ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
De la a de academia a la z de zozobra —por la infancia sin padre, que no conoció hasta los 11 años—, hay palabras clave para conocer la vida del escritor Mario Vargas Llosa, fallecido en abril, y entender su monumental obra. Un libro con cien de esos términos, glosados por familiares —sus tres hijos—, amigos, escritores, filósofos o cineastas, y una letra, la ñ —sobre cuya historia escribe Martín Caparrós—, componen el Diccionario Mario Vargas Llosa. Habitó las palabras. El libro lo publica el Instituto Cervantes con motivo del X Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebra del 13 al 17 de octubre en Arequipa, ciudad natal del premio Nobel de Literatura.
En el colegio de la pequeña Kathryn Bigelow, y en muchos más de Estados Unidos en los sesenta, a veces sonaba una alarma. No la del recreo o la vuelta a casa. Una distinta, que la cineasta aún recuerda. Cualquiera, niños incluidos, conocía de sobra el protocolo: colocarse debajo de los pupitres y esperar. Solo podían salir cuando los profesores les autorizaban, señal de que el enésimo simulacro atómico había pasado. Hasta el siguiente. “Así de inmediato se percibía. Durante y después de la Guerra Fría hubo conversaciones, acuerdos, y luego todo se detuvo. Se firmaron tratados de desarme, pero también han desaparecido. La amenaza solo ha escalado y, aun así, no hablamos de ello”, lamentaba la directora ante un grupo de periodistas internacionales hace un mes, en el festival de Venecia. De esas reflexiones surgió Una casa llena de dinamita, un thriller nuclear que se estrena este viernes, 10 de octubre, en las salas españolas, antes de pasar a Netflix dentro de dos semanas. A sus 71 años, Bigelow ya no se esconde bajo el escritorio. Al revés, se ha puesto de pie encima de él, para avisar a todo el mundo. Ahora, es ella misma la que hace sonar la alarma.
Corría el año 1766 cuando el rey Carlos III mandó instalar la Real Fábrica de Municiones en lo que hoy es el municipio de Eugui (Navarra). Fue la primera fábrica en cuyo recinto residían los operarios y sus familias. Eligieron este lugar, a pocos kilómetros de la frontera con Francia, por las materias primas: minas de hierro, arbolado para el carbón y el río (entonces Esteribar o Gambeleta, hoy denominado Arga). Años después, en 1788, empezó a funcionar el primer horno de una fábrica similar construida en Orbaiceta, a 56 kilómetros de distancia, siguiendo las carreteras actuales. Las dos sirvieron como centros de innovación, fueron símbolo de empleo y tuvieron una producción notable. De hecho, se sabe que municiones fabricadas en Eugui llegaron a usarse en la guerra de independencia estadounidense.
Recitar la lista de la treintena de reyes godos que gobernaron Regnum gothorum es posible, no así el listado de sus esposas y reinas. La historiografía no ha conservado todos sus nombres, o bien porque su papel político resultaba irrelevante, o bien porque los documentos donde se daba cuenta de ellas han desaparecido. Quizás el hecho de que la maternidad de una reina no implicase la automática designación de su vástago como sucesor real, como ocurre en la mayoría de las monarquías, reducía el papel de la mujer a simple esposa del rey y no la convertía en reina madre. En el mundo godo, el sucesor del monarca fallecido era elegido por la nobleza, siempre dividida y peleada, por lo que ser descendiente del rey no confería ningún derecho, aunque ayudaba. O no. A veces abocaba directamente a la muerte.
Reinas godas. Las mujeres que pusieron la semilla de EspañaDaniel Gómez Aragonés La Esfera de los Libros, 2025 296 páginas. 20,90 eurosGonzalo García asegura que sigue siendo “un chaval normal de 21 años”, pero la realidad es que el Mundial de Clubes con el Real Madrid del pasado verano disparó su carrera. Aprovechó la gastroenteritis aguda de Kylian Mbappé para acabar como Bota de Oro del torneo (cuatro goles y una asistencia), renovar hasta 2030, instalarse en la primera plantilla y, al menos de momento, estar por delante del brasileño Endrick, un fichaje de casi 50 millones. Este delantero madrileño, de rostro afable y -según él mismo- “discreto”, se enfrenta este viernes en un amistoso con la sub-21 a Noruega en Guadalajara (21.00, Teledeporte). Ni sus últimos meses han sido muy normales ni su día a día encaja en la rutina habitual de un futbolista de élite.
No hace falta ser un niño para enfadarse cuando otro juega con tus cosas. De hecho, es una de esas cuestiones que empeora con el paso de los años, como que te sigan llamando Carlitos cuando ya has superado los ochenta o te pasen por delante en la cola del supermercado. A los clubes —adultos en su mayoría, aunque siempre hay excepciones— les cabrea sobremanera que las selecciones nacionales dispongan de sus futbolistas y en las últimas semanas hemos visto un repunte en las hostilidades a cuenta del caso Lamine Yamal, también conocido en Barcelona como el caso Diclofenaco o, para que nos entendamos todos, el caso Voltaren.
Nadie como Eugenio López-Chacarra (Madrid, 25 años) simboliza el terremoto que ha vivido el golf en las cuatro últimas temporadas tras la irrupción del capital saudí. El camino del jugador español lo reúne todo: estrella amateur en Estados Unidos, salto al mundo profesional de la mano de LIV, victoria multimillonaria en sus primeros pasos, bajón deportivo, salida por la puerta de atrás y regreso a la casilla de salida, al origen de los circuitos tradicionales. El madrileño es el primer golfista que firma un recorrido a la inversa, de un equipo de la Liga saudí al tour europeo, una autopista de ida y vuelta que ahora le sitúa en el Open de España.
“Espero que no tengas pesadillas”. Con esa frase se despedía el actor Charlie Hunnam (Newcastle, Reino Unido, 45 años) de la entrevista por videollamada con EL PAÍS la semana pasada. Lo decía a pocas horas de que se estrenara en Netflix la nueva temporada de la serie Monstruo, de los guionistas Ryan Murphy e Ian Brennan. Tras dos entregas centradas en los casos de Jeffrey Dahmer y los hermanos Menéndez, ahora la ficción inspirada en asesinos reales dirige la mirada a Ed Gein, que aquí encarna Hunnam. En él, como se cuenta también en la serie, se basaron el Norman Bates de Psicosis, el Leatherface de La matanza de Texas y el Buffalo Bill de El silencio de los corderos, entre otros.
Pongamos un ejemplo: Raúl acude con sus padres a la consulta de su pediatra porque ya no pueden más. Le explican que Raúl, de 5 años, no para quieto ni un momento, es incapaz de estar más de unos pocos minutos centrado en una tarea y se muestra impulsivo y agresivo con sus compañeros de clase. Sus profesores también están preocupados. Con esta superficial descripción que hacen sus progenitores, el pequeño se lleva en una consulta de apenas cinco minutos el diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, más conocido como TDAH. En otra consulta de psicología, Silvia le acaban de diagnosticar, en una única sesión. Silvia, una adolescente de 13 años, le comenta a la especialista que cualquier actividad de su vida diaria le inquieta y le pone nerviosa, ya sea ir al instituto, hacer un examen, salir con sus amigas o estar en casa con sus padres viendo una película. La psicóloga, sin ahondar más en su sufrimiento, le diagnostica de Trastorno de Ansiedad Generalizada. Y todos tan contentos (aparentemente).
La semana pasada le dije a una conocida: “Si me necesitas, silba”. Al ver extrañeza en su rostro, añadí: “Sabes cómo se hace, ¿verdad? Uno junta los labios y sopla”. Ante el aumento de su estupefacción, le aclaré que era de una película de Bogart y Bacall. Ignoraba de qué le hablaba. La conocida es joven, no demasiado, pero lo suficiente como para no haberse tragado clásicos, no solo por devoción, sino porque no había otra cosa en televisión. Bendita escasez. No sé si me habría aficionado al cine si hubiese escogido yo lo que veía y no los exquisitos programadores de TVE que poblaron mis noches de ciclos de Mankiewicz, Newman o Garbo. Como para no enamorarse de aquel arte.
En 1995, R.E.M. era una de las bandas más grandes del mundo. Sus álbumes Out Of Time, en 1991, y Automatic For The People, en 1992, habían llevado al cuarteto de Athens (EE UU) a lo más alto de su popularidad, avalada por 25 millones de discos vendidos entre ambos, el reconocimiento unánime de la crítica y la adoración de sus compañeros de profesión. Pero, sorprendentemente, Michael Stipe (voz), Peter Buck (guitarra), Mike Mills (bajo) y Bill Berry (batería) decidieron no salir de gira con ninguno de esos dos discos. Tras la publicación de Monster, en 1994, cambiaron las tornas y pusieron en marcha su primer tour mundial en seis años, también el primero de su carrera en el que darían el salto a grandes estadios. Las expectativas ante esa gira monstruo eran, por tanto, altísimas.
Huabing Xie, un migrante indocumentado de China, se convirtió el 29 de septiembre en la última persona en morir bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por las siglas en inglés) en el año fiscal de 2025. Con él fueron al menos 22 los extranjeros fallecidos tras ser detenidos por la agencia migratoria entre octubre de 2024 y el 30 de septiembre pasado, la cifra más alta en 20 años. Más de la mitad eran latinos y en el total están incluidos los dos migrantes muertos por los disparos de un francotirador en una oficina del ICE en Dallas el mes pasado.
Mientras estaba escribiendo su nueva novela, Criaturita, María Bastarós (Zaragoza, 37 años) formaba también parte del equipo de guionistas de la serie Superestar de Nacho Vigalondo, junto al propio creador de la ficción, Paco Bezerra y Claudia Costafreda. Llegó un momento en el que tuvo que aparcar el libro porque las distintas formas de escritura se contaminaban. “Cuando estábamos por el capítulo cuatro de Superestar tuve que parar de escribir la novela, no podía hacer las dos cosas a la vez. Una novela y un guion no tienen absolutamente nada que ver a la hora de cómo utilizas el lenguaje y la prosa. Se contagian entre ellos”, afirma. Las dos novelas de Bastarós (Zaragoza, 37 años) son, sin embargo, muy visuales, leyéndolas se imaginan sin esfuerzo personajes y lugares. Si en Historia de España contada a las niñas (Fulgencio Pimentel) la acción se desarrollaba en Beratón, un matriarcado aislado del mundo, en Criaturita (Seix Barral) todo ocurre alrededor de una geografía imaginaria, también apartada, la del lago Milagro y las localidades que lo rodean (Aguas Altas, Matagua, Aguas Claras, Aguayela...).
Para los amanates del buceo, lo mejor de Egipto se concentra bajo el mar. Sus costas son de las mejores metas de submarinismo del mundo. El mar Rojo permite sumergirse entre sus arrecifes superficiales, salpicados de corales, bancos de peces de todos los colores y pecios históricos. Y junto a las costas del Mediterráneo se ocultan tesoros arqueológicos, algunos no accesibles a los simples turistas, pero cuyo emocionante rescate llena algunos de los museos de las ciudades costeras.
Más información en la guía Lonely Planet de Egipto y en la web lonelyplanet.es.
Estrellas, lunas, corazones y caritas sonrientes de colores vibrantes decoran el rostro de millones de adolescentes para tapar granos y signos de acné en cualquiera de sus fases, una afección que sufre el 20,5 % de la población mundial (un 28,3 % de jóvenes entre16 a 24 años, y un 19,3% de adultos entre 25 a 39 años, según un estudio elaborado por Pierre Fabre). Pero algo ha cambiado. Si las generaciones anteriores ocultaban las imperfecciones con correctores, polvos blancos y gruesas capas de maquillaje, ahora, los Z y los Alpha (nacidos después del 2010) lucen con orgullo estas divertidas pegatinas que no pasan desapercibidas: al instante sabes que debajo hay un grano. Su popularidad se traduce en ventas: un informe de Verified Market Research indica que los parches para granos alcanzaron a nivel mundial un volumen de 1.400 millones de dólares en 2024, con la expectativa de alcanzar los 2.920 millones en 2032, con un crecimiento anual del 9,63 %. Y España no se queda atrás porque un estudio de Market Reseach Future prevé que la industria del mercado de parches dérmicos antiacné crezca de 14,5 millones de dólares en 2024 a 34 millones en 2035.
Hoy es un lujo. El crecimiento en altura y el encarecimiento del suelo han hecho que regar unas macetas y cuidar de una parra se convierta en un privilegio al alcance de pocos. Al menos en las ciudades, porque en el mundo rural aún resiste. El patio nació en los climas cálidos y sin inviernos fríos repleto de ventajas: ilumina las viviendas, las dota de ventilación, regula el calor, permite disfrutar de la vegetación y encontrar privacidad e incluso facilitar la recogida de agua de lluvia. Todo sin tecnología ni recursos invasivos, a la antigua usanza. “Es un recurso universal. Una necesidad que ha sentido cualquier cultura en casi cualquier lugar del mundo y cualquier época”, afirma Luis Tejedor, profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga, quien destaca que este espacio ha sido la manera en la que el ser humano ha reducido la naturaleza a su escala para controlarla: la vegetación y sus olores, el agua y su frescura, la ventilación cruzada; disfrutar del sol desde la sombra. Y, aunque hoy parezca en vías de extinción, sigue tan vigente como nunca. No hay más que irse a las urbanizaciones a las afueras. El jardín con piscina y pista de pádel al aire libre es su renovada versión y cumple su misma función.
Aunque quieras ahorrar tiempo, meter el calzado en la lavadora no es lo más recomendable, ya que los movimientos y el agua pueden llegar a deteriorar sus materiales. Como alternativa, existen diferentes productos para limpiar las zapatillas que pueden convertirse en nuestros mejores aliados.
No están por labor en Vox de ponerle las cosas fácil al PP. Y menos con el viento de cara en las encuestas, que siguen colocando al partido de Santiago Abascal al alza en intención de voto en el ámbito nacional. En el plano autonómico, el Partido Popular depende en Extremadura y en Aragón de la extrema derecha para aprobar sus Presupuestos, las dos comunidades que quedan por cerrar sus Cuentas. Pero los ultras están crecidos y dispuestos a ahogar a sus respectivos presidentes, María Guardiola y Jorge Azcón, bajo sus condiciones. Aunque su resistencia a aceptarlas suponga la convocatoria anticipada de elecciones. Unos adelantos que los de Alberto Núñez Feijóo podría achacarles en campaña. “Estamos dispuestos a ser los malos e ir a elecciones”, aseguran altas fuentes de Vox.
Llegó el domingo a España para participar en el congreso San Sebastián Gastronomika, donde, además de hablar de los orígenes de Maido —elegido este año el mejor restaurante del mundo, según la lista de The World’s 50 Best Restaurants—, Mitsuharu Tsumura, conocido como Micha (Lima, Perú, 44 años), se dio un buen baño de abrazos y de posados a golpe de teléfono, con sus colegas cocineros y con gente que lo reconocía en la calle. Ocurrió varias veces durante la sesión de fotos, celebrada este martes en el restaurante Narru, en el centro de la ciudad. Lejos de molestarse, se deja querer.
Cuando Mar Caldas, profesora de Bellas Artes y artista viguesa, recibió la invitación para trabajar con el Museo Massó, instalado en las naves de la antigua conservera Massó Hermanos en la localidad de Bueu, vio la oportunidad de profundizar en un tema que llevaba tiempo investigando: el escaso reconocimiento del trabajo de las mujeres en el espacio público. Quiso centrarse, sobre todo, en el rural, donde el trabajo femenino está aún más invisibilizado. “Hemos visto fotografías de mujeres en fábricas, de ese trabajo más urbano, pero en el caso del rural, hay que remontarse casi a principios del siglo XX para encontrar artistas que lo hayan tratado”, explica.