ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Todo se puede contar como un chiste o como una tragedia. Incluso las historias mínimas que solo circulan porque divierten un rato o alimentan memes pueden decir cosas serias. Desperta Ferro es una revista y una editorial de historia dirigida a un público tan especializado que no podría enseñar nada, en principio, a quien no sea catedrático del ramo o no viva con pasión patológica las controversias sobre la forma del casco franconormando en la batalla de Hastings o no esté dispuesto a retirarle la amistad a quien cuestione el talento estratégico del Empecinado. Eruditos y marginales como son, acaban de dar a España una lección de ética que supera cualquier hallazgo historiográfico que hayan impreso o impriman en el futuro, que les deseo pródigo.
Después de Memorias de entreguerras, Federico Trillo (Cartagena, Murcia, 73 años), militar y jurista, ministro de Defensa entre 2000 y 2004, publica Memorias de anteayer (Deusto), sobre la refundación del PP, donde da cuenta de las dudas que suscitó la elección del sucesor de Manuel Fraga, cuando el partido se debatía entre Isabel Tocino y José María Aznar. En el libro relata que recibió, con una semana de diferencia, una oferta del exministro franquista para llevar la asesoría del grupo parlamentario popular y otra del equipo de Felipe González para hacerse cargo de la asesoría del gabinete de presidencia en La Moncloa. Eligió el PP a Aznar y Trillo al PP. Cuenta que con Alfonso Guerra, que había sido “el hombre más temido por la derecha”, ahora coincide mucho ideológicamente. El último tomo de sus memorias responde a su “preocupación por la deriva del PP”.
España ocupa el 28º lugar del mundo en cuidados paliativos, y es el penúltimo país del grupo de los avanzados, solo por delante de Corea del Sur. Está detrás de una mayoría de Estados occidentales, pero también de otros en desarrollo, como Uganda o Tailandia, según el primer Atlas Mundial que evalúa esta prestación, elaborado por el Observatorio Atlantes de la Universidad de Navarra con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que adelanta en exclusiva EL PAÍS.
El proyecto de Ley de Movilidad Sostenible llega este miércoles al Congreso con muchas novedades respecto a su planteamiento inicial: si se aprueba, obligará a las empresas de más de 200 trabajadores a contar con planes de movilidad sostenible y puntos de recarga para coches eléctricos, impulsará la reducción de los vuelos cortos con alternativa ferroviaria y la recuperación de trenes nocturnos de conexión con Europa, y planteará una reforma de las etiquetas ambientales de la DGT. La aprobación de la norma es requisito para recibir otros 10.000 millones de fondos europeos, pero se enfrenta a una votación endiablada de resultado incierto, con Podemos amenazando con hacerla descabalgar. Este martes, 15 organizaciones ecologistas y sindicales han lanzado un comunicado en apoyo de la norma.
Este jueves se anuncia en Estocolmo el fallo del premio Nobel de Literatura, así que ha llegado ese momento del año en que lectores, libreros, traductores, editores y, por supuesto, escritores tratan de vaticinar quién lo ganará.
Vivimos en un mundo en el que los ejecutivos de los grandes estudios y plataformas miran, demasiado, hacia el fandom, hacia la masa de aficionados, y toman decisiones para agradarlos. No ha habido mucho ruido, y sí algunas aportaciones muy interesantes, con la tercera temporada de Fundación, la adaptación de las novelas de Isaac Asimov que se puede ver completa en Apple TV+.
Primero fueron Los Ángeles y Washington. Ahora, el presidente de Estados Unidos se abre a invocar la Ley de Insurrección, una norma de hace más de dos siglos, para enviar, contra el criterio de las autoridades locales y estatales, a la Guardia Nacional a Chicago y a Portland si los tribunales continúan declarando ilegales sus órdenes de desplegar las tropas.
El mundo nos está quedando tan mal que cualquier descripción de sus crisis y sus malvados parece quedarse corta. Todo habría sido retratado ya en la serie House of Cards, que dejó a otras series anteriores como retratos ñoños e ingenuos. Quienes aspiran a protagonizar la vida colectiva y atraen nuestra atención son personajes de un narcisismo grotesco, dedicados a la intriga y la manipulación, de un cinismo supino. La política es representada, en la ficción y en algunos análisis muy sesudos, como un espacio sin valores ni ley, donde rige un poder ejecutivo caníbal, las relaciones de fuerza se imponen y los voraces devoran a los débiles. Por supuesto que esta imagen responde a muchas de las cosas que pasan en la política, desde siempre y en el momento actual, pero me pregunto qué exagera y qué omite, si su dramatismo no está motivado por esa fascinación que ejercen los mecanismos arcaicos del poder, por explicarlo todo a partir de la voluntad de los hombres fuertes y la brutalidad de la dominación. Hay una paradójica tranquilidad que produce explicarlo todo como si lo peor hubiera triunfado ya completamente.
El verbo “acaparar” forma parte de aquellos que dan una sorpresa cuando verificamos su significado. Por lo que sea, muchos hemos pensado algún día se trata siempre de un verbo que se ejecuta en términos absolutos; es decir, que implica adquirir o retener todos los elementos de un conjunto de cosas.
Resulta que del ejercicio de la maternidad derivan gestos o acciones que todavía quedan por deconstruir. De manera inconsciente —o no tan inconsciente—, una, que pensaba que trabajaba por la equidad y el futuro en su mejor versión, va dejando espacios sin cubrir que, ante el menor descuido, quedan descubiertos. El otro día, concretamente un sábado, me senté a leer el periódico, momento que disfruto mucho, pues me doy el lujo de comprarlo en papel y degustar su lectura, su olor y su postura de disfrute: sentada. Mi hijo, que apenas alcanza los dos años, no sabe lo que es un periódico, pero sí sabe distinguir nuestro rol en su vida. De manera indiscreta y espontánea, me lanzaba llamadas de atención al grito de “¡Papá!”. No quise darme cuenta hasta que recibí un manotazo sobre las hojas del periódico. Entonces comprendí que aquellas llamadas se dirigían a mí, única persona presente, y me hicieron darme cuenta de golpe de que esa postura, esa acción, ese tiempo indefinido en silencio, en su cabeza de infante, solo podían pertenecer al padre. Qué curioso, hasta el silencio tiene género.
“Evito la atención de manera natural”, dice el periodista Guy Trebay (Nueva York, 73 años), con voz suave, por teléfono. Son palabras que no terminan de encajar con un personaje bastante estelar, superviviente del Nueva York libérrimo de los años setenta, del erial asolado por el sida en el que se convirtió después la ciudad e incluso de su propia historia. Trebay sostiene que fue su introversión lo que lo salvó de caer en según qué excesos, y que si tiene un presente es porque convirtió su carácter observador en periodismo, oficio que ejerce hoy en la sección Styles de The New York Times. Agudo, conciso y autodidacta, Trebay es uno de los padres fundadores del periodismo de estilo de vida, la intersección entre moda, arte, tendencias e inquietudes urbanas que ha lanzado mil revistas. Pero es un todoterreno: últimamente, su periódico le ha encargado explorar el ecosistema de millonarios que brujulean en Palm Beach, el exclusivo enclave de Florida donde Donald Trump reina desde su Mar-a-Lago.
Realización: Pedro Canicoba
El desarrollo ferroviario de Valladolid ha entrado en vía muerta. Las trabas del Ayuntamiento (PP y Vox) al plan de integración de la infraestructura del tren acordado anteriormente con el Ministerio de Transportes han provocado que el ministro, el exalcalde vallisoletano Óscar Puente (PSOE), se retire del pulso: “Ni integración ni soterramiento, aquí termina esta historia”. La integración se firmó en 2017 con Puente en el Ayuntamiento, el PP en la Junta y el popular Mariano Rajoy en el Gobierno, pero desde 2023 el actual regidor, Jesús Julio Carnero (PP), clama por un soterramiento completo “inviable” para el ministerio. Este empeño ha provocado que el consistorio deje sin su parte de financiación a la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV), formada para la integración ferroviaria, y ralentice o niegue pasos ya proyectados o con fondos. Puente entiende que la SVAV queda anulada por el desinterés del socio local e insta a disolverla, lo cual paralizaría el desarrollo pucelano en torno al tren y endosaría a sus arcas municipales buena parte de una deuda superior a 400 millones de euros, suma similar a su presupuesto anual.
Emilio Delgado Orgaz (Madrid, 49 años) cumple una década en el fragor de la política madrileña. Ese es el tiempo que lleva como diputado en la Asamblea regional ―primero con Podemos, ahora con Más Madrid―. “En política, en el activismo, llevo desde siempre”, apunta, “me crio esa generación que levantó Madrid, cuando no había aceras, no había luz, no había agua, no había nada”. Su familia vivió primero en Vallecas, en Palomeras, cuando sus calles eran de arena y muchas de sus viviendas informales. Después, consiguieron comprar “un pisito” y mudarse a Móstoles. “Mi padre era pastor de ovejas en Extremadura y mi madre, de Toledo, se hizo costurera en Madrid”.
Abans, cantava Raimon, l’octubre dolç encenia colors. Ara encén dolors. Els dolors dels morts per l’aigua i la desídia. El 9 d’octubre era dia de festa plena, de mocadorà farcida de massapà per als enamorats de Sant Donís. Abans octubre era un mes lluminós. Ara plou, sonen els mòbils i els traumes es desboquen. Tornen les imatges dels cadàvers surant pels carrers i un paisatge de guerra al costat de casa. Res és igual, ni ho serà ja fins que morim tots els que ara vivim, en l’octubre dels valencians.
Afirma que su vida podría equipararse a la de la escritora checa Bozena Némcová. Lo mismo podría decirse de su obra: por ambición, profundidad y experimentación. Radka Denenmarková (Kutná Hora, República Checa, 57 años) no cita en vano a la autora de La abuela (1855), la primera novela checa de verdadero valor artístico —precedió a Kafka—, pues Němcová es uno de los personajes que aparecen en su último libro, Sangre de chocolate, recién publicado en español por Galaxia Gutenberg, con traducción de Juan Pablo Bertazza. También porque el origen y el cometido de su escritura es el mismo que el de Němcová, aunque en otro tiempo y desde otro lugar. “Desde la aldea global”, concreta Denenmarková, buena amiga de la premio Nobel polaca Olga Tokarczuk, que considera su prosa “un espejo mágico que muestra tanto lo visible como lo oculto”.
Desde 1986, Bruce Springsteen ha ido rechazando una tras otra todas las ofertas que le han ido llegando para hacer películas sobre su vida. Desde 1986... hasta finales de 2023, cuando el director Scott Cooper (Abingdon, Virginia, 55 años) se sentó junto al escritor Warren Zanes delante de Springsteen y Jon Landau, su representante y su hombro sobre el que llorar. Zanes es el autor de Deliver Me From Nowhere, un libro que relata los meses en los que el rockero, tras el exitazo de The River (1980), lucha por no ser devorado por la depresión y mantener su pureza creativa por encima de presiones de su discográfica, una batalla —la artística— que ganará con el lanzamiento de Nebraska (1982). Cooper escribió el guion mientras Zanes acababa el libro. Y allí estaba el cuarteto, decidiendo si la negativa de Springsteen a un biopic se resquebrajaba. O no.
“Escribir estas líneas me produce placer, a pesar de que se trate de mi suicidio”. Las palabras escritas por Henri Roorda en Mi suicidio (publicado en España por Trama Ediciones) muestran la ironía y el humor con las que el pedagogo, matemático y filósofo suizo afrontó el final de su vida, con la que acabó él mismo pegándose un tiro el 7 de noviembre de 1925 en Lausana (Suiza) cuando tenía 55 años. El actor y director Mario Gas encarna en los escenarios ese canto vital de un suicida, que ya interpretó hace 22 años bajo la dirección de Fernando Bernués. Ambos firman la dramaturgia, junto a Vicky Peña, de este espectáculo que lleva por título El pesimismo alegre (Mi suicidio), con el que el Teatro Español de Madrid inauguró este martes su nueva temporada. “El miedo en el escenario no se pierde nunca, pero a mí me sigue gustando mucho actuar”, asegura Gas, a sus 78 años, ante este monólogo que se representará hasta el 2 de noviembre.
Pongámoslo en contexto: años bisagra entre el siglo II y III. Es el gran momento de los ricos comerciantes del aceite, el petróleo de la Antigüedad, suministrado al todopoderoso ejército romano en exclusiva desde Astigi, en el corazón de la Bética, nombre romano de Écija, pueblo sevillano en el límite con Córdoba. Es también la época dorada de los alfareros, que crean al calor de la demanda un polo industrial que se extendía desde Écija a Palma del Río ininterrumpidamente, casi 30 kilómetros de hornos donde no se paraba de hacer vasijas para poder transportar el oro verde, envases no retornables que hoy en día están repartidos por el mundo para dar muestra de la dimensión de esta industria. Solo en el monte Testaccio de Roma se estima que hay —en el cálculo menos optimista, según los arqueólogos— entre 75 y 80 millones de ánforas con el sello astigitano.
Más de tres mil millones de personas, en torno a la mitad de los habitantes de la Tierra, hablamos lenguas surgidas de una raíz común. De la India a Irlanda, de Lituania a Grecia, de Italia a Rusia, y por supuesto también en América, Oceanía y África, nos comunicamos en lenguas que hace cinco mil años eran la misma: el protoindoeuropeo. Es origen de 12 subramas principales y unas 450 lenguas: del urdu al kurdo, del gaélico al gallego, del armenio al bengalí. En Indoeuropeos. La revolución científica que está reescribiendo la historia, J. P. Mallory, catedrático emérito en Arqueología Prehistórica de la Queen’s University de Belfast, elabora un panorama riguroso y erudito de las investigaciones que, a lo largo de más de dos siglos, han tratado de descubrir quiénes, dónde y cuándo hablaban esa lengua. Es el hombre adecuado para hacerlo: autor del clásico In Search of the Indo-Europeans (1989) y de The Oxford Introduction to Proto-Indo-European and the Proto-Indo-European World (2006), escrito con Douglas Adams, ofrece un estado de la cuestión y el resumen del trabajo de una vida. La aparición de este volumen lleno de información, hipótesis y refutaciones a menudo humorísticas, y escrito con un dominio apabullante de disciplinas muy diversas, ha coincidido con la publicación de Proto, de la periodista Laura Spinney, que tiene un aire más divulgativo y todavía no se ha traducido al castellano.
Indoeuropeos. La revolución científica que está reescribiendo su historiaJames Patrick Mallory Traducción de Diego Suárez Martínez Despertaferro, 2025 456 páginas. 27,95 euros