ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Cada vez que hacemos barbacoa en casa, repetimos el mismo error de cálculo: echamos a las brasas pinchitos como para alimentar a un batallón; por si fuera poco mambo, añadimos pimientos, berenjenas, cebolla en tiras, tomates y todo lo que suene a vegetal parrillable. En nuestra cabeza suena fenomenal, como si fuéramos a pasar un examen de aptitud para el plato de Harvard. En la vida real, nuestros amigos son españoles y mucho españoles y en una barbacoa le hacen la cobra a todo lo que no sea hincar el diente en algo que suene a carnaca.
Dionisio Paniagua atribuye sus inicios como influencer naturalista a la pandemia y a Donald Trump. Un día, aburrido durante el confinamiento, este costarricense vio un vídeo del presidente estadounidense hablando sobre una aplicación que no conocía. “Escucho que Trump está hablando de que China usa una aplicación que se llama TikTok para robar información y me dio mucha curiosidad”. Dionisio la descaró, vio vídeos de gente hablando de sus rutinas y le pareció “interesante” subir algún contenido de su propia cotidianidad. “Era un video en el que yo estaba en un tronco sobre el agua y dos tapires pasaban nadando por debajo”. El vídeo se hizo viral y llevó a Paniagua, guía turístico del Parque Nacional Corcovado, ubicado en el sur de Costa Rica y que acumula el 2,5% de la biodiversidad del planeta, a convertirse en una celebridad local.
Portavoces del profesorado, las familias y los estudiantes han denunciado este martes que el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dejado en una situación muy precaria al Consejo Escolar del Estado, el organismo oficial de participación de la comunidad educativa, que desde 1985 tiene encomendada, entre otras misiones, la elaboración de informes preceptivos de las nuevas normas en materia de enseñanza que vaya a aprobar tanto el Parlamento como el Ministerio de Educación. El Consejo Escolar del Estado está integrado por un centenar de personas en representación del profesorado, el alumnado, las familias, las patronales de la enseñanza concertada, los municipios, las universidades, y los consejos escolares autonómicos, entre otras instituciones, así como personalidades de reconocido prestigio en el ámbito educativo. Cuenta, así mismo, con un reducido equipo técnico, cuyos miembros se encargan de redactar el informe anual sobre el estado del sistema educativo y los dictámenes previos a la aprobación de las normas educativas. El núcleo de dicho equipo está integrado por seis técnicos docentes. Y lo que ha hecho la Comunidad de Madrid ha sido retirar de golpe a los tres que pertenecen a su plantilla de profesorado y trabajaban en el organismo estatal en comisión de servicio desde hacía tiempo, en un caso desde hacía 12 años.
Pocos dudan de que el cruce de piernas más famoso de la historia del cine es el que hizo Sharon Stone (Pensilvania, 67 años) en Instinto básico (1992). Dura apenas un par de segundos, y la película convirtió a la actriz en una sex symbol y en una estrella de Hollywood. Pero ese icónico momento podría no haberse producido por dos razones principales que ahora la intérprete ha desvelado. Una tiene que ver con su talento interpretativo de entonces, y la otra con el protagonista masculino de la cinta de Paul Verhoeven.
Un zoológico de Dinamarca ha hecho un llamamiento público para que los propietarios de mascotas sanas no deseadas las puedan donar a su establecimiento para alimentar a sus depredadores como leones o tigres. Pide gallinas, conejos y cobayas vivas, que serán “eutanasiados suavemente por personal entrenado” para ser luego usados como forraje, de forma que se imita el comportamiento que tendrían en la naturaleza. También aceptan donaciones de caballos vivos, por las que los propietarios podrán beneficiarse de una posible deducción fiscal. En ningún momento se habla de perros o gatos.
En la mañana del 28 de mayo, un cayuco con 152 personas a bordo, entre ellos 45 mujeres y 29 niños, es avistado a unos 11 kilómetros de la isla canaria de El Hierro. Un barco de Salvamento Marítimo acude hasta el lugar y acompaña a la barca hasta el puerto de La Restinga. Todo va bien, el mar no está muy agitado y el cayuco navega sin problemas. En el momento del desembarco, ya en el puerto, los pasajeros se precipitan hacia una de las bandas y el cayuco se da la vuelta. Y lo que podría haber sido solo un contratiempo se convierte en tragedia. La embarcación oculta tres compartimentos de madera en los que viajan hacinados las mujeres y los niños. Unas cajas grandes que se usan para guardar el pescado y que supuestamente iban a servir para proteger de las inclemencias del trayecto a los más vulnerables se torna de pronto en una trampa mortal. Salir de ahí resulta imposible para algunos, que acaban ahogándose ante la impotencia de los equipos de salvamento y de todos los que los rodeaban. Cuatro mujeres y tres niñas mueren en el accidente y las imágenes, retransmitidas en directo por la Televisión Canaria, dan la vuelta al mundo.
La trampa mortal del cayuco que naufragó en La Restinga: mujeres y niños, atrapados en ‘jaulas’ de maderaDurante cualquier día normal de 2025 en España se dan unos 2.000 mensajes de odio en redes sociales. El 12 de julio, esa cifra se multiplicó hasta los 33.000, un crecimiento del 1.500%. Aquel sábado veraniego fue el momento culminante de los rumores, bulos y mensajes de incitación al odio que desembocaron en la manifestación y los disturbios de Torre Pacheco (Murcia). Una prueba más de la conexión que el mundo digital tiene con lo que ocurre a la vez y posteriormente en las calles.
La fotografía que aparece en el perfil de Instagram de Angelina Kendall, una de las pocas modelos actuales a las que se las puede añadir el prefijo súper, es una imagen de su infancia. En ella aparece una niña con las cejas muy finas. Esas mismas cejas siguen estando en su rostro, y ese rasgo es uno de los que convierten a esta modelo australiano-brasileña en una fuerza imparable en el mundo de la moda. Que el rostro del momento no comparta la tendencia imperante de cejas pobladas, quizás sea un síntoma de que dicha tendencia no es la única. También, que la sombra de los 90 es alargada o, por hacer el chiste fácil, fina.
Los apagones más frecuentes de mi infancia, cuando se iban los plomos por una repentina subida de tensión, eran una rácana invitación a la excitación y el jolgorio, pues lamentablemente duraban poco, lo que tardábamos en llegar a tientas al cuadro eléctrico. Más prometedores eran los que no podíamos solucionar solos: un fusible roto o una avería mayor en el barrio. En ese caso, sacábamos velas, linternas, lo que fuera, y se abría un tiempo de subversión en el que desaparecían las obligaciones, hasta que los técnicos solucionaban la avería. A veces, si la cosa se prolongaba, el trasiego de vecinos en los pasillos del edificio favorecía que los niños nos coláramos en las casas de los otros. Uno de los mayores placeres, cuando la luz aún no había llegado a la hora de ir a la cama, era arrebujarme bajo las sábanas con un libro y una linterna.
Shirakawa-go es mucho más que una aldea de postal que ha conquistado Instagram: con apenas 1.600 habitantes y 114 casas gasshō-zukuri (las construcciones tradicionales de la zona), este lugar patrimonio mundial de la Unesco desde 1995 resiste el paso del tiempo sin renunciar a su esencia. A medida que se avanza por las montañas nevadas de la prefectura de Gifu, en la región de Chūbu, la ruta serpentea entre enormes pinos, dejando atrás el bullicio urbano para abrir paso a un paisaje que no se parece a ningún otro de Japón.
Belleza a raudales y gran utilidad práctica suelen ser las dos virtudes más ensalzadas de un buen final artístico. El de este vídeo cumple esos requisitos con creces, y añade otro, que lo hace inolvidable para cualquier aficionado, por poca memoria que tenga; tal es el nivel de asombro de la posición final, después de que las blancas sacrifiquen gran parte de sus activos para garantizar el jaque mate.
Ángela Vicario (Bilbao, 28 años) descubrió la literatura medieval durante los veranos de su infancia en la localidad burgalesa de Mambrillas de Lara. “Cuando estudiábamos la épica castellana en el instituto se nos enseñaba el Cantar de Mio Cid, y ya. Pero en mi zona se hablaba mucho de la leyenda de los Siete infantes de Lara y del Poema de Fernán González. Ahí me sorprendió que las mujeres fueran protagonistas y empecé a indagar”, relata para explicar qué la ha llevado a publicar Ibéricas. Mujeres que moldearon la Edad Media hispana (Planeta), un tratado en el que repasa nombres propios y rescata historias de mujeres anónimas que vivieron en la Península, desde la época visigoda, pasando por al-Ándalus o el reino de León.
No és poca la gent que dedica les vacances d’estiu a deixar-se embolcallar per l’univers d’una novel·la ben llarga, que no s’acabi mai. Per a qui busqui el títol perfecte, aquesta és una selecció dels títols que els crítics de Quadern han recomanat.
De pequeño le gustaba desayunar los fines de semana en la cafetería del aeropuerto. Para Carlos Matallana (Lanzarote, 41 años), el avión es el cordón umbilical que conecta a los insulares con el mundo. Por eso estudió Gestión Aeronáutica en la Universidad Autónoma de Madrid. Cuenta, además, con un máster en Air Transport Management por la Cranfield University. Su carrera profesional se ha desarrollado casi por completo en aeropuertos: ha trabajado en Aena, en la empresa de seguridad en aviación Procius Aviation, en Cepsa —una experiencia que le llevó sobre todo a Oriente Próximo y África—, en la casa de cambio Global Exchange, en United Airlines y en Gestair Aviation. En 2023 se incorporó a LunaJets para dirigir el mercado nacional del operador especializado en vuelos chárter de jets privados con sede en Ginebra.
Las penas con pan son menos. O al menos eso dice el refranero español. José María Álvarez-Pallete dejó la presidencia de Telefónica el pasado mes de enero. Con él también se marchó su numero dos, Ángel Vilá. Les sustituyeron Marc Murtra y Emilio Gayo, respectivamente. La renovación de la cúpula, que llegó tras la entrada en el accionariado del Estado (a través de la Sepi) y del capital saudí (Public Investment Fund), le costó a la operadora casi 42 millones de euros en indemnizaciones.
En el verano de 1912, una empresa noruega dedicada a la caza de ballenas estableció una base en uno de los lugares más remotos y peligrosos del planeta: la isla Decepción, formada por un volcán activo que emerge en las aguas de la Antártida. Los descomunales tanques para almacenar el aceite de ballena todavía despuntan en las ruinas de la estación ballenera, abandonada en 1931. También permanecen aquí las calderas usadas por los balleneros para extraer de la carne el aceite que se vendía como combustible para lámparas. Los cazadores mataban miles de ballenas cada año para iluminar a la humanidad.
En su primer libro, Los armarios vacíos, Annie Ernaux escribe: “Me he puesto un vestido muy corto, después de echarme en las piernas un mejunje a base de achicoria para broncearlas”. Su autoficción, que evoca un verano de provincias francés a finales de los cincuenta, confirma que los inventos para presumir de piel dorada no son ni recientes ni exclusivos de la Península. Frente al sucedáneo del café que usaba la ganadora del Nobel, aquí siempre ha gustado tirar del ingrediente estrella de nuestra gastronomía: “Recuerdo utilizar aceite de oliva virgen directamente sobre la piel para ‘potenciar’ el moreno”, dice María Almendros, almeriense de 37 años, que se lo untaba porque todas en su clase lo hacían. “Antes de tumbarme al sol, yo me echaba crema Nivea, la de la caja azul, porque se suponía que al ser grasa hacía de lupa y te ponías más morena”, confiesa Ana Pozo, madrileña de 38 años. Otras recuerdan mezclar esa misma crema con Mercromina, colocarse frente a espejos para multiplicar la radiación, tomar el sol en el agua o empezar la jornada con una potente exfoliación para que la piel estuviera más sensible. Coca-Cola, zumo de zanahoria, de limón o miel rebajada, la lista de la compra de algunos de los que tomaban el sol en los ochenta o noventa era tan variada como letal para la piel. A casa se llevaban un bonito rebozado cutáneo cuando esos mejunjes entraban en contacto con la arena de la playa, quizá alguna quemadura y, sin duda, un daño solar sobre la piel de recuerdo para toda la vida.
España es un país de tesoros longevos. Este viaje a lo largo de más de un siglo por las epopeyas de hombres y mujeres con fuelle y arrestos lo prueba. Todos ellos demuestran que han sabido sobrevivir pero, sobre todo, vivir. Adaptarse, lejos de resignarse y, menos, de conformarse. Amar a los suyos, dar todo por el sustento, trabajar hasta perder el sentido pero, sobre todo, como fuerza que fija el rumbo. Emigrar para volver con algo mejor: aprendido y merecido. Gozar y sobreponerse: a los embates, a las pérdidas. Ver que otros se van y saber rodearse. Comer bien y aguantar el hambre. Mantener una fe inquebrantable, un calor familiar de hijos, nietos y bisnietos que escuchan y alientan el recuerdo, la retranca o el sentido del humor mientras sacrifican también sus vidas en torno al cuidado de sus mayores en un ciclo noble y natural…
Comenzar un nuevo libro es, para Tamara Tenenbaum (Buenos Aires, 36 años), una casa desconocida en la que tiene que buscar sus lentes con la luz apagada y sin que nadie la ayude, ninguna voz que le diga frío, frío o quema, quema. En su última obra, Un millón de cuartos propios. Ensayo para un tiempo ajeno, ganador del Premio Paidós 2025, la filósofa y escritora argentina no va a tientas, sino guiada por la voz de Virginia Woolf. Recurre a la feminista británica y al siglo pasado como inspiración y oráculo para dialogar con un presente en el que no se siente cómoda, dominado por un consumismo voraz, el auge de discursos reaccionarios, y una densa niebla de resentimiento y nostalgia que impide divisar el horizonte.
La primera novela de viajes en el tiempo es española: El Anacronópete, de Enrique Gaspar, que se publicó en 1887, ocho años antes que La máquina del tiempo, de H. G. Wells. En la novela de Gaspar, la máquina es una caja enorme de hierro que se desplaza en el tiempo gracias a la entonces novedosa energía eléctrica.