ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
El discurso bélico y las tensiones geopolíticas adquieren una nueva dimensión en Venezuela. Nicolás Maduro ha advertido este miércoles de que la Fuerza Armada Nacional cuenta con más de 5.000 misiles Igla-S en la defensa antiaérea, como parte del equipamiento con el que el país hace frente a la amenaza militar estadounidense. Washington mantiene desde hace dos meses un despliegue naval en el Caribe que el chavismo ha interpretado como una maniobra para forzar un cambio de Gobierno en Venezuela, aunque la Casa Blanca asegura que se trata de una lucha contra el narcotráfico.
Ana (nombre ficticio) tiene veintipocos años y está embarazada de seis meses. Se encuentra recluida en el centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de Basile, en Luisiana, a pesar de que las directrices de esta agencia instan a evitar la detención de mujeres gestantes. En su primer mes encerrada, no recibió las vitaminas prenatales recomendadas para esa etapa y, aunque sufre náuseas, vómitos y dolor en el cuerpo, el centro de detención solo le ha proporcionado Tylenol, un medicamento que, paradójicamente, el presidente Donald Trump ha asegurado que causa autismo en niños (aunque es una afirmación que no esté respaldada por la ciencia). Además, apenas come, porque no puede retener la mayoría de los alimentos que le dan.
La campaña militar estadounidense contra embarcaciones tripuladas por civiles supuestamente implicados en el narcotráfico continuó este martes con dos nuevos ataques extrajudiciales, que eleva a nueve el número de las operaciones de las que se tiene noticia desde septiembre. La novedad esta vez es que ambos se produjeron en aguas del océano Pacífico, al menos uno frente a las costas colombianas, y no, como los anteriores, en el mar Caribe. Los ataques, en los que murieron cinco personas, se dan en mitad del enfrentamiento entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el colombiano, Gustavo Petro, por la campaña militar contra el narcotráfico lanzada por Washington.
Nadie desea que la guerra en Ucrania dure 100 años, dijo el 16 de octubre en una conferencia en Kiev el conocido politólogo estadounidense George Friedman. Pero sus protagonistas sí corren a diferentes velocidades para dar fin a ella. Velocidades que son incompatibles.
“Es muy, muy, muy injusto”, contesta Verónica Frade, tripulante de cabina de 35 años, a una pregunta que sobrevuela las plantillas aéreas desde hace años: ¿por qué los pilotos tienen derecho a acceder antes a la jubilación por la penosidad de su oficio y no las tripulantes de cabina de pasajeros (TPC), si viajan en el mismo avión? “No sé cuál es la razón, pero lo que tengo claro es que no tiene sentido. Sufrimos la misma exposición a radiación, los mismos cambios de presión o los mismos problemas de sueño por los cambios horarios”, indica esta trabajadora. Ese agravio no solo se da respecto a los pilotos. Desde 1986 también acceden antes al retiro otros profesionales del sector, como los mecánicos de aeronaves o los fotógrafos y cámaras especialistas en tomas aéreas. Pero no las tripulantes. “Somos las únicas del avión que no nos jubilamos antes. No pedimos más que ellos, solo lo mismo”, agrega Frade.
La banca busca que el Gobierno se mueva ante la crisis de vivienda, con el foco en el programa de avales a la compra para jóvenes. Varias entidades —entre ellas las patronales del sector, la Asociación Española de Banca (AEB) y Ceca— han transmitido tanto al Instituto de Crédito Oficial (ICO) como al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, las razones por las que creen que este blindaje público, que debería facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda, no está llegando a la economía. Reclaman cambios en su regulación, fundamentalmente que el aval se conceda antes de la formalización de la hipoteca, así como la reducción de burocracia.
La crisis de la vivienda se erige como un gran problema social en el conjunto de la Unión Europea. Con los precios de las casas disparados —crecieron de media un 60,5% entre 2015 y 2025, según Eurostat— se ha convertido en un elemento que alimenta los populismos y merma la calidad de vida de los ciudadanos. Por eso la Comisión Europea ultima el primer paquete comunitario de medidas para abordar esa realidad. El plan sobre vivienda asequible incluirá iniciativas para regular en toda la UE los alquileres turísticos; flexibilizar las normas sobre las ayudas de Estado, para que puedan emplearse también en elementos relacionados con vivienda; y permitir que fondos de cohesión que no se hayan utilizado puedan emplearse en la construcción de vivienda pública o asequible, según detallan fuentes comunitarias.
El Gobierno se ha hartado de las acusaciones que el PP lanza un día sí y otro también de que Pedro Sánchez ha convertido a España en un “infierno fiscal”. La última muestra, este miércoles en el pleno del Congreso: tanto el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, como su vicesecretario económico, Juan Bravo, han vuelto con el latiguillo de que los socialistas han subido 97 veces los impuestos desde que están en La Moncloa. Una provocación a la que ahora el Ejecutivo contesta con la misma moneda. Acusa a los populares de haber elevado la fiscalidad muchas más veces, concretamente 137 en la etapa de Mariano Rajoy como presidente (2012-2018), si se emplea la misma metodología de cálculo que utiliza el PP y en la que el Ejecutivo ve errores de bulto. Eso le convertiría en el Gobierno que más subidas ha llevado a cabo.
El acercamiento de los gigantes tecnológicos a la energía nuclear avanza. Amazon, Microsoft, Meta o Alphabet han entrado en proyectos para el uso de esta energía para el creciente suministro para los centros de datos, que tienen unas previsiones de crecimiento enormes para los próximos años como consecuencia de la implantación de la inteligencia artificial (IA), de la mano de herramientas como ChatGPT, que ya tiene cientos de millones de usuarios. Y la app estrella de OpenAI no va a ser la única que va a disparar el uso de los centros de datos.
“Siento que solo seré feliz si tengo pareja como el resto de mis amigas. Me comparo constantemente. Creo que lo que tiene el otro es mejor que lo que tengo yo. Ojalá yo también lo tuviera. Pienso que todos pueden menos yo, pero me alegro cuando al otro le va mal”, son frases que escuchamos en la consulta. La envidia es una emoción mal vista. Se esconde en la intimidad y da vergüenza reconocerla, y se tiende a juzgar negativamente. Sin embargo, es algo universal. En La monarquía del miedo (Paidós, 2019), la filósofa Martha C. Nussbaum recuerda que emociones como la envidia forman parte de la vulnerabilidad humana y que, cuando se colectivizan, pueden ser destructivas en lo íntimo y en lo político. La crítica literaria Marina Porras Martí, en La envidia (Fragmenta, 2022), la describe como un sentimiento relacional que nace de compararse con los demás y preguntarse por qué tienen algo que uno no posee.
Un día antes de ser apresado por las tropas de Hernán Cortes, el último monarca del imperio mexica dio un mensaje a su pueblo: “Nuestro sol se ocultó, pero sabemos que otra vez volverá”. El alegato de Cuauhtémoc era una defensa metafórica de la memoria de una civilización devastada por la guerra, el hambre y la viruela. El sol representaba para los mexicas tanto la creación como la destrucción del mundo. La síntesis de esa concepción circular y mítica del tiempo es la Piedra de Sol, un enorme monolito de 24 toneladas tallado sobre una piedra volcánica en forma de rueda. A la vez, el calendario azteca es seguramente la pieza que mejor encarna el violento devenir de la memoria de su civilización.
En su estrategia de aterrorizar a los inmigrantes indocumentados instalados en Estados Unidos, el Gobierno que preside Donald Trump está presionando con todo tipo de recursos diplomáticos y económicos a 30 países africanos para que se plieguen a recibir vuelos con los detenidos en las polémicas redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense. Se trata de una nueva tergiversación de la ley que desemboca en la indefensión jurídica de los deportados, en su abandono en un limbo ajeno al derecho internacional y en la incertidumbre sobre su situación real en los países de destino. Lo peor es que esta agresiva iniciativa —que incluye encadenar a los inmigrantes o inmovilizarlos con camisas de fuerza— está teniendo sus frutos: al menos cinco naciones —Ghana, Esuatini, Sudán del Sur, Ruanda y Uganda— han firmado ya con Trump algún acuerdo en este sentido.
Cuando las cosas no funcionan, es preciso cambiarlas. Una definición de la locura es repetir los mismos actos y esperar un resultado diferente (por lo visto, es una frase falsamente atribuida a Einstein; en el caso de la afirmación “la educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela”, que aparece en un anuncio del Ministerio de Educación, lo que sin duda es fake es el ministerio). Hace tiempo que las ruedas de prensa dejaron de ser útiles en política. Hay problemas con el reparto de preguntas, los periodistas rara vez plantean las cuestiones adecuadas y los políticos responden hablando de otra cosa. Con desalentadora frecuencia, solo dicen algo pertinente cuando cometen un lapsus: es lo que le sucede a Yolanda Díaz. Las entrevistas tampoco resultan satisfactorias. Enfrentarse al típico periodista impertinente es desagradable y no hemos venido aquí a sufrir: bastantes problemas tenemos como para llevarnos más disgustos. Por eso, cada vez es más común que los políticos prefieran que solo los entrevisten medios ideológicamente cercanos. Es una forma de evitar la polarización. Ha habido otros intentos meritorios, como filtrar las preguntas o pactarlas, para evitar esos momentos desagradables que no benefician a nadie. Pero necesitamos un cambio de modelo.
Ojo con los columpios. Cuando uno ve a un niño lanzarse por un tobogán o trepar como Spider-Man por las enredaderas, quizá tenga delante al próximo Steve Jobs o a la próxima Marie Curie. El otro día, en un parque de Madrid —algún día, se abrirá el melón de por qué apenas existe imaginación en la capital y son todos igual de feos— un padre le dijo a otro que su hijo pequeño tenía “altas capacidades”. El hombre, un tanto sorprendido, le preguntó que cómo lo sabía si el pequeño tiene poco más de un año. “Dice muchas palabras y señala todo el rato. Señala mucho. Sabe un montón de cosas ya”, contestó. No. Ese pequeño no tiene altas capacidades, tiene demasiadas.
El tamiz del tiempo tiende a dulcificar los recuerdos. Salvo si la evocación que asalta a la mente es visualizarse comiendo papeles de magdalenas y cáscaras de plátano, de pura hambre. Ese rincón de la memoria donde habitan esas vecinas hermanas de familia numerosa que, cuando llegaba el frío, se turnaban para salir porque solo tenían un abrigo. O las rodillas peladas de fregar a mano los escalones con arena de playa y sosa; el barreño de zinc para bañarse; el váter compartido para todo el edificio. Ahí solo queda resistencia y camaradería. Justo lo que pretende un grupo de mujeres mayores del barrio de Santa María de Cádiz con la obra de teatro que este jueves representan para narrar en primera persona un pasado que vivieron hace no tanto tiempo.
A Zeina Abirached se la ve feliz caminando por la Alhambra, donde ha llegado el primer fin de semana de octubre invitada por la Fundación Tres Culturas para participar en el Festival cultur_ALH, una cita sobre literatura en sus muchas manifestaciones, oral, escrita, musical o ilustrada. Esta es la que afecta a Abirached (Beirut, 1981), ilustradora y autora de cómics que convivió sus primeros años de vida con la guerra del Líbano. Cuando tuvo que decidir qué hacer con su futuro, se centró en la reconstrucción de su ciudad. Pero la suya no es una reconstrucción física, sino espiritual, de la memoria. Construirla y que perdure a través de sus novelas gráficas es su búsqueda. Desde hace dos décadas vive en París, donde ha publicado obras como Beyrouth. Catharsis (2006), El juego de las golondrinas (2007), referencia del cómic autobiográfico y su primer gran éxito, o El piano oriental (2015), premio en el festival de cómic de Angulema, en el que dibuja/narra la divertida historia de su bisabuelo, músico e inventor de un piano bilingüe capaz de unir la música de Oriente y de Occidente. En año y medio, dos a lo sumo, presenta nueva obra, comenta.
Don McCullin (Londres, 1935), tenía cinco años cuando por primera vez llegó al condado de Somerset, al sureste de Inglaterra. Bajó del tren en la estación de Frome, cogido de una mano a su hermana pequeña; en la otra, llevaba una máscara de gas. Habían sido evacuados de Londres huyendo de los bombardeos. Se dirigieron a Norton Saint Philip. Ella fue acogida en una mansión; él, en la casa de unos labradores. Allí pasó dos años, hasta que pudo volver solo a la casa familiar en Finsbury Park, un suburbio de la capital británica. Su hermana permaneció en el campo, adoptada por la familia que la había acogido.
España financiará la compra de armamento estadounidense para donarlo a Ucrania. Tras algunas dudas, el Gobierno español ha decidido sumarse al programa PURL (Lista de Requerimientos Prioritarios de Ucrania, por sus siglas en inglés) coordinado por la OTAN para atender las demandas de Kiev, según fuentes gubernamentales. El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, abordó el pasado martes este asunto en una conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski; mientras que la ministra española de Defensa, Margarita Robles, habló con su homólogo ucranio, Denís Shmihal. Ambos, según las fuentes consultadas, transmitieron a sus interlocutores españoles la imperiosa necesidad de que sus demandas de armamento sean atendidas con urgencia para hacer frente a la campaña de bombardeos rusos que está devastando la infraestructura energética del país ante el inminente invierno.
El Ejército del Aire y del Espacio desplegará dos aviones de combate en Polonia el próximo mes de noviembre para hacer frente a la amenaza que representan las cada vez más frecuentes incursiones de drones rusos en el espacio aéreo de la OTAN, según fuentes militares. Esta será la contribución más visible de España a la Operación Eastern Sentry (“Centinela Oriental”), que la Alianza Atlántica lanzó el pasado 12 de septiembre, después de que casi una veintena de drones rusos irrumpiesen inopinadamente en Polonia, pero no la única. Dos de los ocho cazas Eurofighter españoles desplegados en la base aérea de Šiauliai (Lituania), en misión de policía aérea, han sido ya asignados a la nueva operación de la Alianza Atlántica, junto con un avión de reabastecimiento en vuelo A400M, también destacado en dicha república báltica. La contribución española sumará en conjunto cuatro aviones de combate y un avión cisterna y operará desde dos países de la OTAN. El envío de los dos cazas a Polonia coincidirá con el relevo del destacamento de Lituania, que sustituirá los actuales Eurofighter por cazas F-18.