ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Tiene su aquél que la banda sonora del inicio del curso político sea una canción de desamor, la que Sergio Ramos, excapitán del Real Madrid, ha dedicado al club en el que le hubiera gustado retirarse: “Tú me amaste y yo te amé, pero siempre alguien da más”... En la lista de temas más comentados en X (trending topics) aguanta en los primeros puestos horas después del lanzamiento de Cibeles, que es como se llama la canción, el nombre del futbolista con el que Pablo Motos decidió contraprogramar en El Hormiguero la entrevista a Pedro Sánchez en TVE. El verbo de moda es diversificar. “Hay jueces que hacen política”, se queja el líder socialista, y futbolistas que cantan.
Crecen las voces en el ámbito educativo que opinan que el calendario escolar no responde a las necesidades de los alumnos, sus familias y sus profesores. El debate se centra especialmente en si los escolares tienen demasiadas vacaciones en verano.
La activista trans Bianka Rodríguez (San Salvador, 32 años) pronuncia la palabra que más estremece a la comunidad LGTBIQ+ de su país: “Estadística”. Esa estadística que fija en 33 años la esperanza de vida de las personas trans. La que también revela que apenas el 2,8% de las denuncias por violencia lgtbifóbica termina en una condena. O la que contabiliza los asesinatos de ocho mujeres trans y dos hombres gais en un año (entre 2019 y 2020). En última instancia, una estadística que sitúa a las personas LGTBIQ+ ante una dolorosa disyuntiva: permanecer en El Salvador con el miedo de engrosar el número de víctimas o marcharse al duro exilio.
En diciembre se cumplirán cinco años del histórico fallo de un juzgado de A Coruña que reconoció que los Franco usurparon el pazo de Meirás durante la transición a la democracia. De las celebraciones de entonces, tras una lucha de muchos años impulsada por los colectivos gallegos de memoria histórica, se ha pasado hoy a unas torres cerradas al público y donde solo se pueden visitar los jardines. El Gobierno ha dado este martes un paso para reabrir y resignificar como Lugar de Memoria Democrática la que fue residencia de verano de Francisco Franco y “al mismo tiempo expresión de la rapiña” del dictador y su familia. Pero lo ha hecho con las asociaciones memorialistas enfadadas por la falta de avances importantes. Reclaman “compromisos reales y garantías”, no “propaganda”.
Hay muchos inmigrantes que llegan a España, incluso con sus familias, y que se desesperan cuando comprueban que no pueden trabajar ni tienen ningún tipo de documento. Entonces piensan en un último recurso, una recomendación que corre con el boca a boca, alguien que les asegura que pueden acelerar el proceso para establecerse legalmente si pagan una cantidad que puede ir de los 1.000 a 8.000 euros. Se agarran a esa posibilidad y reúnen las sumas de dinero, que algunos piden prestadas, para conseguir los ansiados papeles. “Es una doble victimización”, explica un responsable de UCRIF Central, la unidad de la Policía Nacional que se encarga de investigar a las redes de inmigración ilegal y falsedades documentales tanto a nivel nacional como internacional. “Si le ofrecen esto por ahí, se van a quedar sin 1.000 euros y sin permiso de residencia. Incluso, si hay una detención por falsedad documental, le va a impedir conseguir la residencia en un futuro”, advierte el mando policial, que pide se le dé difusión a este tipo de estafas para que la población migrante no sea engañada por las redes criminales que las ofrecen.
Cuando se habla de hambre, Gaza está hoy en la cúspide de la pirámide: la ONU ha confirmado que medio millón de personas están al borde de la muerte por inanición, algo que solo ha ocurrido tres veces en las últimas dos décadas y nunca por razones estrictamente ligadas a decisiones políticas. Más allá de los escalofríos que provoca ser testigos de esta hambruna provocada por el bloqueo israelí a la entrada de alimentos, en el mundo hay 295 millones de personas amenazadas por el hambre. De este total, 37 millones son niños con desnutrición aguda o emaciación (bajo peso respecto a su edad), de los cuales 10,2 millones sufren desnutrición aguda severa, según datos del Global Report on Food Crisis 2025, que elaboran las agencias de la ONU.
Aunque septiembre suele ser un mes poco prolífico para las Bolsas, los inversores pueden encontrar incentivos para reengancharse al mercado en el nuevo curso con los dividendos que pagarán algunas de las grandes empresas cotizadas. PepsiCo, McDonald’s o Unicaja y otros reyes del dividendo destacan entre algunas de las compañías que remunerarán en los próximos días a sus inversores.
Se conocieron a principios de los años setenta en la Universidad de Indiana. Sentada en el suelo, Lisa Paglin repasaba unas partituras para su clase de piano. “Marianna, que ya era una gran cantante de ópera, recién llegada de Nueva York envuelta en un abrigo elegante y altos tacones, se me acercó para preguntarme por el aula de Margaret Harshaw”, recuerda la soprano retirada y cofundadora del New Voice Studio. Tras ese primer encuentro, no perdieron el contacto. “Lisa se convirtió en una estrella de la Staatsoper de Viena”, relata Marianna Brilla al teléfono. “Pero, al igual que yo, empezó a sentir que algo en la técnica no funcionaba, que la voz no respondía como debía”.
Hay cigarrillos Patria y mecheros, aunque son de láser, tabernas en las que se bebe vodka y cerveza Zhigulevskoe y una plaza Roja; hay campos de trabajos forzados, grafitis contra el Gobierno en los pasillos y oficinistas que arrancan delaciones a los detenidos. Todo lo demás es distinto, pero solo ligeramente. En la Rusia de El Kremlin de azúcar el año es 2028, hay robots que sirven bebidas y proyectan hologramas, hay algo parecido a internet y muchas telenovelas, hay largas colas para comprar pan y alcohol, y los niños aprenden chino en los colegios. El Kremlin fue pintado de blanco hace algún tiempo y en él habita un Soberano que restituyó el orden feudal y construye una “Gran Muralla Rusa”; incidentalmente, también habita en él la Soberana, quien, según dicen, se unta todas las noches una pomada azul que la transforma en zorra y luego corre a la perrera del Kremlin para entregarse a los perros. Una o dos cosas terribles le sucedieron al país, en el pasado. Una “Disidencia Roja” que dio paso a una “Disidencia Blanca” cuyas causas y protagonistas nadie recuerda con precisión; ahora, los enemigos de Rusia son “los hipócritas católicos, los desvergonzados protestantes, los delirantes budistas, los rabiosos musulmanes y hasta los pobres ateos y los satánicos que se contonean en las plazas al ritmo de su maldita música, los drogatas pasmados, los insaciables sodomitas, que se soban los culos en la oscuridad, los monstruosos transformistas, que cambian su apariencia, la que Dios les dio”.
El Kremlin de azúcar Vladímir Sorokin Traducción de Jorge Ferrer Díaz Acantilado, 2025. 240 páginas. 20 eurosDurante años, una película podía estar basada en una novela y desarrollada por el director, el productor y los guionistas. Su visión autoral era lo que mandaba. Últimamente no tanto. Filmes como After (2020) o A través de mi ventana (2022) son éxitos en Netflix originarios de Wattpad, la plataforma de escritura más seguida del mundo. Sus usuarios pueden publicar novelas, relatos, poemas, ensayos… y otros miembros de la comunidad los leen, valoran, comparten y critican. Dan su feedback a la obra. Esta práctica es común en Estados Unidos desde 2018, cuando Netflix estrenó El stand de los besos (con Jacob Elordi) basada en los posts que conformaban la novela de Beth Reekles. En España el fenómeno acaba de comenzar.
A las cuatro de la madrugada del 16 de junio de 1938, el último soldado de la 43ª División del Ejército republicano atraviesa caminando la frontera con Francia por el Puerto Viejo, en el valle de Bielsa (Pirineo Aragonés), y baja la empinada ladera de la cara norte junto con sus compañeros para escapar de los bombardeos de la aviación alemana e italiana y del Ejército franquista que les pisa los talones. Desde dos meses antes, a comienzos de abril, unos 6.000 habitantes de los pueblos del valle —Bielsa, Javierre, Espierba, Chisagüés y Plan, y también de otros lugares—, sobre todo mujeres, niños y ancianos, han emprendido el mismo camino con lo imprescindible rumbo al exilio temerosos de la guerra y de sus consecuencias. Los militares les han ayudado a pasar porque ese invierno ha nevado mucho y buena parte de la ruta está cubierta de blanco.
El zapato más antiguo que haya pisado nunca suelo europeo (el del sur, al menos) tiene 6.200 años. Todavía podría calzarse, un diseño prehistórico funcional, pero tan atemporal que hoy pasaría por pieza de artesanía contemporánea: la suela de fibra vegetal enrollada en ergonómica forma de ocho, una tira trenzada para sujetar el talón, otra para amarrar el empeine, tal que la de una chancla. “Destaca por la complejidad de su elaboración y el conocimiento técnico que revela, aportando información sobre una sociedad que conocía el entorno, seleccionaba materias primas y desarrollaba soluciones prácticas adaptadas a sus necesidades”, expone el equipo de jóvenes investigadores de la Universidad de Alcalá, en colaboración con la Autónoma de Barcelona, que hizo el hallazgo en la cueva de los Murciélagos de Albuñol, en la costa granadina, en 2021. Ahí estaban, una veintena de sandalias de esparto perfectamente preservadas para la eternidad por las excepcionales condiciones de humedad cero de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Neolítico en la península Ibérica. El par de mayor relevancia, por elaboración y estado de conservación, tiene ahora su sitio en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Son poco más de las ocho de la mañana de un día de julio. Aporreo el teclado del ordenador, aprovechando que mis hijos aún duermen y reina el silencio. Solo quien es padre sabe valorar en su justa medida ese silencio. Por el ventanal del salón veo un jardín y la calle, que empieza a desperezarse. Una vecina pasea al perro. Una pareja joven regresa del gimnasio. Un señor de los servicios municipales de limpieza se toma un descanso aprovechando la sombra de un árbol. De repente, el grito desgarrado de un niño rompe el sosiego. El grito se repite, una y otra vez, cada vez con más intensidad, cada vez más cercano. En mi campo de visión aparece entonces el niño, de unos cuatro años. Lo hace acompañado de su madre, que tira de él hacia el coche. Creo entender, por la voz exasperada de ella, que tiene que llevarlo al campamento para irse a trabajar. Que ya van tarde.
Este lunes, en una Gran Vía que recuperaba su pulso habitual con la llegada de septiembre, Juanra Bonet (Barcelona, 51 años) posaba para la cámara. Se presenta con camisa y vaqueros y no se siente del todo cómodo con la vestimenta, aunque dice que tenía poco donde elegir más allá de un montón de camisetas frikis. Durante la sesión fotográfica no para de bromear para disimular el pudor de posar mientras los curiosos se giran a mirar. Su carrera comenzó como animador en parques de atracciones y ahora es uno de los rostros habituales de Atresmedia. Este miércoles estrena el concurso Juego de pelotas en Antena 3 (22.50), que describe como “una evolución Pokémon de ¡Ahora caigo!, porque también se caen los que fallan, con bolas gigantes como las bombas de ¡Boom! pero sin nada dentro”. Si los concursantes eligen la respuesta incorrecta, una bola enorme les empuja hacia una piscina.
Hay una serie de actores que deben una buena parte de sus prolíficas carreras profesionales al tamaño de su pecho torácico. Arnold Schwarzenegger, Dwayne Johnson o Jason Momoa son algunos ejemplos, aunque lo cierto es que al tórax hay que añadirle la aceptación popular, es decir la taquilla, que en una industria como la audiovisual es el baremo casi definitivo de la continuidad en el oficio. También es verdad que no todo el mundo comparte esa fascinación por los músculos. Groucho Marx, por ejemplo, afirmaba: “Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína”.
Es comprensible que las guerras y otras crisis de salud provocadas por el hombre capten la emoción y la atención y centren los llamamientos urgentes para la adopción de medidas a escala mundial. Sin embargo, existe otro desafío para la salud menos evidente causado por el hombre contra el que los países luchan cada vez más. El impulso para eliminar de la oferta mundial de alimentos las grasas trans industriales, una sustancia química responsable de más de 278.000 defunciones cada año en todo el mundo, es un claro ejemplo de la manera como el compromiso y la acción gubernamentales están logrando promover la salud y salvar vidas.
El libro de estilo de la Associated Press es uno de los principales manuales que utilizan los periodistas estadounidenses. Como tantos otros —no solo entre las instituciones lexicográficas como los diccionarios y las universidades, sino, lo que es más elocuente, en la empresa y sobre todo en el sector tecnológico estadounidenses—, el de la AP ha pasado en los últimos años a recomendar y, de hecho, a ganar prosélitos en pro del llamado lenguaje inclusivo. En todo caso, la AP ha sido en efecto más cauta que, por ejemplo, la Chartered Insurance Institute (CII), la asociación británica de los profesionales de seguros, cuyas “Normas de lenguaje inclusivo” tienen como propósito “galvanizar la inclusión” y “crear un ambiente más acogedor”, un paso esencial en lo que la CII ha descrito como “el viaje hacia la diversidad y la inclusión” del ramo de los seguros.
Su presente huele a tierra, uvas y cambio de vida. Su familia lleva décadas vendiendo uvas a bodegas de la Ribera del Duero. El visionario fue el padre, Enrique Abiega, un vasco que compró una parcela de 18 hectáreas de viñedo en Olmedillo de Roa (Burgos). Hoy es la hija, Alba Abiega (Logroño, 40 años), quien toma las riendas del proyecto con una nueva bodega en la zona: Alba en Ribera. A finales de 2024 dejó un puesto de alta dirección en Tesla, desde donde gestionaba el negocio europeo de vehículos de segunda mano desde Ámsterdam. Su trayectoria profesional es un viaje por media Europa.