ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
El acuerdo de la Unión Europea con los países del Mercosur, que crearía la mayor zona de libre comercio del mundo, con más de 700 millones de consumidores, pende de un hilo. Y cuando su firma entre la Unión y Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay ya casi se acariciaba. El rechazo de Francia y las dudas de último momento de Italia pueden matar el pacto, que está ya en su recta final. Sus posturas pueden dinamitar 25 años de trabajo y negociaciones en un momento clave para la Unión Europea, que afronta los ataques de Estados Unidos y de Rusia, y se ha movido para buscar nuevos socios fiables mientras ve cómo se tambalea el orden multipolar basado en reglas por las presiones de Trump. Con Mercorsur, la UE se juega su prestigio.
El mapa mediático italiano, y también el político, viven un terremoto con la posible venta de dos históricos diarios, La Repubblica y La Stampa, segundo y tercero más vendidos del país tras el Corriere della Sera, y que en este momento son los dos principales periódicos progresistas de oposición al Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni. La Repubblica y otros medios del grupo GEDI, como la edición italiana del Huffington Post y tres emisoras de radio (M20, Deejay y Capital), pueden acabar en manos del grupo Antenna, dirigido por el empresario griego Theodore Kyriakou, conservador y afín a Donald Trump, y socio en Grecia del príncipe saudí Mohamed Bin Salmán, que con su fondo PIF participa en un 30% en Antenna Greece BV.
Cada día del año pasado, 53 mujeres denunciaron en España que habían sufrido un delito sexual. Más de dos cada hora. El último informe de Interior sobre los delitos contra la libertad sexual constata con números cómo, pese a los incuestionables avances como sociedad en los últimos tiempos, seguimos padeciendo un nivel intolerable de violencia machista que obliga a reexaminar y reforzar en lo que sea preciso todas las políticas destinadas a erradicarla. Desde que Interior comenzó en 2018 a elaborar este balance anual, el número de hechos conocidos y de víctimas que los reportan, en su inmensa mayoría mujeres, no ha dejado de crecer, con la sola excepción de 2020 por la pandemia, hasta totalizar más de 22.800 en 2024, casi un 66% más que al inicio de la serie. En los nueve primeros meses de este año, ya superan los 16.600: sesenta delitos sexuales denunciados cada día.
Dicen que ha regresado la corrupción de siempre. En realidad, estas conductas deshonestas nunca desaparecieron. La cronología de los hechos referentes a los últimos escándalos es significativa: su origen se remonta a varios años atrás, aunque algunos de sus tentáculos hayan operado hasta hace poco. Hay que diferenciar entre la perpetración del delito y su descubrimiento.
Lejos de cohesionar a los socios de Gobierno, la comparecencia ayer de Pedro Sánchez ha servido para ahondar la grieta entre el PSOE y Sumar. El grupo que dirige la vicepresidenta Yolanda Díaz dejó ver la semana pasada que se le estaba agotando la paciencia y reclamó al presidente una “remodelación profunda” del Gabinete que este lunes el jefe del Ejecutivo volvió a descartar.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil precipitó las detenciones el pasado miércoles de la exmilitante del PSOE Leire Díez, del dueño de la empresa Servinabar Joseba Antxon Alonso y del expresidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) Vicente Fernández al detectar este último un dispositivo de vigilancia cuando planeaba reunirse con Díez. La investigación que ahonda en una presunta trama de comisiones ilegales a través de amaños de contratos y ayudas públicas apunta a que Fernández se hizo con “al menos” 49.350 euros en comisiones, mientras que Leire Díez falseó supuestamente la venta de un coche para quedarse con 21.500 euros.
El insomnio se ha convertido en un problema de salud pública de primera magnitud en las sociedades occidentales. En países como España, por ejemplo, alrededor del 43% de la población presenta algún síntoma de insomnio. Según datos de un estudio de la Sociedad Española de Sueño (SES), la prevalencia de casos de insomnio crónico se habría triplicado en las últimas dos décadas y afectaría ya al 14% de la población adulta española (alrededor de 5,4 millones de personas).
La situación política en España se complica por momentos. Para intentar analizarla con un mínimo de distanciamiento, déjenme que trate de identificar los cuatro elementos fundamentales que permiten interpretar lo que está sucediendo.
Todos los veranos se habla de lo doloroso que es para la gente de las grandes ciudades no tener un pueblo al que volver. Ningún invierno se habla en términos dramáticos del dolor identitario que genera regresar al lugar de origen por Navidad. A ese tipo de retorno decidieron ponerle banda sonora unos turroneros en 1980, cuando aún ilusionaba lo de que ya no hubiese una España grande sino 17 más pequeñas. Se pensaba que cada una acabaría siendo próspera, de lo que se deducía tácitamente que no habría que salir a buscar trabajo fuera, como si ese adverbio con dos lados tuviese una orilla buena. La música la compuso un genio de los jingles publicitarios llamado Álvaro Nieto, quien también fue el creador de ese himno a la fiesta de la democracia denominado Habla, pueblo, habla. La canción del Almendro, en la que canta una mujer con un timbre parecido al de la primera Amaia (¿saben los Z que existió Mocedades?), no fue compuesta como una elegía sino como canto gozoso y retoma un tema tan viejo que ya le preocupó a Homero. Vuelve, a casa vuelve. Este año una banda extremeña llamada Sanguijuelas del Guadiana formada por chicos más jóvenes aún que la tercera Amaia (¿saben los Alfa qué fue La Oreja de Van Gogh?) le han dado vueltas al mismo asunto en una canción: “Suerte la tuya de poder vivi’onde naces / Muchas las flores que se mueren al no regarse / To’ los domingos de vuelta a las capitales”. Se titula Revolá, una palabra que eligieron porque representa la incertidumbre que maneja sus existencias. Cada generación infeliz lo es a su manera. Los que se quedaron donde nacieron acuñaron eso de “pueblo pequeño, infierno grande”. He calculado cuánto tiempo he pasado en el autobús de línea desde que me mudé a Madrid para ir “a casa”: 1.600 horas. Muchas de ellas iba pensando qué raro este mundo en el que tantos no somos ni de aquí ni de allí. Aunque la vida, tanto si te vas como si te quedas, es un viaje y al menos no he perdido tiempo buscando sitio para aparcar.
En una mesa de tute con cuatro jugadores y otros cuatro mirando en la segunda filas, no hay tiempo para bromas. Así que el primer mensaje es un clásico como quien agita el espantamoscas: “Todos son iguales”. Afinando más el bocinazo podría ser peor: “Además de que son iguales... no hacen más que guarrerías”, dice el anciano llevándose la mano a la entrepierna.
Nassr Mejri, de 30 años, apaga un cigarro y enciende el siguiente. Desde hace una semana fuma dos paquetes diarios, dice, porque le come la ansiedad. Empezó justo después de que una pareja de policías se presentase en Casa Amina, el restaurante familiar que dirige su madre en Málaga. Llegaron para decirle que su hermano, Haitam, de 35 años, había fallecido la tarde anterior en Torremolinos durante una intervención policial y tras haber recibido disparos con una pistola Taser. La muerte del joven está, desde entonces, envuelta en la polémica. La familia denuncia una “intervención desmedida” de los agentes que lo redujeron en un locutorio, mientras que los sindicatos policiales lo definen como “delincuente” y aseguran que se mostró agresivo cuando iba a ser detenido, de ahí que utilizaran sus armas eléctricas. Para aclararlo, el juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos ha iniciado una investigación.
En lo que va de año, 6.784 andaluces han fallecido pendientes de valoración o prestación (5.486, sin grado reconocido y 1.298, con derecho, pero sin ayuda), una quinta parte del total nacional y 1.033 más de los que murieron en 2024. Es la consecuencia mortal de lo que se tarda en esta comunidad en ser atendido por el sistema de Dependencia: 512 días -casi un año y medio-, 166 más que la media nacional de 346 días (el triple del plazo legal de 180). Estas cifras evidencian el “colapso estructural” de la Dependencia en Andalucía, de acuerdo con el último informe elaborado por la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM), un escenario que solo puede empeorar si se atiende a la alta presión demográfica y a un crecimiento de la población mayor que no va acompañada de un incremento de recursos humanos y financieros, que de por sí son insuficientes.
El contundente triunfo de José Antonio Kast en las elecciones presidenciales de Chile marca un hito político inédito desde el retorno a la democracia: por primera vez, un candidato de extrema derecha alcanzará La Moneda con un mandato claro de las urnas. La victoria no solo dibuja un giro conservador en la política chilena, sino que pone a prueba la madurez cívica de una sociedad acostumbrada a alternancias entre centroizquierda y centroderecha.
Que la Unión Europea atraviesa momentos difíciles es innegable. Pero lo que no es tan obvio es la principal razón de ello: la política de la inevitabilidad. Se nos dice que es inevitable que Ucrania pierda la guerra contra Rusia, a pesar de que tres años después del inicio de la invasión por parte de Putin, y con más de un millón de soldados fallecidos o gravemente heridos, Rusia aún no haya sido capaz de conquistar el Donbás. Escuchamos que es inevitable que Europa pierda la carrera de la inteligencia artificial y, con ella, el principal factor de competitividad del futuro. Que estamos abocados a perder nuestra capacidad industrial y, por ende, nuestra principal fuente de innovación y que el crecimiento estaría en caída libre. Y a pesar de todo ello la economía europea y la estadounidense son bastante similares en términos de productividad por hora o en crecimiento en paridad de poder de compra. También se dice que es inevitable que Europa se convierta en terreno de caza de China y EE UU en un nuevo mundo de depredadores en el que Europa sería incapaz de mantenerse unida. Y, sin embargo, el Eurobarómetro de otoño del Parlamento Europeo muestra que un 89% de los ciudadanos estiman que solo la unidad permitirá a Europa enfrentarse a retos como la seguridad del continente.
Ya saben eso de que la familia en la que nace un escritor padecerá de lo lindo, pues el vínculo con la literatura es más poderoso que el vínculo de sangre. Una de las misiones del escritor, por más que se quiera olvidar en un mundo infantilizado como el actual, es sacudir el avispero. Un personaje que no es contradictorio, que no tiene defectos, que no actúa a veces asociado a la sinrazón, al capricho o a la pasión erótica, no es un personaje, es una patraña. Igual que las personas no son lo que cuelgan en sus redes sociales, sino exactamente lo contrario. Porque lo que uno oculta te define muchísimo más que lo que exhibes. Esto lo sabe el niño de siete años cuando comienza a comprender de verdad quienes son sus padres. Pero lo olvida el imbécil dogmático y cretinizado en el que nos quieren convertir a todos, obligándonos a elegir trinchera y a renunciar a un criterio mínimamente personal en favor de las olas de entusiasmo o linchamiento que canalizan nuestro gusto y nuestras afinidades yo no tan electivas.
Jeremías y Ezequiel están en casa. Imaginados y cincelados sobre la piedra por el Maestro Mateo hace casi mil años como parte de la imponente portada que diseñó para la catedral de Santiago, regresan a la ciudad. Y Compostela los celebra con una exposición gratuita del Museo do Pobo Galego que cuenta su historia. Por qué se les llama Jeremías y Ezequiel, Abraham e Isaac. Su apariencia colorida, su posición en el Pórtico de la Gloria, su simbología. Qué sucedió con los profetas tras la transformación de la catedral en el siglo XVI. Y sobre todo, la historia de su expolio y su recuperación tras un largo proceso judicial.
¿Qué es ser feminista? La pregunta va repitiéndose en un chat de amigas, que superan ya los 40 años, un lunes cualquiera. “Que Gloria Steinem es feminista, me queda claro. ¿Yo, preparando cenas, desayunos, comidas, parques y trabajando, soy feminista?”, se pregunta una de las integrantes. “Feminismo es que tú puedas escoger lo que te dé la gana, y lo puedas realizar sin que te lo reprochen”, considera otra. “Muchas aspiraciones y reivindicaciones feministas al final nos han jugado una mala pasada”, opina una tercera. Hace tiempo que ese grupo se alimenta a través de debates de WhatsApp. Y el feminismo es un asunto recurrente en él desde su creación, hace más de una década. Las dudas de los primeros años quedaron enseguida borradas por la revolución del Me Too. Y desde entonces, todas éramos orgullosas feministas. O eso pensaba, hasta que Rosalía abrió la caja de los truenos.