ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La Fiscalía ha abierto una investigación para aclarar si uno de los campos de golf de la elitista zona de La Moraleja (Alcobendas), el barrio con la mayor renta de España, está regando ilegalmente el complejo, que además de nueve hoyos cuenta con pistas de pádel y otras instalaciones deportivas y de ocio. Se trata del campo Golf Park y lo que intenta averiguar en concreto el ministerio público es si se están empleando “captaciones ilegales de agua”, además de incurriendo en “excesos en los sondeos concedidos por la Confederación Hidrográfica del Tajo”, según el escrito firmado por el fiscal Javier Sarría Pueyo, quien decidió abrir estas diligencias de investigación en verano.
Napoleón Bonaparte medía 1,68 que, para su época, no estaba mal. Sin embargo, su gran mito, Alejandro Magno, apenas llegaba a 1,60. Pero si pregunta a su alrededor quién era el más bajo de los dos, la mayoría de sus conocidos afirmará que el emperador francés. Tanto es así que se habla del complejo napoleónico o síndrome del hombre bajo, un término utilizado en psicología para describir el complejo de inferioridad que sufren algunas personas de baja estatura.
“Soy supersociable y necesito estar con mis amigos. En el caso de mi pareja, es todo lo contrario, cada encuentro social supone para él estar tres días con las pilas descargadas”. Así comienza Estela Cebrián, cronista social y periodista de tendencias, a explicar cómo afecta a su relación el hecho de que su marido sea “un introvertido de libro”, mientras que ella disfruta de la fiesta entre amigos. “Lo que es necesario para mí, para él es casi un sacrificio, y evidentemente si quieres a alguien, no quieres forzarlo a estar en situaciones incómodas. Con el tiempo hemos llegado a un pacto silencioso de no obligarnos a nada. Ni yo me quedo en casa si lo que me apetece es salir con mis amigos, ni él viene conmigo cuando yo quiero salir”, asegura, antes de confesar que, en realidad, son las relaciones amistosas las que generalmente se ven más afectadas a causa de ese ejercicio consciente de equilibrar estilos de vida diferentes. Cebrián es una de las muchas personas que tienen relaciones party-gap, que son aquellas en las que una parte disfruta saliendo, mientras que la otra prefiere el clásico “sofá y manta”. En TikTok, la red social que siempre refleja las tendencias relacionales, se habla cuando se aborda esta temática del “swag gap”, una señal de que estas diferencias en pareja son más habituales de lo que pudiera parecer.
Durante décadas, la relación entre Estados Unidos y Colombia ha sido un paradigma de alianza estratégica en América Latina: un socio fiable para Washington en la región, un respaldo clave para Bogotá en su batalla contra el narcotráfico, la insurgencia y la inestabilidad. Hoy, esa relación entra en una zona de turbulencias que hace apenas unos años era impensable. Hasta hace poco, se daba por descontado que Washington y Bogotá caminarían juntos en asuntos de seguridad, comercio y diplomacia. La narrativa ha cambiado abruptamente: la escalada verbal entre Donald Trump y Gustavo Petro, dos mandatarios antagónicos en lo ideológico, nada convencionales y con un uso machacón de las redes sociales, ha hecho saltar por los aires las relaciones institucionales entre ambos países.
Un simple fallo y medio mundo deja de funcionar. La vida moderna pende de un hilo que cuelga de los servidores de tres empresas tecnológicas. Amazon, Microsoft y Google controlan la nube, una de las infraestructuras más críticas del planeta. Cuando una de ellas sufre un incidente, los efectos son inmediatos: bancos, sistemas de pago, aerolíneas, plataformas de comercio electrónico y de criptomonedas, teletrabajo, redes sociales, y hasta parkings afectados. Las consecuencias saltan rápidamente del mundo digital al mundo físico.
Te cambia la vida, claro que te la cambia. Porque además de todo lo que ya eres, de todo lo que anhelas ser, puede que haya un momento en que te conviertas en madre o en padre, y tu vida seguirá siendo tu vida, pero ya de otra manera. Quizá te acuerdes de tus padres y pienses cómo entiendes ahora algunas de sus cosas, y hasta puede que te salgan sin querer aquellas frases suyas que tanto odiabas y que juraste que no dirías jamás. Y ahí estás tú, diciéndolas a gritos; porque a menudo se hace lo que se puede y hacer eso ya es mucho.
En el futuro (si tenemos esa suerte), cuando los historiadores busquen una definición de cuál es la ideología y la estética de la ultraderecha de nuestros tiempos, no tendrán que ir más lejos que el vídeo que publicó Donald Trump en sus redes sociales el sábado por la tarde.
El mes pasado, el Gobierno anunció un plan de inversiones por valor de 12.900 millones de euros entre 2027 y 2031 en los aeropuertos de la red pública. El transporte aéreo está lejos de ser la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (el transporte por carretera y la construcción siguen siendo los principales contaminantes) pero también es uno de los más difíciles de descarbonizar. La pregunta es cómo esa inversión en el sector aeroportuario se compatibiliza con unos ambiciosos planes de descarbonización.
El robo perpetrado este domingo en el museo del Louvre, donde los ladrones se llevaron ocho piezas de la Corona francesa de valor incalculable, “es el golpe de la década”. Así lo cree el investigador neerlandés Arthur Brand, uno de los mayores especialistas del mundo en robos de cuadros, conocido como “el detective del arte“, que se dedica a recuperar obras diversas sustraídas por el mundo. ”Ha sido obra de profesionales que habían visitado las instalaciones varias veces para calibrar el tiempo necesario para actuar sin ser interceptados por la policía”, afirma el experto en conversación telefónica con EL PAÍS.
La idea surgió a la vuelta de una quedada de un grupo de adolescentes para dar de comer a una colonia de gatos en el barrio de Abetxuko, en Vitoria. “Yo comenté que necesitaba unos binders”, explica Dani, de 18 años (un nombre ficticio, como el de resto de jóvenes de esta información que han pedido preservar su identidad). Dani está en un proceso de transición de género y no tenía el dinero suficiente para hacerse con unos binders, un tipo de prenda compresora diseñada para aplanar el pecho. “Disimula el pecho y te ves mejor, te encuentras más seguro y te ayuda a mejorar psicológicamente”. A ese gasto había que sumar, además, el coste de los desplazamientos al hospital de Cruces, en Barakaldo (Bizkaia), para acudir a la unidad de identidad de género del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza). Era un desembolso al que le resultaba difícil hacer frente. Su amiga Minerva, de 14 años, propuso hacer camisetas y venderlas. La idea fue tomando forma en la pandilla y, con la ayuda de la red de educación de calle del Departamento de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Vitoria, nació el germen de una caja de resistencia LGTBIQ+ que ya está en marcha y ha ampliado sus objetivos.
Tensiones comerciales, sobresaltos en la banca regional estadounidense, desequilibrios fiscales y rumores de burbuja sobrevuelan las Bolsas. Pese a la elevada incertidumbre y a unas valoraciones que dejan poco margen para el error, los inversores aprovechan cada corrección para tomar posiciones a precios más atractivos y mantener la dinámica alcista. El impulso proviene también de las expectativas de recortes de tipos en EE UU y de una temporada de resultados que supera pronósticos, permitiendo a la renta variable seguir escalando posiciones.
La temporada de resultados de la banca española arranca con la atención del mercado puesta en el BBVA. Tras el fracaso de su opa sobre el Sabadell, los analistas anticipan que la entidad dirigida por Carlos Torres anunciará una recompra de acciones masiva por entre 3.000 y 3.500 millones de euros con el capital que había reservado para acometer la compra de la entidad catalana. Se trata de una forma de compensar la paciencia de los inversores que durante 17 meses han aguardado el desenlace de una operación que ha centrado buena parte de los esfuerzos del banco. La propia entidad comunicó inmediatamente después de conocer el resultado de la opa que repartiría 36.000 millones hasta 2028 entre sus accionistas.
Chimamanda Ngozi Adichie (Enugu, Nigeria, 48 años) llega al hotel del centro de Madrid a la una de la tarde y se sienta sonriendo a una mesa en la cafetería. Esta mujer simpatiquísima es una auténtica celebridad en su país. Y una de las novelistas más reconocidas en África y EE UU, su segunda patria. En Medio sol amarillo (2005, Random House) narró una parte de la historia de Nigeria, la guerra de Biafra, con una maestría deslumbrante, y en Americanah (2013, Random House) contó las aventuras-desventuras de una mujer joven africana en EE UU y las aventuras-desventuras de la misma joven africana de vuelta a África tras su paso por EEUU. De este libro es su famosa frase: “En Estados Unidos me di cuenta de que era negra”.
“No puedo dejar de querer a papá”, confiesa la voz de este libro interesantísimo, entre otras razones, por su inclasificable naturaleza genérica. Podría ser una autobiografía ficticia, un poema narrativo, una novela basada en testimonios reales y escrita en verso. En resumen, pura poesía de la experiencia con un toque de documentación. Fue Robert Langbaum quien, estudiando la conexión entre T. S. Eliot y Shakespeare, utilizó el término de poesía de la experiencia para referirse al monólogo dramático como construcción, en verso, de voces plurales que se encarnan en el texto literario. En este libro, la literatura decanta, en una sola historia y una sola voz, las conversaciones plurales de la realidad más cruda: Katharina Winkler activa la invención poética para articular una historia de ficción basada en el relato de varias mujeres abusadas en la infancia. El resultado estremece.
Corazón de siete leguasKatharina Winkler Traducción de Richard Gross Periférica, 2025 256 páginas. 20 eurosSe puede afirmar sin miedo que Chemnitz no es Olga, el personaje del célebre relato de Nabokov a quien desde muy pequeña se consideró una belleza rusa. Destruida con saña por los bombardeos aliados, tras la Segunda Guerra Mundial tuvo un segundo nacimiento bautizada como Karl-Marx-Stadt, Ciudad de Karl Marx. El filósofo alemán nunca vivió ni trabajó en la ciudad, ni siquiera estuvo de paso, pero las autoridades de la República Democrática Alemana (RDA) resolvieron que el nuevo nombre se ajustaba como un guante a su tradición obrera e industrial y sobre todo a lo que planificaban para ella: un porvenir como “ciudad modelo socialista”. En esta metrópoli sovietizada florecieron unos espacios singulares de propiedad personal, muy privada: los garajes para el coche. Un equipo de cuatro expertas en estudios culturales y antropología, en uno de los principales proyectos de Chemnitz como Capital Europea de la Cultura en 2025, ha decidido ponerlos en el mapa, valorarlos como archivos vivos y desentrañar lo que guardan.
Pariente de la cebolla, la cebolleta, el cebollino y el ajo, el puerro nunca tuvo el renombre de sus allegados. Ha ejercido históricamente de patito feo de la familia. Con un papel secundario, ha servido como complemento en platos donde queda a la sombra de productos que brillan, como le ocurre en el tradicional puchero andaluz. Y para las nuevas generaciones, más que un alimento, es un meme: el de No puerro más. Sin embargo, su carácter polifacético lo empieza a convertir en una hortaliza principal de la hostelería profesional.
Si hay una mujer del mes en las series españolas, esa es Araceli Álvarez de Sotomayor. Tres comedias estrenadas en octubre tienen su firma. En el plazo de seis días se estrenaron Nails (creación suya para SkyShowtime), Sin gluten (que ha cocreado con Javier Aguayo y Germán Aparicio para La 1 y Prime Video) y Animal (en Netflix, creada por Víctor García León y en la que es coordinadora de guiones). “Me ha dado un poco de rabia no poder disfrutar calmadamente de cada una, pero no me voy a quejar”, decía la semana pasada en las oficinas de SkyShowtime en Madrid.
Marta R., de 53 años y divorciada desde hace dos por una infidelidad de su ahora exmarido, se lio con el chico con el que estaba su mejor amiga, Patricia S. ¿Por qué lo hizo y, sobre todo, por qué su amiga ha sentido una devastadora sensación de traición que le cuesta superar? “Enterarme me produjo un sentimiento muy extraño de culpa y de no entender nada, durante semanas me sentí paralizada y bloqueada, sin poder entender por qué estaba así. Lo que más me llamaba la atención es que mi ira no era hacia él, sino hacia ella. Sentí que la traición era mucho más grave y no entendía por qué”, explica Patricia.