorna a su mejor estilo, completa la participación española en la competición por la Concha de Oro, cerrando a lo grande el concurso.
Hay que tener un gran dominio de la técnica fotográfica y mucha sensibilidad para que la imagen de un pimiento o de un inodoro puedan parecer un torso u otra parte del cuerpo humano. El estadounidense Edward Weston (Illinois, 1886-California, 1958), un clásico de la fotografía de su país de la primera mitad del siglo XX, lo logró con sus tomas en blanco y negro, como puede comprobarse en la retrospectiva con 177 fotos que le dedica la Fundación Mapfre, en Madrid, hasta el 18 de enero de 2026.
Los llamados Moriarti —colectivo de cineastas formado principalmente por Jose Mari Gonenaga, Jon Garaño y Aitor Arregi, además de Xavier Berzosa y Asier Acha— se fueron haciendo un nombre entre el gran público fuera del País Vasco a partir del éxito de la preciosa Loreak (2014). Desde entonces, distribuyéndose la labor de dirección y de guion según cada proyecto, cada una de sus películas ha estado presente entre lo mejor del cine español del año en que se fueron estrenando, en el festival de San Sebastián y en los Goya, con decenas de nominaciones y premios. Sin embargo, antes de Loreak, de las estupendas Handia (2017), La trinchera infinita (2019) y Marco (2024), y de la serie de televisión Cristóbal Balenciaga (2024), los Moriarti ya habían dirigido un largometraje bastante más desconocido, de un formidable atrevimiento aunque expuesto con la mayor de las naturalidades, titulado 80 egunean: una historia rodada en euskera, ambientada en San Sebastián, en clave realista y tono de melodrama romántico, sobre el (re)descubrimiento homosexual de una mujer de 65 años al lado de una antigua amiga a la que no veía desde 50 años atrás. Y esto, en 2010.
MaspalomasDirección: José Mari Goenaga, Aitor Arregi.
Intérpretes: José Ramón Soroiz, Nagore Aranburu, Kandido Uranga, Kepa Errasti.
Género: drama. España, 2025.
Duración: 110 minutos.
Estreno: 26 de septiembre.
En las últimas dos décadas, cada cierto tiempo, regresa un titular que describe a Tomás González como una joya guardada en el fondo del mar. “Un tesoro hasta ahora escondido de las letras hispanoamericanas”, afirmó en agosto el jurado internacional que le otorgó el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas, de Chile. “El secreto mejor guardado de la literatura colombiana”, lo presentó una revista del país. “Alguien con el potencial de convertirse en un clásico de la literatura latinoamericana”, pronosticó en 2004 la premio Nobel Elfriede Jelinek. Se trata de un público que lleva ya lo que va del siglo asombrado por su habilidad para mezclar poesía, humor y filosofía, y promueve sus libros como aquel tesoro escondido que debe desenterrarse. A sus 75 años, a Tomás González no le preocupa que digan que es un secreto. Tampoco está contando los minutos para la fama.
La historia de HoracioTomás González Sexto Piso, 2025 176 páginas, 18,90 eurosVista del abismoTomás González Alfaguara, 2025 216 páginas. 18,91 euros Ya a la venta en Colombia Disponible en España a partir del 29 de enero de 2026Eduar García, un pescador artesanal de 34 años de la comunidad garífuna de Nueva Armenia, se levanta cada mañana para ir a faenar alrededor de los Cayos Cochinos hondureños. Su tarea, dice, se ve interrumpida cada año cuando unos 20 extraños llegados desde España se asientan durante tres meses en las playas de estos paradisiacos islotes ubicados en el Mar Caribe. Este año, además, el asentamiento es por partida doble. Tras la emisión de Supervivientes 2025, entre marzo y junio, Telecinco estrenó en septiembre Supervivientes: All Stars, con un programa marcado por las protestas de un sector de la comunidad garífuna que está en contra de esta segunda edición del popular reality, y que ha terminado de encender la llama de la polémica en Honduras. “No estamos en su contra, pero no respetan nuestra tierra”, se queja García en una nota de voz enviada a EL PAÍS, en la que comenta que pertenece al Grupo de Pescadores Artesanales de la Comunidad de Nueva Armenia. Hasta la fecha, sin embargo, la emisión continúa con normalidad.
Ostracismo, ‘comités judiciales’, homosexualidad, intentos de suicidio, una infancia predicando, problemas de socialización y una vida por y para la congregación: seis personas que fueron expulsadas de los Testigos de Jehová o abandonaron la entidad religiosa cuentan sus historias en EL PAÍS.
Guión:Rebeca Carranco
Realización:Berta Vila y Álvaro González
Imagen:Berta Vila, Álvaro González y María Page
Grafismo:Eduardo Ortiz, Julia Jiménez, Berta Vila y Álvaro González
Producción:Maite Lizundia, Lucía González y Alicia Merino
Diseño web:Ana Fernández
Desarrollo:Carlos Muñoz
Hay pocas tareas más lamentables en la vida de un camarero común que limpiar ceniceros. El de cenicero mojado, con el de patata podrida y el de calcetín de adolescente después del básquet, está, sin duda, en el top de olores más repugnantes que existen. Eliminar esta penosa carga sería una de las muchas estrategias magníficas que podría adoptar la patronal para hacer más atractivo este gran oficio y, así, combatir la acuciante falta de mano de obra que afecta al sector. Pero no caerá esa breva. El Consejo de Ministros aprobó hace bien poco el anteproyecto de reforma de la ley del tabaco que, entre otras cosas, prohíbe fumar en terrazas de bares y restaurantes. Rauda y veloz, como es costumbre, la Confederación Empresarial de Hostelería de España, en representación de las más de 300.000 empresas del ramo, saltó a rasgarse las vestiduras y a calificar la medida de “despropósito”, “ataque al sector turístico” y “ataque contra la hostelería”. Todo esto, bien envuelto con papel recordatorio de que, antes de entrar en vigor, la norma tendrá que pasar por una tramitación parlamentaria en la que no tiene asegurado el apoyo de la mayoría absoluta. Desde Hostelería de España “se reitera la voluntad de diálogo con las autoridades y se insta al Gobierno a reconsiderar la medida”. Cada día que pasa se confirma que la patronal hostelera es nuestra Asociación Nacional del Rifle.