ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La Fiscalía del Estado de México capturó en repetidas ocasiones y torturó a finales de septiembre a cuatro colombianos a los que pretendía vincular con la desaparición y el asesinato de dos músicos de aquel país, B-King y Regio Clown, ocurrido semanas antes, según denuncias de los familiares y constatan documentos judiciales a los que ha tenido acceso este diario. La familia de una de las personas arrestadas, Yuli Felicidad, asegura que la Fiscalía asume erróneamente que era de ella uno de los coches en los que se habría transportado a los músicos el día de su desaparición. Los otros tres detenidos, denuncian sus familias, están presos porque son compañeros de trabajo del esposo de Felicidad, y siguieron la camioneta de la Fiscalía cuando se llevaron a la mujer detenida.
Durante la pandemia, muchas tendencias que venían en curso se dispararon sin que lo notáramos del todo. Pero en Grecia, el exministro de Economía y adalid de la izquierda Yanis Varoufakis (Atenas, 1961) observaba con atención cómo las empresas tecnológicas —las llamadas Big Tech— crecían a una velocidad vertiginosa. Con miles de millones de personas encerradas en casa, trabajando y comprando en línea, pegadas a pantallas y nubes informáticas, esas compañías se volvieron omnipresentes y todopoderosas. Un solo dato lo ilustra: en Estados Unidos, entre 2020 y 2022, hubo un incremento de 52% del tiempo en pantalla entre la población menor de 18 años.
El informe de inicio de curso de CC OO tuvo un eco mediático inmediato: el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE) se ha duplicado en seis años mientras que los recursos no han crecido al mismo ritmo. Los titulares rápidamente han recogido la noticia e insisten en la “dificultad” y la “falta de medios”. Sin embargo, conviene ir más allá de la alarma y preguntarnos: ¿esta dificultad es hoy mayor que años atrás por el hecho de que contemos con más alumnado identificado con necesidades específicas? ¿qué significa realmente que haya más estudiantes identificados con estas necesidades?
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Fermín Aldeguer, con 20 años y 183 días, se convirtió este domingo en el GP de Indonesia en el segundo piloto más joven de la historia en ganar un gran premio en MotoGP. El murciano del equipo Gresini, la gran apuesta de futuro de Ducati, firmó un fin de semana brillante y disputó una carrera de auténtico veterano. Él solo contra el crono y los nervios, para llevarse una contundente victoria en Mandalika y situarse a la estela del récord de precocidad de Marc Márquez (20 años y 63 días). En el podio le acompañaron Pedro Acosta, su rival de toda la vida en las categorías formativas, y Álex Márquez, su compañero de equipo.
Guillermo Fernández Vara (Olivenza, Badajoz, 66 años) ha fallecido este domingo de un cáncer de estómago, según ha informado el PSOE. Casado y con dos hijos, presidió la Junta de Extremadura durante 12 años y en dos etapas. De 2007 a 2011 y de 2015 a 2023. Entre medias (2011 y 2015) lideró la oposición socialista tras un acuerdo inédito entre Izquierda Unida y el PP, que dio la presidencia de la región al popular José Antonio Monago. Ya en 2015, sin embargo, Vara se rehizo de ese varapalo histórico y de nuevo comandó la región hasta las últimas elecciones autonómicas de 2023, que ganó, pero tras un pacto de Vox y PP finiquitó de golpe su etapa en el Parlamento extremeño. Antes de irse, eso sí, dejó un consejo a la actual presidenta, María Guardiola:
Hay compras que durante el año se hacen ineludibles. Pero no siempre acertamos con el momento de adquirir ciertos productos que nos acompañan tanto a diario que (casi) ni nos damos cuenta de que los llevamos encima. Entre ellos destacan los auriculares inalámbricos. En el mercado existen numerosos modelos con diversas características para todo tipo de públicos. Pero si eres de los que siempre ha deseado tener unos auriculares sin cable de tipo de diadema de una marca reputada, estás de enhorabuena. El momento ha llegado: PcComponentes ha bajado el precio de muchos productos en tendencia de su web gracias a una de las campañas más potentes del año: sus cada vez más famosos Días Naranjas.
Cada vez que se acerca la temporada invernal, las alternativas que tenemos para protegernos de las bajas temperaturas vuelven a ganar importancia. Para salir de casa, por ejemplo, nada mejor que un buen gorro, un abrigo, unos pantalones con forro polar y unas botas de agua.
La lluvia es uno de los factores que más puede complicar la conducción, puesto que la visibilidad se reduce considerablemente. Si alguna vez has conducido bajo una gran tormenta y has intentado ver la carretera a través de un parabrisas empapado, sabes que, aunque las escobillas hagan su trabajo, muchas veces esto no es suficiente. Así que si buscas un extra de ayuda para estas situaciones, los lavaparabrisas que repelen la lluvia son la mejor solución.
Nuevas tendencias, nueva estación… y nuevas colecciones. Pero la clave no está en acumular prendas que apenas sobreviven tan solo una temporada, sino en invertir en aquellas que perduran en el tiempo. En esos básicos versátiles que, en definitiva, conforman un armario cápsula.
Este sábado, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, veía “muy cerca” un acuerdo que ponga fin a los casi dos años de horror en Gaza —se cumplen el próximo martes—, Ali Musa al Dibs cuidaba en la asediada capital de la Franja de su hijo adolescente Musab, en coma desde mayo, cuando un ataque israelí lo hirió de gravedad en la cabeza. Musab tiene necrosis y está enormemente desnutrido, cuenta su padre. En las fotos aparece esquelético y ha perdido mucho pelo, uno de los síntomas de la inanición.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos, que este lunes, el primero de octubre, abre uno de los cursos judiciales más trascendentales (otro) de su historia reciente, estudia cada año unos 70 casos. Solo un puñado tiene papeletas para atraer la atención mediática. Menos aún cambian el curso de las cosas, como el que en 2022 acabó con el derecho federal al aborto o Citizens United contra la FEC (2010), que trastocó las reglas de financiación electoral.
Desde el puente de mando de la gigantesca patrullera Turva, Mikko Simola, el comandante al frente de la Guardia Costera que vela por la seguridad del golfo de Finlandia, apunta con el dedo —casi como un acto reflejo— hacia el este, hacia la única lengua de mar que, tras atravesar Helsinki y Tallin, desemboca en la ciudad rusa de San Petersburgo.
En las marchas que han recorrido en el inicio de este fin de semana la avenida Mohamed V de Rabat, la plaza de las Naciones Unidas de Casablanca o el bulevar Pasteur de Tánger no solo había jóvenes. Les acompañaban sus hermanos mayores, sus padres, sus abuelos, para reivindicar también sanidad y educación públicas de calidad frente a las lujosas clínicas y universidades de élite privadas, para acabar con el Marruecos del bakchich, de la mordida que abre mágicamente la cueva de los negocios con la Administración. Y para que un país que está construyendo en las afueras de Casablanca el estadio más grande del planeta —con el que disputar al Bernabéu o al Camp Nou la final del Mundial de Fútbol de 2030— cuente también con hospitales y facultades de talla global. Marruecos afronta desde hace una semana el estallido social más extenso tras la Primavera Árabe de 2011 y el más violento desde la revuelta nacionalista del Rif en 2016, en un movimiento juvenil aparentemente espontáneo que amenaza la estabilidad del reino de Mohamed VI. Las manifestaciones prosiguieron en la tarde del sábado en una decena de ciudades, aunque con menor participación que el día anterior.
Es como si hubiera nacido para el cargo. O si, como mínimo, hubiese sido criada para ello. Mary Barra (Royal Oak, 63 años) es del estado de Míchigan, la cuna del automóvil estadounidense, e hija de un trabajador con más de tres décadas de experiencia en General Motors. También ostenta el cargo de máxima ejecutiva de la firma desde hace 13 años, en los que ha tenido tiempo de vivir casi todo. Desde algún que otro escándalo, a la intensificación de la mayor transformación que ha vivido el sector en toda su historia: la electrificación. La única mujer que lidera una de las grandes del automóvil mundial afronta el reto en una vorágine de presiones políticas, giros radicales y la propia idiosincrasia del mercado.
Gran cilindradaAmante de la velocidad. Aunque se ha pronunciado en muchas ocasiones –para luego moderarse– a favor de la transición eléctrica del coche en Estados Unidos, a Barra le gusta la velocidad y los coches de gran cilindrada. Su modelo favorito de General Motors es un muscle car, el Chevrolet Camaro, que surgió como respuesta al Mustang de Ford, su gran rival. Antes de su ascenso a lo más alto de la compañía, no era raro verla probar los modelos en las pistas de pruebas, como responsable de desarrollo de producto, y como amante del motor.
Todo son escombros. Nada de lo que Barcelona levantó en esa estrecha franja de tierra, al oeste de Israel, sigue en pie. El remodelado barrio East al Nasser y el Barcelona-Gaza Peace Park tuvieron una vida efímera. En su día, y para sorpresa de los técnicos municipales barceloneses, los palestinos prefirieron un parque a mejoras en el alcantarillado. El espacio era más importante que los servicios. Las poblaciones constreñidas a vivir escondidas agradecen espacios para salir a la superficie en los cortos intervalos en que no peligran sus vidas.
En cada rincón de España sus habitantes son definidos por un estereotipo. No es grave, pasa en los mejores países. Estos son tacaños, de estos no se sabe si van o vienen, estos son chulos, estos absurdos, estos fríos, los otros melodramáticos, aquellos, mala follá, estos, burros pero nobles. El humor se vale de ellos porque siempre hay algo de verdad en el lugar común, aunque meter a toda una población en un mismo saco convierte en categoría sociológica algo muy discutible. En los últimos tiempos sigo los chistes de la fantástica Laura del Val, que ha hecho de los tópicos que definen a sus paisanos burgaleses y, por extensión, castellanos el tema central de su humor. Ha conseguido convertir la sequedad castellana en algo tan humorístico como la chispa que asiste a los gaditanos. Lo irritante es cuando el rasgo diferencial se exhibe desde la política como una suerte de nacionalismo costumbrista o de denominación de origen. La chulería madrileña fue definida por la zarzuela y dentro de aquel género chico tenía su gracia porque reproducía con ternura el habla arrastrada del populacho apiñado en las corralas y se detenía en los oficios humildes, las modistillas, los serenos, los guardias, las chicas de servir, la señá tal y el señor cual. Incluso los rateros tenían su brillo. La admiración que Valle Inclán profesaba a Arniches se palpa en Luces de Bohemia, donde lo popular alza el vuelo y toca las nubes. Incluso yo, chica de barrio periférico, donde se mezclaban los acentos andaluces y manchegos, fui adoptando ese deje sincopado y un tanto chulillo que luego escuché en un centro de Madrid ya en transición donde la panadera seguía siendo la Petra, o la señá Petra, y la kiosquera era la Sandra y cada tendero era nombrado como “señor” seguido por su nombre de pila. Una peculiar manera de otorgar dignidad a la clase humilde que tenía su encanto.
Ojalá la propuesta de paz en marcha desemboque en un final del genocidio israelí aún en marcha contra los palestinos de Gaza. Pese a sus renglones trumpistas torcidos (y el esfuerzo de tragarlos), eso no es imposible. Pero para ello conviene seguir nombrando las cosas por su nombre: un genocidio es un genocidio.