ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La caída de la dictadura de Bachar el Asad ha permitido sacar a la luz la mayor base documental conocida sobre sus cárceles. El Damascus Dossier, con 64.000 archivos y 33.000 fotografías tomadas por la policía militar, muestra torturas sistemáticas, hambre extrema y ejecuciones.
El disparadero de la extrema derecha está repleto de objetivos. Los inmigrantes. Los impuestos. La izquierda en general. Quienes propugnan la solidaridad o los valores sobre los que se asienta un orden internacional cada vez más desdibujado. Y en su lista de piezas a batir han pasado a un primer plano las corporaciones de medios de comunicación públicos.
El buen desempeño de la economía nacional en términos agregados inyecta confianza en el tejido empresarial. Las firmas españolas son más positivas que sus homólogas europeas sobre el futuro, pese al entorno internacional lleno de incertidumbre y desafíos comerciales. La proporción de compañías que prevé una mejora en su negocio es 23 puntos porcentuales superior a las que tienen una visión pesimista; en la media de la UE, estas proporciones son equivalentes. Otro dato que refleja optimismo es que el 36% de las sociedades planea invertir para aumentar su capacidad, diez puntos más que la media comunitaria. Asimismo, una de cada cuatro ha diversificado sus importaciones en el último año para blindarse ante los riesgos geopolíticos, también por encima del promedio de la UE, de acuerdo con una macroencuesta que publica este martes el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Si te enteras de que van a levantar un edificio de viviendas en tu barrio, ¿qué es lo primero que piensas? Probablemente te preguntes qué tipo de pisos serán, para qué clase de gente y qué efectos tendrá todo esto en tu vida cotidiana. Y “vida cotidiana” aquí significa dos cosas: vecinos y precios.
El paradero de María Corina Machado es, desde agosto de 2024, uno de los grandes enigmas de la política venezolana. La mayoría siempre la ha dado por clandestina dentro del país, inmersa en su estrategia para debilitar la hegemonía chavista. Su enorme arrastre popular convirtió el tema en un tabú, y las autoridades alimentaron la confusión: el ministro del Interior, Diosdado Cabello, llegó a asegurar en varias ocasiones que ella había huido de Venezuela. En este contexto surgió la primera gran sorpresa. Cuando muchos la imaginaban hipervigilada, Machado anunció que viajaría a Oslo para recibir personalmente el Premio Nobel de la Paz, acompañada de sus allegados y simpatizantes.
Netflix ha entrado oficialmente en el Upside Down, la oscura dimensión alternativa de su exitosa serie Stranger things. El CEO, Ted Sarandos, ha dado un giro radical a tres décadas de construir en lugar de comprar y acordó pagar 83.000 millones de dólares, incluida la deuda, por el estudio cinematográfico Warner Bros y su rival HBO. El acuerdo está plagado de dificultades desde el punto de vista político, normativo y financiero, lo que coloca al gigante del streaming en una curiosa posición defensiva.
Una de las instituciones legendarias de Nueva York, la Morgan Library (Biblioteca Morgan), cumplió 100 años en 2024, lo que sirvió para recordar a su primera directora y bibliotecaria: Belle da Costa Greene (1883-1950), una figura cuyo legado se engrandece en el tiempo. Su padre, Richard Theodore Greener, fue el primer afroamericano graduado de Harvard y un reconocido activista por los derechos civiles. Animada por su madre (nunca por su padre, con quien rompió todo vínculo), se fue integrando en la élite de la ciudad gracias al tono blanco de su piel. Optó por disimular su origen racial y adoptó los apellidos Da Costa y Greene, que sugerían un aire portugués, latino, exótico. Destacaba por su belleza y su elegante estilo de vestir y se movió en espacios inaccesibles para la mayoría de las personas negras.
El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este martes la transformación de la Entidad Pública Empresarial del Suelo (Sepes) en Casa 47, el organismo a través del cual el Gobierno quiere canalizar sus políticas de vivienda para que actúe como garante del artículo de la Constitución —el 47— que reconoce el derecho a una vivienda digna. El CIS viene corroborando que la vivienda es ya la principal preocupación de los españoles, posición que no ocupaba desde los meses previos al estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008, y muy por delante del paro, lo que dice mucho de la situación de la economía. En la última década, el precio de la vivienda ha subido un 70%, según los datos del INE, niveles que ni de lejos han ido acompañados por los salarios.
¿Hemos aprendido algo de lo que le pasó a Nevenka Fernández hace 25 años?. La sociedad modificó muchas leyes, comportamientos y actitudes machistas. Pero sobre todo son las mujeres las que han aprendido a no callar, a no tolerar más y a denunciar el acoso y los abusos de poder. A los hombres aún nos queda mucho por aprender; parece que no nos concierne el machismo rampante en el trabajo y miramos para otro lado y disculpamos, toleramos y hasta queremos tapar esas actitudes que, quizás, solo nos abochornan en teoría. Por lo menos, ahora la sociedad pone el foco en el acosador. Sin embargo, solo claman colectivamente las militantes del partido o las compañeras de oficina. ¿Dónde está la militancia masculina?
Cientos de cigüeñas muertas han aparecido entre el jueves y el sábado en el río Manzanares, a la altura de Perales del Río y La Marañosa, en el término municipal de Getafe. Ambos márgenes del río presentaban un aspecto desolador desde que el miércoles la policía local dio la voz de alarma al ver la avalancha de cadáveres que flotaban en el agua.
(…) As fieraas cavan iiv s as tierra tumbas tierra (…) “Leer en voz baja, despacio y con ternura, cada letra, sílaba o quiebre, cada vacío” sugiere Shirin Salehi (Teherán, 43 años) en las primeras páginas de El pasado (no) es prólogo. Un libro de artista que busca transmitir, a través de los trastornos del habla, el inmenso dolor y la profunda tristeza que sienten las mujeres iraníes. Desde ese dolor compartido, la autora, que llegó a España con 17 años, quiere encontrar un espacio sutil de interlocución en el que poder expresar ese duelo interno de una manera poética a pesar de ser una cuestión inevitablemente política cuando se viene de un país como Irán.
Ninguno de los líderes de los partidos políticos convence a la ciudadanía, que les da un suspenso general en la encuesta del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. La mejor nota es para el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con un 3,34 sobre 10; seguido del presidente de Vox, Santiago Abascal (3,31); el del PP, Alberto Núñez Feijóo (3,26); la promotora de Sumar, Yolanda Díaz (3,19) y la candidata de Podemos, Irene Montero (2,40). El líder de Vox supera al de los populares porque en el electorado del PP hay más votantes que aprueban a Abascal que simpatizantes de Feijóo en el caladero de Vox. El estudio refleja más problemas para el sucesor de Pablo Casado: los votantes del PP valoran mejor a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso (7,9). Feijóo, con un 7,2 de nota en su propio electorado, empata con el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida y se sitúa solo una décima por encima del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla.
El 59,3% de la población cree que, de acuerdo a “la situación actual de la legislatura” y pensando en la “gobernabilidad del país”, el presidente del Gobierno debería adelantar las elecciones generales, previstas para 2027, mientras que un 30,7% es partidario de agotar la legislatura y un 10% no sabe qué es mejor, según la encuesta del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER.
De los 15 líderes políticos evaluados en el Barómetro mensual de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER —12 de ellos pertenecientes al PP y al PSOE— ninguno alcanza el aprobado, siendo el socialista Emiliano García-Page el que obtiene la mejor valoración, con un 4,6, e Irene Montero la peor, con un 2,4. Las cifras, sin embargo, apenas sorprenden: en España casi la mitad de la ciudadanía no se siente representada por ningún partido y solo algo más de una décima parte cree que la mayoría de los políticos se preocupa por lo que piensan personas como ellas. Según un estudio del Pew Research Institute, España —junto a Argentina— es el país que experimenta una crisis de representación más profunda entre los 24 Estados que componen el análisis.
El pasado 25 de septiembre, el consejero delegado del grupo Ribera, Pablo Gallart, pidió a una veintena de mandos en una reunión interna revelada por EL PAÍS aumentar listas de espera y seleccionar procesos rentables para aumentar el EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) del Hospital de Torrejón de Ardoz, un centro público de gestión privada de Madrid. Tanto él, como la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, trataron de desacreditar este sábado la información, alegando que estaba descontextualizada. Este periódico publica ahora la intervención completa de Gallart. Nada de lo que dice en 24 minutos y 56 segundos de grabación es contradictorio con lo que EL PAÍS ha publicado hasta la fecha. Todo el contexto es la justificación que hace para persuadir a sus subordinados de que tomen las medidas que les pide a posteriori. “Lo que vamos a hacer es, evidentemente, adecuar el servicio que les vamos a dar de acuerdo con el dinero… por recursos que ellos nos van a entregar”, les explica tras argumentar pérdidas millonarias por el convenio con la Comunidad de Madrid.
Durante la reunión que tuvo el pasado 25 de septiembre Pablo Gallart, consejero delegado de Ribera, con una veintena de mandos de la empresa y del Hospital de Torrejón para trasladarles la orden de recortes en el centro, apuntó al gran grupo que hace negocio con la sanidad pública en la Comunidad de Madrid: Quironsalud.
El pasado 27 de noviembre, en Madrid, se produjo un hecho insólito. Con la Puerta del Sol a punto de llenarse de manifestantes que reclamaban a pleno pulmón una universidad pública de calidad, la presidenta del Gobierno de la Comunidad lanzó en redes sociales un mensaje difícil de entender: “Yo, sí”, afirmaba, junto a un corazón rodeado por el lema “Formada en la universidad pública”. Cuando, en un periodo de bonanza económica, el sistema universitario madrileño se asfixia a causa de una crónica infrafinanciación, la responsable última de su maltrecho estado comunica al mundo su orgullo por haber cursado la carrera en la Complutense, el mayor y más antiguo de sus centros, que anda estos meses al borde de la ruina. No tuvo mucho éxito entre quienes respondieron a su sentida declaración, que la acusaron de cinismo y de cosas peores.
A veces —no demasiado, también tengo que decirlo— añoro los tiempos en los que los trabajadores del audiovisual teníamos a casi todos nuestros amos a la distancia de un látigo, por seguir usando el mismo campo semántico. Cuando la televisión generalista mandaba en el sector, nuestras series y programas se caían a plomo después de dos emisiones si no pasaban el corte de la audiencia; nos quedábamos sin trabajo de un día para otro después de haberlo dado todo por un proyecto, pero al menos uno tenía la sensación de que ese abrupto despido venía refrendado por el espectador. Trampa, claro: la cadena lo fiaba todo al corto plazo y era el productor quien, para minimizar su riesgo, pegaba la producción a la emisión todo lo que podía, por eso una serie empezaba a emitirse cuando aún quedaba mucho para el fin de su rodaje. Pero, al fin y al cabo, si desde sus casas la gente veía lo tuyo, te salvabas de la quema.
A Pepi Sánchez, presa por un instante de la indignación, se le escapa un taco, que de inmediato pide al periodista que omita. No será el único. Y no es que sea proclive a las palabrotas, aclara esta secretaria retirada, madrileña de 73 años, hija y nieta de represaliados por el franquismo en la provincia de Badajoz. Es que el tema del que habla la remueve por dentro. ¿Qué tema? El retroceso en la legislación de memoria histórica aprobado por el PP y Vox en Extremadura, la tierra reprimida con saña por el general franquista Juan Yagüe, que hizo méritos para ser conocido como el “carnicero de Badajoz”. “La verdad es la verdad, por mucho que quieran taparla. Pero lo están intentando, qué disparate. Cuando la izquierda tuvo más fuerza, debió hacer más. Así no nos veríamos como ahora, con críos que dicen que con Franco se vivía mejor“, lamenta. Y se le escapa otra palabrota —nada grave—, que vuelve a pedir que no conste en acta.