ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La vuelta de los zuecos se ha anunciado tanto como la del meteorito definitivo pero esta vez, puede ir en serio. Si seguimos el rastro del dinero y los precios de las webs de reventas —señales más fiables que los looks de los influencers—, podemos intuir un otoño abundante en suelas de madera y tachuelas. Los zuecos no favorecen ni gustan del todo a nadie, tampoco son especialmente cómodos, pero cada cierto tiempo todos los llevamos. Será por eso que nunca acaban de irse.
Cada vez hay más vecinos de Barcelona que huyen de la gran metrópoli hacia otras grandes ciudades cercanas en busca de precios de vivienda más asequibles o un mayor bienestar. Municipios de la segunda o tercera corona -Sabadell encabeza la lista- son los preferidos por estos emigrantes locales, atraídos por las buenas comunicaciones con la capital y un catálogo completo de servicios. Los ayuntamientos han empezado a ponerse en alerta y reclaman a la Generalitat mejoras en ciertos servicios para evitar el “colapso”. “Los movimientos migratorios internos generan un incremento de población en las ciudades de la segunda corona que no se puede asumir, ya que los servicios no están dimensionados para absorber este incremento”, alerta Ana María Martínez, presidenta del Arc Metropolità, la entidad que agrupa los alcaldes de la segunda y tercera corona metropolitana.
Construcción de vivienda en augeLos territorios periféricos de Barcelona también están encabezando las listas de construcción de viviendas. Las comarcas del Baix Llobregat y el Vallès Occidental superaron al Barcelonès en número de viviendas iniciadas -2.500 en las dos primeras y 1.600 en la de la capital-, según las estadísticas de la Generalitat correspondientes a 2024. Por municipios, Barcelona está al frente (1.151), seguida de Viladecans (711), Terrassa (669) o Sant Pere de Ribes (650). Pero fuera de estas estadísticas también se hallan anuncios como la construcción de 5.400 pisos en la zona del Centro Direccional de Cerdanyola del Vallès, que sin duda favorecerá este movimiento de población hacia la segunda corona metropolitana. “Ahora hay mucha necesidad de vivienda en el área metropolitana, pero hay poco suelo disponible. Lo que es necesario es construir de forma global, porque tampoco sabes hacia dónde se dirigirán los movimientos migratorios”, apuesta Xavier Vilajoana, presidente de la Asociación de Promotores de Cataluña.
Según el portal idealista, Terrassa y Sabadell ocupan el segundo y tercer puesto de España en la lista de ciudades que reciben una mayor presión de demanda de viviendas de alquiler. Y es que el precio medio en las cocapitales vallesanas (729 y 818, respectivamente), junto al de Vilanova (854) son mucho más atrayentes que el de la capital (1.087), según datos de la Generalitat del primer trimestre de este año.
Hace unos días se anunció el cierre del diocesano Seminario Conciliar (por el de Trento) de Barcelona. Algunos obispos solían utilizar esos seminarios como un jalón en su concurso de méritos ante la jerarquía vaticana de Juan Pablo II o Benedicto XVI. El Papa Francisco lo relativizó. Los tiempos cambian incluso en la eterna Roma, y un seminario interdiocesano no es una mala solución para agrupar a esas menguantes vocaciones (una veintena en Barcelona), en una Cataluña en la que cada vez es menor el peso del catolicismo después de años de credo único, obligatorio e indivisible. El problema es más de fondo.
Cada vegada és més comú que et convoquin per una roda de premsa que no és una roda de premsa. A vegades són inauguracions, altres són dinars, trobades o ―la paraula temuda― esdeveniments on és igual si ets periodista, client o influenciador. L’important és que hi assisteixis i, si pot ser, que en surtis sentint que has viscut una experiència tirant a exclusiva. L’última d’aquestes emboscades amb la qual vaig tenir el plaer d’ensopegar va ser una “visita de premsa” al Palau Moxó, després de les reformes que han transformat aquest palau barroc de la plaça dels sants Just i Pastor. Era fàcil copsar que entre les persones que ens havíem reunit per veure per dins una joia com aquella hi havia pocs periodistes i, en canvi, abundaven promotors de festes, caps de màrqueting i, sobretot, event planners.
La primera escena de Caro Diario (1993), la película más celebrada de Nanni Moretti, presenta a su protagonista, que es el propio director, paseando en Vespa por una Roma desierta. Apenas hay tráfico o viandantes, los edificios vacíos acaparan los planos y Moretti habla de que, en su ciudad, durante el verano, los cines cierran o proyectan lo que nunca exhibirían durante el resto del año (pornografía o cine italiano). Caro Diario comienza durante el Ferragosto, una fiesta de origen pagano que se celebra en Italia cada 15 de agosto. Ese día, y los que lo rodean, muchos de los habitantes de las grandes ciudades se trasladan a la playa o a la montaña y las calles de Roma o Milán que suelen estar atascadas se convierten en decorados solitarios. Muchas otras películas, como Il Sorpasso (una aventura estival coescrita y dirigida por Dino Risi en 1962), han recogido ese momento durante el que, según el tópico, todo un país se va de vacaciones de manera sincronizada.
Una noche de 1982. Todo sucede ahí. Un niño de seis años está sentado en el salón de la casa de su abuela, en un pueblo de Bizkaia llamado Ortuella. Mira con atención a la pantalla de un pequeño televisor en blanco y negro. En uno de sus dos canales, ha visto aparecer los primeros instantes de una serie para mayores.
Entre la Dakar Fashion Week, que ha celebrado ya 22 ediciones, y la también consolidada Bienal de Dakar, o Dak’Art, que ha cumplido sus 15, creadores de todas las disciplinas artísticas siguen imaginando cosas y trabajando sin descanso en la capital de Senegal, y ponen de relieve la vigencia de África a la cabeza de las tendencias en las artes visuales. Lo hacen en sus espacios de arte contemporáneo y ateliers, que los diseñadores y creadores abren a curiosos y clientes para permitirles una experiencia personalizada.
El granizado, la horchata y la limonada van a tener que hacerle un hueco en el podio de las bebidas veraniegas a una nueva aspirante que está dando mucho que hablar en internet: el ayran. Originaria de Turquía y preparada a base de yogur, agua y sal (sí, sí, sal), esta bebida lleva siglos refrescando los paladares de numerosos países europeos y asiáticos. A España, la fiebre por el ayran ha llegado hace apenas unos días y lo ha hecho de la mano de las redes sociales, que se han llenado de usuarios dispuestos a prepararlo y poner a prueba su sabor.
Como hicieron su bisabuelo, su abuelo y su padre, José Carlos García, de 57 años, lleva toda su vida cultivando un tomate feo, poco productivo y muy delicado. Tanto, que hace dos décadas había desaparecido de la ruta comercial y apenas resistía con vida para el autoconsumo en el Valle del Guadalhorce, en Málaga, de donde es autóctono. “La mayoría de agricultores de la zona vendíamos variedades híbridas, más rentables, pero esta nos la quedábamos para nosotros porque su sabor es mucho mejor”, relata García, cuya familia, conocida como los Marala, guarda las semillas como oro en paño, igual que hacen otros hortelanos de la comarca. Un tesoro que en los últimos años ha ido saliendo a la luz hasta convertirse en la hortaliza estrella del verano malagueño, con más 300.000 plantas en la ribera del Guadalhorce y una producción que alcanzará este año el millón de kilos. Hoy, con la alta cocina rendida a su sabor, aroma y textura, el tomate Huevo de Toro es ya protagonista de tertulias, verbenas y catas, así como una ruta gastronómica que permite probarlo en gazpacho, porra antequerana, ensaladas o incluso torrijas en medio centenar de establecimientos de la provincia malagueña.
“Parece hecho por ChatGPT” es ya una expresión coloquial. Transmite cutrez, pereza mental y falta de chispa; no superinteligencia, a pesar de las promesas de OpenAI en el lanzamiento de su versión GPT5. Camino de los tres años desde la irrupción de esta herramienta en nuestras vidas, no llegan las revoluciones prometidas por los multimillonarios intereses comerciales detrás de la inteligencia artificial (IA). Ni tampoco los apocalipsis profetizados de manera interesada.
Cerca de 20.000 personas en España se han sumado a la moda del pickleball, un deporte que combina elementos del tenis, pádel y bádminton, y que causa furor en Estados Unidos, con cerca de 50 millones de jugadores a finales de 2024. “Se dice que el año que viene será el deporte más practicado allí, superando al baloncesto, y en España se prevé un crecimiento bastante significativo, aunque no sé si como en Estados Unidos porque es difícil”, comenta Miguel Díaz, presidente de la Real Federación Española de Tenis (RFET).
Con las cámaras de los redactores gráficos apuntándole, Diego Pablo Simeone se recreaba dando toques a una pelota sin dejarla caer. Después, le dio por la jardinería y comenzó a orientar las bocas de riesgo mientras sus futbolistas, siete de ellos nuevos, completaban el último entrenamiento previo a su estreno liguero de este domingo ante el Espanyol en Cornellà (21.30, Movistar).
En su último año como jugador, en 2017 en el Bayern de Múnich, a Xabi Alonso le preguntaron en una cena post partido de Champions con invitados y dirigentes del equipo alemán qué pensaba hacer con su futuro, si contemplaba hacerse entrenador. La respuesta del vasco fue bastante concluyente: ni se le pasaba por la cabeza en esos momentos. En todo caso, entrar en alguna dirección deportiva o área de fútbol de un club. Un año después, empezó como técnico en el Infantil A del Real Madrid.
Después de aquel anuncio de que la IA se haría cargo de las designaciones arbitrales, el intento se ha ido rebajando hacia el nivel de “elemento consultivo” hasta, me parece, evaporarse discretamente. Solo sirvió para sembrar cizaña cuando se descubrió que el joven ‘hacker’ que responde por Chema Alonso, designado para encabezar el operativo, es hombre de arraigada fe madridista. Una serpientita de verano que se evaporó rápidamente. No fue la única baja prematura en el equipo primigenio de Fran Soto, el CEO designado por Louzán para la cosa arbitral: también se cayó del cartel antes del debut el que iba a ser responsable de los árbitros auxiliares, al que le salió de golpe un trabajo mejor. No es un buen inicio del flamante CEO, que, por otra parte, ha tomado la polémica decisión de mantener al frente del arbitraje femenino a Yolanda Parga, pareja de Megía Dávila, el árbitro que trabaja en el Madrid.
El cliché de las cintas de casete de El Fary y de una más que discutible oferta gastronómica han acompañado durante décadas la imagen de las estaciones de servicio, estos días abarrotadas de viajeros que se dirigen a su lugar de vacaciones. Los operadores petroleros han ido cambiando de forma progresiva su imagen y gama de servicios, y ahora Repsol, la principal firma española por cuota de mercado, busca dar un paso más.
Enrique Valero (Sevilla, 1964) tiene un mapa del siglo XIX del que saca todas las ideas, “como el huerto o un bosque”, que implementa en Abadía Retuerta. Se puso al frente de la bodega vallisoletana, propiedad de la farmacéutica Novartis, en 2009, cuando el vino que vendía era más barato que ahora, con botellas que parten de los 35 euros. Asegura que apostó por la calidad en lugar de la cantidad. Una fórmula que repitió con el hotel de cinco estrellas que ocupa parte de un monasterio del siglo XII. “Quisimos mantener solo 30 habitaciones, en lugar de ampliar. Donde no haya colas para desayunar y siempre tengas hueco en el spa”. Esa apuesta por la calidad parece que le ha funcionado, teniendo en cuenta que el lugar se ha convertido en un referente del turismo de lujo en España. Valero contesta a esta entrevista en The Craft, el club privado que Abadía Retuerta tiene en el centro de Madrid, donde se hacen eventos y se expone parte de la colección de arte que la bodega ha ido atesorando a lo largo de los años.
Lo más lacerante de esta tórrida canícula es que estábamos avisados. Sabíamos que España se encuentra a la vanguardia de los países más afectados por el cambio climático, o que no habíamos revertido el abandono de la España vaciada. Los incendios han afectado a casi todo el territorio nacional, pero los peores han tenido lugar en los lugares menos poblados, en las provincias más pobres, en esa línea que baja de Norte a Sur paralela a la frontera con Portugal. Son los lugares ya casi desahuciados y que apenas se atreven a meter baza cuando los recursos de todos se distribuyen más por ventajismos políticos que por la atención a las necesidades reales.
Fui a renovar el carné de conducir. Un hecho que, de por sí, no tendría nada de especial si no fuera por la fecha de caducidad del documento: 18 de octubre de 2015. Con nueve años y nueve meses de retraso, me presenté en el centro médico y pasé el chequeo, leí de lejos y de cerca, y salí más o menos airosa de la prueba de coordinación y reflejos, logrando mantener las dos endiabladas bolitas en esos carriles imaginarios. Hasta el final del trámite estuve temiendo la reprimenda, el castigo que certificara que, pasados casi 10 años, era imposible obtener de nuevo el permiso. Pero no sucedió. La encargada del centro médico me hizo pagar lo estipulado sin hacer ningún otro comentario. Cuando me entregó el documento provisional, me delaté a mí misma. ¿Seguro que está bien? La mujer me miró inquisitiva. Quiero decir: que hace mucho que estaba caducado. Pero justo en ese instante sonó el teléfono e hizo una mueca indescifrable. Me fui.
La cumbre de Alaska entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia para negociar una salida a la guerra de Ucrania ha concluido con una rotunda victoria para el Kremlin. Vladímir Putin regresó a Moscú con el extraordinario trofeo de haber quebrado el aislamiento de las democracias avanzadas sin otorgar a cambio ninguna concesión política y sin sufrir ninguna represalia por no acceder al alto el fuego que buscaba su anfitrión, Donald Trump.
En la mañana del lunes pasado, 65 días después de recibir tres balazos por la espalda, murió en Bogotá el candidato a la presidencia Miguel Uribe Turbay. Nunca lo conocí realmente, pero compartí con él un par de eventos de esos que quieren ser de diálogo (aunque no acaben siendo más que una serie de monólogos), y siempre tuve la impresión de que nos separaban la mayor parte de nuestras convicciones políticas, pero también de que Miguel Uribe era un demócrata de principios y además un hombre decente: un adjetivo que no siempre se puede usar —corrijo: que se puede usar rara vez— en el mundo sucio de la política de mi país. Tenía 39 años, una edad a la que muchos políticos ya tienen un prontuario generoso de deshonestidades y trapicheos, y los periódicos colombianos han señalado elogiosamente que nunca se vio envuelto en escándalos de corrupción. También desempolvaron una palabra que no se usaba tanto desde los años noventa, magnicidio, y los que recordamos esas épocas hemos vuelto a preguntarnos si la violencia política en Colombia no será un rasgo fatal de nuestro temperamento, un eterno retorno del cual no lograremos liberarnos nunca.