ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La Audiencia de Madrid ha condenado a dos años de cárcel al expresentante de Belén Esteban, Toño Sanchís (Madrid, 52 años), al considerar acreditado que se valió de la “confianza plena” de la colaboradora televisiva para cobrarle durante años una comisión mayor a la estipulada, apropiándose indebidamente de más de 400.000 euros. En la resolución de este lunes 24 de noviembre, a la que ha tenido acceso la agencia Efe, los magistrados también condenan a Sanchís a una multa de 2.100 euros y a que indemnice a Belén Esteban con una cantidad que se determinará más adelante, en la ejecución de la sentencia.
Aliru Adebayo Idris, ya fallecido, se incorporó a la administración pública del Estado de Kwara, en Nigeria, como maestro de primaria en 1978, y trabajó durante 35 años hasta su jubilación en 2013. Idris se jubiló como funcionario de nivel 12 y pasó a cobrar una pensión mensual de 20.000 nairas (10,91 euros) hasta su fallecimiento. Sus gratificaciones ascendían a más de un millón de nairas (545,70 euros), pero cuando falleció, el 20 de abril de 2024, el Estado de Kwara seguía sin pagárselas. Lamentablemente, su pensión de 20.000 nairas no se ajustaba al salario mínimo que regía en ese momento en Nigeria, que era de 30.000 nairas.
El pasado sábado, a la par que el encendido de las luces de Navidad, el cauce del Río Manzanares se ha iluminado de color “azul PP”. A diferencia de la promoción que le dio el Ayuntamiento de Madrid a sus 13 millones de bombillas o a sus instalaciones lumínicas gigantes para celebrar esta época del año, las luces del Manzanares se prendieron sin avisar, tomando por sorpresa a vecinos y ecologistas que llevan más de un año pidiendo que esto no suceda. “Lo han hecho así a posta, porque saben que si nos enterábamos hubiésemos montado algo y le hubiésemos estropeado la foto”, dice Susana de la Higuera, presidenta de la Asociación Vecinal Pasillo Verde-Imperial.
La niña de cuatro años que permanecía ingresada en la UCI pediátrica del Hospital Clínico de Valencia desde el pasado jueves tras ser sometida a un tratamiento en una clínica dental de Alzira (Valencia), evoluciona favorablemente y ha pasado a planta, según han informado fuentes de la Consejería de Sanidad a este periódico. La menor fue sometida a un tratamiento dental en la misma clínica privada en la que también fue tratada ese mismo día otra niña de seis años, que falleció horas después de la intervención.
Es la peor de las pesadillas para un centro de investigación puntero dedicado a entender y combatir uno de los peores males conocidos. ¿Puede el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) —una de las joyas científicas del país— haber albergado una red corrupta que adjudicaba contratos a empresas amigas sin seguir los procedimientos adecuados? Un exdirectivo que trabajó en el centro desde 2005 está convencido de que sí. En la última década, se habrían detraído del presupuesto de este organismo público unos 20 millones de euros, como mantiene en una denuncia que ha presentado ante la Fiscalía Anticorrupción, y a la que ha tenido acceso este diario.
Isabel, de doce años, guarda en su móvil la entrada del concierto de su grupo favorito de K-pop (música pop coreana), que actuará próximamente en Barcelona. Desde hace meses, la adolescente recibe tratamiento por una enfermedad grave en un hospital madrileño y se agarra a la ilusión de ver a sus ídolos en directo cuando las fuerzas flaquean. Imagina el momento en que las cantantes salgan a escena, el viaje a la capital catalana desde Madrid junto a su familia, la estancia en el hotel e incluso el restaurante coreano donde le gustaría comer antes de entrar al concierto.
Una pyme o empresa puede protegerse a todos los niveles: el negocio, sus empleados y hasta sus directivos. El objetivo es el mismo para todos: estar prevenidos en caso de necesidad y promocionar el bienestar de la plantilla y sus dirigentes. Un ambiente de armonía y satisfacción repercute directamente en la producción o actividad y, por ende, en los resultados.
Ha encontrado un filón en la venta de dispositivos electrónicos usados que adquieren una segunda vida tras pasar por el taller. Creada por tres emprendedores de origen francés en 2014, Back Market se ha convertido en uno de los actores principales del reacondicionamiento de teléfonos móviles, que cuando empezaron tenían una penetración del 4% en el mercado europeo y que hoy abarca el 36% de los smartphones comercializados en países como Francia y España, explica Thibaud Hug de Larauze, fundador (junto a Quentin Le Brouster y Vianney Vaute) y consejero delegado de la compañía, por videoconferencia desde Barcelona, la tercera oficina más grande de la firma.
Difícil procesar toda derrota para un deportista de élite, de modo que a los cuatro componentes del equipo español y a su capitán, David Ferrer, se les adivinaba una extraña mezcolanza interior: bien, efectivamente, se le compitió a la anfitriona de tú a tú. Pero “agridulce”. Nada que reprocharse, faltaría más, estuvieron ahí hasta el final. Pero llegados hasta aquí... Matices (“detalles”) y el ejercer absoluto de la hegemónica Italia, que hasta 2023 había logrado un solo título de la Copa Davis, en 1976, y en un abrir y cerrar de ojos colecciona ya cuatro, por encima de Alemania, Chequia o Rusia. Son tres sucesivos, algo que no se conseguía desde que Estados Unidos, la más laureada de la competición (32), encadenase hasta cinco en el intervalo de 1968 a 1972.
EN SEPTIEMBRE, SERBIA O CHILELa afición italiana apretó, siempre dentro de unos límites razonables. “Ha sido una grada muy caballerosa, lo normal”, afirmó Ferrer. Para Munar “estuvo perfecta” y “no molestó en absoluto”, teniendo en cuenta que “esto es la Davis”; de hecho, el mallorquín disfrutó de “una gran atmósfera” y aguarda ahora con ganas a la siguiente experiencia, que ya coge forma.
La Federación Internacional de Tenis (ITF) efectuó este domingo el sorteo de la fase clasificatoria para la próxima edición. España, por tanto, ya sabe quiénes podían ser sus rivales en la segunda ronda de septiembre —queda exenta de la primera por haber alcanzado la final en 2025—. Será la vencedora del Chile-Serbia.
Al igual que este año, se disputarán dos rondas con eliminatorias directas con factor campo. Las de la primera se disputarán los días 6 y 7 o 7 y 8 de febrero, y las de la segunda los días 18 y 19 o 19 y 20 de septiembre. Según precisa el reglamento de la ITF, los equipos locales podrán elegir las fechas.
En el caso de que progresase el equipo serbio, España podría cruzarse con Novak Djokovic. El resto de las series serán las siguientes: Alemania-Perú y Croacia-Dinamarca; Ecuador-Australia y Noruega-Gran Bretaña; Bulgaria-Bélgica y Japón-Austria; India-Holanda y Corea-Argentina; Hungría-Estados Unidos y Chequia-Suecia; Francia-Eslovaquia y Canadá-Brasil.
Al visitante de la última exposición de Fundación Telefónica, en Madrid, se le escapa la risa cuando ve su propia imagen en pantalla, pero tratada con los parámetros del big data. “54% de posibilidades de ser extranjero”. “32% de posibilidades de vivir en un barrio periférico”. Es normal sonreír, parece una broma. Luego la sonrisa se va apagando y van surgiendo las preguntas: “¿Es así como me ve el big data?” Y más importante aún: “¿Quién hace uso de ese big data?”. O mejor: “¿Un informe surgido de este leviatán acabará en manos de un jefe de recursos humanos que el día de mañana decidirá mi contratación?”. El visitante respira, solo se trata de una obra de arte. Pero entonces descubre la siguiente sala, empapelada por las contraseñas de miles de madrileños que fueron expuestas durante un fallo de seguridad hace dos años. “¿Estará la mía escrita en esta pared?”.
Cruzar el sanmon —la vetusta puerta de madera de cedro enmarcada por dos faroles de papel— del monasterio Sanbo-in es como cruzar la frontera invisible y siempre anhelada entre la realidad mundana y el estado de ánimo de paz perpetua. El jardín que antecede al edificio es la armonía hecha cuerpo. Arces de hojas rojizas se alternan con otras coníferas de troncos centenarios, un riachuelo rumoroso culebrea entre piedras de granito (de las mismas que está hecho el puentecillo que lo cruza), una capa de musgo parece darle a la escena una pátina de eternidad. Todo ello con el telón de fondo de un denso bosque de sugis, los inmensos y rectilíneos cedros japoneses. Toda una declaración de intenciones de lo que espera dentro.
Los paneles fotovoltaicos cubren ya más de 14.500 kilómetros cuadrados de la superficie del planeta: desde el desierto de Atacama hasta las cordilleras del Tíbet. Esta extensión, equivalente al tamaño de Irlanda del Norte, resulta del análisis de Global Renewables Watch (GRW), que identifica estas infraestructuras aplicando técnicas de aprendizaje automático a imágenes satelitales.
Guarda en la mochila más de 20 cumbres del clima de la ONU, aunque la de la ciudad brasileña de Belém ha sido para Sara Aagesen (Madrid, 49 años) su primera como ministra para la Transición Ecológica. Por lo tanto, ha estado al frente de la delegación española en estas complicadas negociaciones. Cuando el presidente brasileño y anfitrión de la COP30, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó el guante a los países para que impulsaran en la cumbre una hoja de ruta para dejar atrás los combustibles fósiles fue de las primeras que lo recogió. Hasta el punto de que, en una de las reuniones a puerta cerrada, la representante de Arabia Saudí se lo echó en cara en una tensa conversación. Finalmente, esas menciones directas en la declaración final a los combustibles fósiles no se pudieron incluir por el bloqueo de muchos Estados, encabezados por el grupo de países árabes.
“Además te llevas un ordenador gratis, las ayudas están a punto de agotarse”, decía un anuncio en TikTok que han visto 1,4 millones de españoles. Una empresa puso, solo en esa red social, 8.343 variantes de esa publicación promocionada. Otras empresas usaban Instagram o Facebook para sus reclamos: “Me llevé un Mac como este, totalmente nuevo y sin pagar un solo euro”, explicaba una chica joven a cámara en uno de los anuncios. En otros, podía leerse: “Puedes conseguir el iPhone 17 Pro o un MacBook Air, totalmente gratis y legal. ¿Te suena a trampa? No lo es”.
Si se hubiera quedado en El Fasher unos días más, Mohamed Usman Hassan (42 años) probablemente no estaría sentado aquí ahora, sobre una estera en la bombardeada capital sudanesa, Jartum. Él, su esposa y sus dos hijos escaparon de forma milagrosa: menos de una semana antes de que los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) atacaran la capital de Darfur Norte, logró convencer a un soldado para que le dejara atravesar el puesto de control principal que conducía fuera de la ciudad. Llevaba a su hija pequeña en una carretilla.
En los momentos más álgidos del procés, allá por octubre de 2017, un par de personas me recriminaron que tuiteara sobre restaurantes o recetas cuando en Cataluña estaba a punto de estallar la revolución. Los reproches me parecieron tan absurdos que ni los discutí, pero aquellos indignados plantaron una semilla en mi cabeza, porque desde entonces me he planteado en más de una ocasión qué sentido tiene tratar temas en apariencia banales cuando el mundo arde. Cómo podemos preocuparnos de cómo se hace el gazpacho, dónde ir a comer sushi o cuál es el mejor cruasán de España, mientras a nuestro alrededor arrecian dramas como el de la vivienda o el de la pobreza, por decir dos bien lacerantes.
Especial Gastro de ‘El País Semanal’Este artículo de opinión forma parte del Especial Gastro elaborado por ‘El País Semanal’ y EL PAÍS Gastro.Hay gafas en la cocina, en el sofá y en la mesa del salón. Hay gafas en la zona de la librería. Hay gafas por todas partes. “Veo muy bien de lejos pero muy mal de cerca”, dice Amparo Llanos (Madrid, 1965), “ya sabes, vista cansada... Tampoco es un drama”. Cada par tiene su uso y su graduación y las que lleva colgadas del cuello son para leer en la calle. Porque Amparo lee todo el rato, también cuando camina. El apartamento está situado a pocos metros del Parque del Retiro, donde la música y escritora sale a pasear casi todos los días. Hace 22 años se mudó de Majadahonda a esta casa, después de que su hermana Cristina (cofundadora de la banda Dover) viera que estaba en venta. No se plantea mudarse: “He fantaseado con irme a Miraflores, donde pasé los veranos de mi niñez. Pero los inviernos allí son más duritos y más fríos y aquí tengo a mis hermanas. Yo qué sé. Me da pereza”.
Jihad está sentado a la entrada de su casa en Darmin, en el este de Siria, a poca distancia de los laureles que se llevaron a sus hijos. El hombre, de 71 años, empieza a hablar antes de que nadie le pregunte y su dolor se desborda. “Salíamos al amanecer y volvíamos al anochecer, cargados con sacos de hojas de laurel”, arranca, con una voz firme que poco a poco empieza a fallar. “No sabíamos quién volvería y quién se quedaría en el bosque”, prosigue, mientras las palabras parecen congelársele en la boca.
McLaren y Lando Norris están jugando con fuego o peor aún, con Max Verstappen, el animal competitivo más voraz de la historia de la Fórmula 1 además de un chiflado de las carreras; una combinación que le convierte en el elemento más peligroso de la parrilla. Si alguien tiene eso clarísimo es Norris, que este sábado por la noche, en un escenario tan estrafalario como Las Vegas, pudo dejar el Mundial prácticamente sentenciado, pero terminó complicándose la vida de forma innecesaria. La sexta victoria del curso del buque insignia de Red Bull no tiene seguramente el efecto alborotador que muchos desearían para el bien del espectáculo, pero deja claro que el holandés ‘morirá matando’, fiel a su naturaleza de depredador.