ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Podemos anunció hace meses la ruptura con el Gobierno cuando sus portavoces verbalizaron que no se consideraban ya un socio de la coalición. Lo hicieron después de que estallara el caso Koldo y también en una estrategia para diferenciarse por la izquierda al oponerse al incremento de la inversión militar en un contexto de rearme europeo o ante la ofensiva de Israel en Gaza. El Gobierno ha dado pasos al reconocer el Estado de Palestina, defender la ruptura del acuerdo comercial del Ejecutivo de Netanyahu con la UE y anunciar el embargo de armas a ese país —que aún debe llegar al Consejo de Ministros—, entre otras muchas medidas que han puesto a España a la cabeza de la defensa de los derechos del pueblo palestino en el ámbito internacional. Pero nada es suficiente para Podemos. Tampoco el saludo de Pedro Sánchez a las protestas contra la vuelta ciclista el domingo, un gesto insólito en un presidente y que habría descolocado al partido, que tildó de “hipócrita” a Sánchez. En un nuevo ataque al Gobierno, Podemos ha hecho pública este miércoles una denuncia por prevaricación contra el Ministerio de Economía, al no haber detenido, sostienen, el comercio y tránsito de armas a Israel cuando “estaba obligado” a hacerlo.
Confieso que esta semana estoy desconcertada; desconocía la pasión que los sectores más conservadores profesan por Eurovisión y el agujero que les causará en la agenda y en el corazón no escuchar a mediados de mayo si Guayominí nos otorga deux points. También me sorprenden los que, ante las protestas durante la Vuelta, piden que no se politice el deporte, porque son los mismos que no ven ningún problema en que tantos países de Oriente Medio utilicen petrodólares manchados de sangre para blanquear sus dictaduras con fastuosos eventos deportivos. Igual es que eso no es política también.
“La masacre de civiles debe parar en Gaza. Y los civiles palestinos no son terroristas”. Por primera vez con esa contundencia, aunque no llegara a hablar de genocidio, se expresó este miércoles Alberto Núñez Feijóo desde la tribuna del Congreso. Hasta este miércoles, el líder del PP había llegado a cuestionar como “inaceptable” la ofensiva de Israel en Palestina, pero evitaba los calificativos gruesos, como el de “masacre”, que ayer sí utilizó. La única referencia de Feijóo a Hamás fue para pedir que no forme parte del “futuro”. El líder del PP no ha tenido más remedio que endurecer su posición contra Benjamín Netanyahu mientras Europa discute si rompe relaciones comerciales con Israel y Pedro Sánchez ha logrado situar Palestina en el centro del debate político en España. Génova admite que el PP está atrapado en medio de “una pinza” entre el Gobierno y Vox, de la que trata de escapar, mientras Feijóo hace frente también a la división interna con el ala dura del PP defendiendo a Israel.
La redacción de À Punt, la televisión autonómica valenciana, está alterada por un vídeo que puede ser relevante en la causa de la dana y truncar el relato oficial de los hechos. Se ha abierto una investigación interna para averiguar quién sustrajo y filtró, según la terminología empleada por la cadena, el sonido del vídeo que grabó la tarde del 29 de octubre en el Cecopi, el organismo gestor de la emergencia de las inundaciones que se llevaron por delante la vida de 228 personas. Las imágenes se conocían, porque fueron difundidas y pactadas como un mudo para ilustrar informaciones, pero el sonido no.
Hace veinte años, cuando Harry Frankfurt nos regaló su pequeña joya filosófica Sobre la “mierda de toro” —perdónenme la traducción directa, pero creo que es la única honesta—, el mundo parecía un lugar más predecible. Más ingenuo, tal vez. Creíamos todavía que las mentiras tenían una forma reconocible, que la verdad y la falsedad eran territorios claramente delimitados, como esos mapas antiguos donde lo desconocido se marcaba simplemente como “aquí hay dragones”.
La etnóloga digital Sherry Turkle dice que los móviles han cambiado nuestras mentes y nuestros corazones porque nos ofrecen tres fantasías muy gratificantes: “Podemos obtener atención constante, siempre va a haber un foro en el que ser escuchado y nunca tendremos que estar solos. Las dos primeras necesidades se satisfacen a través de las redes sociales, pero la tercera es la que nos está llevando a situaciones emocionales de graves consecuencias”. Este mundo conectado es cruel por naturaleza. La democratización del acceso a internet no creó un mercado emocional perfecto, porque los 5.500 millones de personas conectadas jamás van a recibir la atención simétrica de los 5.500 millones. Así es la naturaleza humana y así es el negocio de las redes, que no fue creado para hacernos felices sino adictos. El día a día está lleno de comunicaciones fallidas que alteran a los egos más frágiles: los correos no se contestan, los mensajes de WhatsApp quedan sin respuesta, por cada “me gusta” hay otros cien que no suceden, unos pocos seres concentran todas las miradas. El rechazo emocional es, más que un accidente, un pilar de este sistema donde la desigualdad no es solo económica, sino atencional.
“Voy a salir a comer un bocadillo y a comprar medicamentos en la farmacia. Vuelvo pronto”. Corrían las tres de la madrugada del 18 de marzo de 1976 en Buenos Aires y Tenório Jr. escribió a mano esta frase en una nota que dejó en la habitación. El pianista brasileño se encontraba en el hotel Normandie, ubicado en Rodríguez Peña 320, a pocos metros de la avenida Corrientes, eje central de la zona de bares y espectáculos porteños, cuando salió a la calle sin preocupaciones y orgulloso: la noche anterior había deslizado sus dedos con frenesí y elegancia por las teclas de su piano para tocar en el teatro Gran Rex con Vinícius de Moraes y Toquinho, dos de las figuras más importantes de la música de su país. Un concierto de primer nivel en una sala de primer nivel, que daba buena cuenta de su talento, reconocido desde hacía tiempo en el jazz brasileño por saber incluir en la bossa nova el nervio del bebop. Ritmo, clase y modernidad. Tenório Jr. era un hombre que representaba los nuevos tiempos en la cultura de todo el continente americano. Sin embargo, aquella nota fue lo último que se supo de él. Nunca más volvió. Fue secuestrado y asesinado por militares argentinos. Durante décadas, nadie supo dónde estaba su cuerpo.
Isabel Díaz Ayuso visitó a Federico Jiménez Losantos este lunes. Fue su tercera entrevista a un medio nacional en ocho días. A los tres segundos, la presidenta madrileña lanzó un mensaje que ocupó gran parte de la información de la jornada y justo a la misma hora que el presidente Alberto Núñez Feijóo y el alcalde José Luis Martínez Almeida daban un desayuno informativo en la capital al resto de medios. Ayuso enseguida describió lo que sucedió el domingo:
Un agujero se ha ido abriendo silenciosamente en los últimos años en el sistema educativo español, especialmente en la enseñanza pública. El número de alumnado con necesidades de apoyo educativo, una categoría oficial que engloba a los estudiantes con discapacidad, con dificultades de aprendizaje (como la dislexia y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad), así como a chavales llegados de otros países que desconocen el idioma o se hallan en situación de vulnerabilidad socioeconómica, ha aumentado un 75% desde el curso 2017-2018. Ha pasado de 621.000 a más de un millón, según el informe de inicio de curso elaborado por Comisiones Obreras, que se basa en las estadísticas del Ministerio de Educación. El presupuesto específico para atenderlos ha crecido, en cambio, mucho menos: apenas un 31%, debido, sobre todo, a la insuficiente inversión de las comunidades autónomas. La consecuencia, advierte el sindicato y coinciden docentes, orientadores y familias, es que la atención que reciben es, en muchos casos, pobre, y que el cansancio y la frustración se extiende entre las plantillas de escuelas e institutos.
El idilio que vivían los inversores con Argentina desde la victoria de Javier Milei en noviembre de 2023 está atravesando por su peor bache. El índice Merval, que agrupa a más de una veintena de grandes empresas del país, cae en lo que llevamos de año alrededor de un 30%, lo cual coloca a la Bolsa local como la peor del mundo en estos ocho meses y medio que llevamos de 2025.
La jueza de Huesca Rocío Pilar Vargas que instruye el caso sobre la devolución de los murales románicos de Sijena tiene sobre la mesa una propuesta diferente para intentar solventar el dilema técnico sobre si los vestigios de esa joya del siglo XII pueden aguantar una mudanza desde Barcelona a Los Monegros. Un informe técnico cofirmado por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, incorporado a los informes presentados por el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), recomienda celebrar “un simposio internacional abierto a los especialistas” que busque el consenso y se base en fundamentos científicos. La propuesta se inspira en el cónclave que se celebró en enero de 1998 cuando también estaba en duda si el Guernica podía trasladarse al Museo Guggenheim de Bilbao.
La Fiscalía ha pedido penas de entre 52 y 60 años de cárcel para cada uno de los seis acusados por la violación grupal de una joven de 24 años en una nave industrial abandonada de Rubí (Barcelona) ocurrida en diciembre de 2022. Cuatro de ellos, los que participaron activamente en la agresión sexual, permanecen en prisión provisional. Los otros dos, que estaban allí y no hicieron nada por evitar el ataque pese a la negativa y los llantos de la víctima, están en libertad a la espera de juicio. La vista oral contra la manada de Rubí se celebra el próximo octubre. La víctima sufría un trastorno de afectividad y tiene reconocido un grado de discapacidad psíquica del 35%.
“Te seguiría como un perro hasta el fin del mundo”. Si no la pronunciase Jacob Elordi, esta cita sería cuestionable. Pero el joven galán consigue que suene hasta actual en el criticadísimo tráiler de la nueva adaptación de Cumbres Borrascosas, que llegará a comienzos de 2026. Dejando a un lado la polémica de que el Sr. Heathcliff no sea interpretado por un actor racializado, lo más curioso es que una frase como esa no desentone en pleno 2025. Todo lo contrario, parece incluso que estas declaraciones de amor sean tendencia gracias al regreso de las comedias románticas y los dramas de época. En la reciente Materialistas, el clímax llegaba cuando el personaje de Cris Evans declamaba: “Cuando te miro a la cara, veo arrugas y niños correteando a tu alrededor”. Un cita que casi podría salir de la boca del Sr. Darcy de Orgullo y Prejuicio, teniendo en cuenta que la directora ha reconocido la influencia directa que tuvo de la obra de Jane Austen. Ante este desfile de galanterías, cabe preguntarse: ¿vuelve a estar de moda el hombre romántico?
La Reserva Federal de Estados Unidos recortó ayer un cuarto de punto los tipos de interés hasta situar el índice de referencia en la banda del 4%-4,25%, una decisión que según la jerga de los economistas estaba descontada por los mercados desde que su presidente, Jerome Powell, dejara abierta esa posibilidad el pasado agosto en el tradicional encuentro veraniego de Jackson Hole. Se trata del primer recorte de tipos de la autoridad monetaria estadounidense en lo que va de año pese a las incesantes presiones que, desde su toma de posesión en enero, el presidente Donald Trump ha ejercido sobre la entidad para que abaratara de forma contundente el precio del dinero. En su afán por conseguirlo ha llegado a amenazar con despedir al propio Powell he intentado destituir, de momento sin éxito, a una de sus gobernadoras, Lisa Cook.
Las generaciones de los mileniales, los Z y algunos X, los nacidos en democracia para decirlo corto, son una panda de vagos, flojos y egoístas. Se quejan de su sueldo y de no poder ahorrar un euro, pero pillan vuelos y airbnbs baratos jurando ser ecologistas y abominar el turismo de masas. Lo quieren todo aquí y ahora, pero hacen cola de días por una entrada para ver a Bad Bunny el año que viene. Se frustran a la mínima, y se toman al pie de la letra al primer terapeuta que les dice que se prioricen y los demás que arreen. Hala, ya he soltado el mitin. ¿Ven qué fácil?
Como feministas y militantes del PSOE y del PSC, desde hace años venimos defendiendo la abolición de la prostitución. El comportamiento de algunos destacados socialistas y su relación con la prostitución nos avergüenza, pero, a la vez, confirma nuestro compromiso contra la explotación sexual de las mujeres.
En un delicioso texto sobre Venecia, la periodista estadounidense Rachel Donadio reproducía un diálogo entre dos turistas a punto de lanzarse a caminar por la ciudad italiana. Uno decía: “¿Qué te parece si nos pasamos todo el día perdidos por Venecia?”. Y el otro respondía: “Como si tuviésemos otra opción”. Algo parecido ocurre con la película de Alan J. Pakula Todos los hombres del presidente, en la que Robert Redford, el gran actor fallecido este martes a los 89 años, interpretaba a Bob Woodward, uno de los dos periodistas de The Washington Post que investigaron el caso Watergate. Creo que no conozco a nadie que no haya acabado por hacerse un lío con la intrincada trama del filme, pese a que el guion es de William Goldman.
En 2025, somos testigos de un mundo en el que la diplomacia tradicional y las normas de colaboración se ven cada vez más perturbadas por la política de poder, la incertidumbre económica y la competencia estratégica. Este mes de noviembre, la Agencia Espacial Europea (ESA) celebrará su Consejo Ministerial para determinar las prioridades de financiación para los próximos años y, en Europa, debemos afrontar una dura verdad: no estamos preparados para esta nueva realidad. Las vulnerabilidades están aumentando en materia de defensa, comercio, energía, inteligencia artificial y tecnologías cuánticas, así como en la estabilidad de la cadena de suministro. Sin embargo, en un área, Europa tiene una ventaja clara: el espacio. En este ámbito, Europa sigue contando con programas líderes a nivel mundial. Y a través de la ESA, puede actuar con rapidez y decisión para reforzar su resiliencia.
La tarde de nuestra entrevista, Miren Ibarguren (San Sebastián, 45 años) confiesa que tiene, “como media España”, el corazón en la boca: su hijo de tres años acaba de empezar el colegio y ella vive su primer día con tanta ilusión como nervios. “Ha sido intenso, pero se ha quedado muy contento. A ver qué tal el primer mes…”, dice con una sonrisa. La escena parece un reflejo de su propio momento vital: tras más de dos décadas de carrera, la actriz donostiarra comienza también una nueva etapa vertiginosa. Rostro imprescindible de la comedia televisiva gracias a éxitos como Aída o La que se avecina, Ibarguren se adentra ahora en el drama con El refugio atómico, la nueva gran superproducción de Netflix firmada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato (La casa de papel). La serie sitúa a un grupo de multimillonarios en un búnker de lujo construido para sobrevivir a un inminente colapso global, pero lo que en apariencia es un santuario para privilegiados pronto se convierte en un espacio claustrofóbico. Allí, Ibarguren interpreta a Minerva, el personaje que puede marcar un antes y un después en su larga trayectoria.