ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
A Zeina Abirached se la ve feliz caminando por la Alhambra, donde ha llegado el primer fin de semana de octubre invitada por la Fundación Tres Culturas para participar en el Festival cultur_ALH, una cita sobre literatura en sus muchas manifestaciones, oral, escrita, musical o ilustrada. Esta es la que afecta a Abirached (Beirut, 1981), ilustradora y autora de cómics que convivió sus primeros años de vida con la guerra del Líbano. Cuando tuvo que decidir qué hacer con su futuro, se centró en la reconstrucción de su ciudad. Pero la suya no es una reconstrucción física, sino espiritual, de la memoria. Construirla y que perdure a través de sus novelas gráficas es su búsqueda. Desde hace dos décadas vive en París, donde ha publicado obras como Beyrouth. Catharsis (2006), El juego de las golondrinas (2007), referencia del cómic autobiográfico y su primer gran éxito, o El piano oriental (2015), premio en el festival de cómic de Angulema, en el que dibuja/narra la divertida historia de su bisabuelo, músico e inventor de un piano bilingüe capaz de unir la música de Oriente y de Occidente. En año y medio, dos a lo sumo, presenta nueva obra, comenta.
Don McCullin (Londres, 1935), tenía cinco años cuando por primera vez llegó al condado de Somerset, al sureste de Inglaterra. Bajó del tren en la estación de Frome, cogido de una mano a su hermana pequeña; en la otra, llevaba una máscara de gas. Habían sido evacuados de Londres huyendo de los bombardeos. Se dirigieron a Norton Saint Philip. Ella fue acogida en una mansión; él, en la casa de unos labradores. Allí pasó dos años, hasta que pudo volver solo a la casa familiar en Finsbury Park, un suburbio de la capital británica. Su hermana permaneció en el campo, adoptada por la familia que la había acogido.
España financiará la compra de armamento estadounidense para donarlo a Ucrania. Tras algunas dudas, el Gobierno español ha decidido sumarse al programa PURL (Lista de Requerimientos Prioritarios de Ucrania, por sus siglas en inglés) coordinado por la OTAN para atender las demandas de Kiev, según fuentes gubernamentales. El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, abordó el pasado martes este asunto en una conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski; mientras que la ministra española de Defensa, Margarita Robles, habló con su homólogo ucranio, Denís Shmihal. Ambos, según las fuentes consultadas, transmitieron a sus interlocutores españoles la imperiosa necesidad de que sus demandas de armamento sean atendidas con urgencia para hacer frente a la campaña de bombardeos rusos que está devastando la infraestructura energética del país ante el inminente invierno.
El Ejército del Aire y del Espacio desplegará dos aviones de combate en Polonia el próximo mes de noviembre para hacer frente a la amenaza que representan las cada vez más frecuentes incursiones de drones rusos en el espacio aéreo de la OTAN, según fuentes militares. Esta será la contribución más visible de España a la Operación Eastern Sentry (“Centinela Oriental”), que la Alianza Atlántica lanzó el pasado 12 de septiembre, después de que casi una veintena de drones rusos irrumpiesen inopinadamente en Polonia, pero no la única. Dos de los ocho cazas Eurofighter españoles desplegados en la base aérea de Šiauliai (Lituania), en misión de policía aérea, han sido ya asignados a la nueva operación de la Alianza Atlántica, junto con un avión de reabastecimiento en vuelo A400M, también destacado en dicha república báltica. La contribución española sumará en conjunto cuatro aviones de combate y un avión cisterna y operará desde dos países de la OTAN. El envío de los dos cazas a Polonia coincidirá con el relevo del destacamento de Lituania, que sustituirá los actuales Eurofighter por cazas F-18.
Nos dicen que somos charlatanes, que simulamos que sabemos lo que no sabemos; yo creo que lo peor es que simulamos que no sabemos lo que sí. Como dicen en mi barrio: nos hacemos los boludos —y nos sale muy bien—.
El lunes por la noche seguí desde el móvil tres directos que me interesaron más que cualquier programa de televisión. Rosalía había anunciado que pasaría algo en TikTok a las 20:45 y allí estaba yo, puntual, esperando una presentación cuidada como la de su anterior disco, pero eso fue lo único que no ocurrió. Apareció en un apartamento diáfano, rodeada de gente grabándola y maquillándola, peinándola con un halo angelical, vistiéndola de blanco, calzándola con unas bailarinas rojas. Había cigarros, mesas desordenadas y un ordenador con una cuenta atrás. Nos vamos a Callao, dijeron, y cientos de personas más jóvenes y menos perezosas que yo se levantaron del sofá y se acercaron al centro de Madrid a esperarla, colapsándolo. Desde que se encendió la luz roja todo salió mal: el formato horizontal era incómodo para los espectadores, que enviaron tantos regalos virtuales que taparon con ellos la cara de Rosalía. En pleno directo, la artista se entera de que se ha filtrado la portada de su nueva obra, Lux, justo lo que quería anunciar. Se empeña en conducir, pero va fumando en un deportivo potentísimo que no conoce con el volante a la derecha. Su hermana Pili está espantada y TikTok, que corta la emisión, también. Me paso a Instagram, donde la vemos soltando el volante para palmear, hablar con otros conductores y saludar a peatones que no dan crédito a lo que ven. La batería del altavoz inalámbrico se acaba. Llegan tarde, con Callao lleno de pantallas con la cuenta atrás. Hay demasiada gente y nadie ha coordinado la seguridad con el Ayuntamiento. Rosalía deja el coche en doble fila y echa a correr. Se le sale esa zapatilla roja que alguien dijo que no se le iba a salir. Cientos de fans la siguen a la carrera. Entra en un hotel. El temporizador llega a cero y los luminosos enseñan la portada. Sigo atenta desde una tercera cuenta, la de la periodista Marina Enrich, que cubre en vivo la inquietud de los fans que se quedan esperando algo más que nunca ocurre.
La epidemióloga Xisca Sureda (Palma de Mallorca, 40 años) lleva dos semanas poniéndose al día de todas sus funciones como nueva delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. El organismo, que recibe más de la mitad de su presupuesto de los decomisos a narcotraficantes, coordina el trabajo para reducir el consumo e implantar planes de rehabilitación y reducción de daños con las comunidades autónomas y los ayuntamientos, con ONG, con la policía y la Fiscalía, además de monitorizar mediante encuestas la evolución del uso de sustancias que van desde el tabaco o las benzodiacepinas, a la heroína. Recibe a EL PAÍS en su despacho de la Plaza de España de Madrid, en su primera entrevista en el cargo.
En el hemiciclo del Congreso habita un ecosistema propio. Si uno está atento, se puede escuchar casi todo lo que se rumorea en las bancadas. Y, sobre todo, desde las tribunas altas, donde está la prensa, se puede percibir con claridad el estado de ánimo de los diputados, que a veces coincide a los dos lados del hemiciclo. Este miércoles fue una de esas raras veces. Cuando Miriam Nogueras le dijo a un Pedro Sánchez descolocado “quizá habría que hablar menos del cambio de hora y empezar a hablar de la hora del cambio” se escuchó con claridad un murmullo, un “oooh”. De alegría en las bancadas de la derecha, de preocupación en las de la izquierda. Pero en todas coincidían: acababa de pasar algo diferente, un salto. Nogueras llegó a hablar incluso de “financiación ilegal”, la línea roja que muchos socios se marcaron para retirar el apoyo a Sánchez.
Vox está cumpliendo el guion de desgaste al PP. Los ultras dieron el martes el portazo a la negociación de los Presupuestos de Aragón, y en la dirección del PP tienen claro que todo forma parte de la misma estrategia que Santiago Abascal lanzó en julio del año pasado, cuando rompió todos los Gobiernos autonómicos del PP. Vox busca sustituir al PP, no convertirse en su muleta, así que en las altas esferas del PP son conscientes de que, tras Aragón, los de Abascal darán un portazo con toda probabilidad también a los Presupuestos de Extremadura y de Castilla y León. El probable fracaso de las cuentas públicas en esos territorios reabre el escenario electoral, salvo en Castilla y León, que ya está despejado que irá a las urnas en marzo del año que viene. El PP estudia sus opciones, pero en Génova no ven con buenos ojos un superdomingo electoral con las cuatro autonomías, sino en todo caso una secuencia de citas electorales para tratar de desgastar más al PSOE.
La presidenta madrileña, que suele utilizar en su discurso referencias a la Guerra Civil y la dictadura para hablar del Ejecutivo —“el Gobierno promueve el guerracivilismo en todo”; “basta de blanquear el Estado dictatorial de Sánchez”; “así es como funciona una dictadura comunista”...—, rechaza que una placa recuerde que la sede de su Gobierno fue durante el franquismo, escenario de detención y torturas. Argumenta el Ejecutivo madrileño que la decisión viene de “un autócrata” (en alusión al presidente del Gobierno) y que se trata “de una resolución sectaria, contraria a la verdad”. La verdad, que pueden acreditar los que pasaron por sus dependencias durante la dictadura, es que el edificio que alberga hoy al Gobierno madrileño fue, durante el franquismo, la sede de la Dirección General de Seguridad (DGS), cuyos responsables, entre otros, Antonio González Pacheco, Billy el Niño, interrogaban y torturaban a hombres y mujeres que habían sido detenidos por defender, precisamente, uno de los lemas de Ayuso: la libertad. A colocar al detenido con las esposas debajo de las piernas y ponerlo a caminar, para que se clavaran en las muñecas, lo llamaban “el pato”; A simular que iban a arrojarte por la ventana, “un Grimau” [por Julián, el dirigente comunista, fusilado en 1963, que según el Régimen había intentado suicidarse en la DGS, algo que, según su abogado, no era posible: la policía declaró que había roto el cristal con la cabeza, pero no tenía corte alguno en la cara].
Las facultades de Educación consideran necesario mejorar la formación que recibe el profesorado, tanto de infantil y primaria como de secundaria. Y apuestan para lograrlo por aumentar la duración de la carrera para ser maestro de los cuatro años actuales a cinco, y del máster de profesorado de secundaria, de un año a dos. La decisión todavía no es definitiva, debe votarse en la asamblea que la Conferencia de Decanas y Decanos de Educación celebrará el mes que viene en Las Palmas, pero según fuentes de la entidad, que agrupa a responsables de 85 organismos académicos, existe consenso para que salga adelante. Una vez aprobada, los decanos trasladarán la propuesta al Ministerio de Educación y al de Universidades, en el marco de la reforma del profesorado que tiene en marcha el Gobierno.
Desde que el pasado 3 de octubre se notificó el primer caso de dermatosis nodular contagiosa (DNC) en una granja de recría de Castelló d’Empúries (Girona), la enfermedad ya se ha detectado en un total de diecisiete explotaciones de la provincia y ha obligado a sacrificar 2.500 cabezas de ganado bovino, según Unió de Pagesos (UP). Según el departamento de Agricultura de la Generalitat hay unos 152.000 animales inmovilizados. El sindicato agrario recuerda que ya había advertido de la necesidad de actuar ante la gran cantidad de focos en Francia y critica duramente “la falta de previsión y de gestión” de la Generalitat. Unió de Pagesos afirma que el departamento de Agricultura está “sobrepasado por el problema”. Además insiste en la necesidad de acelerar la vacunación del ganado. Este miércoles todavía no se había alcanzado el 75% de vacunación de la cabaña del Alt Empordà, comarca en la que se encuentran casi todas las explotaciones afectadas.
La autobiografía de Isabel Preysler (Manila, 75 años) ha generado un revuelo mediático en la prensa del corazón española. Las revelaciones, muchas de ellas desconocidas hasta ahora, han copado titulares, horas de televisión y conversaciones en redes sociales. No ha querido dejar nada en el tintero y ha hablado, siempre desde su verdad, de los capítulos más importantes de su vida y de sus historias de amor junto a Julio Iglesias, Carlos Falcó, Miguel Boyer y Mario Vargas Llosa.
¿Ha llegado Nunvember, el mes de pensar en hacerse monja? ¿Hay una nuncraze? ¿Una monja-manía? El anuncio del nuevo álbum de Rosalía, titulado Lux, parece que va a poner de moda todo lo que tiene que ver con las monjas, incluyendo la contemplación, la iluminación y la toca. Pero, en este final de 2025, la cantante no es la primera ni la única que coincide en buscar respuestas al mundo moderno entre los muros del convento.
Dos series diarias españolas, Valle salvaje y Regreso a Las Sabinas, optarán el 24 de noviembre a llevarse el premio a la mejor telenovela en los Emmy Internacionales. El año pasado, otras dos producciones españolas, Salón de té La Moderna y La Promesa, estuvieron nominadas, y la segunda incluso se llevó el premio que otorga la Academia Internacional de las Artes y las Ciencias de la Televisión. Y dos años antes, Dos vidas, otra diaria española, fue candidata al galardón. Lo que entonces era algo anecdótico hoy ya parece habitual: el mundo está prestando atención a las series diarias españolas y las aplaude.
Resulta lamentable tener que recordar que determinadas cuestiones —entre las que la salud de los ciudadanos ocupa un lugar preeminente— no pueden estar sujetas a la lucha partidista, por muy honda que sea la polarización política y muy ferviente que resulte el afán de un partido por llegar al Gobierno. O por mantenerse en él. Más aún si hablamos de una enfermedad como el cáncer, en la que la evaluación precoz supone un factor clave. Cuando hace tres semanas estalló el escándalo de los cribados de cáncer de mama en Andalucía, el Ministerio de Sanidad se dirigió a todas las comunidades autónomas para que le remitiesen sus datos de los programas de cribado de los cánceres de mama, cérvix y colorrectal, los tres principales que se realizan en España. Resulta indignante que el PP haya consensuado con sus autonomías negarse a enviarlos.
El mayor problema de Alberto Núñez Feijóo es que una parte de la derecha no cree que sea una alternativa real a Pedro Sánchez. Vivimos tan inmersos en la polarización que incluso cuesta pensar que el líder del Partido Popular no sea ese ultra que la izquierda asegura que es. Ahora bien, si Vox crece hoy en las encuestas a costa del PP, es porque muchos ciudadanos que votarían a Feijóo no creen que este vaya a hacer cosas tan distintas a las del Gobierno progresista, por paradójico que resulte.
El sábado 18 de octubre, unos siete millones de estadounidenses salieron a las calles para rechazar lo que perciben como el desmantelamiento de la democracia norteamericana por parte de la administración de Trump. Las protestas bajo el lema “No Kings” —pacíficas, plurales, decididamente cívicas— se han convertido en la mayor manifestación pública en la historia de EE UU. El ambiente en las marchas fue abrumadoramente alegre y pacífico: los manifestantes portaban pancartas en defensa de los principios estadounidenses de democracia, libertad de expresión, igualdad y Estado de derecho. Y hubo una sorprendente ausencia de violencia: en varias ciudades importantes, incluida Nueva York, la policía local informó de cero detenidos vinculados a las manifestaciones.