ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Desde EL PAÍS Escaparate seguimos dando los mejores consejos para que te puedas preparar antes de la llegada del invierno. Ya te hemos hablado sobre abrigos acolchados, calefactores portátiles o hasta unos calientapiés eléctricos, así que no te olvides con equiparte con algunas de nuestras sugerencias.
Halloween es una de esas fiestas que o la amas o la odias, y dentro del primer grupo están dos tipos de personas: esas que nunca se acuerdan de que va a ser Halloween hasta el día antes de la fiesta y no tienen nada preparado, y luego están las que se pasan meses y meses llenos de ilusión preparando sus disfraces hasta el último detalle para que no se les escape nada. Aunque, si somos realistas, existe un tercer tipo de persona: las que les gusta tener todo preparado con antelación, pero no quieren gastarse demasiado en el disfraz ni tampoco invertir una gran cantidad de horas en prepararlo con sus propias manos.
Vitamina C, el antioxidante todoterreno que ilumina y protege; ácido hialurónico, el viejo conocido que hidrata en profundidad y devuelve elasticidad; niacinamida, la reina del tono uniforme y mejorar la apariencia general de la piel; y retinol, el clásico antiedad. Como el diccionario de jeans, los ingredientes tienen su propio idioma, y la lista no deja de crecer.
El limbo bélico es una realidad que envuelve una parte importante de las localidades asomadas al abismo del frente este de Ucrania. El visitante no aprecia grandes movimientos de tropas por sus calles y apenas quedan vecinos, que se ven obligados a sobrevivir como autómatas en medio de la casi total ausencia de los suministros más básicos. Pero la realidad de la guerra se siente constante entre la banda sonora del estruendo de la artillería, la amenaza de los drones que vigilan o atacan, las bombas de la aviación y la destrucción acumulada tras meses de ataques cotidianos del enemigo ruso. Dobropilia, cerca de la disputada ciudad de Pokrovsk (región de Donetsk), representa bien ese limbo.
Un micrófono abierto dejó oír hace unas semanas al presidente chino, Xi Jinping, y al ruso, Vladimir Putin, fantaseando con vivir hasta los 150 años. Pero no son los únicos. Un montón de millonarios, en las redes sociales, y desde Madrid (donde se acaban de celebrar las jornadas Transvision 2025), hasta Silicon Valley, quieren romper con ese decreto universal que dice que la muerte, al final, a todos iguala, a los ricos y a los pobres.
Realiza:Con información de:Daniel Mediavilla y Enrique Alpañés
Presenta:Diseño de sonido:Nicolás Tsabertidis
Edición:Ana Ribera
Coordina:Dirige Hoy en EL PAÍSSintonía:Jorge Magaz
Chicago está en el punto de mira del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Y la principal razón es que el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, elegido en 2023, está en las antípodas de lo que Trump considera idóneo para gobernar: un dirigente de raza negra, demócrata y sindicalista, que ha convertido a la capital de Illinois en un “santuario” para los inmigrantes indocumentados. Sin olvidar que Barack Obama, el presidente demócrata anterior al primer mandato de Trump, salió de una ciudad que siempre se ha considerado como feudo del partido rival de los republicanos.
La localidad egipcia de Sharm el Sheij acoge desde este lunes las conversaciones indirectas entre Israel y Hamás para acordar los detalles de ese apenas 10% del plan para Gaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que —según su secretario de Estado, Marco Rubio— falta por cerrar. Todo avanza muy rápido, simbólicamente en la víspera del segundo aniversario del ataque de Hamás que dio pie a la invasión israelí y que se cumple el martes. La Casa Blanca y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aprietan a Hamás para que acepte sin reservas el texto que ellos remendaron y presentaron juntos en Washington. Y, sobre todo, para que entregue ya de una tacada a los últimos 48 rehenes (la mayoría, sin vida) a los que retiene, su única baza negociadora.
“Explosiones, explosiones, solo quiero oír explosiones. Y mirar hacia allí y solo ver el mar”. Nadav Hazen tiene 24 años, es de la localidad israelí de Sderot, a menos de dos kilómetros de Gaza, y cuenta que acude todos los días al mirador del municipio —“mi perro se ha quedado sordo de los bombardeos”, ilustra— para ver desde lo alto cómo progresa la invasión israelí de la Franja, que este martes cumple dos años. “Hay que acabar con todo eso”, dice señalando al minúsculo enclave palestino. “Yo quiero que haya un hotel y un casino. Y vivir allí”.
La pasión nacionalista lo puede todo. Hasta negar la evidencia. Ahora resulta que el ascenso de Vox y Aliança Catalana nada tiene que ver con el fracaso del proceso independentista, sino con la represión sufrida por quienes lo protagonizaron y por la traición de los catalanes que aplaudieron el discurso del rey y apoyaron la suspensión de la autonomía con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Ideas de este tenor siguen siendo expresadas con todo desparpajo por gurús ‘indepes’ de notable protagonismo antes, durante y después del ‘gran disparate’ de 2017.
Ser padre es levantarte a las seis de la mañana para ir a recoger a tu hija que vuelve de viaje. Es prepararle el desayuno mientras deshacéis la maleta en los 30 minutos que tiene antes de irse a trabajar. Es ir a comer con ella en su hora de descanso. Es acompañar a tu hijo a no sé dónde a comprar no sé qué. Es estar ahí cuando lo necesitan. Ser padre es que tu hijo te llame para ver cuánto tardas en llegar a casa para traerte la cena por si no has cenado. Es que tu hija te llame para ver qué tal has pasado el día en el trabajo. Es que estén ahí cuando los necesitas. Ser padre es una carretera de dos sentidos en la que todos vamos en la misma dirección. ¿Es fácil? Para nada. ¿Es bonito? Lo mejor que te puede pasar. ¿Es divertido? Como la mejor comedia. ¿Es triste? Como el mejor drama de Hollywood (solo a veces).
No es solo el retroceso en las urnas, o en las encuestas. Lo que le pasa a la izquierda moderada, o reformista, o socialdemócrata, o laborista, es más profundo. Aunque los análisis suelen centrarse en cómo el banzado derechista de la era Trump impacta en la derecha tradicional, Andrea Donofrio, profesor de Historia del Pensamiento Político de la Universidad Complutense, recalca que las fuerzas progresistas históricas en Occidente también se están viendo empujadas a una “crisis de identidad generalizada”. Mientras partidos de referencia en este ámbito como el Demócrata en EE UU, el Laborista en Reino Unido o el SPD en Alemania han abierto conflictivos procesos de reflexión, el debate llega atenuado al PSOE.
Una ola de descontento, rebeldía y frustración ha sacudido la aparente estabilidad de Marruecos. Desde hace más de una semana, ciudades como Rabat, Casablanca, Tetuán o Tánger son el escenario de protestas callejeras de jóvenes. Las manifestaciones pacíficas derivaron durante varias noches en actos violentos. Tres jóvenes han muerto. Las protestas están lideradas por el colectivo GenZ 212. Este grupo, que toma su nombre de la llamada generación Z y del prefijo telefónico marroquí, ha puesto voz a una juventud que ha dicho “basta” a un modelo económico que le condena a la exclusión social. El 55% de los menores marroquíes de 30 años quieren emigrar.
Los insultos sólo hacen verdadero daño cuando el enemigo tiene razón. Vamos a pensarlo. Como las ambiciones económicas cultivan el descrédito de la política para tener las manos libres en sus negocios, conviene que la conciencia política reflexione sobre las dinámicas que procuran infectar su prestigio. Una muy peligrosa es el sectarismo. Resulta peligroso en la teoría y muy dañino en la práctica, hasta el punto de convertirse en un arma de degeneración individual. Creerse en posesión de la verdad y considerar que el otro es un enemigo hace inviable el respeto a las diferencias que caracteriza las relaciones sociales. Más que convivir, se trata de habitar el infierno con el insulto en la boca.
Ya tengo pensado el caprichito que incluiré en mi próxima carta a los Reyes Magos. Voy a pedir una granja de bots. Son monísimas, fáciles de manejar y puedes llevarlas a todas partes como el maletín de la señorita Pepis, la otra fantasía navideña de las niñas de mi generación. Para alimentar la apetencia por este nuevo objeto de culto, conviene primero desterrar la imagen que teníamos de estas máquinas de generar actividad falsa en las redes sociales. Durante años creímos que las granjas de bots y de trolls se escondían en oscuras oficinas. Como las de aquel edificio de San Petersburgo que en 2016 se hizo famoso en todo el mundo porque, según la prensa occidental, fue allí donde Putin montó un chiringuito de desinformación con el que interferir en la campaña electoral americana que acabó con la victoria de Trump. Decenas de chavales se sacaron un dinerillo publicando lo que se les ordenaba en un perfecto inglés estadounidense y siempre desde cuentas de X o grupos de Facebook inventados para la ocasión.
En 1984, la historiadora Barbara W. Tuchman publicó The March of Folly, traducido por Fondo de Cultura Económica como Marcha de la locura. Estudiaba casos de dirigentes políticos y religiosos que tomaban decisiones catastróficas, incluso a pesar de que eran contrarias a sus intereses, ignorando la lógica y hasta la información disponible. Tuchman iba desde relatos míticos, como el del caballo de Troya, hasta épicas meteduras de pata entonces frescas, como la implicación de Estados Unidos en la guerra de Vietnam, donde se repitieron los mismos errores que Washington había denunciado cuando el país era una colonia francesa.
El PSOE recorta distancias con el PP, primera fuerza en las últimas elecciones generales, celebradas en julio de 2023. El barómetro del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER muestra una subida en estimación de voto para los socialistas de casi dos puntos respecto al mes anterior, lo que sitúa al partido de Pedro Sánchez a solo 1,1 puntos (29,4%) de la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo (30,5%). Es la diferencia más baja desde los comicios. Por bloques, sin embargo, la derecha y la extrema derecha mantienen una amplia ventaja sobre la izquierda.
La ciudadanía española parece mucho menos dividida que los partidos políticos respecto a la guerra de Gaza, según la encuesta específica realizada por el instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER. La mayoría de la población (56,7%) la describe como un “genocidio” y menos de un 11% considera que se trata de una “respuesta militar legítima” tras los atentados de Hamás que acabaron con la vida de casi 1.200 personas el 7 de octubre de 2023. También son mayoritarios los partidarios de la solución de los dos Estados (57,5%), del ofrecimiento de ayuda humanitaria (77,2%), del despliegue de tropas de paz (66,7%), de la imposición de sanciones (65,2%) y del embargo de armas a Israel (58,7%). La llamada flotilla de la libertad,y las propuestas para que España no participe en Eurovisión o en competiciones deportivas si también lo hace Israel cuentan con más apoyos —aunque por debajo de las medidas anteriores— que oposición.