ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Como a todos los niños de tres y cuatro años, a mis hijos les encanta hacer las cosas solos. Disfrutan de enjabonarse ellos solos en la ducha, de volcar sin ayuda el yogur en el bol por las mañanas y de intentar cortar con su cuchillo de punta roma la tortilla por las noches. Su voluntad de autonomía es a veces problemática, como cuando intentan limpiarse por sí solos después de ir al baño, pero el pellizquito de satisfacción que sienten después bien merece el desastre.
Rilke escribió que la música podía elevarlo y bajarlo en otro lugar. Eso pasó hace poco en Buenos Aires. “No tiene luz de seguidor”, dijo el hombre con quien vivo. Y no, no tenía luz de seguidor: nada que atenuara las grietas del cuerpo; que hiciera menos impresionantes las huellas de la cojera producida por la escoliosis; que apaciguara el aspecto flojo de la piel. La emanación rubia del pelo se veía hermosa. Yo hubiera querido ver de cerca sus ojos de lobo blanco. Cuando salió al escenario con el torso desnudo, el hombre con quien vivo tuvo que sentarse, empujado por la emoción, como una bandera que se pliega en señal de respeto. Tres temas aullados desde la azotea del apocalipsis, TV Eye, Raw Power y I Got a Right, me llevaron a los ochenta, cuando me internaba en el pogo, la zona de los recitales más próxima al escenario, envuelta en el peligroso éxtasis de la felicidad. Ahí estaba Iggy Pop, lleno de sangre caliente, cantando y corriendo como si tener 78 años fuera algo a lo que alguien pudiera sobreponerse con la dosis correcta de deseo. Todas las partículas del árbol de la vida se sacudían como anémonas preciosas. Él borraba los días de adormecimiento, las tardes bobas, las preguntas que no deben hacerse. Transfundía sangre vivificada al anestesiado siglo XXI, nos ataviaba de esplendor. Hay un texto de Fabián Casas que habla de su padrino. Dice “vivo pendiente del momento en que va a reencarnar. Ese instante preciso en que va a salir de la multitud de rostros que forman nuestra ciudad y va a caminar hacia mí con mi cara en sus manos”. El pasado reencarnó esa noche, caminó hacia nosotros y nos dijo: “Son lo que siempre fueron: brasas en el corazón del mundo”. Alejandro Crotto escribió: “Pocos cuerpos / acaban lo que todos los espíritus empiezan”. El cuerpo de Iggy Pop obedeció al trabajo de su alma, lo trajo hasta nosotros, nos elevó y nos dejó en otro lugar: en el pasado, cuando el pasado era una fiesta.
Tomemos esta narración anodina: “Un rato después, el camarero nos trajo por fin la comida. Recuerdo el molinillo de pimienta de medio metro que el camarero usó para sazonar nuestros platos. Mis espaguetis estaban enrollados alrededor de tres albóndigas en el plato. Tenían muy buen aspecto”. Ya sé que no es como para presentarlo al premio Planeta, pero es un ejemplo como cualquier otro de narración perceptual, centrada en lo que nos dicen los sentidos: lo que mide el molinillo, la posición de los espaguetis respecto a las albóndigas y todas esas cosas tan pintorescas.
Rosalía tiene un plan para Lux, su nuevo disco. O, más que un plan, una yincana en la que va dejando pistas para que los fans descifren cuáles serán sus próximos pasos. Este lunes anunció finalmente en la plaza de Callao que publicará su cuarto álbum el 7 de noviembre y la semana pasada filtró las partituras de Berghain, uno de sus próximos temas. Pero antes de eso ya llevaba un mes anticipando su nueva etapa, más reflexiva y espiritual, a través de enigmáticas cartas en las que compartía sus reflexiones e inspiraciones. Frente a los mensajes breves y los vídeos acelerados, tan habituales en redes sociales, ha decidido tomar el camino opuesto: escribir textos largos y personales. Para difundirlos, ha escogido una plataforma que también se sale de lo convencional: Substack. Y no es la única en hacerlo. Desde su creación en 2017, esta aplicación, a medio camino entre el blog y la newsletter, ha ido ganando usuarios, tanto famosos como anónimos, que buscan un refugio en un internet donde prime la calma sobre la ansiedad, y el texto sobre la imagen.
En un sótano del Ayuntamiento de Lagunaseca, un pequeño municipio de la Serranía Alta de Cuenca con apenas medio centenar de censados, reposan un centenar de obras restauradas por Mariano Vélez, un sacerdote jubilado que pasa sus años de retiro entre los misales y calices de la parroquia de Vallecas a la que acude como voluntario y las visitas que realiza a los anticuarios del Rastro de Madrid. De allí han salido la mayoría de las obras que ha restaurado desde que su vocación religiosa se entremezclara, casi al mismo tiempo, con la artística. Cristos, vírgenes, escenas evangélicas, pero también bodegones, marinas, cobres pintados y hasta muebles conforman una nutrida e insólita colección de arte que Vélez desea ver expuesta antes de morir en su pueblo natal: “Tengo 80 años, no puedo esperar mucho más. Cualquier día me puede dar algo, y no quiero que todo esto se quede encerrado”, cuenta.
Corría el año 1986 y Marcelino Bilbao estaba hojeando una revista que había comprado durante una de sus visitas a la familia que tenía en San Sebastián. Solía comprar alguna revista antes de regresar en tren a Francia, a su casa en Châtellerault, una pequeña ciudad francesa al lado de Poitiers, en la que vivía desde los tiempos del exilio. De repente, vio la foto de un rostro que permanecía imborrable en su memoria. “Yo a este tío lo conozco”, pensó. Leyó su nombre en el pie de foto, Aribert Heim, pero no acertó a saber quién era. Un puñado de palabras más en el texto terminaron de resolver el misterio. Ese “tío” era el médico nazi que experimentaba con los presos en el campo de Mauthausen durante la II Guerra Mundial y que, cuatro décadas antes, había inyectado a Marcelino una sustancia tóxica que casi lo mata. Marcelino sobrevivió de milagro, pero la mayoría de la treintena de presos a los que pinchó en aquella tanda fallecieron. Solo se salvaron siete. Aribert Heim, conocido como Doctor Muerte, aparecía citado en un reportaje –publicado por la revista Interviú en octubre de 1986– como uno de los prófugos nazis que presumiblemente se habían establecido en España. Casi 40 años después, el ejemplar de la revista que compró Marcelino y en el que reconoció a uno de los torturadores más atroces del régimen nazi está expuesto al público en la exposición Memoria de la Deportación: Testimonios vascos de los campos nazis, organizada por Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos del Gobierno vasco, en la Sala Amárica de Vitoria.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha dado la razón al diputado socialista Daniel Rubio al considerar que la Comunidad de Madrid vulneró su derecho a participar en la vida política. Según el tribunal, el Gobierno regional no respondió dentro del plazo legal a las solicitudes de información y documentación que el parlamentario había presentado sobre los expedientes administrativos del Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal, construido con motivo de la pandemia del coronavirus y situado en el desarrollo urbanístico de Valdebebas.
Després de la recuperació dels macarrons com Déu mana, que es poden trobar a molts nous restaurants de Barcelona, arriba la reivindicació dels fideus a la cassola. Era una recepta habitual en moltes cases que, com d’altres, s’ha anat perdent, i molt sovint en favor de plats de pasta a la italiana. Com era d’esperar, els trobareu a la flamant Fonda Balmes, en aquest cas de peix, amb gamba vermella, de la mateixa manera que els fan a Can Marlau; però també els serveixen a la nova Casa Fiero, amb una recepta diferent, de mar i muntanya; i a la Fonda de Pirenaicas, on els preparen amb la costella desossada i un toc picant. Parlem d’aquests dos últims, que també tenen altres plats que mereixen una visita.
Casa FieroCcarrer Londres, 89, Barcelona
Obert de dilluns a dissabte
Preu mitjà: 55 euros
La Fonda de PirenaicasCarrer Terol, 6, Barcelona
Obert de dimecres a diumenge
Fideus a la cassola sense feina: 14,90 euros
Preu mitjà: 25-30 euros
Periodistas en tiempos de oscuridad es un libro importante. Enterrados en nuestro día a día, corriendo detrás de cada noticia en un bucle permanente, los profesionales de la información apenas dedicamos tiempo y cabeza a explicar la relevancia de nuestro trabajo. La damos por sabida, craso error en los tiempos que nos han tocado vivir. En el mejor de los casos, dialogamos entre nosotros en endogámicas conferencias por todo el mundo, una labor a todas luces insuficiente. El libro del periodista Fernando Belzunce viene a cumplir esa misión, y lo hace con tanta ambición como humildad a través de personajes relevantes de la industria de los medios. Ambición por la selección internacional de los protagonistas del libro, llámense Martin Baron, María Ressa, Sergio Ramírez o Svetlana Alexiévich; humildad por la estructura escogida por el autor, que se ausenta de la narración para dar voz directamente a decenas de periodistas, desde reporteros, corresponsales de guerra o responsables de redacción, a ejecutivos, pioneros y analistas del sector. Belzunce ya ha hecho previamente el trabajo más meritorio: entrevistar a un selecto grupo de profesionales y juntarlos en una obra que mira al pasado, al presente y al futuro.
Periodistas en tiempos de oscuridadFernando Belzunce Ariel, 2025 464 páginas, 20,90 eurosEl mundo está lleno de asombro. Los niños lo tienen claro: se sorprenden a cada vuelta de la esquina. Luego, el camino hacia la adultez les da conocimiento, certezas, responsabilidades, independencia, pero resta capacidad de maravillarse. Para eso, por suerte, están los hijos. Y sus libros. Ahí se aprende que hay medusas de 10 metros y otras comestibles, incluso muy sabrosas, al parecer. Aunque la selección de la mejor literatura infantil y juvenil de libreros de distintas Comunidades Autónomas para este mes contiene muchos más descubrimientos alucinantes. Como para quedarse con la boca abierta. A todas las edades.
'Pito Pito', con fotos de Enzo Arnone y textos de Bruno Munari. Galimatazo. Desde 3 añosUn álbum de fotos. Un pequeño cuaderno que retrata la infancia en casa, en el parque, en la calle, en el bosque, jugando con niños o animales…todo un mundo para descubrir.'Max y Jovi en Pekín', de Raquel Vela Pato. Babidi-bu. Desde 3 añosEsta nueva aventura de los entrañables amigos Max y Jovi nos transporta a tierras exóticas y lejanas de China donde no dudarán en ayudar a Liu en una nueva misión: recuperar su raqueta de la suerte para poder jugar el campeonato de ping pong. ¿Conseguirán sobrevivir en la Tierra del dragón, tan diferente a la suya? Como ya nos tienen acostumbrados en esta colección, poner en valor la amistad y el compañerismo es fundamental y en esta ocasión, superando la barrera de la cultura y el idioma en un perfecto ejercicio de tolerancia y respeto por las diferentes culturas del mundo.'En busca de nuestros vecinos cósmicos', de Chloe Savage. Andana. Desde 4 añosTras 10 años de incansable búsqueda, los tripulantes del Nómada Estelar sienten con frustración no haber cumplido su misión de encontrar vida fuera de los confines de la Tierra. En un último esfuerzo se prometen aceptar el fracaso si no la encuentran en un nuevo planeta. Y es en esta ocasión donde aprenderán de unos pequeños vecinos cósmicos una valiosa lección: lo más importante es saber disfrutar de estar vivo. Un libro hermoso y bellamente colorido que nos enseña que no estamos solos.'Te quiero tanto', de Saeko Inui. Blackie Books. Desde 4 añosEste precioso librito recoge esos pensamientos amorosos que están en nuestra mente pero que a veces olvidamos decir. Esas palabras tiernas que sirven de ánimo para pequeños y mayores y que reconfortan el corazón. Un delicioso libro para leer en familia y empujar el alma hacia el cielo.'El cofre lleno de palabras', de Rebecca Gugger y Simon Röthlisberger. Juventud. A partir de 4 añosÓscar encuentra un cofre. No contiene viejos doblones, ni joyas. Aunque sí un tesoro: un montón de palabras, de todo tipo. El chico le pega “melenudo” a un árbol y de las ramas brota, de golpe, un fornido pelo rosa. Cuando lanza “amaestrado” a un cocodrilo, consigue una nueva mascota. Poco a poco, sin embargo, se queda sin vocablos, en silencio. Son sus vecinos, entonces, quienes le regalan nuevos términos. La conversación vuelve a empezar. 'El consultorio de la señora Ánser', de Meritxell Martí y Rocío Bonilla. Flamboyant. Desde 5 añosLa señora Ánser tiene respuesta para cualquier solicitud, por muy extraña que parezca: cómo empezar un cuento, por qué las gallinas no quieren jugar con el erizo Eric Son, cómo convencer a mamá osa para no tener que pescar salmones… Siempre con la respuesta adecuada y sin olvidarnos de la nota de humor, la misteriosa consejera tiene a todo el mundo intrigado… ¿quién será?, ¿dónde tiene su consultorio? Los pequeños lectores de este precioso cuento también podrán enviarle sus preguntas a la misteriosa señora Ánser…. Genialmente ilustrado por Rocío Bonilla.'La panadería', de Lucía Belarte y David Lorenzo. Kalandraka. Desde 5 añosLa familia lobo se muda a vivir a un pequeño pueblo habitado por animales de granja. Abren su negocio, una panadería, pero los vecinos se muestran recelosos y reticentes. Sin embargo, una emergencia, una riada, provoca un giro narrativo que conduce a la aceptación: justamente esta familia diferente ayuda a la reconstrucción del lugar y acoge a sus habitantes. Un álbum ilustrado realizado íntegramente a grafito, con luces y sombras que ayudan a ensalzar y entender la situación de rechazo que vive la familia lobo, la relación entre los personajes, el detalle de los gestos.'Hansel y Gretel', de Stephen King, ilustrado por Maurice Sendak. Lumen. Desde 5 años La historia es de sobra conocida, dos hermanos abandonados en el bosque por su malvada madrastra son atrapados por una horrible bruja que se los quiere comer. Reinterpretación del clásico de los Hermanos Grimm, en un álbum escrito por el maestro del terror e ilustrado por uno de los autores más importantes de la literatura infantil.'Capibara y sus amigos', de Carla García y Pau Valls. La galera. Desde 6 años Un divertido cómic perfecto para vivir aventuras de la mano de uno de los animales de moda y su grupo de peculiares amigos: un cocodrilo con dolor de muelas, un pájaro afónico y una tortuga sin caparazón. Con letra mayúscula y unas ilustraciones llenas de color, una lectura perfecta para primeros lectores. [También en catalán]'Una tarde escalofriante', de Giuditta Campello, ilustrado por Emma Lidia Squillari. Bindi. Desde 6 añosSe presenta una tarde fría y lluviosa, Urraca y Oca quieren ir de aventuras al bosque, pero Cerdita es más de acurrucarse en casa. Cada amiga pasa a su manera esta preciosa tarde de tormenta, pero al final del día nada mejor que reencontrase al calor de una suave mantita de otoño y leer juntas historias de misterio mientras el viento atiza las ramas del jardín. [También en catalán]'Cara de Hollín', de Arianna Squilloni y Marco Chamorro. Abuenpaso. Desde 8 añosUn cuento que habla del joven Cara de Hollín, de la tribu tsimshian, que habita en la parte noroccidental de Canadá, de cómo sus expectativas en la vida son muy diferentes de las previstas por los que le conocen. Al final Arianna, la autora, nos dice cómo ve ella la historia, cómo tiene paralelismos con otros cuentos, con otras leyendas. [También en catalán]'La mujer multiplicada (o dividida)', de Elena Losada y Amanda Mijangos. Ekaré. Desde 8 años“Vivió en el pueblo una mujer alta y robusta… Era la más fuerte del lugar, así que los vecinos le pedían ayuda para todo”. Así empieza la historia de la mujer que se multiplicó, y multiplicó, y multiplicó, hasta que un día… [También en catalán] 'Hay algo en el sótano', de Ben Hatke. Astronave. Desde 9 añosMilo baja al sótano de su nueva casa en busca del calcetín favorito de su hermana. Lo que iba a ser una sencilla incursión en territorio desconocido se torna un viaje a un mundo desconocido y lleno de misterios. En esta aventura las cosas no son lo que parecen, las criaturas y espíritus pueden ser amigos y aliados, solo tendremos que enfrentar nuestros miedos y ser amables con aquellos que pueden resultar extraños a nuestros ojos.'Patio incógnita', de Bruno Pelles. Loqueleo. Desde 10 añosUna novela que nos traslada al patio de un colegio para vivir una gran aventura junto a Shackleton, una chica corriente que se nombra capitana del barco Polaris, y a Oso, la niña que no quiere jugar y a la que todos convierten en enemiga. Una novela para disfrutar y con la que reflexionar.'Introducción al manga', de Sonia Leong. Blume. A partir de 10 añosSupone más de la mitad de las ventas de cómics en España, encienden pasiones sobre todo entre los lectores más jóvenes y cuentan absolutamente todo tipo de historias. Lo último es una obviedad, pero el manga, a estas alturas, aún sufre prejuicios que lo consideran una frivolidad para niños. Es, en cambio, todo un fenómeno. Y este libro es una vía para sumarse y aprender a dibujarlo. 'El jardín de las medusas', de Paola Vitale y Rossana Bossù. Nórdica. Desde 10 añosEsos seres gelatinosos que tanto miedo nos dan cuando lo descubrimos cerca, la medusas, esconden secretos increíbles. Aquí podrás descubrir varias de las especies más conocidas, sus hábitats, curiosidades y mucho más. Un libro de referencia para aquellos jovencitos con hambre de ciencia. 'Hachís... ¡Salud!', de Francisco Ibáñez. Bruguera. Desde 10 añosDos años después de la muerte del gran Ibáñez, se publica una nueva historieta que llevaba más de 10 años olvidada en un cajón. Esta vez Mortadelo y Filemón tendrán que luchar y desarticular una banda de narcotraficantes. Diversión y risas aseguradas en la obra póstuma del ya mítico autor.'Heartbreak Hotel', de Micol Arianna Beltramini y Agnese Innocente. Liana. A partir de 13 añosSi te han roto el corazón, este hotel sabe perfectamente cómo te sientes, y lo que necesitas, literal. En el Heartbreak te puedes refugiar después de una decepción amorosa, o una ruptura, o un duelo, y vivir tu fantasía durante un tiempo prudencial. Una propuesta algo inquietante, pero difícil de rechazar. Nos ha encantado cómo profundiza esta novela gráfica, con ternura y crudeza, en la experiencia sentimental adolescente, y el valor de los lazos de amistad.'Galleta', de Kim Sun Mi. Océano Travesía. Desde 14 añosUn joven con serios problemas de hipersensibilidad acústica deambula entre su casa y el psiquiátrico. A pesar de que cualquier sonido le vuelve loco, se da cuenta de que también puede escuchar lo que nadie escucha, a los frágiles, a los vulnerables, a los invisibles. Los llama “galleta”, aludiendo a su propensión a romperse con facilidad. Una novela juvenil coreana con mucha crítica social que muestra a personajes sensibles y profundamenrte humanos que necesitan de ayuda emocional para restaurar su atoestima y su identidad. Su autora pone una lupa sobre las dinámicas sociales y nos invita a reflexionar.'Hija de la venganza', Michael McDowell. Blackie Books. Desde 15 añosEn 1871, Philomela Drax, arruinada e intrépida, recibe una carta de su adinerado abuelo, que teme por su vida a causa de los Slape, una familia despiadada. Katie, líder del clan, posee clarividencia y habilidades criminales con el martillo. Empieza así una persecución sin tregua: de un pueblo de Nueva Jersey a los muelles de Nueva York, pasando por Saratoga, hasta que Philo debe enfrentarse para vengar a su familia. Una ficción de atmósfera oscura y suspense con personajes complejos; la rivalidad femenina se siente intensa y visceral. El estilo mezcla lo poético con lo brutal, resultando absorbente, con el más puro sello del autor de la saga 'Blackwater'.'La casa de la Bestia', de Michelle Wong. Harper Collins. Desde 16 añosAlma ha tenido la mala suerte de nacer en el sitio equivocado. Hija de una relación extramatrimonial siempre ha sido mal vista por la sociedad. Esa soledad nunca le ha importado ya que siempre ha tenido a su madre a su lado. Cuando ella enferma todo cambia y acepta sacrificar su brazo izquierdo a la Bestia vinculándose así a la casa de Avera de por vida. Poco tiempo después su madre muere y se encontrará atrapada en un mundo al que ha de obedecer y del que no puede escapar, pero al menos lo intentará, empujada por la necesidad de venganza y libertad.En 1962 un Andy Warhol que hacía sus primeros pinitos como artista “serio” pintó dos grandes botellas de Coca-Cola en sendos lienzos enormes. Uno conservaba al margen brochazos y gestos que recordaban a los de la generación anterior: los pintores del Expresionismo abstracto y su gran capitán, Jackson Pollock. En el otro la botella lucía como una especie de tótem mudo y hierático, sin rastro de la mano del artista. Durante un tiempo Warhol los colgó juntos en su estudio y se dedicó a preguntar a las visitas: ¿Cuál preferían? ¿La que mostraba las huellas del trabajo y los tormentos de un pintor como dios manda, o la que aparecía purificada de rituales y residuos románticos? Por supuesto, ganó la segunda, y el resto es historia del arte del siglo XX.
Ya había cumplido los 50 cuando Jane Durán (La Habana, 80 años) decidió indagar y capturar en sus versos el silencio que mantuvo su padre sobre la Guerra Civil española. El fascinante pianista y compositor Gustavo Durán (Barcelona, 1906- Creta, 1969), gran amigo de Federico García Lorca, de Rafael Alberti y de Luis Buñuel, muy cercano al círculo de la Generación del 27, se alistó en las filas republicanas el verano de 1936 y, contra pronóstico, se reveló como un gran estratega militar durante el conflicto. Cuando terminó la guerra tenía el rango de teniente coronel, y logró escapar en un barco desde Gandía hasta Inglaterra.
Por poco la 70ª edición de la Seminci, el prestigioso y veterano festival de cine de Valladolid, arranca sin la presencia de la directora de la película que inaugura el evento este viernes. Isabel Coixet (Barcelona, 65 años) ha llegado a las seis de la mañana a la ciudad, procedente de Nueva York, donde está dando clases.
El coro está agrupado en torno a tres micrófonos de pie, con los tenores a la derecha, los sopranos a la izquierda y los solistas en el centro —mejor dicho: los “turun tun tún” de un lado, los “cuchi cuchis” del otro y los “pichurri” en el medio—. Así los organiza según las voces el director Daniel Montero. “Vamos al turrón, señores”, va a decir cada vez que vuelvan a empezar la canción desde el inicio. Que serán muchas veces, casi infinitas, como en cualquier ensayo de artistas. La banda musical se llama Apuestos Opuestos y la integran 13 personas jubiladas con discapacidad intelectual, que asisten al centro de día de Afanias Espacio Abierto. Con el correr de la mañana, van sonando cada vez mejor.
Un videojuego independiente desarrollado en Canarias por un estudio novato en la producción de videojuegos se hace un hueco en la gran liga de la industria. Es Luto, el camino elegido por Borja Santana, 34 años, para tratar de lidiar con la muerte de su padre. “Ha sido una especie de catarsis personal para mí”, relata en conversación telefónica, “una exploración simbólica del dolor y la pérdida a través de un juego de terror psicológico”. El juego, elaborado en las habitaciones de cinco personas, no solo ha servido para afrontar el duelo: ha llegado a colocarse entre los 300 mejor valorados de Steam (la mayor plataforma de distribución de videojuegos del mundo) y ha logrado recuperar la inversión gracias a las ventas también en PlayStation 5 y Xbox Series X|S.
Audrey Tang (Taipei, 44 años) usa su pericia de hacker, su cociente intelectual de 180 y su puesto de primera ministra digital de Taiwán, que ocupa hace casi 10 años, para hacer de internet un lugar más seguro. Su deseo es que la red se mantenga al servicio de los usuarios y no al revés. Pese a que no cree en una democracia sin tecnología, intenta reducir el tiempo que pasa conectada y para ello, mantiene sus pantallas en escala de grises y evita consumir contenidos compulsivamente. Además, sostiene que “la Inteligencia Artificial (IA) es un parásito que está dividiendo a los humanos”.
En Arre (Antonio Maura, 31, Castellón) el territorio no sólo se intuye, se respeta y se recuerda. Se ve, se saborea, se huele, se disfruta y se palpa. Y todo bajo el cobijo de un horno del siglo XIV, patrimonio cultural protegido, alma escénica del restaurante, lugar de peregrinaje de historiadores y testigo de excepción de la apuesta por la gastronomía costumbrista de la provincia de Castellón. Esa sobre la que gira, desde que abriera sus puertas un 10 de marzo de 2022, el proyecto del chef valenciano Pedro Salas —con parte de su trayectoria en El Celler de Can Roca, Riff o Aqua— y de la “castellonera de pro” y jefa de sala Bea Villalba.
ArreEn algunos hogares se repite esta conversación después del colegio: “¿Qué tal en clase? ¿Has participado?”. Y un rotundo “no” como respuesta. Ese dato aparentemente inofensivo de no levantar la mano en el aula, de no tomar parte, se convierte con el tiempo en un motivo de inquietud para muchos padres. Los profesores lo confirman en las tutorías y muchos progenitores se preguntan qué hay detrás de ese silencio. ¿Timidez? ¿Inseguridad? ¿Desinterés? ¿O es miedo?