ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Mohamed Abumuaileq tiene cuatro años y su hermano Aseel, seis. Esto significa que han vivido, respectivamente, media vida y un tercio de vida en guerra. Ambos nacieron en Gaza, víctima del genocidio israelí sobre el pueblo palestino. Del mismo modo que ahora sonríen cuando comparten un helado recién sacado del congelador, hasta hace unas semanas lloraban porque sufrían el hambre y el frío desde hace dos años. Sonríe su tío, Fayad Abumuaileq, muchos meses desesperado en su empeño de traer a Valladolid a sus sobrinos, a sus hermanas y a sus padres: tras mucha labor silenciosa, el Ministerio de Exteriores logró rescatarlos, pues contaban con permisos en regla para brindarles una nueva vida. “Aquí todo es fácil”, resume Danya, tía de las criaturas, por la comodidad del agua caliente, la electricidad, la nevera abastecida y todos esos lujos mundanos privados por la invasión sobre Palestina.
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Durante dos años, en primero y segundo de la ESO, Juan fue a clase de repaso por las tardes en su instituto público, el Ramón y Cajal de Albacete. “Me sirvió en todas las áreas, pero sobre todo en matemáticas, con las ecuaciones, y en lengua, con la sintaxis, que me costaban muchísimo”, comenta. Aquello le ayudó a evitar problemas en el resbaladizo paso entre la educación primaria y la secundaria, afirma su padre, Juan González, docente en un colegio público, que solo lamenta que el programa sea, únicamente, para los dos primeros cursos, y este año, en tercero, su hijo ya no pueda ir. “Ahora va a una academia, martes y jueves, en el mismo horario. Es igual, pero antes era gratis y ahora pagamos un dinero. Y no solo es peor por el tema económico, sino que antes iba más motivado. Porque las clases eran en su centro educativo, estaba con compañeros de clase, y repasaban justo lo que los profesores de la mañana les indicaban”, afirma.
Quienes busquen el paraíso de los parques infantiles de Madrid lo descubrirán a escasos metros del Palacio Real. Allí, oculto tras los plátanos de los Jardines de Lepanto, se encuentra el escenario ideal para que los más pequeños se diviertan y dejen volar su imaginación. Al recinto no le falta detalle: es espacioso, está lejos del tráfico y, además, está equipado con una amplia variedad de juegos, zonas de descanso, vegetación y una buena iluminación. Todas esas comodidades han convertido al parque de los Jardines de Lepanto en el mejor área de juego de la capital, según una investigación de la arquitecta Carla Silva (Oviedo, 40 años). La experta aclara que ese espacio no es el que ha recibido la nota media más alta, pero sí que ha sido el que han puntuado más personas —18 en total—.
El tiempo pone a cada uno en su sitio; menos a Squeeze. El grupo de Londres, que despuntó en la segunda mitad de los setenta en la escena new wave con sus canciones complejas pero no por ello menos pegadizas, jamás disfrutó del éxito masivo. Si alguien pensó que los años lo pondrían en el lugar que le corresponde, se equivocó: después de una carrera discográfica que abarca casi medio siglo, continúa siendo una banda de culto. En su condición de ilustres secundarios tal vez ha influido el que apenas hayan tocado en directo fuera del Reino Unido, Australia y Estados Unidos; de hecho, en España nunca ha habido ocasión de verlos en directo, omisión que quedará reparada este sábado cuando actúen en Barcelona en el evento Feroe 2025, junto a Nick Lowe, The Jayhawks, The Tallest Man on Earth y otros. Lo que prueba que siguen en el ajo.
Todos los humanos se ríen, lloran, comen, duermen, aman. Aunque la mayoría del día se les va en otra actividad universal: trabajar. Así que muy compartidas, de un lado a otro del planeta, son también las quejas al respecto. Demasiadas horas, estrés, exigencia, renuncias y unos cuantos etcéteras. Desde que triunfó, el capitalismo neoliberal repite que no existen alternativas. Últimamente, sin embargo, ha surgido una opción sencilla para cuestionarlo. O para conocer las reglas y sombras del juego en el que todos participamos. Basta con leerse uno de los muchísimos cómics sobre economía, explotación y demás estropicios laborales que no paran de publicarse. Resulta que otro mundo sí es posible, al menos en los tebeos.
En 1971, a las afueras del municipio de Borobia (Soria, 250 habitantes), se hallaron tres estelas funerarias romanas que representaban a jinetes armados con lanzas y escudos. Fueron trasladadas al Museo Numantino de Soria. Pero poco después, en el mismo lugar, se halló una parte que le faltaba a una de ellas. Sorprendentemente, la pieza fue guardada en una nave agrícola local. En 2024, este fragmento fue redescubierto y analizado por varios investigadores del Instituto de Patrimonio y Humanidades de la Universidad de Zaragoza. Las conclusiones del estudio de la pieza, que publica la revista Archivo Español de Arqueología, son que la lápida puede representar a guerreros celtíberos (tropas auxiliares romanas) y que se colocó a las afueras del desaparecido oppidum (ciudad fortificada) de Virovia. Se sabe que esta ciudad existió, no porque haya escritos de la época sobre ella, sino porque se han hallado monedas de su ceca. Hasta ahora su ubicación resultaba un enigma. Es decir, según el trabajo Los guerreros de Borobia. Una nueva estela opistógrafa latina procedente de la provincia de Soria, bajo la Borobia actual se encuentra la Virovia celtibérica.
Las ciudades han sido, históricamente, el lugar de las oportunidades. El espacio de encuentro con lo diferente. La posibilidad de acceder a trabajo, cultura y, tal vez, solo tal vez, de acercarse a la fortuna. Sin embargo, muchas metrópolis contemporáneas han dejado de cuidar a sus ciudadanos. Cada vez son más las personas que anhelan una vida más serena. Vale también decir la tranquilidad de tener un piso propio.
Hay un padre, Bjørn Hallstrøm, y hay un hijo, Dimitri Hallstrøm. Entre ellos, el recuerdo de un momento en el coche familiar —ese instante que, como un rayo, parte una existencia en dos— cuando el primero le confiesa al segundo, que tiene doce años: “soy un espía”.
Su presentación al planeta fútbol la hizo en el Mundial 2023, con la mayoría de edad recién estrenada. Linda Caicedo marcó el mejor gol del torneo ante Alemania. La jugada de la colombiana fue excepcional por el uso de ambas piernas para deshacerse de dos rivales en un espacio mínimo y colar después el balón por la escuadra. Dos años más tarde, en su tercera temporada completa con el Real Madrid, la joven atacante (20; Candelaria) es ya la futbolista más desequilibrante e influyente del equipo blanco, que este sábado se mide con el Barcelona, el líder de la Liga F, en el Estadio Olímpico Lluís Companys (16.00 Dazn). El duelo es fundamental para el conjunto dirigido por Pau Quesada, que tiene una oportunidad directa para tratar de reducir la distancia de cuatro puntos con las azulgranas, a las que por primera vez tumbaron el curso pasado al decimonoveno intento.
Hace menos de un año, en el mismo escenario, el Barcelona caía por primera vez en su historia ante el Real Madrid. Tras aquel encuentro, no exento de polémica arbitral, las azulgranas fueron conscientes de que no mostraron su mejor nivel. La frustración no llegó solo por el gol mal anulado a Jana Fernández, sino por la forma en que se produjo la derrota. “Hizo bastante daño. Ahora tenemos una nueva oportunidad. Ellas se acordarán de aquello y querrán repetirlo, pero estamos fuertes”, reconoce Irene Paredes. El recuerdo sigue presente. “Tenemos más ganas de ganar que nunca”, enfatiza Claudia Pina. Pere Romeu, el técnico blaugrana, advierte sobre dejarse llevar por las emociones: “Hay que jugar con la cabeza además de con el corazón”. El clásico se presenta como una prueba y antesala del duelo ante el Chelsea el jueves que viene de Champions, dos partidos que marcarán el rumbo de la temporada para un Barça que ha goleado en 10 de 13 encuentros, aunque cayó recientemente ante la Real Sociedad. Entre el deseo de revancha y un equipo más maduro que hace un año, hay una ausencia decisiva: la de Patri Guijarro, cuya vuelta no se espera hasta 2026.
Como el Madrid habla en voz baja y solo para unos pocos, hay que interpretar hasta los silencios. El día que Vinicius se enfadó con su entrenador, se rompió algo ante la vista de todos. El equipo venía de perder los últimos cuatro partidos frente al Barça, y el Madrid de Xabi rompió esa tendencia que empezaba a resultar humillante. En lugar de festejar la gesta, los focos apuntaron a Vinicius, que montó un sindiós cuando fue sustituido.
Es compañero de Joselu Mato, Sergio Rico y Álvaro Djaló en el Al-Gharafa SC de Qatar. También lo fue de James Rodríguez, con el que mantiene una gran relación, en el Al Rayyan. Echando la vista todavía más atrás en el tiempo compartió vestuario con Unai Simón, Unai Núñez, Asier Villlalibre o Iñigo Córdoba. Lo hizo en Lezama, donde Yaser Hamed (Leioa, 28 años) soñaba con convertirse en futbolista del primer equipo del Athletic. Este sábado defenderá los colores de Palestina ante la selección de Euskadi en San Mamés (20.30, ETB 1), uno de los días “más especiales” en una carrera que le ha llevado a jugar en Baréin, Egipto o Qatar.
Hace cosa de 10 meses, cuando Aprilia presentó su proyecto más ambicioso hasta la fecha en MotoGP, Marco Bezzecchi posaba a un lado del cuadro en los estudios de la cadena Skyen Milán, tan ambicioso como siempre, pero con los focos apuntando para otro lado. Por muy italiano que fuera, a su lado lucía con el número uno del campeonato el español Jorge Martín, llamado a ser el buque insignia de la división de carreras de la marca del grupo Piaggio. Ahora, cuando el certamen aterriza en el circuito Ricardo Tormo para la disputa del GP de Valencia, nadie en Noale duda sobre quién es ahora el líder del proyecto, el mejor posicionado en la difícil tarea de desbancar a Marc Márquez y Ducati del trono.
El fútbol americano comparte con el rugby la esencia de ser un deporte de territorio en el que se suman puntos llevando el balón al otro extremo del campo, pero las similitudes acaban ahí. Cada equipo, con más de 50 jugadores, está dividido en secciones: ataque, defensa y equipos especiales. El desarrollo de un encuentro —60 minutos de juego que suceden en más de tres horas— intercala oportunidades para cada ataque, conocidos como drives, para sumar puntos. Un concepto basado en la espectacularidad, pues cada jugada puede desembocar en un touchdown, el premio por llegar al final del campo rival, la end zone. Las generosas pausas que tejen todo el encuentro facilitan espacios comerciales infinitos y una sucesión de acciones con una explosividad física al límite. Un producto que desembarca en España, que acoge por primera vez un partido de temporada regular de la NFL, el que disputarán este domingo los Miami Dolphins y los Washington Commanders en el Santiago Bernabéu.
El Santiago Bernabéu y el Metropolitano, dos de los vestuarios de fútbol más lujosos del mundo, son una camiseta muy justa para una franquicia de la NFL. En un deporte especializado al extremo como el fútbol americano, con jugadores específicos en casi todas las fases del juego —ataque, defensa o equipos especiales, como las jugadas de retorno o las patadas—, la nómina de efectivos triplica la de la plantilla más extensa del fútbol europeo. “Estamos mucho más apretados de lo que nos encontramos en EE UU, pero nos apañaremos”, subraya el director de Team Operations de los Miami Dolphins, Scott Bullis. Su equipo ha traído a Madrid para su partido del domingo ante los Washington Commanders a casi 200 personas: 72 jugadores, 30 entrenadores y 90 miembros del staff, desde utilleros a personal médico, analistas de vídeo, especialistas de rendimiento o empleados de comunicación. Un verdadero transatlántico que empequeñece a cualquier delegación del Real Madrid o del Atlético.
El problema tiene forma de una mullida alfombra marrón viscosa sobre la arena fina y blanca de Granada. Hace unos 15 años, casi nadie en este pequeño Estado insular del Caribe había oído hablar del sargazo, pese a que siempre ha estado en el fondo de los mares en cantidades necesarias y manejables. Cuando las playas comenzaron a estar invadidas por montañas de estas algas durante varios meses al año, la urgencia fue recoger este residuo que hace huir a los turistas, empobrece a las comunidades locales y provoca daños en los ecosistemas locales y problemas de salud, debido a las emanaciones tóxicas que produce en su descomposición.
La volatilidad está de vuelta en los mercados. En la última semana, las dudas que cada vez generan más voces de alerta por las elevadas valoraciones de las grandes tecnológicas han desencadenado jornadas de fuertes caídas en las Bolsas mundiales. Después de meses de euforia vinculada al desarrollo de la inteligencia artificial (IA), el mercado tecnológico estadounidense ha vivido un despertar abrupto. Y aunque no se trata de la única razón detrás de los números rojos que han teñido los paneles en las últimas sesiones en todo el mundo —los inversores también están preocupados por la política monetaria de la Reserva Federal, por la incertidumbre política en EE UU y por los efectos de los 40 días de cierre del Gobierno federal, que han deteriorado la disponibilidad de datos económicos fiables—, las compañías más expuestas al desarrollo de la IA están en el punto neurálgico de las sacudidas bursátiles.
Nartex Capital acaba de recibir el visto bueno de la CNMV para convertirse en una gestora de fondos de inversión. La firma fundada en 2021 por Tomás Maraver e Íñigo Gasset es uno de los casos de éxito más fulgurantes en la gestión de activos en el panorama nacional, alcanzando los 400 millones de euros de patrimonio en menos de cuatro años. Es el volumen gestionado por el fondo Incometric Nartex Equity, del que hasta ahora han sido asesores Maraver y Gasset en la gestora Dux Inversiones. Ahora cuentan con su propia sociedad gestora para pilotar ese vehículo de inversión.
En Alcázar de San Juan hay molinos de viento y numerosos recuerdos de El Quijote y de Cervantes. Pero no es un lugar de La Mancha rústico y viejuno, sino una ciudad de servicios populosa (32.000 habitantes), con estación de tren importante —es uno de los principales nudos ferroviarios de España—, buenos hoteles y restaurantes, monumentos impecablemente restaurados y un complejo lagunar que hace frotarse los ojos a los ornitólogos porque era un vertedero hasta los años ochenta del pasado siglo y ahora es una reserva natural donde anidan aves tan raras y amenazadas como la malvasía cabeciblanca.