ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Mientras posa para la foto, dos mujeres se acercan paseando y cuchichean: lo han reconocido. Y eso que lleva un tiempo fuera del foco. Pero vuelve. Para sorpresa de muchos. Vuelve tras una bacteria que le atacó y lo mantuvo tres semanas en coma. Cercano, tranquilo y sereno. Jordi González (Barcelona, 62 años) remarca: “Me hace mucha ilusión volver a TV3″. Sustituye a Ricard Ustrell al frente de Col·lapse, el programa nocturno de los sábados por la noche. La tele le divierte y le inquieta. Sueña con los datos de audiencia.
La leyenda de Oasis en Wembley era cierta: 250.000 cervezas servidas para 90.000 almas entregadas en la despedida británica de la gira de la catarsis generacional milenial. Sin cifras oficiales de cuántas más se han vendido este fin de semana con sus dos conciertos (27 y 28 de septiembre), no sorprende que los de Manchester doblasen a Coldplay en el número de pintas vendidas en sus anteriores shows de julio y agosto, batiendo récords alcohólicos en el mítico estadio londinense. Durante dos horas, y desde que sonaron los acordes de Fuckin’ in the Bushes el sábado 27, concierto al que asistió EL PAÍS, a las ocho de la tarde, la birra volaba desde las gradas y entre la pista como explosiones de confeti líquido. Había que celebrarlo. Los hermanos Gallagher habían vuelto a Londres sábado y domingo para despedirse de Reino Unido en el último fin de semana de septiembre tras su paso por Norteamérica (Canadá, Estados Unidos y México) y antes de iniciar su recorrido por Asia, Oceanía y América del Sur (Corea del Sur, Japón, Australia, Argentina, Chile y Brasil, que cerrarán en São Paulo el 23 de noviembre).
La Declaración de Murcia sobre inmigración presentada por el PP este domingo no ha sido una improvisación de esta última semana, sino el fruto de trabajos y reflexiones continuados hasta tomar una decisión estratégica. La atención puede dirigirse a lo más controvertido, la inmigración irregular, para la que se hacen propuestas aparentemente diferentes de lo que ahora está en vigor. Pero el cambio que subyace en la reflexión de los populares trasciende a actuaciones sobre quienes no tienen papeles.
Antón y Joaquín (nombres ficticios elegidos al tuntún por la Justicia) estaban compinchados para burlar durante cuatro años la actividad de los juzgados de San Sebastián. El primero, funcionario de carrera, trabajaba en el Servicio de Decanato de Donostia; el otro ejercía como abogado laboralista. Entre 2014 y 2018 ejecutaron un plan “fraudulento” para adulterar el sistema de reparto de demandas judiciales. Se reunían a hurtadillas fuera del Palacio de Justicia para menudear sus componendas ilegales. Lo tenían todo planificado para provocar “una alteración grave y permanente” en el normal funcionamiento de los juzgados. Fueron descubiertos y un tribunal con jurado ha condenado a ambos por un delito de falsedad documental y daños informáticos, además de otro continuado de cohecho.
Hace unos días, el programa de TVE Los archivos secretos del NO-DO recordaba cómo el noticiero franquista, de exhibición obligatoria en los cines, manipuló la actuación de los Beatles de Madrid y Barcelona en 1965. La leyenda dice que Camilo Alonso Vega, ministro de la Gobernación, se oponía a esos conciertos y solo cedió cuando otro militar de alta graduación le comentó que Isabel II les iba a honrar como Miembros del Imperio Británico. A don Camilo, monárquico de corazón, el detalle le impresionó.
Bond, James Bond, podía desayunar tranquilamente fresas con champagne con cargo al MI6, como servidor de su majestad británica; sin embargo, Vicente Alfaro, alias Michelin entre sus colegas por su afición a la cocina, suele atizarse por la mañana unos churros. Es un espía español. Pero un espía español de fiar. Uno de los nuestros. Lleva toda la vida en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y está cansado. Tiene tantas contracciones visibles que dan una idea aproximada también de las que no se ven. Hasta el punto de que si por arte de magia pudieras recomendarle a través de la pantalla a tu fisio o tu osteópata, lo harías. En cualquier momento intuyes que se puede romper. Pero sabes también que seguirá arrastrando los huesos y lo que haga falta hasta que, como un Quijote asolado de pinzamientos, deshaga todos los entuertos.
En la remota aldea de Nindama, dentro del Estado de Nasarawa (Nigeria), Yahaya Umar, de 50 años, recuerda con gran claridad el trabajo más peculiar que ha tenido que realizar: cazador de moscas. Cada mañana, al despuntar el día, se sentaba a la orilla de un arroyo junto a otros voluntarios de la comunidad. Se arremangaban los pantalones, exponían sus piernas desnudas y aguardaban a que las moscas negras se posaran sobre su piel. En el instante justo antes de la picadura, tal y como les habían enseñado trabajadores sanitarios, atrapaban a los insectos con pequeños tubos de laboratorio para analizar si eran portadores del parásito Onchocerca volvulus, que transmite la oncocercosis, también conocida como ceguera de los ríos.
En casa de Avo Zoughbi siempre hubo una kufiya: su madre y su abuela la usaban con frecuencia. En la familia de esta bordadora palestina de 40 años nacida en Belén (que va a impartir talleres en la Casa Árabe en Madrid) este tradicional pañuelo blanco y negro representaba más que una simple prenda de vestir: “Era un símbolo de orgullo y pertenencia. Empecé a bordar la keffiyeh -kufiya en su acepción inglesa- más adelante, cuando decidí preservar este arte tradicional. Mi madre, experta en costura, me enseñó, y también recibí orientación de artesanas locales para perfeccionar mis habilidades”, recuerda.
El corredor Sted Sarandos cruzó el domingo 21 de septiembre la línea de meta del Maratón de Berlín en poco menos de tres horas. Quien parecía un corredor más entre 50.000 participantes, un nombre vinculado al dorsal número 31.261, pasó desapercibido entre los miles atletas que se lanzaron por las calles de la capital alemana. Pero unas fotografías revelaron la equivocación: quien logró una más que admirable marca era Harry Styles (Redditch, 31 años). Con cada movimiento, el cantante británico parece haber cambiado en los últimos años el brillo de la fama por la discreción y ha convertido la calle en su nuevo escenario. Poco se sabe de su vida actual y lo que se conoce es gracias a aquellos seguidores que se lo encuentran inesperadamente corriendo, en bicicleta o paseando en cualquier lugar del mundo.
Decía José Martínez Ruiz, Azorín, que no se podía concebir Madrid sin Lhardy, en cuyo espejo, “nos esfumamos en la eternidad”. También Benito Pérez Galdós, tal y como se recoge en el libro de Luis Cepeda, Tradición y actualidad del escaparate de Madrid, ensalzó la visión del fundador, Emilio Huguenin —nacido en Montbéliard (Francia), de padres suizos, cocinero y restaurador con local abierto en Burdeos—, que en 1839 abrió en la Carrera de San Jerónimo un establecimiento destinado a marcar época. “El primero en las artes del comer fino, en ponerle corbata blanca a los bollos de tahona, en dar de comer y ganar fama por su puntualidad, esmero, pulcritud y por la ciencia de sus cocineros, que ya no hay Madrid que se le ponga por delante", decía el novelista.
Relevante sentencia en las arenas movedizas de las relaciones amorosas en el trabajo. El Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears ha confirmado la improcedencia del despido de una comercial de la empresa SRCL Consenur SL (Stericycle), mercantil dedicada a la gestión de residuos industriales y médicos, tras destaparse que mantenía una relación con su jefe. Este manager, precisamente, fue el que dio visto bueno a su contratación cuando ya eran pareja.
Otfried Jarren y Renate Fischer [investigadores en medios y comunicación de la Universidad de Zurich] explican por qué el impulso hacia la “plataformización de la esfera pública” está poniendo en apuros a los medios de comunicación clásicos, tanto económicamente como en términos de disminución de la influencia periodística y de ajuste de los estándares profesionales. Dado que las cifras de circulación y los ingresos por publicidad están correlacionados, la disminución de la demanda de periódicos y revistas impresos está comprometiendo la base económica de la prensa; y ésta aún no ha encontrado un modelo de negocio realmente exitoso para una venta comercial de formatos digitales, ya que compite en internet con proveedores que ponen a disposición de sus usuarios la información correspondiente de forma gratuita.
Además de las ciudades y pueblos de la Toscana que muchísimos viajeros conocen y, los que no, al menos han oído hablar de ellos hasta la saciedad (Siena, Pisa, Lucca, San Gimignano y, por supuesto, la Florencia colapsada por el turismo masivo), existen otras zonas de esta bellísima región italiana muy poco tocadas por el turismo internacional. Este es un viaje por uno de esos territorios de la cuna del Renacimiento en los que el turismo no interfiere en la cultura autóctona ni en el modo de vida de sus habitantes: el valle de Orcia, en el sur de Toscana, patrimonio mundial de la Unesco desde 2004.
En la puerta de un McDonald’s, Luis, de 26 años, apenas tiene tiempo para charlar. Está esperando a que le entreguen un pedido y, en cuanto lo guarde en su mochila de Glovo, se alejará velozmente en su patinete eléctrico, primero, a través de un enorme aparcamiento, después, de un carril bici, y, cuando alcance zonas más céntricas, saltará entre la calzada y la acera, según le convenga. “El patinete es más cómodo que cualquier otro vehículo para meterlo en un portal o para subirlo por la escalera”, cuenta este joven que lleva tres años trabajando como repartidor o, más exactamente, rider. Él intenta no separarse nunca de su vehículo: “Es mi medio de trabajo y vale más de mil euros, no podría quedarme sin él. Lo malo es que en muchos edificios públicos exigen dejarlo fuera”.
Briohny Smyth se ha quedado compuesta y sin empleo por (hacerse) vieja. Acaba de cumplir 43 años. Monitora de yoga devenida creadora de contenido saludable, el pasado febrero recibía la patada de Alo Yoga, la empresa que la tenía en nómina desde 2018, cuando adquirió la aplicación que incluía los vídeos con sus rutinas de ejercicios —Cody, rebautizada Alo Moves tras la compra—, acreedores de millones de seguidores y entre los más vistos todavía hoy del canal de YouTube de la firma. “Me dijeron que ya no me ajustaba al canon estético de Alo”, informaba en The Business Of Fashion, que a finales de agosto se hacía eco de la denuncia interpuesta en un juzgado laboral de Los Ángeles por discriminación de edad. Al parecer, la situación comenzó a torcerse en cuanto cumplió los 40 años: primero le recortaron sus emolumentos a la mitad; después, el presupuesto para la equipación, y luego se le exigía participar en trabajos promocionales cobrando hasta cinco veces menos que las instructoras más jóvenes de la marca californiana, cuyos gimnasios de interiorismo minimalista y colecciones de athleisure en tonos neutros son pasto de influyentes y tonificadas tardoadolescentes. “Llegaron a insinuarme que era mejor que tragara porque la empresa no se diversificaba en personas como yo”, cuenta Smyth, que entiende el comentario como desprecio edadista, según consta en su reclamación.
Especial Belleza | 'El País Semanal'Este reportaje forma parte del Especial Belleza de 'El País Semanal' del 28 de septiembre.Dimensiones: 73,5 x 32 x 52,5 cm.
Peso: 20,6 kg.
Peso máximo: 125 kg.
Ruedas: cinco ruedas silenciosas.
Extras: reposacabezas, soporte lumbar viscoelástico, reposabrazos, reposapiés, malla de carbono transpirable…
Ficha técnicaDimensiones: 52 x 31 x 88 cm.
Peso: 20 kg.
Peso máximo: 150 kg.
Ruedas: cinco ruedas silenciosas.
Extras: reposacabezas, soporte lumbar viscoelástico, reposabrazos, malla transpirable…
Ficha técnicaDimensiones: 55 x 55 x 25 cm.
Peso: 17 kg.
Peso máximo: 150 kg.
Ruedas: cinco ruedas silenciosas.
Extras: reposacabezas, soporte lumbar viscoelástico, reposabrazos, malla transpirable…
Ficha técnicaDimensiones: 70 x 70 x 131,5 cm.
Peso: 15 kg.
Peso máximo: 136 kg.
Ruedas: cinco ruedas.
Extras: soporte lumbar, reposabrazos, malla transpirable, reposacabezas…
Criar un hijo y que salga bien, que no perfecto, no es fácil. Quien es padre o madre lo sabe. Pero que no sea fácil no significa que sea imposible. Lee Lima (Londres, 46 años) es una venezolana afincada en Madrid, madre y creadora de la plataforma de crianza positiva Baby Tribu (una guía con recursos sobre crianza y educación) donde, desde hace más de una década, trabaja por llevar las enseñanzas de una crianza positiva a cada vez más familias. Este tipo de cuidado se basa en el respeto, la comprensión y el vínculo afectivo entre padres e hijos.
La muy esperada San Diego Comic-Con de Málaga ha sido un caos a la altura del Fyre Festival. La (esperadísima) Comic-Con es la versión española de un evento de clase A celebrado anualmente en San Diego, California. Un evento que giraba en torno a los tebeos, hoy expositor de series y películas de acción y fantasía (franquicias Marvel, D.C., Disney).
En medio de un contexto en que las crisis económicas, los conflictos locales y globales, así como la falta de certeza en cuanto al rumbo de la política internacional son moneda corriente, y del cual no escapa América Latina, España se ha venido posicionando como promotor en materia de cooperación al desarrollo hacia los pueblos indígenas en la región. Tomando como punto de referencia el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales adoptado por la Organización Internacional del Trabajo en 1991 y ratificado en Europa solo por Dinamarca, Noruega, Países Bajos, Luxemburgo, Alemania y España, es posible, al día de hoy, distinguir diferentes grados de actuación en cuanto a la cooperación con pueblos originarios de esta parte del mundo.