ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Nvidia batió ayer un récord histórico en Bolsa, al superar los cinco billones de dólares de capitalización bursátil, cifra nunca alcanzada por ninguna empresa. Una cota que llega tras el enésimo rally de sus acciones, esta vez impulsadas por la posible mejora de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, que abrirían las puertas del gigante asiático a sus chips de inteligencia artificial (IA). Pero, más que por estas expectativas, el impulso bursátil responde a la expansión iniciada en nuevas industrias y sectores como la seguridad, la energía, las telecomunicaciones, el coche autónomo o la medicina.
La madrugada de este miércoles en Gaza se ha parecido como lo hacen dos gotas de agua a cualquier otra noche de los últimos dos años, antes de la entrada en vigor del alto el fuego el pasado 10 de octubre. Al menos 104 palestinos han muerto, casi la mitad (46) niños, en bombardeos sobre tiendas de campaña, las ruinas de las casas de los campos de refugiados de Nuseirat y Al Shati o en las cercanías de hospitales. Las fotografías de esta noche no han sido tampoco las de una tregua; imágenes como la de un hombre acarreando el cuerpo de un niño con el cráneo destrozado. Un centenar era la media diaria de muertos del ejército israelí en Gaza hasta el 10 de octubre.
La politóloga y economista Aleksandra Tomanic, de 46 años, lleva una chapa en su abrigo donde se lee en inglés: “Que se joda el SNS”. El Partido Progresista Serbio (SNS, por sus siglas en serbio) es la formación de Aleksandar Vucic. Dirige el país desde 2014, primero como primer ministro y desde 2017 como presidente. Serbia, con 6,5 millones de habitantes, es un país clave para la estabilidad de los Balcanes: depende energéticamente de Rusia, pero aspira a ingresar en la Unión Europea, su principal socio comercial. Sin embargo, los peores momentos en el mandato de Vucic no guardan relación con Moscú ni con Bruselas, sino con dos empresas chinas que fueron las encargadas de renovar una estación de tren.
El Comando Vermelho se apellida así, rojo, porque nació gracias a la alianza que unos presos comunes sellaron con unos presos políticos en la cárcel en 1979, durante la dictadura brasileña, aunque el adjetivo casa bien con la fama de sanguinario que acompaña desde entonces al grupo criminal más poderoso de Río de Janeiro y el segundo de Brasil. Aunque fue el pionero, hace muchos que le supera su gran rival, el Primer Comando de la Capital (PCC), de Sâo Paulo. El CV “es la facción más violenta, la que más se resiste ante la policía, su respuesta suele ser frontal”, explica Ignacio Cano, de la Universidad del Estado de Río de Janeiro. Cano, estudioso del crimen organizado, sostiene que quien diseñó la operación policial para entrar hasta el fondo en la principal guarida del CV sabía que la reacción de sus miembros iba a ser furiosa. Respondieron con horas de balacera con armamento pesado y bombas lanzadas desde drones, “como en Ucrania”, comenta alucinado un carioca.
El proceso judicial iniciado esta semana contra ocho hombres y dos mujeres en un tribunal de París acusados de ciberacoso a Brigitte Macron, la esposa del presidente francés Emmanuel Macron, es una buena muestra de hasta dónde ha llegado el envilecimiento y el poder de la desinformación en las redes sociales, donde cualquier ciudadano, independientemente de su posición, puede ser objetivo de una despiadada campaña de destrucción personal basada en premisas absolutamente disparatadas.
Las faldas lenceras siguen presentes en todas partes. En TikTok van en bucle los vídeos emulando el look en su versión neoyorquina (concretamente el número 3 de la colección de verano de The Row, esa marca exclusiva hasta para la clase alta): pantalones holgados, vestido lencero por encima, jersey de cashmere y chanclas.
Todos los protagonistas están preparados. Tanto el compareciente, Pedro Sánchez, como los senadores que le van a interrogar en una sesión de casi cinco horas este jueves, en una comisión de investigación, han trabajado a conciencia una jornada muy relevante y de final incierto, en la que todos se juegan mucho. En especial el PP, que ha forzado esta comparecencia y necesita un triunfo claro, y el propio presidente, que hasta ahora nunca ha entrado al detalle de los casos que afectan a su familia y tiene preparado, según fuentes del Ejecutivo, un gran detalle de datos y argumentos para “desmontar bulos”, según estas fuentes.
El portazo de Junts per Catalunya a las relaciones con el PSOE busca abrir una ventana de oportunidad en Cataluña. El partido que preside Carles Puigdemont responsabiliza a los socialistas y a sus “incumplimientos” del fin de los tratos entre las dos partes, pero la dirección admite que ni que viniera una catarata de concesiones se plantearía dar marcha atrás y retomar las conversaciones con Pedro Sánchez. Detrás de esa confrontación anida la voluntad de Junts de resituarse en Cataluña para no perder el paso electoral. Los nacionalistas asumen que, de la mano del PSOE en el Congreso, no pueden hacer oposición al PSC de Salvador Illa, ni tienen manos libres para atacar a ERC por sus vínculos con los socialistas. Además, con su movimiento de divorcio Junts espera poder desacreditar las críticas que le lanza la fuerza de ultraderecha Aliança Catalana por ejercer un independentismo light y por su incapacidad, pese a los tratos que ha tenido con el Gobierno, para aplicar medidas contra la multirreincidencia o las ocupaciones de viviendas.
Sentimiento de abandono, resignación, nostalgia, explicaciones y algún mea culpa. Juan Carlos de Borbón, rey de España entre 1975 y 2014, está de promoción de sus polémicas memorias en Francia, mientras está de visita en España. El rey emérito ha dado este martes y miércoles entrevistas a varios medios franceses a pocos días de la publicación, el 5 de noviembre, de Reconciliacion, el libro de memorias que lleva años escribiendo en Abu Dabi junto a la escritora Laurence Debray. El rey emérito aterriza este miércoles en Vitoria para luego ir a Lisboa y de ahí a Vigo, desde donde se trasladará, como es habitual, a Sanxenxo para participar en unas regatas.
Carlos Mazón, presidente de la Generalitat valenciana, será lo que sea: mentiroso, negligente, cobarde, incapaz, irresponsable. Un inútil con pintas, para unos. Un psicópata sin alma, para otros. Un cadáver político, para todos. Pero nadie puede negar que es un caballero español desde la punta de los mocasines a ese tupé que seguro requiere de un repaso quincenal de su peluquero para mantener su rollo de canallita sin pasarse. Uno de esos tipos que se visten por los pies, saludan por su nombre a los camareros, palmean la espalda a los señores y piropean a las señoras: ese es nuestro hombre. Niño bien alicantino de 51 años, ya llevaba lustros acostumbrado a que le hicieran la pelota a base de bien por ser él quien era, de gerente de la Cámara de Comercio a presidente de la Diputación de Alicante, antes de llegar a president de la Generalitat y alcanzar el nirvana de cierto tipo de gerifalte valenciano: ir de conciliábulo en conciliábulo y de mascletá en mascletá rodeado de belleas del foc y falleras mayores. Con esa escuela y ese currículo, cómo iba a permitir Mazón que Maribel Vilaplana, la bella periodista a la que había citado la mismísima tarde de la dana, se fuera sola al parking después de una comida de cuatro horas, si, total, eran dos minutos acompañarla a la puerta. Seguro que, de haberlo sabido, como hubiera debido saberlo, el hecho de que, a esas horas, su consellera de Emergencias, Salomé Pradas, se limitara a ir apuntando con cara de alucinada en un folio lo que le iban diciendo los técnicos del gabinete de crisis, sin atreverse a decidir nada hasta que fue demasiado tarde mientras fuera se ahogaban 229 paisanos, le hubiera parecido secundario. Lo primero es lo primero. Y el jefe es el jefe.
Me encantan las películas de robos, con esos planes enrevesadísimos para los que hacen falta expertos hiperespecializados: alarmas, explosivos, un ingeniero de minas para el túnel… Pero la realidad suele ser mucho más simple y, a veces, más divertida.
En Andalucía, miles de pruebas diagnósticas ―ecografías, resonancias magnéticas y TAC― solicitadas por los médicos de atención primaria para sus pacientes son rechazadas en al menos cuatro provincias, sin que ni los facultativos ni los enfermos lo sepan durante semanas o meses. La consecuencia de estas negativas, derivadas del intento del Gobierno andaluz (PP) de limpiar el enorme atasco de las listas de espera de pruebas diagnósticas ―solo Huelva acumula casi 40.000 pendientes―, es espinosa: el Ejecutivo autonómico ha generado otro limbo de pacientes que durante un tiempo prolongado piensan que sus pruebas están en el circuito sanitario a la espera de realizarse, pero han sido rechazadas por el sistema sin que los enfermos hayan sido informados.
En el Palacio de los Deportes de Granollers estuvo la semana pasada “la santa de los abrazos”, Amma, la líder espiritual india que asegura haber consolado por todo el mundo a más de 40 millones de personas. “Yo también doy abrazos”, suelta Pablo Urdangarin de Borbón mientras los operarios devuelven el recinto a su estado original, el de una pista de balonmano, donde este tallo de 1,95 ha despuntado en el último año. Lo suficiente como para que el estricto Jordi Ribera lo haya convocado para los dos amistosos que la selección disputa este jueves (18.10) y sábado (17.30) contra Suecia en el país escandinavo, antes del Europeo del próximo enero.
Juana Rivas debe acudir este jueves por la mañana ante una jueza de instrucción de Granada para declarar por un presunto delito de sustracción de su hijo menor, de 11 años. La cita judicial es consecuencia de una denuncia de su expareja y padre del niño, Francesco Arcuri, que la acusó en marzo de este año por no cumplir la orden del Tribunal de Apelación de Cagliari (Italia) que ordenaba, unas semanas antes, que el menor, Gabriel, volviera desde España a Italia con su padre. La denuncia fue archivada en primera instancia hasta que la Audiencia Provincial, tras el recurso de Arcuri, consideró que había motivos para investigar. Hace unas semanas, Arcuri compareció ante la jueza vía telemática para ratificar su denuncia. Este jueves la magistrada, la fiscalía y los abogados de Rivas y Arcuri podrán preguntar a la madre.
Tras años de olvido de la comunidad internacional, el Sáhara Occidental afronta este jueves en Naciones Unidas una votación decisiva que puede marcar el futuro de la antigua colonia de España. A una semana de que se cumpla el 50º aniversario de la Marcha Verde ―la movilización de decenas de miles de marroquíes que forzó la salida del ejército español―, Estados Unidos presiona al Consejo de Seguridad para que se acepte por primera vez el plan de autonomía dentro de Marruecos como única salida al conflicto, en detrimento de la autodeterminación defendida por el Frente Polisario, movimiento independentista respaldado por Argelia.
El vídeo de la nueva canción de Rosalía, Berghain, es un catálogo de parecidos razonables. En su milhojas de referencias visuales y sonoras, destaca una con gran nitidez: la obra artística de Pilar Albarracín (Sevilla, 57 años). En este primer adelanto de Lux, el nuevo álbum que la cantante catalana editará el 7 de noviembre, Rosalía avanza sola por la ciudad con una orquesta sinfónica pegada a la espalda. Al llegar a casa plancha un vestido, hace la cama, lava y frota hasta blanquear, pasa por la consulta del médico y se sienta en un autobús abarrotado, mientras la Sinfónica de Londres irrumpe en su intimidad, como si se hubiese colado en su vida para poner banda sonora a algo muy parecido a un desamor.