ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
La sangre jalona los días en Sinaloa, descripción útil para casi cualquiera de las últimas 60 semanas, año y apéndice en que el Estado, y particularmente su capital, Culiacán, han vivido en guerra. La batalla entre facciones del Cartel del Pacífico arrecia por oleadas, como la de la última semana, que dejó casi medio centenar de asesinatos, situación difícil de interpretar. A veces, balaceras, ataques y persecuciones se dan en la parte alta de Culiacán, a veces, en las zonas sureñas. Otras ocurren en municipios algo más al sur o al norte, caso de Navolato y otras más, raras, en realidad, en Guasave o Los Mochis, ya camino de Sonora. “Es la limpia de lo que queda”, dice un agente de las corporaciones de seguridad desplegadas en la capital, con años de experiencia en la zona.
Carles Puigdemont anunció ayer que da por roto el acuerdo por el que los diputados de Junts per Catalunya facilitaron la investidura de Pedro Sánchez. Las razones de Puigdemont son lo que considera reiterados incumplimientos por parte de los socialistas y por falta de confianza para continuar negociando. El anuncio de ruptura será sometido a la consulta de la militancia de Junts, pero todo apunta a que la decisión es que la formación independentista ejerza como fuerza de oposición en el Congreso de los Diputados, aunque sin llegar a apoyar una moción de censura contra Sánchez.
Las redes sociales han muerto. Ahora, todo es televisión bazofia. Cuando llegó Instagram hace quince años, las que saltamos de MySpace a Facebook, las que pasábamos las noches chateando por Messenger, nos emocionamos porque aquella aplicación de apariencia inocente nos daba más razones para vivir nuestra vida virtual. En aquella era, estar en internet era como sentir un nervio electrizando tu cerebro: no solo tenías toda la información y cultura a tu disposición, también existían múltiples plataformas y foros donde compartir canciones, fotografías y saber qué pasaba con la gente que querías o te caía fatal. No eran tiempos mejores, pero sí muy distintos. Y muchas nos creímos la promesa de las redes como agente democratizador, antijerarquías, como un espacio tecnológico que fuese a mejor.
Las imágenes que la gente cuelga en Instagram funcionan muy rápido, de un vistazo el usuario sabe si le gustan o no. Se trata de una cuestión de segundos. Según Metricool, una blog sobre redes sociales y marketing, un usuario de esta plataforma puede dar hasta 1000 likes al día.
Llega empujando una maleta, un objeto que casi ya es una extensión de Nicolás Atanes (Burgos, 21 años), el joven estudiante y divulgador que se dedica a recorrer las ciudades de toda España con un único objetivo: lograr que la gente pierda el miedo a las matemáticas y que empiece a apreciarlas y valorarlas. Y, de paso, romper con la maldición de los malos resultados crónicos de los alumnos en esta materia. Atanes, diagnosticado de autismo, combina sus estudios del grado de Matemáticas en la Uned con el impulso de iniciativas como rutas turísticas especializadas (donde se anima a calcular el área de una plaza para saber cuánta gente cabía o los litros por minuto que salen de una fuente) o competiciones entre universitarios.
Sentir admiración por sus raíces mediterráneas hizo que la diseñadora Júlia Esqué (38 años, Barcelona) elevara su arte hasta lo que es a día de hoy. Durante más de cinco años pasó por escuelas de lujosos países como Suiza o estudios de increíbles ciudades como Nueva York, pero desde 2019 elige su tierra, Cataluña, para desarrollar su profesión de forma independiente, una basada en el diseño de objetos de iluminación o de mobiliario, entre otros accesorios. En el centro de Barcelona es donde tiene ubicado su taller, compartido con otros artistas manuales como ella. El mimbre, material de cuna en la región, han llevado a Esqué a desarrollar impresionantes propuestas que recuerdan a la cestería, una labor manual de gran tradición en los pueblos catalanes, donde aún se trajina con el vímet, el mimbre catalán cultivado a orillas de los ríos. En el trabajo de trenzado habitual para fabricar cestas y cestillos se inspira Raíces AW25, su colaboración otoño-invierno con la marca de moda española Thinking MU que ya está disponible.
Tomad y bebed todos de él. Del mismo modo que un sacerdote católico convierte el vino en la sangre de Cristo, un banco central crea el dinero a partir de un papel sin valor. Es real porque todos creemos en él, voluntariamente o no. El capital es un producto de la imaginación humana. El dinero es poder y dominación, pero también puede ser liberación e independencia. Es una tecnología social, como el lenguaje, la ley o la religión, con capacidad para organizar la energía humana en torno a objetivos comunes con normas claras y compartidas. Estamos hechos de espacio y tiempo y ambos conceptos están vinculados al capital. Todo lo que vemos pertenece a alguien y cada minuto tiene un precio. Una vez que comenzamos a creer en el dinero, no sabemos vivir sin él.
Dinero. La fuerza que mueve el mundoDavid McWilliams Traducción de Aurora Echevarría Pérez Seix Barral, 2025 432 páginas, 22 eurosEn vísperas del primer aniversario de la dana de Valencia que segó la vida de 229 personas, al PP le ha sorprendido una nueva versión de Carlos Mazón sobre lo que hizo la fatídica tarde del 29 de octubre, que añade todavía más presión política sobre Alberto Núñez Feijóo. El president ha confirmado ahora que ese día acompañó sobre las 18.45 horas a la periodista Maribel Vilaplana, con la que comió ese día desde las 15.00, hasta un aparcamiento cercano al restaurante El Ventorro, donde ella tenía aparcado el coche. Un detalle hasta ahora desconocido que contradice sus explicaciones y que supone “una muesca más en su pérdida de credibilidad”, afirma un dirigente popular al tanto del plan de Génova, que advierte de que, con el nuevo traspié, el partido se está viendo obligado a replantear la estrategia.
Un año después, la provincia de Valencia afronta un duelo colectivo por las 229 vidas que se cobró la dana, en algunos casos, en presencia de los propios familiares. Hay padres tratando de gestionar la imagen del hijo que se soltó de la mano, arrastrado por la fuerza del agua; supervivientes atormentados por no haber podido salvar a sus padres. Y todos los vecinos de los municipios arrasados han de convivir con la sensación de que gran parte de esas muertes pudieron evitarse. Limpiado el barro, vaciados los garajes, desguazados los 140.000 coches destrozados que se acumulaban en cualquier esquina, es preciso hacer balance, también, de la reconstrucción interior y evaluar la salud mental de los afectados por la catástrofe. Prevalecen, junto al dolor por las muertes, los sentimientos de miedo y angustia porque algo así pueda volver a ocurrir; la ansiedad que provoca la pérdida de rutinas, la vida tal y como la conocían; la dificultad para concentrarse, es decir, para distraerse del horror vivido y la sensación de pérdida de identidad después de que la inundación destruyese los álbumes de fotos y vídeos caseros, los recuerdos de los que ya no están. Los expertos consultados para este reportaje advierten de que tras la adrenalina de los primeros meses, cuando el trabajo era ingente —para volver a hacer habitable una vivienda, reabrir un negocio, solicitar ayudas, hacer trámites con los seguros y la Adminsitración...—, suele aparecer un cansancio físico y emocional que puede derivar en trastornos psicológicos. Han pasado 365 días, pero las secuelas de la peor dana del siglo se prolongarán durante mucho más tiempo.
A veces la memoria es, necesariamente, selectiva. Uno no recuerda dónde dejó aparcado el coche, pero sí el dibujo exacto de la herida que le hizo la primera vez al rozar con esa maldita columna del garaje. Dicen los expertos que, después de una situación traumática, el cerebro puede borrar los recuerdos dolorosos, como un mecanismo de protección. Pero eso no explica, sin embargo, por qué cuando uno se va a dormir escucha todavía los cláxones afónicos de los coches debajo del agua, cómo se mantiene entonces en la pituitaria el olor a podrido, que tiemble cuando escucha llover. Hay sonidos, olores e imágenes que sencillamente no se van, igual que ese lodo que tardó en secarse, convertido en polvo sepia finísimo, que cubre como un manto cada acera de los pueblos inundados por la dana que arrasó L’Horta Sud de Valencia hace un año.
En los archivos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no hay un episodio de precipitaciones igual al que ocurrió el 29 de octubre del año pasado, ninguno en el que cayera tanta agua de golpe. “Fue de una intensidad que nunca se había visto en España”, apunta Rubén del Campo, portavoz de esta agencia.
Un año después de la dana que causó 229 muertos, hoy los responsables de emergencias de toda España no pierden tiempo para mandar mensajes de alerta a los móviles de los ciudadanos, y la sociedad española en su conjunto se toma mucho más en serio cuando la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) lanza un aviso rojo. También se ha incluido en la legislación española un permiso retribuido para las personas que no pueden acudir a su centro de trabajo por mal tiempo, y algunas empresas, para proteger a empleados y clientes, directamente ya echan el cierre cuando hay un pronóstico que entraña riesgos. Estos son algunos de los progresos más destacados en prevención desde el desastre de Valencia. La parte de la lección aprendida. Sin embargo, en otras cuestiones se ha avanzado mucho menos, como las medidas de protección en zonas inundables y la gestión del territorio. Y siguen sin darse pasos más decididos frente al cambio climático, cuando en este mismo año se ha visto de forma clara en todo el país cómo está amplificando eventos extremos como las lluvias torrenciales, las olas de calor o los incendios.
Los gobernantes tienden a ver el vaso medio lleno. Es casi una obligación para poder seguir adelante en medio de enormes dificultades. La Moncloa de Pedro Sánchez supera con creces la media habitual en el optimismo de los gobiernos. Tal vez por eso, y porque se temían que podía ser peor, en el Ejecutivo, en el PSOE y en Sumar recibieron con cierto alivio las palabras de Carles Puigdemont al anunciar la ruptura del pacto con los socialistas que llevó a la investidura de Pedro Sánchez.
El líder de Junts, Carles Puigdemont, aseguró este lunes desde Perpiñán (Francia) que a partir de este jueves Pedro Sánchez “no podrá gobernar ni ejercer el Gobierno” ni soñar con unos futuros Presupuestos del Estado para 2026, porque sus siete diputados clave en el Congreso ya no formarán parte del bloque de la mayoría de investidura. Pero esa alianza no ha sido inquebrantable ya desde el inicio de este convulso mandato que llega ahora a su ecuador. Junts ha votado 22 veces contra leyes, decretos y proyectos de ese bloque, la mayoría de contenido económico. Esta semana, en el pleno, no hay votaciones relevantes, pero el Ejecutivo se prepara para evaluar ese tipo de oposición a primeros de noviembre en dos iniciativas muy simbólicas: una sobre la ley ELA y otra de ERC sobre la financiación singular para Cataluña.
En menos de dos semanas y en pleno otoño, tres hombres han perdido la vida en Galicia por picaduras de avispas velutinas. El último ataque mortal se produjo este domingo. Ni la época ni la concentración de fallecimientos son habituales, ya que el periodo crítico en el que esta especie invasora prolifera va de junio a septiembre. La Xunta admite un “aumento extraordinario” por su “enorme adaptabilidad al clima y al territorio” y pide “precaución, máxime en el caso de tratarse de personas alérgicas”, para quienes su pinchazo puede significar la muerte. Xesús Feás, que lleva años estudiando la incidencia sanitaria del insecto en el territorio gallego, se declara “consternado y frustrado”: “Hay miles de nidos, cada vez más, y no los retiran”. Y no todos los que sufren alergia lo saben.
El año 2028, la fecha escogida por el Consejo Europeo la semana pasada para completar definitivamente el Mercado Único, podría convertirse en el nuevo 1992. Se trata de un reto difícil y exigente, pero también de la única vía posible para devolver impulso y fuerza al proyecto europeo.
Yanis Varoufakis, ese griego que fue un día promesa de la izquierda, anda por ahí diciendo que no niega que Trump sea fascista, pero que, aun así, con él “el mundo está más seguro”. Se queda tan ancho como George Clooney, ese actor con ínfulas de congresista, cuando hace poco afirmó que “esta época pasará, como pasó la administración Nixon”. Dos maduritos con fama de ligones, dinero, pasaportes en regla y la sartén del heteropatriarcado por el mango nos explican que no hay que sentir miedo de que en la mayor potencia cultural del mundo estén dominando el discurso público tradwives provida defensoras de la pata quebrada; tampoco aconsejan preocuparse en exceso si andan por ahí señores con chaqueta metálica deteniendo a honrados trabajadores por ser “illegal aliens”. A veces las afirmaciones más despreocupadas pueden contener la iniquidad más extrema. Un amigo me contó una vez que al regresar de una sesión con un creativo que ahora está en la cima del mundo se quedó impactado por la manera en la que él hablaba a las limpiadoras del espacio que iban a inmortalizar. “Este suelo necesita una mopa”, soltaba al aire, sin fijar los ojos en nada ni en nadie. El sujeto era el suelo, el complemento directo la mopa. Las limpiadoras directamente no existían, aunque estuviesen ahí prestas a trabajar. En inglés, lengua nativa del genio, la cosa era aún peor: había una oración pasiva en la que hasta el trapo desaparecía. Algo así conseguía Ana Mato, aquella inolvidable vicesecretaria general del Partido Popular, cuando decía lo de: “Mi momento preferido del día es cuando veo cómo visten a mis hijos”. ¿De quién eran las lumbares que se inclinaban para encajar los calcetines a los piececitos que caminarían hacia un futuro próspero? Probablemente de una mujer, de un migrante o de ambas cosas a la vez. Siempre son los que invitan a refugiarse en la idea de que “todo pasa” aquellos a los que nunca les va a pasar nada.
La dirección nacional de Vox ha tenido que devolver 34.345,64 euros a las Cortes de Castilla-La Mancha después de que el interventor de la institución autonómica detectase que habían sido transferidos irregularmente desde el grupo parlamentario ultra en el Parlamento regional a la caja central del partido en Madrid. Así consta en el Informe de fiscalización de las subvenciones a los grupos parlamentarios, aprobado este lunes por la Mesa de la Cámara, en el que se acusa a la dirección del partido que preside Santiago Abascal de “arrogarse el derecho a que le sean transferidos fondos” que no son suyos.
Una de las primeras terapias génicas desarrolladas para curar la sordera de nacimiento acaba de demostrar éxito inicial, lo que permitiría revertir una enfermedad para la que actualmente no hay cura. En casos poco frecuentes, los niños nacen con defectos genéticos que no les permiten escuchar nada, aunque sus oídos están físicamente intactos. El nuevo tratamiento ha sido aplicado en 12 niños, varios de ellos en España, y ha funcionado en 11. A tres de ellos les ha devuelto una capacidad auditiva completamente normal.