ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Es el abrazo de dos hermanos. La voluntad de descarrilar el mito de Caín y Abel con un gesto fraternal, que vale un chingo. Un sello ejemplar desde la creación y la cultura con mayúsculas como mensaje a un mundo en que prima el mamporro, el insulto y la división. Juntos crearon una obra maestra y otros dos trabajos que cambiaron el cine y lo encarriló con un nuevo lenguaje rumbo al siglo XXI. Alejandro González Iñárritu y Guillermo Arriaga firmaron juntos Amores perros —a la que siguieron 21 gramos y Babel—, e iniciaron así ese camino entre mágico, salvaje y visceral desde las rabiosas calles de la ciudad de México.
El artista inglés Grayson Perry realizó una cerámica que tituló El fútbol representa todo lo que más odio. A ese arduo sentimiento se opone el del cantautor Chico Buarque (Eduardo Berti lo pone de epígrafe), quien dice que un hombre tocando el cielo puede definirse con una sola palabra: “fútbol”. Paraíso e infierno son dos caras de la misma moneda.
La estrella y la memoria Eduardo Berti Impedimenta, 2025 168 páginas. 21,50 eurosQué une a María Pombo, la tortilla de patata y la flotilla de Gaza? Al margen de si son asuntos serios o, al menos en apariencia, banales, todos son temas de conversación: hemos hablado de ellos en bares y en redes sociales, y han ocupado columnas de opinión y tertulias televisivas. ¿Por qué estos temas dan para tanta charla, mientras otros —por ejemplo, el rearme de Europa— quedan en un segundo plano?
“Mi hogar estaba en todas partes a las que iba porque mi hogar era mi propio cuerpo”. Esta frase de Marina Abramović resume el espíritu de su serie Nomadic Journey and the Spirit of Places, expuesta el pasado abril en la galería Bernal Espacio de Madrid. Las formas de habitar están cambiando. ¿Se podría abordar el diseño desde la óptica del nomadismo contemporáneo en conexión con problemas reales como la crisis de la vivienda y el auge del trabajo en remoto?
El 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, es buena fecha para hablar del Institut Pere Mata de Reus, que es un psiquiátrico en activo y un museo insólito, donde se explica el salto de gigante que supuso hace 128 años rodear a los enfermos de música, de jardines, de huertos en los que podían trabajar y de cosas bellas: cerámicas, mosaicos, pinturas, estucados, vidrieras y muebles con decoraciones de talla y marquetería. Además, el 11 y 12 de octubre la ciudad tarraconense celebra Reus 1900, una fiesta modernista con un montón de actividades culturales y gastronómicas, en la que el psiquiátrico diseñado por Domènech i Montaner es un escenario destacado.
Durante un tiempo se dedicó al mundo de la perfumería y la estética, que abandonó tras sufrir una lesión en la mano. Algo le queda de aquella época a María Teresa (Maite) Llosa Lozano, cuarta generación al frente de los fogones de La Reguerina, un pequeño restaurante a pie de carretera, en el kilómetro 35 de la N-632, la que une Ribadesella con Canero, entre Rodiles y Venta del Pobre. Una dirección que cuesta compartir. Una parada fija para quienes ya conocen el género que se gasta en esta casa: fresco y preparado al momento.
La ReguerinaLas salidas a Bolsa en Europa han entrado en pista de despegue. Tras un arranque de año en el que la incertidumbre geopolítica y comercial volvió a paralizar los procesos para debutar en el parqué, la vuelta tras el verano se encargó de inyectar aire fresco en los mercados. Al nuevo orden arancelario global establecido tras la amenaza de guerra comercial decretada por Donald Trump se ha sumado el paso dado por la Reserva Federal al activar los recortes de los tipos de interés. Una senda que han aprovechado los inversores para incrementar su apetito por el riesgo y que ha llevado a las Bolsas a situarse en zona de máximos.
¿Puede ser el aguacate el nuevo tomate o la nueva patata? Aun viniendo de fuera, ¿se puede llegar a integrar con total naturalidad en nuestras cocinas tradicionales hasta tener un papel central? Para mí, la respuesta a este debate es un “no” diáfano y claro como una mañana de verano.
La movilización tecnológica y económica en torno a la inteligencia artificial (IA) carece de precedentes, tanto en infraestructuras como en desarrollos de programas y productos asociados. Lo sabe bien uno de sus máximos responsables, el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, quien ha advertido en Abilene (Texas), donde construye un megacentro de datos, que la industria atraviesa un periodo de incertidumbre y padecerá altibajos: “Entre los diez años que ya hemos estado operando y las muchas décadas que tenemos por delante, habrá auges y caídas”. Del mismo peligro ha advertido el Comité de Política Financiera del Banco de Inglaterra, que observa “un riesgo creciente de corrección repentina” del mercado.
Este año se cumple un siglo desde que la física descubrió que, en el corazón de la materia, la realidad ya no obedecía las leyes del sentido común. En las escalas diminutas de los átomos y las moléculas, el mundo reveló una lógica distinta, más sutil y ambigua, que desbordaba los moldes trazados por Galileo y Newton. La teoría cuántica es célebre por sus paradojas: las partículas pueden comportarse también como ondas, pueden existir simultáneamente en varios estados —incluso mutuamente contradictorios—, y pueden entrelazarse de tal modo que sus propiedades correlacionadas, sin importar la distancia que las separe.
Tras 17 meses de espera, la suerte está prácticamente echada. Los accionistas del Sabadell tienen hasta las 12 de la noche de este viernes para decidir si venden sus acciones al BBVA en la opa hostil. Si bien la aceptación de los minoritarios ha ido llegando gradualmente durante el mes de plazo de aceptación, los grandes inversores toman su decisión precisamente en estos últimos compases. Su decisión será clave para inclinar el fiel de la balanza del lado del BBVA y que logre más del 50%; se decante por el Sabadell y se quede por debajo del 30%, o en una escala de grises, entre ambas referencias, que permitiría al banco vasco avanzar, pero lanzando una segunda opa en efectivo.
Vuelos a 400 y 500 euros entre Madrid y Vigo con precios multiplicados, en algunos casos, hasta por cinco. La ola de incendios en Galicia el pasado agosto, que dejó cortada durante una semana la conexión ferroviaria con Madrid y afectó a la comunicaciones de las principales autovías (A6 y A52), provocó un aumento de la demanda del tráfico aéreo que llevo a una subida del coste de los billetes por parte de las aerolíneas. Eso es lo que denuncia el grupo parlamentario de Sumar, que este miércoles por la tarde formalizó una demanda contra Iberia, Ryanair, EasyJet y Vueling ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Los diputados instan al organismo a “intervenir, investigar los hechos y tomar las medidas necesarias para proteger el interés general, la equidad territorial y los derechos económicos de la ciudadanía”. Entre otras cuestiones, piden que se compense a los pasajeros, por ejemplo, con el reembolso de la compra.
Revuelo en el sector energético. La seguridad de suministro tenía un precio. La inestabilidad revelada por Red Eléctrica en septiembre ha llevado al operador del sistema a tomar medidas adicionales tras admitir que existe un riesgo de de que se produzca un nuevo apagón, casi seis meses después del peor incidente sufrido por España en su historia. El peor de Europa, según los investigadores de Bruselas.
Días de vértigo en Telefónica. La operadora abrochaba esta semana la venta de su filial en Uruguay por 377 millones de euros. En paralelo, trascendía que América Móvil, controlada por el empresario mexicano Carlos Slim, y la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) de Chile exploran entrar en la puja por los activos en ese país de la firma que preside Marc Murtra. Se trata de movimientos alineados con la senda de desinversiones acometida por Telefónica en países como Perú, Argentina y Colombia, dentro de la operación salida de la compañía de Latinoamérica. Sin embargo, un país amenaza con convertirse en una auténtica piedra en el zapato de la operadora española en ese proceso. Según aseguran diversas fuentes financieras y otras próximas a la firma, el plan para deshacerse de su filial venezolana topa desde hace meses con la falta de comprador.
El general Patrick Sanders (Wiltshire, 59 años), recién fichado por la filial del banco Santander en el Reino Unido, Santander UK, como asesor sobre la industria de Defensa, recuerda casi como si fuera un bucle su primer destino militar, hace ya casi cuatro décadas: “Todo empezó en Alemania Occidental, defendiendo Europa frente a la Unión Soviética tras el muro de Berlín. En la misma posición donde nos encontramos ahora: haciendo frente a la Rusia de Putin, de la que se podría decir que es aún más hostil y peligrosa de lo que era la Unión Soviética”, relata Sanders en el pódcast del diario The Times que comparte desde hace un año con el periodista especializado en asuntos de Defensa, Tom Newton-Dunn, llamado precisamente El General y el Periodista. Ambos se conocieron durante la retirada de las últimas tropas británicas del palacio de Basra, en Irak.
Borja Iglesias (Santiago de Compostela; 32 años) navega a contracorriente. Salta con convicción a los charcos políticos que sus colegas de profesión esquivan. Ha compartido su temor a la extrema derecha, ha defendido las protestas propalestinas en la Vuelta, ha puesto la cara a una campaña contra la homofobia y renunció a la selección tras el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. Más de dos años después, el delantero del Celta, el mayor goleador español del momento, está de vuelta con España para los partidos de clasificación para el Mundial 2026, mañana contra Georgia en Elche (20.45, La1) y el martes contra Bulgaria en Valladolid (20.45, La1).
Tenía siete años cuando, a raíz de ver a un grupo de chicos jugar en las calles estrechas del casco antiguo de Belén, se enamoró del fútbol. “Crecí en una zona de guerra, inseguridad e injusticia. Con el riesgo de ser atacada, señalada o detenida. El miedo venía de todas partes: de mis padres, de la sociedad, del mundo”, recuerda ahora. “¿Qué hicimos para merecer esto?”, se pregunta continuamente. Honey Thaljieh (Belén, 41 años) jugó a ser una niña “normal en un contexto que no lo era”, y en el balón encontró un refugio. “Era una herramienta para alejarme de la presión social y los traumas, de liberarme. El fútbol me proporcionaba comunidad, sentido de pertenencia, dignidad en el campo, voz y poder para luchar por la justicia”, reflexiona. Aquella niña que corría entre muros y callejones acabaría derribando los suyos. Cofundó la selección femenina de Palestina, de la que fue su primera capitana, y hoy trabaja en la FIFA como relaciones públicas para impulsar proyectos sociales con el objetivo de transformar vidas a través del deporte. Habla de resiliencia, pero es consciente de que no todo el mundo es capaz de enfrentarse a las adversidades de la misma manera. “Todo giró en torno a la esperanza”, resume su vida desde Barcelona un día después de participar en el primer congreso The Change. “Esa fue mi historia de supervivencia: el fútbol”.