ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
“Siento que solo seré feliz si tengo pareja como el resto de mis amigas. Me comparo constantemente. Creo que lo que tiene el otro es mejor que lo que tengo yo. Ojalá yo también lo tuviera. Pienso que todos pueden menos yo, pero me alegro cuando al otro le va mal”, son frases que escuchamos en la consulta. La envidia es una emoción mal vista. Se esconde en la intimidad y da vergüenza reconocerla, y se tiende a juzgar negativamente. Sin embargo, es algo universal. En La monarquía del miedo (Paidós, 2019), la filósofa Martha C. Nussbaum recuerda que emociones como la envidia forman parte de la vulnerabilidad humana y que, cuando se colectivizan, pueden ser destructivas en lo íntimo y en lo político. La crítica literaria Marina Porras Martí, en La envidia (Fragmenta, 2022), la describe como un sentimiento relacional que nace de compararse con los demás y preguntarse por qué tienen algo que uno no posee.
Un día antes de ser apresado por las tropas de Hernán Cortes, el último monarca del imperio mexica dio un mensaje a su pueblo: “Nuestro sol se ocultó, pero sabemos que otra vez volverá”. El alegato de Cuauhtémoc era una defensa metafórica de la memoria de una civilización devastada por la guerra, el hambre y la viruela. El sol representaba para los mexicas tanto la creación como la destrucción del mundo. La síntesis de esa concepción circular y mítica del tiempo es la Piedra de Sol, un enorme monolito de 24 toneladas tallado sobre una piedra volcánica en forma de rueda. A la vez, el calendario azteca es seguramente la pieza que mejor encarna el violento devenir de la memoria de su civilización.
En su estrategia de aterrorizar a los inmigrantes indocumentados instalados en Estados Unidos, el Gobierno que preside Donald Trump está presionando con todo tipo de recursos diplomáticos y económicos a 30 países africanos para que se plieguen a recibir vuelos con los detenidos en las polémicas redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense. Se trata de una nueva tergiversación de la ley que desemboca en la indefensión jurídica de los deportados, en su abandono en un limbo ajeno al derecho internacional y en la incertidumbre sobre su situación real en los países de destino. Lo peor es que esta agresiva iniciativa —que incluye encadenar a los inmigrantes o inmovilizarlos con camisas de fuerza— está teniendo sus frutos: al menos cinco naciones —Ghana, Esuatini, Sudán del Sur, Ruanda y Uganda— han firmado ya con Trump algún acuerdo en este sentido.
Cuando las cosas no funcionan, es preciso cambiarlas. Una definición de la locura es repetir los mismos actos y esperar un resultado diferente (por lo visto, es una frase falsamente atribuida a Einstein; en el caso de la afirmación “la educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela”, que aparece en un anuncio del Ministerio de Educación, lo que sin duda es fake es el ministerio). Hace tiempo que las ruedas de prensa dejaron de ser útiles en política. Hay problemas con el reparto de preguntas, los periodistas rara vez plantean las cuestiones adecuadas y los políticos responden hablando de otra cosa. Con desalentadora frecuencia, solo dicen algo pertinente cuando cometen un lapsus: es lo que le sucede a Yolanda Díaz. Las entrevistas tampoco resultan satisfactorias. Enfrentarse al típico periodista impertinente es desagradable y no hemos venido aquí a sufrir: bastantes problemas tenemos como para llevarnos más disgustos. Por eso, cada vez es más común que los políticos prefieran que solo los entrevisten medios ideológicamente cercanos. Es una forma de evitar la polarización. Ha habido otros intentos meritorios, como filtrar las preguntas o pactarlas, para evitar esos momentos desagradables que no benefician a nadie. Pero necesitamos un cambio de modelo.
Ojo con los columpios. Cuando uno ve a un niño lanzarse por un tobogán o trepar como Spider-Man por las enredaderas, quizá tenga delante al próximo Steve Jobs o a la próxima Marie Curie. El otro día, en un parque de Madrid —algún día, se abrirá el melón de por qué apenas existe imaginación en la capital y son todos igual de feos— un padre le dijo a otro que su hijo pequeño tenía “altas capacidades”. El hombre, un tanto sorprendido, le preguntó que cómo lo sabía si el pequeño tiene poco más de un año. “Dice muchas palabras y señala todo el rato. Señala mucho. Sabe un montón de cosas ya”, contestó. No. Ese pequeño no tiene altas capacidades, tiene demasiadas.
El tamiz del tiempo tiende a dulcificar los recuerdos. Salvo si la evocación que asalta a la mente es visualizarse comiendo papeles de magdalenas y cáscaras de plátano, de pura hambre. Ese rincón de la memoria donde habitan esas vecinas hermanas de familia numerosa que, cuando llegaba el frío, se turnaban para salir porque solo tenían un abrigo. O las rodillas peladas de fregar a mano los escalones con arena de playa y sosa; el barreño de zinc para bañarse; el váter compartido para todo el edificio. Ahí solo queda resistencia y camaradería. Justo lo que pretende un grupo de mujeres mayores del barrio de Santa María de Cádiz con la obra de teatro que este jueves representan para narrar en primera persona un pasado que vivieron hace no tanto tiempo.
A Zeina Abirached se la ve feliz caminando por la Alhambra, donde ha llegado el primer fin de semana de octubre invitada por la Fundación Tres Culturas para participar en el Festival cultur_ALH, una cita sobre literatura en sus muchas manifestaciones, oral, escrita, musical o ilustrada. Esta es la que afecta a Abirached (Beirut, 1981), ilustradora y autora de cómics que convivió sus primeros años de vida con la guerra del Líbano. Cuando tuvo que decidir qué hacer con su futuro, se centró en la reconstrucción de su ciudad. Pero la suya no es una reconstrucción física, sino espiritual, de la memoria. Construirla y que perdure a través de sus novelas gráficas es su búsqueda. Desde hace dos décadas vive en París, donde ha publicado obras como Beyrouth. Catharsis (2006), El juego de las golondrinas (2007), referencia del cómic autobiográfico y su primer gran éxito, o El piano oriental (2015), premio en el festival de cómic de Angulema, en el que dibuja/narra la divertida historia de su bisabuelo, músico e inventor de un piano bilingüe capaz de unir la música de Oriente y de Occidente. En año y medio, dos a lo sumo, presenta nueva obra, comenta.
Don McCullin (Londres, 1935), tenía cinco años cuando por primera vez llegó al condado de Somerset, al sureste de Inglaterra. Bajó del tren en la estación de Frome, cogido de una mano a su hermana pequeña; en la otra, llevaba una máscara de gas. Habían sido evacuados de Londres huyendo de los bombardeos. Se dirigieron a Norton Saint Philip. Ella fue acogida en una mansión; él, en la casa de unos labradores. Allí pasó dos años, hasta que pudo volver solo a la casa familiar en Finsbury Park, un suburbio de la capital británica. Su hermana permaneció en el campo, adoptada por la familia que la había acogido.
España financiará la compra de armamento estadounidense para donarlo a Ucrania. Tras algunas dudas, el Gobierno español ha decidido sumarse al programa PURL (Lista de Requerimientos Prioritarios de Ucrania, por sus siglas en inglés) coordinado por la OTAN para atender las demandas de Kiev, según fuentes gubernamentales. El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, abordó el pasado martes este asunto en una conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski; mientras que la ministra española de Defensa, Margarita Robles, habló con su homólogo ucranio, Denís Shmihal. Ambos, según las fuentes consultadas, transmitieron a sus interlocutores españoles la imperiosa necesidad de que sus demandas de armamento sean atendidas con urgencia para hacer frente a la campaña de bombardeos rusos que está devastando la infraestructura energética del país ante el inminente invierno.
El Ejército del Aire y del Espacio desplegará dos aviones de combate en Polonia el próximo mes de noviembre para hacer frente a la amenaza que representan las cada vez más frecuentes incursiones de drones rusos en el espacio aéreo de la OTAN, según fuentes militares. Esta será la contribución más visible de España a la Operación Eastern Sentry (“Centinela Oriental”), que la Alianza Atlántica lanzó el pasado 12 de septiembre, después de que casi una veintena de drones rusos irrumpiesen inopinadamente en Polonia, pero no la única. Dos de los ocho cazas Eurofighter españoles desplegados en la base aérea de Šiauliai (Lituania), en misión de policía aérea, han sido ya asignados a la nueva operación de la Alianza Atlántica, junto con un avión de reabastecimiento en vuelo A400M, también destacado en dicha república báltica. La contribución española sumará en conjunto cuatro aviones de combate y un avión cisterna y operará desde dos países de la OTAN. El envío de los dos cazas a Polonia coincidirá con el relevo del destacamento de Lituania, que sustituirá los actuales Eurofighter por cazas F-18.
Nos dicen que somos charlatanes, que simulamos que sabemos lo que no sabemos; yo creo que lo peor es que simulamos que no sabemos lo que sí. Como dicen en mi barrio: nos hacemos los boludos —y nos sale muy bien—.
El lunes por la noche seguí desde el móvil tres directos que me interesaron más que cualquier programa de televisión. Rosalía había anunciado que pasaría algo en TikTok a las 20:45 y allí estaba yo, puntual, esperando una presentación cuidada como la de su anterior disco, pero eso fue lo único que no ocurrió. Apareció en un apartamento diáfano, rodeada de gente grabándola y maquillándola, peinándola con un halo angelical, vistiéndola de blanco, calzándola con unas bailarinas rojas. Había cigarros, mesas desordenadas y un ordenador con una cuenta atrás. Nos vamos a Callao, dijeron, y cientos de personas más jóvenes y menos perezosas que yo se levantaron del sofá y se acercaron al centro de Madrid a esperarla, colapsándolo. Desde que se encendió la luz roja todo salió mal: el formato horizontal era incómodo para los espectadores, que enviaron tantos regalos virtuales que taparon con ellos la cara de Rosalía. En pleno directo, la artista se entera de que se ha filtrado la portada de su nueva obra, Lux, justo lo que quería anunciar. Se empeña en conducir, pero va fumando en un deportivo potentísimo que no conoce con el volante a la derecha. Su hermana Pili está espantada y TikTok, que corta la emisión, también. Me paso a Instagram, donde la vemos soltando el volante para palmear, hablar con otros conductores y saludar a peatones que no dan crédito a lo que ven. La batería del altavoz inalámbrico se acaba. Llegan tarde, con Callao lleno de pantallas con la cuenta atrás. Hay demasiada gente y nadie ha coordinado la seguridad con el Ayuntamiento. Rosalía deja el coche en doble fila y echa a correr. Se le sale esa zapatilla roja que alguien dijo que no se le iba a salir. Cientos de fans la siguen a la carrera. Entra en un hotel. El temporizador llega a cero y los luminosos enseñan la portada. Sigo atenta desde una tercera cuenta, la de la periodista Marina Enrich, que cubre en vivo la inquietud de los fans que se quedan esperando algo más que nunca ocurre.
La epidemióloga Xisca Sureda (Palma de Mallorca, 40 años) lleva dos semanas poniéndose al día de todas sus funciones como nueva delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. El organismo, que recibe más de la mitad de su presupuesto de los decomisos a narcotraficantes, coordina el trabajo para reducir el consumo e implantar planes de rehabilitación y reducción de daños con las comunidades autónomas y los ayuntamientos, con ONG, con la policía y la Fiscalía, además de monitorizar mediante encuestas la evolución del uso de sustancias que van desde el tabaco o las benzodiacepinas, a la heroína. Recibe a EL PAÍS en su despacho de la Plaza de España de Madrid, en su primera entrevista en el cargo.
En el hemiciclo del Congreso habita un ecosistema propio. Si uno está atento, se puede escuchar casi todo lo que se rumorea en las bancadas. Y, sobre todo, desde las tribunas altas, donde está la prensa, se puede percibir con claridad el estado de ánimo de los diputados, que a veces coincide a los dos lados del hemiciclo. Este miércoles fue una de esas raras veces. Cuando Miriam Nogueras le dijo a un Pedro Sánchez descolocado “quizá habría que hablar menos del cambio de hora y empezar a hablar de la hora del cambio” se escuchó con claridad un murmullo, un “oooh”. De alegría en las bancadas de la derecha, de preocupación en las de la izquierda. Pero en todas coincidían: acababa de pasar algo diferente, un salto. Nogueras llegó a hablar incluso de “financiación ilegal”, la línea roja que muchos socios se marcaron para retirar el apoyo a Sánchez.
Vox está cumpliendo el guion de desgaste al PP. Los ultras dieron el martes el portazo a la negociación de los Presupuestos de Aragón, y en la dirección del PP tienen claro que todo forma parte de la misma estrategia que Santiago Abascal lanzó en julio del año pasado, cuando rompió todos los Gobiernos autonómicos del PP. Vox busca sustituir al PP, no convertirse en su muleta, así que en las altas esferas del PP son conscientes de que, tras Aragón, los de Abascal darán un portazo con toda probabilidad también a los Presupuestos de Extremadura y de Castilla y León. El probable fracaso de las cuentas públicas en esos territorios reabre el escenario electoral, salvo en Castilla y León, que ya está despejado que irá a las urnas en marzo del año que viene. El PP estudia sus opciones, pero en Génova no ven con buenos ojos un superdomingo electoral con las cuatro autonomías, sino en todo caso una secuencia de citas electorales para tratar de desgastar más al PSOE.
La presidenta madrileña, que suele utilizar en su discurso referencias a la Guerra Civil y la dictadura para hablar del Ejecutivo —“el Gobierno promueve el guerracivilismo en todo”; “basta de blanquear el Estado dictatorial de Sánchez”; “así es como funciona una dictadura comunista”...—, rechaza que una placa recuerde que la sede de su Gobierno fue durante el franquismo, escenario de detención y torturas. Argumenta el Ejecutivo madrileño que la decisión viene de “un autócrata” (en alusión al presidente del Gobierno) y que se trata “de una resolución sectaria, contraria a la verdad”. La verdad, que pueden acreditar los que pasaron por sus dependencias durante la dictadura, es que el edificio que alberga hoy al Gobierno madrileño fue, durante el franquismo, la sede de la Dirección General de Seguridad (DGS), cuyos responsables, entre otros, Antonio González Pacheco, Billy el Niño, interrogaban y torturaban a hombres y mujeres que habían sido detenidos por defender, precisamente, uno de los lemas de Ayuso: la libertad. A colocar al detenido con las esposas debajo de las piernas y ponerlo a caminar, para que se clavaran en las muñecas, lo llamaban “el pato”; A simular que iban a arrojarte por la ventana, “un Grimau” [por Julián, el dirigente comunista, fusilado en 1963, que según el Régimen había intentado suicidarse en la DGS, algo que, según su abogado, no era posible: la policía declaró que había roto el cristal con la cabeza, pero no tenía corte alguno en la cara].
Las facultades de Educación consideran necesario mejorar la formación que recibe el profesorado, tanto de infantil y primaria como de secundaria. Y apuestan para lograrlo por aumentar la duración de la carrera para ser maestro de los cuatro años actuales a cinco, y del máster de profesorado de secundaria, de un año a dos. La decisión todavía no es definitiva, debe votarse en la asamblea que la Conferencia de Decanas y Decanos de Educación celebrará el mes que viene en Las Palmas, pero según fuentes de la entidad, que agrupa a responsables de 85 organismos académicos, existe consenso para que salga adelante. Una vez aprobada, los decanos trasladarán la propuesta al Ministerio de Educación y al de Universidades, en el marco de la reforma del profesorado que tiene en marcha el Gobierno.
Desde que el pasado 3 de octubre se notificó el primer caso de dermatosis nodular contagiosa (DNC) en una granja de recría de Castelló d’Empúries (Girona), la enfermedad ya se ha detectado en un total de diecisiete explotaciones de la provincia y ha obligado a sacrificar 2.500 cabezas de ganado bovino, según Unió de Pagesos (UP). Según el departamento de Agricultura de la Generalitat hay unos 152.000 animales inmovilizados. El sindicato agrario recuerda que ya había advertido de la necesidad de actuar ante la gran cantidad de focos en Francia y critica duramente “la falta de previsión y de gestión” de la Generalitat. Unió de Pagesos afirma que el departamento de Agricultura está “sobrepasado por el problema”. Además insiste en la necesidad de acelerar la vacunación del ganado. Este miércoles todavía no se había alcanzado el 75% de vacunación de la cabaña del Alt Empordà, comarca en la que se encuentran casi todas las explotaciones afectadas.
La autobiografía de Isabel Preysler (Manila, 75 años) ha generado un revuelo mediático en la prensa del corazón española. Las revelaciones, muchas de ellas desconocidas hasta ahora, han copado titulares, horas de televisión y conversaciones en redes sociales. No ha querido dejar nada en el tintero y ha hablado, siempre desde su verdad, de los capítulos más importantes de su vida y de sus historias de amor junto a Julio Iglesias, Carlos Falcó, Miguel Boyer y Mario Vargas Llosa.