ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La muerte no nos suele pillar preparados, ni la propia ni la ajena. Probablemente por desconocimiento de lo que viene después o por estar excesivamente acostumbrados a historias de muerte revestidas de ficción que vemos, leemos, oímos y, en general, consumimos tratando de dejar a un lado que algún día nosotros mismos seremos los protagonistas. Estos relatos no suelen tener demasiado que ver con la sencilla complejidad de, simplemente, dejar de vivir. La realidad indiscutible es que la muerte es parte de la vida. La última, sí, pero parte al fin y al cabo. Y que hablar de ella no debería ser un tabú. “Solo hay dos días con menos de 24 horas en nuestra vida, que esperan como dos paréntesis abiertos que cierran nuestra existencia: uno de ellos lo celebramos cada año, aunque es el otro el que hace que atesoremos la vida”, escribe la doctora estadounidense especialista en cuidados paliativos Kathryn Mannix en su libro Cuando el final se acerca (Siruela, 2020).
Viviendas que apenas consumen energía —haciendo una equivalencia pueden llegar a gastar como un mechero—, que aseguran la habitabilidad durante olas de calor sin necesidad de un aporte masivo de electricidad y que contribuyen al bienestar de los que viven en ellas. No son unicornios; existen y su construcción no es ni un euro más caro respecto al modelo de edificación convencional. La clave de estas casas está en el uso de la arquitectura bioclimática, una forma de hacer que va mucho más lejos que la mera eficiencia energética.
Los datos son preocupantes: con solo tener el móvil en la mesa, nuestra capacidad cognitiva disminuye un 12%, la atención se fragmenta (tardamos apenas 47 segundos en dispersarnos) y necesitamos 23 minutos para volver a concentrarnos. Cada vez que nos conectamos a un dispositivo nos desconectamos del mundo, advierte Marta Romo, directora general de la consultora de recursos humanos BeUp y experta en neurociencia. Atrapados en la velocidad, en la dictadura de los estímulos efímeros, el cerebro, que no está preparado para procesarlos, colapsa por agotamiento, se erosiona el pensamiento crítico y provoca el mayor aislamiento social de la historia; el que vivimos ahora. La pedadoga comparte sus reflexiones en el libro Hiperdesconexión, que acaba de publicar Roca Editorial, donde invita a ralentizar el ritmo de vida y eliminar compromisos de la agenda para reconectar con nosotros mismos, con nuestros valores.
La economía rumana vive en la actualidad una encrucijada. Los draconianos planes de ahorro aprobados en julio por la coalición gubernamental proeuropea destinados a reducir el déficit fiscal del 9,3% registrado en 2024 —el más elevado de la UE— que la sitúan continuamente a las puertas de la ruptura, suponen en cambio un enorme atractivo para la gran banca. Las subidas de impuestos —entre ellos, el IVA— ahogan a los hogares, que también padecen una inflación galopante: un 8,5% anual hasta septiembre. Además, el Gobierno congeló las pensiones a cinco millones de jubilados y los salarios a 1,3 millones de funcionarios. Sin ser suficiente, el Ejecutivo anunció privatizaciones y la revisión de pensiones especiales que gozan profesionales como magistrados, militares y policías. Todo ello, además, ha dado alas a la extrema derecha: los sondeos le dan un 40% en unas hipotéticas elecciones.
Cae la noche, se prenden los neones y las lámparas chinas a lo largo de la calle Yaowarat, la arteria principal del Chinatown de Bangkok (Tailandia). Y bajo la atenta mirada de los dragones fluorescentes en un soi (callejón) adyacente, unos actores camuflados bajo otro dragón de tela serpentean en medio de un estruendo de gongs y tambores, iluminados por velas y envueltos en aromas de incienso. Yaowarat, su paralela Charoen Krung y varias otras calles del barrio chino de la capital tailandesa están tomadas durante esta última semana de octubre —del 20 al 29 de octubre en 2025— por hileras de puestos de cocina donde sirven fideos, sopas especiadas, dumplings de verduras y otras delicias que no deben incluir ajo, cebolla, chiles ni, por supuesto, rastro alguno de proteína animal.
“Mi alimento no es como el de los hombres; yo no destruyo al cordero ni al cabrito para saciar mi apetito. Las bellotas y las bayas me proporcionan suficiente alimentación”. Quienes opinen que el vegetarianismo y el veganismo no son más que modas surgidas hace dos días, quizá se sorprendan al descubrir que estas palabras, que bien podría haber pronunciado hoy mismo una persona que ha decidido dejar la carne fuera de su dieta, tienen más de dos siglos. Salen, nada menos, que de la boca del monstruo de Frankenstein, la criatura creada por Mary Shelley en 1818, y dicen mucho del contexto en el que se gestó esta historia y también de las ideas de su propia autora.
Si hace más de medio siglo la ciencia miraba expectante el potencial de la quimioterapia para combatir el cáncer; o hace tres lustros, los oncólogos hacían lo propio con la novedosa inmunoterapia, que espabilaba las defensas del propio sistema inmune para atacar las células tumorales; ahora los focos han virado a un tratamiento innovador que está recogiendo prometedores frutos: son los fármacos inmunoconjugados (ADC, por sus siglas en inglés), unos tratamientos que funcionan como un caballo de Troya, llevando la quimioterapia al interior de las células tumorales para acabar con ellas. El congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés), la gran cita europea de la investigación clínica sobre el cáncer que se ha celebrado esta semana en Berlín, ha dado un espaldarazo a una nueva generación de estos misiles de precisión con la presentación de estudios que muestran su potencial en varios tipos de cáncer de mama y en diversos estadios, no solo en fases metastásicas.
Hace apenas una década, descubrir música nueva implicaba esperar la recomendación de un amigo, escuchar la radio tradicional con la esperanza de encontrar un tema interesante o seguir las listas de éxitos de la televisión y la prensa especializada. Hoy día esa labor la realizan los algoritmos de las plataformas de streaming musicales: son los que se encargan de analizar nuestros hábitos de escucha, anticipar nuestros gustos y recomendarnos canciones que podrían encajar con nosotros. Spotify, YouTube Music y Apple Music son tres de las más importantes y utilizadas, y todas ellas tienen funciones específicas que ayudan a descubrir música nueva.
Cuando faltan menos de dos semanas para el inicio del Smart City Expo en Barcelona, la Fira garantiza que no habrá pabellón de Israel en este salón. No estará ni el estand, que otros años representaba al Israel Export Institute y solía tener más de 200 metros cuadrados; ni ninguna de las ocho empresas que hubiera albergado este paraguas oficial. Sí participará una empresa israelí, Aiola, que no figura en el listado de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos de compañías que operan en asentamientos ilegales israelíes en la Cisjordania ocupada, ni tiene vínculos con el Estado de Israel, aseguran fuentes de Fira de Barcelona. El consorcio que gestiona los salones sí ha vetado la participación en Smart City Expo de la firma francesa Egis, incluida en la lista.
El Santander vuelve a tropezar en la piedra de Reino Unido. El regulador británico de los servicios financieros, la FCA, ha publicado este mismo mes unas primeras conclusiones sobre un pleito sobre la financiación a automóviles de Reino Unido. Ha concluido que las entidades involucradas, entre las que se encuentra la que pilota Ana Botín, deberán indemnizar a los consumidores con unos 8.200 millones de libras (9.400 millones de euros). Esto ha supuesto que la mayoría de los bancos implicados hayan elevado sus provisiones vinculadas a este tema tras la decisión del regulador, excepto el Santander. Los inversores contienen la respiración a la espera de que dé señales al respecto en los próximos meses.
El bum de la gasolina lowcost, que empezó con la invasión rusa de Ucrania y que llevó a los precios de los combustibles a superar por primera vez en la historia los dos euros por litro, tanto de gasolina como de gasóleo, no ha perdido fuerza. Pese a que las tarifas han bajado, aún se mantienen en tasas todavía muy elevadas (el precio del litro de gasolina de 95 octanos supera los 1,45 euros de media y el de gasóleo roza los 1,4 euros), por lo que los clientes han consolidado una nueva tendencia en busca del combustible más barato para ahorrar dinero.
Se acostumbra a celebrar cuando Lamine Yamal se convierte en un futbolista extraordinario: es el jugador más joven en ganar una Eurocopa (17 años y un día), tiene también el récord de precocidad al coronarse como el más joven en comenzar desde el inicio un partido de la Champions League y, nada más cumplir los 18 años, se adueñó del dorsal 10 del Barcelona, símbolo de su protagonismo en el equipo y, esencialmente, también en el club.
En una sociedad polarizada que ha olvidado que en el medio está la virtud, un Madrid-Barça colma las peores expectativas. El fútbol es un espectáculo que necesita del bien y del mal, de modo que los debates, de un modo primario, pretenden discernir quién tiene la razón moral. En ese combate los buenos, obviamente, son los nuestros.
“No creo que a nadie le sorprenda lo que hace Guruzeta. Es un delantero muy completo. Tiene mucha movilidad, cae bien a los lados y baja a recibir. En la presión es poderoso y en los duelos también. Defiende bien en la estrategia y a la hora de ir a presionar arriba, que en el Athletic es una característica muy marcada, él es un jugador que ese trabajo lo hace muy bien”. A Manu Sarabia, leyenda vida del Athletic Club, no se le acaban los elogios cuando habla de Gorka Guruzeta, héroe el miércoles en la victoria del conjunto rojiblanco frente al Qarabag en Champions y que se convierte en la principal amenaza para el Getafe de Bordalás en el choque que se disputará hoy en San Mamés (18.45,Movistar).
Con su victoria la semana pasada en el Gran Premio de Australia de MotoGP, el gran público conoció por primera vez el nombre de Raúl Fernández González, uno de los diez talentos españoles que lucen en el principal escaparate del motociclismo mundial. El piloto madrileño se hizo en Phillip Island un autorregalo que no olvidará jamás en la vida: una primera victoria entre los grandes que llegó a las puertas de los 25, recién cumplidos este mismo jueves en el circuito de Sepang, escenario del GP de Malasia que cierra la gira transoceánica en 2025.
Soy una joven de 25 años. Tengo carrera, máster y un C2 de inglés; pero también llevo seis meses buscando trabajo. En casi todas las ofertas piden carné de conducir y coche propio, pero no puedo permitirme pagar ninguno de los dos. Además, en lo único en lo que parecemos estar de acuerdo mis padres y yo últimamente, es en que tengo que irme de casa, pero no me cogen ni para extra en las campañas de Navidad. La gente de mi edad en el resto de Europa está comprando su primera vivienda o formando una familia. En España no conozco a nadie de mi edad que pueda siquiera planteárselo. Dicen que los jóvenes de hoy en día no queremos trabajar, que somos vagos y que nos quejamos por todo; la llamada generación de cristal. Pero lo que yo veo es una generación frustrada. Nuestros padres nos dijeron que podríamos ser lo que quisiéramos, y ni siquiera podemos ser independientes. Quizá lo decían porque no quedaba bonito decirle a una niña de 10 años que, en el futuro, solo los turistas podrían comprarse una casa.
Aún quedan algunos días templados para sacar partido a recetas como esta: un plato de cuchara ligero abundante en hortalizas. La escudella fresca es típica de Mallorca y se denomina así porque es habitual prepararla con judías frescas y tiernas que se cosechan en verano en la isla (las mongetes de pasta reial o las mongetes de confit son las más comunes). Al igual que con cualquier plato de olla que se precie, las reglas para prepararlo no son inamovibles: puedes hacerlo con otro tipo de judías tiernas, o como es nuestro caso, ya que no es verano ni por desgracia estamos en Mallorca, con legumbre seca o de bote.
“El Gobierno de Estados Unidos ha decidido escoger como su aliado en Colombia a la mafia”, ha dicho Gustavo Petro al caer la tarde de este viernes, pocas horas después de que el Gobierno de los Estados Unidos lo incluyera en la llamada lista Clinton, alegando vínculos del presidente colombiano con el narcotráfico. “Nosotros no nos arrodillamos, nosotros no vamos a dar un paso atrás”, ha insistido ante los vítores de miles de seguidores que llenaban la plaza de Bolívar, pues los había citado días antes para manifestarse en favor de su propuesta de una Asamblea Constituyente. El encuentro, engalanado con carteles en defensa del “poder constituyente” que ha defendido el líder de izquierdas, terminó por convertirse en una gran plataforma para que respondiera a las acusaciones del Ejecutivo de Donald Trump desde la calle, el lugar en el que se mueve de forma más cómoda y natural.
Y todavía sigue habiendo gente que pone en duda lo que es Mikel Oyarzabal en esta Real Sociedad. Continúan negándole al pan al que es santo y seña de este equipo. El que nunca hace nada ha vuelto a aparecer cuando la Real más le necesitaba, cuando las dudas generadas a su alrededor corrían serio peligro de engullir un proyecto que, todo hay que decirlo, no ha comenzado de la mejor manera posible. En estos momentos de indecisión y de mucho runrún, el capitán aparece como el mejor asidero al que agarrarse para surfear las olas de la desconfianza. Porque él nunca falla. No lo hace ni en la Selección ni, mucho menos, en un equipo que en un corto espacio de tiempo se ha quedado huérfano de referentes como lo eran Le Normand, Merino y Zubimendi. Aunque el verdadero líder siempre ha sido él.