ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La recta final de la oferta de adquisición pública (opa) del BBVA sobre el Sabadell se parece a los últimos metros de una carrera de fondo (para quien la está corriendo): la meta no termina de llegar. La posibilidad con la que más jugaba el mercado en las últimas semanas, la renuncia de la entidad opante, ya ha quedado despejada, después de que este lunes el banco de origen vasco haya anunciado su intención de llegar al final. Ahora no le queda otra: sin nuevos condicionantes en la operación (como la venta de TSB), la oferta es irrevocable y serán los inversores quienes decidan el vencedor en la primera opa hostil en banca en varias décadas.
“Llevo mucho tiempo alejándome de lo que aquí llamamos ‘blancos predecibles’. Eso incluye lugares y gente. Y Anas era uno de ellos”, admite un camarógrafo desde Ciudad de Gaza. El reportero se refiere al periodista de Al Jazeera, Anas al Sharif, al que Israel mató el domingo, junto a otros cuatro trabajadores del medio catarí.
Otras empresas de telecomunicaciones europeas quieren lo que tiene Deutsche Telekom: un negocio en rápido crecimiento en un mercado consolidado y competitivo. La antigua empresa estatal alemana tiene una participación del 52% en el operador inalámbrico estadounidense T-Mobile US, valorado en 275.000 millones de dólares (236.000 millones de euros), que aportó dos tercios de las ventas y el ebitda ajustado después de arrendamientos de su matriz en el primer semestre del año. Esa dependencia parece destinada a seguir creciendo. Si bien es una bendición para los accionistas de Deutsche Telekom, el acuerdo podría acabar convirtiéndose en una carga para su filial.
Vladímir Putin no se muerde la lengua para amenazar a Occidente con nuevas y sofisticadas armas nucleares, pero, a la hora de enviar mensajes incendiarios, Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, es el seguidor que aventaja al maestro.
Antes el arte encendía la vida. Antonio Lamela replicaba en el patio de luces de la calle de O’Donnell, 34 —donde aún se conserva su primer estudio— la pintura abstracta de Piet Mondrian con teselas. Javier Sáenz de Oiza imaginaba en piedra, junto a su amigo el escultor Jorge Oteiza, la basílica de Aránzazu (Gipuzkoa). El mago del hormigón Fernando Higueras creaba trazo a trazo, con Eusebio Sempere, el Instituto del Patrimonio Cultural de España. Y Pablo Palazuelo y Francisco López colaboraban en la sede central de Bankinter y su peculiar revestimiento de pequeños ladrillos, resultado de una conversación entre Ramón Bescós y Rafael Moneo.
Al cumplirse un año de la llegada de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat y de la tocata y fuga de Carles Puigdemont (la inefable ocurrencia de regresar para salir corriendo), los balances políticos y mediáticos han puesto el énfasis en el tiempo de contención que vive Cataluña. Ya es un tópico que Illa era el hombre tranquilo que conjugaba con la necesidad colectiva de una cierta pausa después de que los turbulentos episodios del procés entraran en la vía judicial.
“Los inmigrantes matarán a Europa”. Con esta frase terrible se despachó el presidente de Estados Unidos hace unas semanas proponiendo una política racista, que ya está poniendo en práctica en su país.
Riaza, Sigüenza y Mora de Rubielos llevan ahí tropecientos años, cada cual en una provincia —Segovia, Guadalajara y Teruel— de tres comunidades distintas —Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón—, aparentemente sin nada en común, cuando de pronto se ponen de acuerdo, se unen a la nueva Red de Pueblos Gastronómicos —por ahora, con 11 miembros— e invitan a los viajeros tranquilos a hacer una ruta extraordinaria por el interior alto y solitario de España.
Manuel Humbert? Qui és Manuel Humbert? Mentre em feia aquesta pregunta, quedava intrigada pel retrat d’una noia de cabells castanys que duu un vestit salmó en un fons verd aiguat. Segurament, també se l’han feta molts dels que han llegit el titular. La història de Manuel Humbert i Esteve (Barcelona, 1890-1975) fascina per allò que mostra i també per allò que amaga. Humbert era un observador, un pintor d’ofici exquisit. També encarnava un París i una Barcelona que ja no existeixen. Humbert era ―i encara és― un bàlsam, sobretot en aquest món de soroll digital i realitats deformades. Un grapat de maçanes, un ram de flors, un paisatge, el rostre de la seva dona. Humbert, amb una mirada neta, subtil i elegant, sabia com fer gran allò que era nimi. No necessitava res més. En la seva pintura, el crític Rafael Santos Torroella hi va veure “la realitat salvada per la bellesa, d’una manera íntima i quotidiana”. No es podria resumir millor.
En 2005 Amélie Nothomb publicó Ácido sulfúrico, una de sus novelas más conocidas, en la que narra los avatares de un reality show titulado Concentración, que recrea un campo de concentración en el que sus participantes, elegidos y secuestrados al azar, están divididos entre presos y kapos. Cada semana los espectadores, desde sus casas, pueden elegir quién deberá ser eliminado, solo que en este caso, la eliminación no es solo del concurso, también de la vida.
¿Bailar por la calle? Suena fenomenal: recuperar el espacio público y utilizarlo de otra manera, expresarse con libertad dislocando el esqueleto, todo eso. Como en un anuncio de refresco. Viva la libertad, carajo.
El incendio de Las Médulas (León) “no ha afectado a un monumento natural, sino a un paisaje cultural”, que nació de la actividad humana, de la explotación de la mayor mina de oro a cielo abierto que excavó Roma en todo su imperio, clarifica Javier Sánchez-Palacios, profesor ad honorem del CSIC y una de las máximas autoridades en el lugar. “Todo el entorno ha sufrido: la mina, los depósitos de agua, los canales en su último tramo, los castaños ...”, mantiene. Le produce “vergüenza” que algo así pueda haber sucedido en 2025, casi 30 años después de la declaración del lugar como patrimonio Mundial por la UNESCO, en 1997.
Una ola de calor no prende la chispa que empieza los incendios forestales, esas primeras llamas suelen venir por un descuido, un rayo o el mechero de un pirómano. Ahora bien, que gran parte del país lleve ya más de nueve días consecutivos con temperaturas extremas sí tiene mucho que ver con la repentina proliferación de incendios forestales, con una multiplicación de focos en León, Ávila, Zamora, Palencia, Ourense, Cádiz, Navarra, Ávila y Huelva.
En Azuaga, a Antonio Sánchez le conocen como el Patilla y al taller de reparación de coches en el que trabaja como mecánico, el Chupa Aceite. El pueblo está al sur de Badajoz, en el límite con la provincia de Córdoba, y no llega a los 8.000 habitantes. Todo el mundo allí sabe quién es. Todo el mundo tiene miedo de hablar dando pistas que revelen su identidad sobre el cazador que presuntamente dejó morir a 32 perros de hambre en junio en su finca. No serían los primeros que han sufrido consecuencias violentas por hablar más de la cuenta, señalan varios vecinos, sin querer detallar cuáles. Tampoco nadie se siente cómodo contando que desde entonces hasta que el Seprona inspeccionó el lugar la semana pasada, los cadáveres han estado descomponiéndose, algunos atados con cadenas, algunos con signos de haber servido de alimento para aquellos que lograron sobrevivir unos días más.
Es un secreto a voces. Los vecinos de Sant Joan de les Abadesses, en la comarca pirenaica del Ripollès, pasan las mañanas de julio bañándose y tomando el sol en el Gorg de la Malatosca, una bella y recóndita charca a poco más de un kilómetro del centro del pueblo, entre bosques y al pie de un salto de agua.
“¿Cuál es tu horóscopo?”, acostumbro a preguntar en entrevistas o cuando conozco a alguien. Algunos me miran con extrañeza. Otros no saben su signo y acaban pidiéndome su carta astral completa. “Uf, géminis”, digo. “¿Eso es bueno?”, me preguntan. “Depende de tu ascendente”, disimulo. Ahí empieza una conversación sobre cómo somos.
Uno de los veranos más intensos de mi vida cayó en febrero. Había estado estudiando para un examen durante meses, encerrada en una habitación diminuta de una residencia de monjas. Mi experiencia mística a lo San Juan de la Cruz. Cuando acabé el examen de cuatro horas me sentí completamente aturdida y libre, tenía tres meses por delante de no hacer nada más que darme gusto al cuerpo. Eso era para mí el verano. Recompensarme por el enorme esfuerzo realizado era mi única misión a medio plazo. Emprendí un viaje con tres amigas del sur que habían hecho el examen conmigo. A una de ellas le habían entregado un coche nuevo como regalo de graduación y sentí la excitación del porvenir, el gusanillo que viene a prometer fantasía y euforia, el mundo a nuestros pies.