ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
De las variadas polémicas que envolvieron a universidades privadas en Portugal en las últimas décadas, hay una que sigue causando sorna: la licenciatura en ingeniería civil que obtuvo en 1996 el ex primer ministro socialista José Sócrates en la Universidad Independiente. La Fiscalía declaró ilegal la finalización de su curso en 2015, aunque renunció a pedir la anulación del título. No sería esta la mayor de las preocupaciones para Sócrates ni para la universidad.
No va de toros. Ni de toreros. Ni de debates entre taurinos o antitaurinos. La suerte, sin duda la serie española más imprevisible, atípica, divertida (en dura competencia con Poquita fe), bella y profunda del año, va sobre la amistad, presentada sin retórica ni rodeos, con una eficacia digna de Billy Wilder.
No todos los días se sale a la arena de un anfiteatro romano codo a codo con Santiago Posteguillo, el popular autor de Africanus o Yo, Julia enfrascado actualmente en su monumental serie de seis novelas sobre Julio César, de la que ahora publica la tercera, Los tres mundos (Ediciones B y en catalán Rosa dels Vents). Posteguillo y sus acompañantes accedemos al centro del anfiteatro por una escalera desde las oscuras entrañas de la instalación bajo la pista, como lo hacían en sus sangrientos días fieras y gladiadores. No vamos ataviados de tracios, mirmilones o reciarios pero la experiencia de salir al exterior te hace entornar los ojos y tragar saliva como, seguramente, les ocurría a ellos. “No os separéis”, dice el gracioso del grupo citando a Máximo Décimo Meridio en Gladiator y frotándose las manos con un puñado de tierra que ha recogido del suelo. “No sabemos a qué nos enfrentamos, pero es más fácil que sobrevivamos si peleamos juntos”. Posteguillo sonríe. Menos animosa, una chica musita con sentimiento, abrumada por el escenario: “Jo, qué palo ser gladiador”.
Cuando llegó a España, a mediados de la década de 1970, Beatriz de Orleans (Neuilly-sur-Seine, 83 años) se alojó durante un tiempo en el palacio de la Zarzuela. Su entonces marido, el príncipe Miguel de Orleans, era hijo del conde de París y pariente lejano de Juan Carlos de Borbón, que en ese momento estaba a punto de convertirse en rey de España. Medio siglo después, la princesa de Orleans comparte piso con un profesor de religión y otro de música en un apartamento señorial en el barrio de Salamanca de Madrid. No se le caen los anillos por hablar de ello. “Estaba buscando casa y no encontraba nada que me gustara. Un amigo me dijo que me alquilaba una habitación y me pareció bien. Más de 10 años después, ahí sigo. Estoy encantada”, explica durante la conversación con EL PAÍS en el restaurante Amós, en el Rosewood Villa Magna. El director del hotel, Friedrich von Schönburg, lo ha abierto antes de la hora habitual solo para ella.
Bajar del avión y encontrarse en la sala de embarque al cocinero español Jesús Sánchez (tres estrellas Michelin en su restaurante Cenador de Amós, en Cantabria) relamiéndose los recuerdos de todo lo que ha comido en sus días en Copenhague mientras, cerca, dos empleados del aeropuerto juegan a impulsarse con un carrito. Es el recibimiento espontáneo de una ciudad que aparece en diferentes rankings como una de las mejores del mundo para vivir. Y puede que así sea, porque lo cierto es que, en un primer impacto, aquí la gente parece disfrutar.
Cinco españoles en CopenhagueDesde una arquitecta hasta un cocinero residentes en la ciudad danesa dan sus mejores pistas para disfrutarla.
Está cercado, pero no se tambalea. El régimen chavista sigue inamovible, avasallando a sus interlocutores, ajustando cuentas con sus enemigos, reprimiendo sin cuartel. Ofreciendo cada día, en definitiva, nuevas evidencias de que controla la situación política y militar de Venezuela, a pesar de la escalada bélica con Estados Unidos. Y su líder, Nicolás Maduro, continúa a la cabeza. La tutela que tiene hoy la llamada revolución bolivariana sobre la sociedad no tiene precedentes en décadas. Los umbrales de censura son cada vez más estrechos. El relato oficial es el que pesa en todos los ámbitos de la vida pública y el aparato de inteligencia está desplegado por doquier. Hay que tener cuidado con lo que se afirma en charlas privadas, o en WhatsApp, mientras que las conversaciones en la calle —particularmente las quejas en voz alta— ya no son tan seguras como antes. Y la figura de la opositora María Corina Machado, recién reconocida con el premio Nobel de la Paz, es un tabú público.
La huella de un gran diseñador son sus colecciones, su archivo, sus siluetas o sus iconos. Pero también los gestos que, en ocasiones, recuerdan quienes lo trataron de cerca. La modelo Eugenia Silva (Madrid, 49 años), que conoció a Giorgio Armani cuando ella tenía 18 años y ha seguido colaborando con él de forma ininterrumpida, se acuerda del italiano cada vez que tiene que vestirse para un evento. “Yo siempre le pedía que me dejase llevar un vestido rojo, pero él se negaba. Solo me puse un vestido rojo diseñado por él en una ocasión, y era un descarte de una colección de alta costura que además no le gustaba. Con los años, empezó a utilizar ese color, pero para mí no lo veía. En aquel entonces, cuando yo le insistía, me decía que tenía que elegir las prendas pensando en el futuro, que había que vestir cosas que siguieran gustándome al cabo de 20 años. Ahora, cada vez que me visto, me acuerdo de él y de sus palabras. Tenía razón, claro”.
EstilismoJuan Cebrián
Maquillaje y peluquería:Eugenia Silva y Blanca Padilla por Jordi Fontanals (Ana Prado) para Chanel y Miriam Quevedo. Andrés Velencoso y Duncan Yair por Piti Pastor (Ana Prado) para Elizabeth Arden y Sisley Hair Rituel
Producción:Cristina Serrano
Asistente de fotografía:Álvaro Tomé
Asistente de estilismo:Irene Caro
Asistente de producción:Marina Marco
Vivimos una chatgptificación de todo. A la espera del gran salto que nos cambiará la vida que prometen empresas con un presupuesto millonario de marketing, los grandes modelos de lenguaje, del que ChatGPT es el más implantado, nos hacen hablar con palabras raras, combinando adjetivos que hace tres años nunca hubiéramos usado. Les confiamos nuestras intimidades a un ente que en el futuro podría “declarar” contra nosotros en un juicio (circunstancia de la que ha advertido el propio Sam Altman, CEO de OpenAI), y regresamos al pensamiento mágico, creyendo que por unos euros al mes tenemos en el ordenador el oráculo.
Casper Ruud ama jugar al tenis. Puede parecer una obviedad siendo uno de los mejores del circuito, pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que el deporte de élite no siempre gira en torno al juego. Para muchos, lo importante es solo el resultado. Vencer al precio que sea. Y no es que este noruego de 26 años no sea competitivo: este año, incluso después de haberse lesionado en Roland Garros, no haber podido jugar Wimbledon y haber sido eliminado prematuramente en el US Open, ha logrado retener el número 12 de la ATP. Pero Ruud, independientemente de los resultados, añora el tenis clásico. Aquel deporte de caballeros en el que la cabeza era tan importante como la raqueta. “He ganado muchos partidos sin ser súper agresivo, tratando de jugar con inteligencia, más despacio, con bolas cruzadas, abriendo la cancha. Me gusta el peloteo y jugar desde la línea de fondo. Me gusta el juego más lento”, explica el nuevo embajador de Mango Man en un estudio de su Oslo natal. Ha posado pacientemente durante cinco horas y sonríe cuando le dices que, por su aspecto —es una belleza clásica, un adonis rubio de 1,83—, podría ser modelo profesional. “Gracias, pero creo que hice bien en dedicarme al tenis”, bromea.
“Lo primero que noté fue una dureza en el pecho”. Teresa Zamorano tenía 39 años cuando sospechó que algo iba mal. En el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva le practicaron una mamografía. Luego vino el silencio. “Llamé durante meses. Les escribí, les reclamé noticias”. Tiene documentadas 33 reclamaciones ante el hospital y la respuesta siempre era la misma: había mucha gente y tocaba esperar. “Pensaba que me llamarían si algo iba mal”. Un año después, y sin conocer los resultados de la primera prueba, la citaron para una segunda mamografía y una ecografía. Tres días más tarde le practicaron una biopsia. Dieciséis meses después de la primera consulta llegó la noticia: tenía cáncer en estado avanzado.
Tres documentos legalesPara doblar el brazo al Estado, las afectadas deben reunir tres pruebas vitales. En primer lugar, el informe mamográfico original y el historial clínico completo, donde se demuestre “que la paciente nunca fue informada ni citada para seguimiento”, explica la abogada Esther Jiménez. En segundo término, un informe médico-pericial donde se explique qué protocolo debió aplicarse y cuál fue el impacto del retraso en la salud de la paciente. Por último, en el caso de Andalucía, es relevante adjuntar las comunicaciones oficiales donde la Junta reconoce los fallos del sistema.
Las operaciones corporativas en banca en las que el pez grande, sobrado de capital, se comía al chico, débil y necesitado de rescate, son ya historia. La opa frustrada de BBVA sobre Sabadell ha relevado que unas favorables perspectivas de rentabilidad y reparto de dividendos permitan a una entidad pequeña resistir como gato panza arriba ante la ofensiva de una entidad muy superior en tamaño y potencia de fuego (aunque pese a ello se ha resistido a hacer más generosa su oferta). El mapa bancario español se queda como estaba en abril de 2024 con la diferencia, frente a otros momentos del convulso historial del sector, de que esta vez el mercado no duda de la viabilidad de ninguna de las entidades. Antes al contrario, los analistas coinciden en los atractivos niveles de rentabilidad y remuneración al accionista de los bancos españoles, capaces para muchos de justificar la prima con la que el sector ya cotiza frente a sus competidores europeos y de ofrecer aún margen de recorrido al alza tras un poderoso rally. No sin matices, las recomendaciones son positivas tanto para el BBVA como para el Sabadell y se extienden al resto de entidades.
Dice un refrán que “en la crianza los días son muy largos y los años muy cortos”. Quien es padre, lo sabe. Un día los hijos te acompañan incluso hasta el baño y, de repente, gruñen porque has entrado en su cuarto sin llamar o porque te has ido del mismo sin cerrar la puerta. En un abrir y cerrar de ojos, pasan de ser absolutamente dependientes de tus cuidados a hacerlo de sus amigos. Y es en esta etapa cuando suelen llegar los primeros amores.
El poder del ejemploLos hijos aprenden más por lo que ven que por lo que se les dice. “Si tú vives relaciones sanas, si sabes pedir perdón, si pones límites sin gritar, si sabes comunicarte desde el respeto, eso es lo que tu hijo va a grabar”, explica Andrés Merino Iglesias, psiquiatra de la infancia y adolescencia. “Más que tus sermones, lo que los educa son tus actos”, añade. En última instancia, se trata de aceptar que los hijos no son extensiones de sus padres.
“Ellos tienen derecho a escribir su propia historia, incluso a equivocarse”, sostiene Luis Miguel Real, psicólogo y experto en terapias con adolescentes. “Y nosotros, los adultos, tenemos el deber de acompañar sin invadir, de estar sin imponer”. Porque, en el fondo, “el verdadero reto no es cambiar al otro, sino mirarse a uno mismo, lo más difícil no es aceptar a la pareja de tu hijo. Lo más difícil es aceptar que ya no eres tú quien decide por él. Y eso, aunque duela, también es amor”, concluye Real.
Una planta reposa dentro de un minúsculo cubículo de cartón. Allí la colocaron en el mismo vivero en el que nació. Tras zarandeos y golpeteos, de subes y bajas de un camión a una furgoneta, de una furgoneta a un camión, por fin dejan tranquilo el embalaje en el que la han recluido. La planta guarda la esperanza de poder ver la luz una vez más. Lleva demasiados días sin poder realizar la fotosíntesis, y se siente algo débil y confusa, no entiende nada del porqué de ese encierro injustificado.
Una tormenta perfecta se cierne sobre los metales preciosos. El alza del oro, que se dispara este año el 58%, está contagiando a la plata, el platino y el paladio, que se anotan incrementos incluso superiores a los del metal dorado. Aunque el panorama financiero está siendo positivo en 2025 tanto para las Bolsas como para los bonos, la fiebre compradora por los metales preciosos les está abriendo un hueco de pleno derecho en las carteras de los inversores.
Redeia pasa por una etapa de alta tensión. En las últimas semanas inversores y analistas la han situado en el centro de atención a la espera de que se despejen las incertidumbres relacionadas con el ámbito regulatorio y del coste de las indemnizaciones del histórico apagón del pasado 28 abril, que le ha llevado a perder en Bolsa el 13% desde entonces y a enfrentarse a una posible demanda por parte de Iberdrola a su presidenta, Beatriz Corredor, por atribuirle parte de la responsabilidad del suceso.
¿Existe una cocina de pueblo? Se cuestiona Jordi Luque, autor de Nueva cocina de pueblo (Planeta Gastro) a lo que podríamos añadir: ¿Existe una nueva cocina en el ámbito rural?
La temperatura del tiempo es la que genera su fricción sobre los elementos. Resuena húmedo en el bosque, colisiona con las nubes disueltas en neblina. Repica fresco en las piedras que desgasta el agua del manantial. Se siente tenue a los pies del hayedo, entre el vapor condensado en la hojarasca, junto al musgo y las orquídeas cefalanteras. Se descubre sombrío reconstruyendo sucesos que la accidentada orografía de la montaña alavesa ha padecido en su condición de cobijo y promontorio. En estos montes, el sonido de las horas es el de las efemérides que deambulan por los sinuosos senderos de la serranía. El del bostezo desganado de las cercas de piedra y los paseos a lo largo de las pequeñas localidades que en otras fechas fueron grandes.
Receta de manzana negraEn los primeros días de Xabi Alonso, Raúl Asencio salió a error grave y advertencia pública por encuentro. Fue al Mundial de Clubes como una de las escasas buenas noticias de la temporada del Madrid y regresó flagelándose. “Siento que no he estado a la altura”, admitió el joven, de 22 años, que ahora trata de recuperar los créditos perdidos.
El Barcelona presentó un balance en el que los ingresos tocaron los 994 millones de euros. Sin embargo, el resultado del ejercicio es en números rojos (-17 millones) y el patrimonio neto también continúa en negativo (152), lo que significa que las deudas son mayores que los activos. El Barcelona, justamente, presume de haber reducido sus obligaciones con terceros; ahora su deuda neta es de 469 millones, 90 menos que el ejercicio anterior. Sin embargo, su fondo de maniobra, que se traduce en su capacidad para hacer frente a las obligaciones a corto plazo, es negativo en 266. El Barcelona asegura que ya no tiene pensado vender Barça Licensing & Merchandising (BLM); su facturación en el merchandising ha alcanzado los 170. Sin embargo, todavía sigue enredado en el fallido traspaso de Barça Studios, tasado en 408 millones en 2023, hoy reducido su valor a 178. El Barcelona subraya que su facturación va en aumento (1.075 presupuestados para el curso 2025-2026), pero el regreso al Camp Nou todavía sigue en el aire.
El sábado de la semana pasada, Noruega goleó a Israel en Oslo (5-0) con una actuación arrolladora de Haaland. El delantero del City falló dos penaltis pero anotó un hat trick que dejó a su selección a las puertas de regresar a una Copa del Mundo por primera vez desde 1998. “Estamos a una victoria. Mentiría si no dijera que toda la nación está conteniendo la respiración ahora mismo”, cuenta Lise Klaveness, presidenta desde 2022 de la Federación Noruega de Fútbol (NFF, en sus siglas en inglés), a EL PAÍS el pasado jueves en Madrid en el marco del World Football Summit sobre una generación dorada de jugadores —Haaland, Odegaard, Sorloth...— que ha vuelto a poner a su país en el mapa mundial del fútbol.