ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
“No se sorprendan si las personas de Gaza les repiten que la muerte es una salvación”, asegura, sentado en la arena bajo el incesante sol de mediodía, Hamada Abu Hassan, mientras vuelve sus ojos vacíos de vida hacia las voces de sus hijos, Salama, de 18 años, y Anas, de 15, y les da instrucciones sobre cómo cavar en una duna del sur de la Franja.
Los jóvenes están mal, se sienten muy tristes, de bajón absoluto. Lo peor no es la ansiedad, ni estar enganchado al móvil, ni sentirse solo, ni estar sin trabajo, ni siquiera saber que es imposible comprarse una casa; lo peor es que, hasta hace unos pocos años, ninguno de ellos esperaba encontrarse con nada de esto.
Paz Torralba (Salamanca, 51 años) sabe demasiado. Por ejemplo, la terapia antiacné de toda la plantilla del Atlético de Madrid y de buena parte de la del Real Madrid; lo que se hace en el cuerpo Katia Ancelotti, hija del entrenador de fútbol Carlo Ancelotti; el nombre del empresario que va con dos guardaespaldas a su centro de estética: uno espera fuera y el otro, sentado en el vestíbulo; lo que gasta la suegra de Marta Ortega en belleza; lo que se dejan los Roig, sí, los dueños de Mercadona, en tratamientos de rejuvenecimiento; los días de la semana que Pedro J. se hace las manos y los pies o las terapias antiestrés de Margarita Robles, la ministra de Defensa. También quién va a qué evento en Madrid y qué se hace para impresionar. Torralba conoce exactamente cuántas mentiras piadosas contiene el eufemismo: “No me hago nada, pero duermo ocho horas y tomo dos litros y medio de agua”.
Perea es joven, sí, pero todavía lo parece más que en las fotos. Y con más aplomo. Se presenta a la entrevista y a la sesión fotográfica vestido con un ajustadísimo peto de lentejuelas fucsia —lo tiene en todos los colores, cual imagen de marca— sobre lampiño pecho descubierto y posa con absoluta naturalidad haciendo que cose un tul azul eléctrico en la terraza de un hotel rabiosamente urbano sobre los tejados del centro de Madrid. Es viejo conocido de la casa. Aquí presentó su colección durante el Orgullo LGTBI+ y agotó todos los modelos entre el público asistente. Ese es su método de trabajo: traje cortado, traje cosido, traje vendido. No es que se haya impuesto coser a destajo, dice, es que no puede evitarlo. Dejemos que se explique.
MODA PARA LLAMAR LA ATENCIÓNEso es, según propia confesión, lo que más le gusta hacer a José Perea (Hinojosa del Duque, Córdoba, 28 años). Crear trajes para el escenario, las alfombras rojas y los días especiales desde a celebridades a cualquiera que quiera dar la nota y abonar los entre 400 y 600 euros que cuestan sus vestidos. Diseñador y modisto completamente autodidacta, Perea se ha curtido en programas de televisión como Sálvame, o la versión argentina de Maestros de la costura, donde realizaba, y aún realiza si lo llaman, vestidos exprés en directo para cualquiera que se le ponga por delante. Debajo del espectáculo, del que no reniega, hay un artesano que se ha buscado la vida desde adolescente y que, hoy, vive de la moda.
Durante mucho tiempo escribí a mano. Al hacer entrevistas, además de usar la app de grabadora del móvil, tomaba notas a boli con una letra frenética, tan ilegible que ni a mí me habrían servido en caso de fallo del archivo de audio. Desde hace un par de años, sigo tomando notas en las entrevistas, pero lo hago con un ordenador portátil. A medida que habla la persona entrevistada, voy recogiendo en el documento solo la información relevante, descartando redundancias o titubeos. Lo que resulta una opción mucho más práctica, ya que estas notas ya no se limitan a constituir una alternativa a la grabación: al ahorrarme las tareas de transcripción y depurado, casi siempre acaban convirtiéndose en el plan A, la base de la que parto para elaborar la entrevista o el artículo definitivo.
La fiscal no duda y pide cuatro años y medio de cárcel y la expulsión de España una vez haya cumplido tres cuartas partes de la pena. El acusado es un ciudadano georgiano que en junio cometió dos robos con violencia, con apenas cuatro días de diferencia, a taxistas junto a otra persona no identificada. Su dependencia a las drogas, a la que alude el abogado defensor, no es tenida en cuenta como atenuante por la fiscal: “No tiene arraigo de ningún tipo y se dedica a la comisión de delitos violentos... su caso genera alarma social”. El juicio llega a su fin y, con él, un carrusel de siete juicios celebrados el pasado martes en la sala 233 de la Ciudad de la Justicia de Barcelona.
“Al bell mig del camí de la nostra vida / vaig retrobar-me en una selva obscura”, amb aquests versos comença Dante la seva Comèdia; amb només dos versos el poeta florentí ens presenta el protagonista del seu llarg poema: un home de mitjana edat. Som al 1304, any en què Dante començà la redacció de la seva obra magna, i aquesta figura, la de l’home a la meitat de la vida, és recurrent en la història de la literatura. L’envelliment, la decadència física, els anhels, els nous desitjos o la frustració són temes abundantment abordats pels escriptors a través de personatges masculins. Però, i elles? Amb diferència de poques setmanes, es publiquen en català cinc novel·les —Fam, de Núria Busquet; Una dona de la teva edat, de Gemma Ruiz; El mar, que brilla i riu, de Montse Barderi; Lisa Cohen, d’Ada Klein, i Els temples solemnes, de Glòria de Castro— que, de manera diferent i des de perspectives molt diverses, ens presenten dones que han arribat o fins i tot han passat el bell mig del camí de la vida: dones atrapades en el seu rol de mare i esposa i que es qüestionen si aquesta és la vida que desitgen; dones que decideixen fer un punt i a part i apropiar-se de la seva vida a tots els nivells; dones que miren enrere el camí traçat fins a arribar a una autoafirmació de si mateixes sense ràbia i sense culpa, amb la tranquil·litat i la desinhibició de dir què volen, què desitgen, com volen viure. Com expliquem aquesta coincidència?
Una dona de la teva edat Gemma Ruiz Palà Edicions Proa 264 pàgines 20,90 euros @10,99El mar, que brilla i riuMontse Barderi Columna Edicions 192 pàgines 20,90 euros @9,99FamNúria Busquet Molist Periscopi 246 pàgines 21 eurosLisa CohenAda Klein L’Altra Editorial 192 pàgines 18,90 eurosEra septiembre de 2022, algo más de medio año después de que Vladímir Putin ordenase la invasión total de Ucrania, cuando la presidenta de la Comisión Europea dio la economía rusa por colapsada. “Aeroflot deja sus aviones en tierra porque no tiene piezas de repuesto. El ejército ruso utiliza chips de lavavajillas y neveras para reparar su equipo militar porque se ha quedado sin semiconductores. La industria rusa está en ruinas”, proclamó Ursula von der Leyen mientras los países europeos regaban a Gazprom con euros a espuertas por el temor a un desabastecimiento de gas en invierno. Europa no había aprobado aún muchas de sus sanciones actuales y su ayuda militar a Kiev era irrisoria y llegaría después a cuentagotas, pero Bruselas confiaba en que bastaría con sentarse y esperar a un colapso ruso que no llegó. Hoy, sus aviones siguen volando con piezas de contrabando y su ejército recibe ingentes cantidades de drones, mientras la economía muta en una economía de guerra y aguanta con una cara factura que pagan sus ciudadanos.
El rally del precio del oro parece no tener fin. El metal precioso se encarece ya en lo que va de año casi el 50% y ha duplicado su precio en los últimos tres ejercicios. Los 4.000 dólares por onza están a tiro de piedra y algunas previsiones no descartan que el oro alcance los 5.000. Las continuas compras de los bancos centrales, la fuerte demanda del metal precioso en los hogares chinos y la pérdida de pedigrí de la deuda soberana de EE UU como activo refugio está sosteniendo el alza del oro con una intensidad sin precedentes. Su revalorización se traslada además a la cotización de compañías mineras y de ETF, que se apuntan ganancias aún superiores a la del metal y que despuntan como alternativas con las que exprimir la fiebre del oro desde la renta variable.
En el condado de York se suceden ruinas de abadías que por belleza, más que por tamaño, evocan al templo camboyano de Angkor. Conservan sus respectivas estructuras, muros, columnas y los marcos de las ventanas y de las vidrieras de las iglesias. Faltan los cristales, el mobiliario y los techos, que han sido sustituidos por el vacío y el cielo. Es lo que queda de unas antiguas abadías fundadas en el siglo XII por monjes agustinos, benedictinos y cistercienses, que sufrieron invasiones de los escoceses, malas cosechas, una pandemia de peste negra en el siglo XIV y que tuvieron que abandonar en el XVI por una disolución monástica ordenada por Enrique VIII. Rey que quiso divorciarse y que necesitó los bienes de aquellos monasterios para sanear las arcas reales y al que le vino muy bien la revuelta protestante de Martín Lutero contra la iglesia Católica.
En la sociedad actual la figura del maestro está presente a lo largo de toda la vida escolar. No solo se trata de un modelo para la infancia, sino que acompaña el aprendizaje a lo largo de las distintas etapas educativas, desde las más tempranas hasta la vida adulta, siendo incluso figura de referencia y guía en los estudios superiores, universitarios o profesionalizados.
Las dulces piñas, fruta tropical donde las haya, tienen unas primas lejanas muy curiosas que adornan los interiores de las casas. Estas parientes son de porte más pequeño —muchas no superan los 10 centímetros de altura—, y cuentan con un nombre popular muy poético que deriva del inglés: estrella de tierra, en contraposición a aquellos extraños animales que son las estrellas de mar. El nombre científico de su género es el de Cryptanthus, y su origen es brasileño, en concreto del este del enorme país. Como la piña (Ananas comosus), los criptantos son bromelias, una familia de plantas que engloba cientos de especies ornamentales, como las de los géneros Vriesea, Neoregelia, Nidularium, Guzmania o Aechmea. A pesar de estos nombres un poco extraños, son plantas muy frecuentes en los escaparates de las floristerías.
Donald Trump redobla su estrategia de desplegar tropas en ciudades y Estados de mayoría demócrata, pese a que se le acumulan las decisiones judiciales que se lo bloquean. Este sábado el presidente de Estados Unidos —que esta semana llegaba a proponer utilizar las urbes como “campos de entrenamiento” para las Fuerzas Armadas— ordenaba el despliegue de 300 soldados de la Guardia Nacional en Illinois. Cumple así lo que amenazaba desde hace semanas, pese a la rotunda oposición del gobernador del Estado, J.B. Pritzker. Mientras, casi al mismo tiempo una jueza federal, nombrada por él para el cargo, bloqueaba el envío de militares de la Guardia Nacional a Portland, en Oregón, que el republicano había ordenado hace exactamente una semana.
En 1423, Enrique de Aragón, Marqués de Villena, escribió Arte Cisoria o Tratado del Arte del cortar del cuchillo, un libro estructurado en 21 capítulos sobre la manera de usar un cuchillo en la cocina y, más concretamente, en las mesas reales. Años más tarde, Mariano José de Larra dedicó alguno de sus Artículos de Costumbres a este oficio: “El arte de trinchar un pavo es en nuestra sociedad un talento que vale más que la ciencia, más que la virtud, más que la honradez”.
El genetista Svante Pääbo demostró que se puede extraer ADN de fósiles humanos de hace miles de años. Su equipo fue el primero en secuenciar el genoma completo de los neandertales, nuestros parientes humanos más cercanos, y descubrió que los sapiens tuvimos sexo e hijos con ellos. También desveló la existencia de un tercer linaje humano desconocido, los denisovanos, gracias al material genético extraído de un hueso diminuto de una niña que vivió en una cueva de Siberia hace unos 50.000 años.
Después de semanas, e incluso meses, de negociaciones, más o menos amistosas según los casos, en los que una fusión o adquisición empresarial se juega en los despachos de los altos directivos, llega el momento de que la pelota se baje a la tierra. Es decir, al día a día de los empleados de ambas compañías. Esos que, por lo general, miran con recelo cuál será el futuro tras la unión.
Dicen que la astrología se inventó para que la economía pudiese parecer una ciencia más precisa. Si la mayor parte de los análisis de la historia reciente han errado a la hora de vaticinar profundas recesiones en medio Occidente, con España los malos augurios se han demostrado especialmente desviados. Financial Times —evangelio económico al que se atribuye la popularización del acrónimo PIGS (cerdos, en inglés) para referirse a los países de la Europa del sur con problemas financieros, entre ellos España, durante la Gran Recesión— dedicó el pasado fin de semana un elogioso editorial a esta economía como la “más destacada” de Europa. En septiembre, las grandes agencias de calificación de riesgos, como S&P, Fitch y Moody’s, que ponen nota a los países en función de su capacidad para pagar su deuda, han elevado la calificación a la letra A, zona noble a la que no llegaba desde la debacle inmobiliaria.
El grupo de aerolíneas IAG, moldeado a partir de la unión de British Airways e Iberia en 2011, no quiere perder comba en lo que resta del proceso de integración del sector aéreo europeo. Tras retirar el año pasado el plan de compra de Air Europa, por las cesiones de actividad a que obligaba la Comisión Europea, IAG va a por la privatización de la portuguesa TAP. El consejero delegado, Luis Gallego (Madrid, 57 años), está convencido de que su propuesta tiene mayor encaje de mercado, también regulatorio, que la de Lufthansa y Air France-KLM. La primera ya se ha hecho con la italiana ITA y la segunda ha tomado las riendas de la escandinava SAS. Invertir para defender la posición de liderazgo en las rutas del Atlántico es posible, sostiene el ejecutivo, gracias a una solvencia financiera sin precedentes en su compañía.
Las series y películas que ven los españoles son un tema habitual de conversación desde la llegada de las plataformas de streaming hace una década, que ya están presentes en 13 millones de hogares, aproximadamente el 70% del total. “Netflix para ver The Office” o “Disney+ por los niños” son motivos por los que un usuario elige entre una, otra o varias plataformas. A la exposición de las preferencias seriéfilas, le sigue una pregunta: “¿Cuánto pagas?”. Hoy, las plataformas ofrecen planes de suscripción a precios más baratos de los que tenían en su lanzamiento, pero solo en aquellas opciones que incluyen publicidad, unos cuatro minutos por hora de consumo. Esta fórmula es la que se ha vuelto más popular entre los españoles, según el último barómetro de la consultora audiovisual GECA, que señala que los planes con anuncios suponen el 52% en Netflix y Disney+, y hasta el 78% en Prime Video.
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