ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Nikolai Gógol era ucranio y también uno de los nombres más destacados de la literatura rusa. Orgullo de la identidad cultural de Rusia, Gógol escribió en 1831 desde la capital del imperio, San Petersburgo, uno de sus relatos más célebres, las Veladas en un caserío de Dikanka. En el texto se presentan personajes maravillosos de esta región rural de la provincia de Poltava, en el este de Ucrania. El escritor relataba las fuerzas del bien y del mal en el folclore de su país natal. Demonios que bajaban del cielo para atormentar a los humanos, como la bomba aérea rusa que cayó en la comarca el pasado 20 de octubre.
Escasez de gasolina, que se vende en el mercado negro al doble o triple de su precio; cortes diarios de electricidad; clases suspendidas en colegios y universidades; empresas que han paralizado su actividad o funcionan a medio gas; movilidad restringida. Desde el pasado septiembre, los grupos yihadistas que operan en Malí están sometiendo al país africano a una asfixia económica cada vez más insoportable y han intensificado su actividad terrorista de ataques y secuestros en las regiones próximas a la capital, Bamako, de cuatro millones de habitantes. Ante la creciente inseguridad y la inestabilidad que puede generar en la región, los gobiernos de Estados Unidos, Alemania, Italia y España recomendaron la semana pasada a sus ciudadanos que abandonen el país.
En un giro inesperado de los acontecimientos, Chanel deja entrar por primera vez a cuatro periodistas a los talleres de Verneuil-en-Halatte, a 50 kilómetros al norte de París, el lugar donde se fabrica el que sigue siendo el objeto más deseado del lujo contemporáneo: el bolso 2.55, creado por Coco Chanel en 1955, y el 11.12, la versión modernizada en 1983 por Karl Lagerfeld, también llamado “el clásico”. ¿Por qué lo hacen? ¿Y por qué ahora? En un bolso de lujo puede haber más geopolítica que en la Asamblea General de la ONU. Veamos: una campaña china en TikTok mostraba a varios operarios asegurando que de sus fábricas salían en serie los grandes iconos del lujo clásico, crisis de reputación de algunas casas europeas, parón en seco del consumo de artículos de lujo en China y una imparable subida de precios de ambos complementos. Todo puede explicar que en Chanel hayan decidido contar las entretelas de sus mitos.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos escuchará este miércoles los argumentos orales del caso en el que Donald Trump se juega el futuro de sus aranceles. Será una caprichosa coincidencia: es también el día en el que se cumple un año de la victoria en las urnas que lo devolvió a la Casa Blanca con la promesa de poner patas arriba la economía mundial a base de gravámenes a las importaciones.
Las consecuencias del apagón que el pasado 28 de abril dejó a la península Ibérica a oscuras se extienden. Entre mayo y octubre, la generación de electricidad producida con gas en España ha aumentado más de un 50% y, como consecuencia inmediata, las emisiones de CO₂ también se han disparado: un 47% en este tiempo. El despliegue decidido por el operador del sistema, Red Eléctrica de España (REE), no es coyuntural sino la consecuencia directa de la gestión reforzada que aplica la compañía para evitar nuevas crisis. Sin embargo, supone un salto en el papel del gas dentro del mix energético que plantea dilemas estratégicos, políticos y medioambientales de primer orden. Y, por tanto, exigen explicaciones por parte de las autoridades y de los responsables del sistema.
Escribo a bordo de un barco que se dirige a Belém, donde se celebrará la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima, la primera en la Amazonia. Voy con casi cien líderes indígenas y de otros pueblos tradicionales, científicos de la selva y del mundo académico, médicos, abogados, artistas. Navegamos contra el fin del mundo: este es el nombre de nuestra jornada. Y navegar contra el fin del mundo es renunciar a la vista de dron, desde arriba. Miramos desde el suelo y las aguas: por eso somos testigos de cómo las empresas transnacionales, en su mayoría del Norte Global, los monocultivos de soja, la ganadería y la minería están llevando a la mayor selva tropical del planeta a un punto sin retorno. Navegar contra el fin del mundo es resistir a pesar de ver que el mundo se acaba por debajo y por encima de nosotros, de ver que el mundo se acaba por todos lados.
Momento nuclear en Emigrantas, espectáculo de danza que Kirenia Martínez Acosta estrenó hace años. Ocurre cuando Esther Latorre somete a un interrogatorio a David Loira: lo deconstruye en números, lo invita a una tiranía terrible que pasa porque Loira, desnudo, le diga quién es de la forma más abrasiva posible. No mediante su identidad sexual o cultural, sino burocrática: David Loira es el número de su DNI, el número de su pasaporte, el número de la Seguridad Social, su número de teléfono, su número de cuenta. Una foto impactante: la del periodista Arturo Lezcano sonriendo delante de dos ordenadores, decenas de libros y montañas de folios. Hay libros que uno lleva dentro como una tenia, devorándolo todo, y en esa foto Lezcano, después de veinte años de viajes y de una obsesión contenida, sonríe mirando a la cámara dejándose devorar, al fin, por una pasión infantil. El resultado es O país invisible, en gallego y español (Libros del KO), la gran historia de la emigración gallega, un país que hoy tiene casi tres millones de habitantes y que vio salir a dos millones a América entre 1850 y 1960. Hay una célebre imagen que hizo Manuel Ferrol con aquel padre sosteniendo la cabeza de su hijo en la Estación Marítima de A Coruña, llorando a mares. Podría pensarse que ese padre y ese hijo lloran despidiendo a sus familiares. Pero no: lloran porque se quedan. Lezcano habló con aquel niño, Juan Calo Chanquete, que murió el año pasado. “Se publicaron piezas lacrimógenas”, dijo a Eldiario.es. “Pero no sabemos nada: si se marchaba el niño, si se marchaba el padre. De la vida de él tampoco, y condensa la historia de Galicia. ‘Murió el niño de la foto’. ¿Cómo va a morir un niño de 72 años? Estáis creando un Joselito. No quisisteis saber nada de un tipo reventado de trabajar en el Gran Sol, después en Suiza, sin pulmón, fumando lo que no tiene en una taberna de Fisterra”. Un país invisible convierte en más de 600 páginas los números en historias asombrosas y documenta una cicatriz sin la que no se entiende la biografía de ningún gallego, por tanto de nadie.
“La mayor amenaza hoy en día para el patrimonio cultural es la guerra. El mayor destructor de patrimonio fue la Segunda Guerra Mundial; los bombardeos aéreos indiscriminados acaban con muchas vidas humanas y con mucha cultura”, sostiene Adam Lowe. Nació en Oxford en 1959 y allí estudió en la Ruskin School, la facultad de Bellas Artes de esa prestigiosa universidad. Quería ser artista, pero acabó fascinado por la tecnología y en 2001 creó —con los españoles Manuel Franquelo y Fernando García-Guereta— Factum Arte, una compañía que trabaja con artistas contemporáneos como Anish Kapoor o Marina Abramovic, y también especializada en la digitalización de patrimonio cultural.
Las librerías en Francia levantarán la persiana este miércoles con un esperado ejemplar: Reconciliación (Stock, 2025). Pese a que la semana pasada se empezaron a filtrar algunos extractos del libro de memorias de Juan Carlos I, hoy el público ya podrá desgranar a lo largo de más de 500 páginas lo que fue la vida de Juan Carlos I, desde su infancia en el exilio hasta su retiro voluntario en Abu Dabi, pasando por episodios trascendentales en la historia del país como la Transición, el 23-F o su abdicación.
España vive tan partida en dos mitades ideológicas que la única manera de ponerlas de acuerdo es proponer algo tan inane, banal, obvio y retórico que sea imposible rechazarlo. La proposición no de ley que aprobó el Congreso la semana pasada sobre el uso de la palabra cáncer es uno de esos consensos instantáneos: ¿quién se va a oponer a que las instituciones hablen del cáncer con un poco más de finura? Vox, claro. Los 33 diputados de Abascal votaron en contra, y su diputada aprovechó la tribuna para promover las metáforas bélicas que la proposición no de ley reprueba, en modo recochineo.
El juez Juan Carlos Peinado no sabe escribir bien. Desconoce los usos de las mayúsculas, de la puntuación, las concordancias, la oportunidad de los gerundios, la relación entre oraciones, el hilo narrativo. El lenguaje claro no va con él.
Giro en la estrategia del PP con Vox. Los populares han pasado de criticar que el partido de Santiago Abascal se coordinaba en “una pinza” con el PSOE para dañar sus intereses a asegura que Vox es una formación con “altura de miras” que respaldará al nuevo candidato de los populares a la presidencia de la Generalitat valenciana. Del distanciamiento de hace solo unas semanas, el PP gira ahora a una estrategia de cortejo con la extrema derecha, con el objetivo de evitar unas elecciones en la Comunidad Valenciana con un altísimo riesgo para su marca tras la dimisión de Carlos Mazón.
No es habitual ver a dos fiscales declarando como testigos en un procedimiento, pero pocas cosas habituales hay en el ya bautizado como caso Leire Díez. La investigación contra esta exmilitante y exconcejal del PSOE, acusada de buscar información sobre miembros de la cúpula de la Fiscalía y de la Guardia Civil para anular determinadas causas, se inicia este miércoles con la declaración del fiscal Anticorrupción José Grinda y el fiscal de Madrid Ignacio Stampa, quienes coinciden en apuntar que Díez o personas de su entorno se acercaron a ellos para buscar trapos sucios de sus superiores. También declarará como testigo en el Juzgdo de Instrucción Número 9 de Madrid el comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba, investigado en el caso Koldo.
En octubre de 2023 unos jóvenes de un instituto de Nueva Jersey (EE UU) sacaron una foto del Instagram de una compañera y la pasaron por ClothOff, una aplicación que genera cuerpos desnudos con IA. Luego la enseñaron a compañeros y fue distribuida por Snapchat. Los sospechosos no fueron acusados penalmente por sus actos porque no quisieron hablar ni ceder sus dispositivos a las autoridades. La joven, que tenía entonces 14 años, temía volver a los pasillos del centro y vive en “perpetuo miedo” de que su imagen falsa reviva en internet. Ahora ha denunciado a ClothOff, la empresa presuntamente basada en Bielorrusia que está detrás de un grupo de apps con distintos nombres que desnudan con IA.
En una habitación en penumbra de un edificio de dos pisos situado en un barrio residencial a las afueras de Daca, la capital de Bangladés, Bithi ayuda a su hija con los deberes. “Quiero que vaya al colegio y se esfuerce. No quiero que pase por lo mismo que yo”, afirma esta mujer de 26 años, cuyo apellido se omite por razones de seguridad. Bithi fue víctima de trata entre diciembre de 2023 y abril de 2024. Sus captores la explotaron en dos burdeles en Abu Dabi, fue liberada gracias a la intermediación de la ONG bangladesí Anirban y ahora busca justicia.
La detención de 30 padres y madres marroquíes en Tarragona que hicieron pasar a sus hijos como si fueran menores no acompañados ha abierto un debate en el sistema de protección a la infancia en Cataluña. La Generalitat y la Policía se han conjurado para acabar con una práctica que califican de “fraude”, ya que supone dejar bajo tutela de la Administración a menores que ni están solos ni abandonados, sino que tienen a sus padres viviendo cerca de ellos y con capacidad para prestarles apoyo. Para las familias, el ardid es una vía hacia la prosperidad: sus hijos adolescentes llegan de forma segura a España, reciben manutención, alojamiento y estudios de forma gratuita y obtienen con celeridad permisos de residencia y trabajo.
Wendy Rodríguez (28 años, Colombia) paga 500 euros por una habitación subalquilada en Madrid, en donde se aprietan ella, sus dos hijos y su esposo, sin tratar de molestar a la casera —que vive en la habitación contigua con su familia y los ha expulsado varias veces—. Wendy describe una campaña de acoso contra los suyos: “Nos esconde la licuadora, los cuchillos, nos bota la comida […], nos desempadronó justo cuando estábamos haciendo los documentos del bebé y algunas noches pone el cerrojo con nosotros afuera”. No se van por razones similares a las de múltiples familias con niños entrevistadas por este diario: la oferta restringida, los precios desorbitados y las exigentes condiciones empujan a la infravivienda y hasta el sinhogarismo a cientos de familias en Madrid, especialmente migrantes, monoparentales o con integrantes con discapacidad.
Escribir canciones, juntarse con músicos, ensayar en un pequeño local, grabar un disco y salir a la carretera para actuar. Así es hoy la vida de Miguel Ríos (Granada, 81 años). Apenas ha cambiado desde los años sesenta, cuando comenzó a tallar la figura del primer y más respetado rockero que ha visto España. Llega a la cita con EL PAÍS en Madrid antes de la hora, elegante, con ganas de hablar, consciente de que tiene entre manos un solvente disco de rock, El último vals. No ha tenido paciencia y antes de que se publique (este viernes) ha comenzado la gira. Viene de presentarlo en un Liceo barcelonés repleto, y seguirá así hasta bien entrado 2026.