ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La memoria de los últimos coletazos de la dictadura, de la muerte de Francisco Franco, y de los primeros pasos de la democracia, todavía está viva: medio siglo es mucho tiempo, pero no el suficiente para que se borren los recuerdos. En este ‘podcast’ se recogen los de tres personas que aquel 20 de noviembre de 1975 ansiaban la libertad y luchaban por ella desde distintos frentes. Son Justa Montero, militante feminista en la Universidad Complutense; Rosa García Alcón, presa política en la cárcel de Yeserías; y Jordi Petit, activista por los derechos de los homosexuales que cumplía el servicio militar en Cartagena. Hace 50 años, para ellos, España fue una fiesta. Una en la que también se coló la incertidumbre. Esta es una pequeña memoria oral de todo aquello.
Realiza:Presenta:Diseño de sonido:Nicolás Tsabertidis
Coordina:Dirección:Ana Alonso
Dirige Hoy en EL PAÍS:Edición:Ana Ribera
Sintonía:Jorge Magaz
La primera privatización de la aerolínea portuguesa TAP salió rana. Ocurrió en 2015 y, diez años después, ha conducido a 25 registros en las oficinas de la compañía, así como en varios despachos de abogados, empresas y entidades públicas relacionadas con aquella venta al consorcio Atlantic Gateway. El Departamento Central de Investigación y Acción Penal de la Fiscalía, que dirige las pesquisas sobre posibles delitos de corrupción, fraude y administración dañosa, entre otros, no ordenó ninguna detención al finalizar los registros del martes, pero sí ha declarado “arguidos” (imputados) a dos sociedades y dos personas, cuya identidad no desveló en una nota emitida a última hora, aunque el canal de televisión Now afirmó que se trataba del empresario Humberto Pedrosa y su hijo David, dueños del grupo Barraqueiro.
Alemania es el país extranjero al que España más admira. La imagen que los ciudadanos españoles tienen del Estado centroeuropeo es de país rico, eficiente y socialmente estable, según un estudio realizado por el Real Instituto Elcano en 2025. Lo curioso es que Alemania no es un país de lujo. Ni siquiera es un país de una mayoría de ricos. De hecho, es el país más desigual de la zona euro, tras Austria. El patrimonio está muy desigualmente repartido. Lo dicen los cinco sabios, el consejo de expertos que asesora al Gobierno alemán, en su último informe semestral, publicado este mes. Achim Truger, miembro del prestigioso quinteto, exige “limitar el poder de los ricos en Alemania”. ¿Cómo? Con impuestos más altos a los ricos herederos empresarios. Y lo dice también el Bundesbank: “El patrimonio de los hogares privados sigue muy desigualmente repartido”.
Pocos arcos vitales igualan hoy día la fascinante y penosa historia de Ryan Wedding, un antiguo atleta olímpico canadiense convertido en uno de los principales traficantes de cocaína de las Américas. Buscado desde hace años por las autoridades de Estados Unidos, parte de la lista de los más buscados por el FBI, el Departamento del Tesoro ha anunciado este miércoles sanciones en su contra y en contra de su red de apoyo, una cadena de individuos y empresas que incluye a un abogado y un joyero canadienses, un antiguo miembro de las fuerzas especiales italianas y una proxeneta colombiana, que dirige una red de prostitución en México.
Niklas Frank no puede quitarse de encima a su padre, el criminal nazi Hans Frank. Nunca podrá. Él lo compara con un duende, un espíritu maligno que estuviese agarrado a sus hombros, y no lo soltase. Para siempre lo tendrá con él.
Un repaso a la hemeroteca basta para comprender la compleja relación que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene con las mujeres. Las insulta, humilla y ofende en cuanto le llevan la contraria. Descarado, abiertamente machista y faltón, el enésimo caso en el que Trump ha ofendido a una mujer se ha producido esta semana cuando el republicano agravió a una periodista de Bloomberg que le preguntaba por su relación con el pederasta fallecido Jeffrey Epstein. “Calla, cerdita”, le espetó el mandatario estadounidense el viernes por la noche cuando viajaba en el Air Force One con destino a Mar-a-Lago, donde se escapa los fines de semana.
En su combate contra la maquinaria de la guerra de Rusia contra Ucrania, la UE empezó a actuar contra al carbón. Poco después fue contra el petróleo. A continuación, la idea para dañar la economía de Moscú, tremendamente dependiente de la exportación de los hidrocarburos, era abordar un veto al gas natural, del que Europa se estaba tratando de desenganchar tras muchos años de dependencia. Pero ahí se quedó: faltaba apetito político para ampliar las acciones sobre su sector energético. Había, también, miedo a una gran crisis de suministro ―quizá más del debido: aunque caro, el gas natural licuado (GNL, el que se mueve por barco) se ha demostrado una solución mucho más sólida de lo que se pensó―. Y el bloqueo persistente de Hungría y Eslovaquia a una decisión que debía tomarse por unanimidad se hizo insalvable durante meses.
Para la juventud de China, el horizonte del éxito se ha concentrado durante lustros en cuatro puntos geográficos: Pekín (sede política del país), Shanghái (motor financiero), Guangzhou (centro manufacturero y exportador) y Shenzhen (el laboratorio tecnológico). Sus luces marcaban el camino a seguir, aunque eso implicara pisos pequeños, alquileres desorbitados y jornadas interminables. Hoy esa hoja de ruta empieza a cambiar. Una parte creciente de los jóvenes chinos comienza a probar en urbes secundarias, donde el ritmo es menos frenético y la conciliación más factible. El giro obedece a un cambio de prioridades. La combinación de salarios estancados, paro juvenil en cotas altas, fatiga laboral crónica y expectativas vitales cada vez más realistas está empujando a una generación marcada por la competitividad y la presión a apostar por un equilibrio entre ambición y salud mental.
Iris Jordán (Barbastro, 31 años) podría dibujar las montañas que la rodean con los ojos cerrados. Las ha subido todas. “Corro en el monte, hago alpinismo, esquí de travesía. Antes escalaba, pero llevo dos operaciones de hombro… No sabes la sensación que es ver todo desde allí arriba”, dice mientras da un paseo por su valle, el de Benasque. Ese paisaje que corre y recorre a diario, el mismo que la vio crecer, partir a la gran ciudad y regresar con la incertidumbre de quien se reencuentra con algo que no sabía que echaba de menos, es ahora también parte de lo que cocina en su restaurante Ansils, en la aldea oscense de Anciles.
Especial Gastro de ‘El País Semanal’Este reportaje forma parte del Especial Gastro elaborado por ‘El País Semanal’ y EL PAÍS Gastro.Respeto y coherencia. Son las palabras que más repite Nuria Renom al hablar de su pasión, que la mantiene ocupada de sol a sol: la elaboración de vinos naturales en un bucólico rincón del Alt Penedès (Barcelona). Esta viticultora que va por libre no duda en reconocer que ha encontrado su lugar en el mundo entre viñedos, en una finca rodeada de bosque y con un centenar de olivos. La compró en 2021 junto a su pareja, Arola Tous Galí, y el sueño común es asentarse aquí, rodeándose de amigos, familia y visitantes que compartan el mismo entusiasmo por la sencillez. Su anhelo es que la finca Can Barceló, en el barrio de Les Cantarelles del municipio de Sant Martí Sarroca, llegue a producir íntegramente unas 50.000 botellas de vino al año y, a la vez, se convierta en un pequeño alojamiento de enoturismo. Pero sin pijadas de hotel opulento, matizan. No quieren ningún lujo que importune la paz de este paraje.
Especial Gastro de ‘El País Semanal’Este reportaje forma parte del Especial Gastro elaborado por ‘El País Semanal’ y EL PAÍS Gastro.Después de muchos años de sobriedad, las tendencias en el diseño de restaurantes, y en consecuencia de sus sillas, cada vez se están situando más en el extremo opuesto, con proyectos muy locos que exploran hasta dónde se puede llegar formalmente sin perder en comodidad, sobre todo, en el caso concreto de los asientos. Superadas ciertas limitaciones, han aparecido propuestas con toda su estructura acolchada y tapizada, como si fueran pequeños sofás en versión individual. Asimismo, se ha recuperado el sillón club, reintroducido y adaptado a este nuevo contexto por su capacidad para aportar elegancia y confort. Por su parte, las sillas se mueven entre registros opuestos. Por un lado, se han vuelto gruesas y musculadas, como si su trazo hubiera sido puesto en negrita. Por otro, son tan finas y gráciles que casi parecen insectos.
Especial Gastro de ‘El País Semanal’Este reportaje forma parte del Especial Gastro elaborado por ‘El País Semanal’ y EL PAÍS Gastro.Un año después del salvaje asesinato de Jamal Khashoggi -asfixiado en el consulado de Arabia Saudí en Estambul y luego descuartizado para hacer desaparecer el cadáver-, amigos y colegas del periodista se congregaron en el último lugar donde fue visto con vida. Por el escenario, instalado frente a la legación diplomática saudí, pasaron intelectuales y defensores de los derechos humanos, disidentes de variados países autoritarios de Oriente Próximo -que entonces hallaban refugio en Turquía-; la relatora de la ONU Agnès Callamard, cuya investigación vincula directamente al príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán, con el asesinato; o el entonces hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, propietario del diario, The Washington Post, en el que escribía Khashoggi. Todos coincidieron en que, incluso en su muerte, el periodista había infligido una derrota al absolutismo saudí, al mostrar al mundo el rostro verdadero y cruel de su hombre fuerte, condenado por ello a ser un paria. No podían estar más equivocados.
Las autoridades sanitarias internacionales y los expertos en nutrición han lanzado un grito de alerta acerca de la creciente prevalencia de los alimentos ultraprocesados en la dieta global. No existe aún un consenso sobre qué es un “alimento ultraprocesado” —la OMS ha iniciado la convocatoria de una comisión de expertos para establecer sus criterios sobre el tema— pero las definiciones más consistentes afirman que se tratan de productos elaborados a base de materias primas ya preparadas a los que se incorporan aditivos para mejorar su sabor o facilitar su preparación o conservación. La popularidad de este tipo alimentos no es difícil de explicar. En las economías más desarrolladas, las características del mercado de trabajo hacen que cada vez más personas carezcan de tiempo para cocinar. En el mundo en desarrollo (donde más crece el consumo), la creciente urbanización hace atractivas la comodidad y el prestigio de los alimentos ultraprocesados. Y, en todas partes, la industrialización hacen que sean en muchos casos más baratos que los ingredientes frescos.
Un cuarto de siglo da para mucha música. En esta columna de La Ruta Norteamericana, bien lo sabemos porque, desde sus comienzos en formato blog musical, allá por 2008 -¡se dice pronto!-, hemos recomendado muchos discos y artistas de todo pelaje, siempre bajo el criterio del gusto personal. La transformación de La Ruta Norteamericana en una columna periodística, abierta a otros géneros sonoros fuera de la música de raíces americana, más centrada en la actualidad y con propósito narrativo en ocasiones, derivó en un espacio menos sujeto a las recomendaciones discográficas.
La fotografía captura un instante decisivo: una estatua monumental del filósofo Friedrich Engels ha quedado suspendida en el aire. En el fondo, los bloques de pisos conviven con la torre de la iglesia de Santa María y la Torre de Televisión en el histórico barrio de Mitte, en el Berlín oriental, subrayando el contraste entre el pasado y el presente. Su autora es la fotógrafa alemana Sibylle Bergemann (1941-2010), una de las grandes referencias de la fotografía alemana de las últimas décadas del siglo XX. Vista hoy, la imagen invita a pensar que estamos ante otro documento más del ocaso de un ídolo; a leer la escena como una retirada, la consecuencia de un giro histórico. Sin embargo, la imagen fue tomada durante el proceso de la instalación del Marx-Engels Forum, dedicado a las dos figuras centrales del relato oficial. Un detalle que desarma nuestras primeras certezas y revela hasta qué punto la historia —y nuestra mirada— pueden invertir el sentido de una misma imagen.
En España, la atención paliativa pediátrica avanza más lentamente que las necesidades reales de los niños con enfermedades incurables, y las diferencias entre comunidades evidencian una desigualdad que afecta tanto a la calidad de vida de los pequeños como al bienestar de sus familias. A pesar de que la mayoría de estos menores vive largos periodos con síntomas complejos que requieren acompañamiento médico, psicológico y social continuo, no se dispone todavía de equipos suficientes ni de especialistas formados para atenderlos. En ese contexto ha nacido este mes de noviembre la alianza entre la Fundación Aladina y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos Pediátricos (PEDPAL), que pretende dar un paso decidido hacia un cambio estructural a través de la formación avanzada de nuevos profesionales.
Casi 40 años de dictadura y, por tanto, de propaganda; la tardía reacción de las administraciones democráticas respecto a la enseñanza ―es la ley de memoria democrática de 2022 la que obliga a incluir entre sus fines el conocimiento de la represión franquista―; el auge de la extrema derecha y de los discursos negacionistas o revisionistas han hecho mella en la sociedad española. Así lo refleja la encuesta monográfica del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER con motivo del 50 aniversario de la muerte de Franco. El sondeo (2.000 entrevistas online) analiza (según el género, la edad y la intención de voto) el grado de conocimiento de los españoles sobre el pasado traumático; la huella de las consecuencias de la Guerra Civil en las familias; la valoración del régimen franquista, de la Transición y de las políticas de memoria. Y deja algunos porcentajes preocupantes. Puede consultar todos los datos de la encuesta aquí.