ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Un latido del corazón separa la vida de la muerte. Este es el precio por escalar el Everest (8.849 metros). Muchas cosas han cambiado desde aquel 29 de mayo de 1953 cuando el neozelandés Sir Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tenzing Norgay hicieron cima por primera vez en la historia. Poco más de 72 años después, la montaña continúa reclamando su tributo. En 2023 murieron 18 personas. La cifra más alta. Y esta temporada de subida, cinco personas se dejaron la vida. Pese a todo, sigue repartiendo su magia y su hechizo como un aprendiz de mago. En 2025, unas 468 personas han obtenido el permiso individual para escalar el monte desde el lado nepalí. La atracción por hollar el pico más alto de la Tierra deja unos ingresos anuales de cinco millones de dólares (4,3 millones de euros) al Gobierno de Nepal, acorde con el departamento de turismo. Incluye los gastos en sherpas, guías y otras personas de apoyo en los distintos campos base.
En una sociedad de apariencias, nuestra pretensión es presentarnos como lo verdadero, lo auténtico, de ahí nuestros constantes esfuerzos por potenciar el sabor de nuestros productos de manera natural”, explica Eduardo López Milagro, propietario y consejero delegado del grupo alimentario The Real Green Food. La compañía, con más de 100 años de historia, cuenta con tres unidades de negocio —verduras, legumbres y champiñones—, que dan empleo directo a una media de 850 personas en Navarra, La Rioja, Aragón y Castilla-La Mancha. Los trabajos indirectos se estiman en 1.500. Solo en Navarra tiene una plantilla de 250 personas, donde el 60% son mujeres. “Apostamos por un modelo de negocio pegado al territorio y comprometido socialmente con las comunidades en las que se asienta”, remarca.
De CaixaBank a HarvardEl consejero delegado de The Real, Eduardo López Milagro, nació en Tudela (Navarra) en 1975. De formación es ingeniero industrial y también tiene estudios en administración de empresas. Antes de comprar la compañía de alimentación estuvo al frente de la política inversora, desinversora y de gestión de hasta 500 participadas directas de Caja Navarra-CaixaBank. En ese puesto era el responsable de inversiones millonarias en diferentes sectores. Ha formado parte del consejo de una treintena de empresas, como Fluidra o GAM. Ha estudiado en Harvard y regresa con frecuencia a la Universidad estadounidense a actualizar conocimientos. Le gusta leer, la música y la moda.
Te sientas en el sofá de casa mientras el ventilador alivia un poco el calor sofocante. No tienes nada que hacer: ni trabajo, colegio o universidad, ni ninguna otra actividad. Abres Instagram y varias fotos de perfil circulares se alinean en la parte superior de la pantalla: pulsas en la primera y ves a alguien subiendo su enésima foto en Nueva York; pasas a la siguiente persona, y está otro año más en un festival de música internacional; la siguiente es en las fiestas de un pueblo; y luego ves a otro más con las piernas casi tostadas bajo el sol de una playa balear. Dejas el móvil y suspiras mientras piensas que otros viven una vida idílica. Todo ello mientras ves que tu verano es un sempiterno día de calor, bebidas heladas y amigos que ves de vacaciones, a través de redes sociales, lejos de tu ciudad, donde habitualmente quedas con ellos.
El maratoniano camerunés Afowiri Kizito Fondzenyuy, poseedor de un récord Guinness, ha conquistado seis continentes y ha corrido 757 kilómetros, pero no tiene ninguna prisa por quitarse su atuendo toghu con sus ricos bordados tradicionales. Este profesional de 52 años, residente en Estados Unidos y formado en gestión de datos y riesgos, se ha fijado ahora como objetivo completar el desafío de los siete maratones en siete continentes (Seven Continents Marathon Challenge) en el monte Kilimanjaro de Tanzania, en África oriental, en enero de 2026. Por supuesto, llevará puesto su atuendo tradicional, que pesa entre 11 y 13 kilos.
Hoy, en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, me encuentro reflexionando en el epicentro de una de las crisis humanitarias más complejas del mundo. Desde que el conflicto estalló hace más de dos años, en abril de 2023, Sudán se ha sumido en la catástrofe, dejando a más de 15 millones de niños y niñas con necesidad de asistencia humanitaria.
He aquí un loable intento de evaluar hasta qué punto el feminismo ha minado la autoestima y el rol de los varones. Nadie mejor que una feminista prominente como Caitlin Moran (Brighton, 1975) —autora de Cómo ser mujer y Más que una mujer— se lance a investigar las miserias y bondades de los hombres intentando ponerse en su piel y cuestionando algunos extremismos enarbolados por su bando. Moran se ha ganado una merecida fama como periodista en el Reino Unido, cosechando varios premios. Sus obras son polémicas y más bien alegatos atrevidos que verdaderas narraciones, por ejemplo, Cómo se hace una chica y Cómo ser famosa.
¿Y los hombres qué?Caitlin Moran Traducción de Gemma Rovira Ortega Anagrama, 2025 314 páginas. 21,90 eurosLa bruma nubla la vista en el camino que une el Valle de Valdeón, en la parte leonesa de los Picos de Europa, con Fuente Dé, ya en Cantabria, a unos 12 kilómetros. En su mayor parte, el velo gris es niebla. Pero a ratos el vapor se mezcla con el humo de los rescoldos del incendio que llegó desde Bañiedo de la Reina adentrándose por los montes en el parque natural en unas horas. El clima entre un día y otro ha cambiado drásticamente: de más de 30 grados a menos de 20 y de viento sur a viento norte. Por el sendero pasa un coche de bomberos del Ayuntamiento de León, un camión de la UME y, de repente, dos hombres se vislumbran entre la nada, Gonzalo Valbuena, de 31 años, e Íñigo Miguel, de 38. A su lado aún crepitan las llamas de un fuego que ocupa unos cinco metros cuadrados y vigilan que el foco no se extiendan por la ladera. “Si pasa del camino, arrasa todo”, advierten. Ese “todo” es la falda de la montaña bajo la que se encuentran ocho pueblos, como Posada de Valdeón, donde decenas de vecinos se negaron a obedecer la orden de desalojo de la Guardia Civil para “defender” sus casas. “Menos mal que hoy el tiempo acompaña, nos ha salvado”, celebran.
Uno de los megaincendios que asolan Ourense se ha adentrado ya en una de las obras maestras de la naturaleza en la vecina Lugo. Ha empezado a arder la sierra de O Courel, declarada Geoparque Mundial y Reserva de la Biosfera por la Unesco. Yolanda López, de 39 años, observa con rabia los regueros naranjas que están abrasando las montañas desde la aldea de Paradaseca, en el municipio lucense de Quiroga. La ola incendiaria la ha dejado sin empleo. Trabajaba junto a otros 190 compañeros en una fábrica de automoción de A Rúa (Ourense) que ha sido arrasada. Estos días ha recorrido pueblos de la fronteriza provincia de Ourense como Vilela (A Rúa) o Santa María de Mones (Petín) ayudando a defender las casas con ramas, mangueras, cubas de agua o lo que surja: “Peleamos como podemos porque estamos abandonados, no hay medios. Como en la dana [de Valencia], el pueblo salva al pueblo”.
La oleada de incendios que asola España, de los que la mayoría se concentran en comunidades gobernadas por el PP, ha evidenciado la falta de previsión y respuesta de los líderes autonómicos populares en bastiones históricos como Castilla y León y Galicia, donde gobierna desde hace décadas. La reacción de Alberto Núñez Feijóo y sus barones ante las dudas que han concitado la gestión de los recursos bajo el mando del PP que trabajaban hace 10 días en la extinción de los fuegos en Zamora o en Ourense antes de desbravarse ha sido la de ir al choque con el Gobierno, cuyo inicio atribuyen a varios tuits del ministro de Transportes, Óscar Puente.
El Reino Unido comienza a hacer balance de la eficacia del nuevo protocolo de verificación de edad en internet, que desde el pasado 25 de julio requiere medidas más robustas para evitar que los menores de 18 años accedan a material potencialmente perjudicial, desde pornografía a contenidos sobre suicidio, auto-lesiones o trastornos alimenticios. Los primeros análisis del tráfico en la red sugieren que las normas están dando resultado. Plataformas como Pornhub, la más visitada para acceder a material pornográfico, han visto una caída de visitantes próxima al 50% en las jornadas posteriores a la entrada en vigor del nuevo régimen, que establece hasta siete posibilidades para comprobar la edad, entre ellas, el reconocimiento facial, controles a través de tarjetas bancarias o mediante una prueba de identidad (en el Reino Unido no existe el equivalente a los DNI de España).
El tijeretazo en Estados Unidos de 500 millones de dólares (430 millones de euros) en la investigación de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) no son un recorte más. El agujero presupuestario frena en el avance de una tecnología prometedora que ya mostró su eficacia en la pandemia del covid y es la gran esperanza para parar con rapidez otras amenazas de salud pública similares, y es también un mensaje que alimenta la desconfianza en las inyecciones. Mientras el secretario de Estado de Sanidad, Robert Kennedy Jr., destituye de un plumazo al comité asesor de vacunas para colocar perfiles más afines a una ideología que a menudo choca con la evidencia científica, los expertos internacionales en salud pública ven con preocupación cómo se resquebraja una pieza clave de la arquitectura global de preparación frente a emergencias sanitarias.
Nada en política ocurre por casualidad. Este verano, cuando el ministro Óscar Puente ofrece a la Comunidad de Madrid retomar las obras del tren de Cercanías que debería haber unido Móstoles con Navalcarnero desde 2013, y que llevan paralizadas desde hace quince años, hace algo más que una propuesta en favor de la movilidad del sur de la región. Vuelve a poner de actualidad, según explica una fuente del gobierno central, que en Madrid se han gastado 162 millones en impulsar un tren fantasma que nunca ha circulado. Recuerda que ahí, recorriendo la tierra como una cicatriz, están hechos los túneles, los huecos para las vías, y las bases de un par de estaciones esbozadas, sin que nunca se hayan usado. Y evoca que el fiasco retrata una época de gobiernos del PP salpicados por la corrupción, puesto que el presunto cobro de mordidas en la concesión del contrato de construcción está investigado en el caso Lezo. Todo, con un horizonte marcado por las autonómicas de 2007 y la lucha por recuperar para la izquierda el sur de Madrid.
La etiqueta definitiva llegó a comienzos de año. La edición estadounidense de la revista Glamour colocaba como “el accesorio más deseado de las fiestas” a un bolso asequible, pero difícil de encontrar, con un nombre que fotografía a la perfección su naturaleza dicotómica: el bolso ‘Birkin’ de Walmart, que es algo así como si en Europa enloqueciéramos con una réplica de Hermès en Carrefour. Con un precio de 80 dólares y una estructura cómodamente situada en ese gris legal que separa un homenaje de una infracción ante los derechos de autor, el bautizado en TikTok como ‘Wirkin’ (por la mezcla del nombre del modelo, Birkin, con el término working, que alude a la clase trabajadora) cumple no solo con la dupe culture o cultura de los duplicados (que impulsada de nuevo por TikTok, ha borrado el estigma de las imitaciones) sino que además satisface el requisito más importante para que un bolso sea ahora una pieza deseable: un tamaño grande.
Escribo mientras el aire aventa las cenizas en Soto de Viñuelas. Y casi doy gracias, aunque apenas se puede respirar en la calle. El fuego del día 11 en Tres Cantos ha arrasado una vida, varias casas, instalaciones, numerosos coches y bastantes jardines; también ha calcinado conducciones y años de esfuerzo. Sí, en otras zonas de España ha sido mucho peor aún y bien lo siento. Ahora, mientras reparamos y amontonamos en la calle lo quemado, afrontamos un reguero continuo de turistas de catástrofes. A pie, en bici o coche, haciendo la carrerita matutina, solos o en familia, fotografían nuestro desastre sin mediar palabra. Algunos ponen cara compungida y los menos musitan un pésame cuando les pedimos que, por favor, no hagan fotos de la devastación de nuestras casas. “Tengo derecho”, suelen contestar molestos. Quizá, pero lo seguro es que no tienen empatía ni mucho respeto al prójimo. Gracias a la ventolera, los turistas han dejado de atascar mi calle. Volverán cuando amaine, me temo. Y los vecinos, además de gestionar nuestra devastación, seguiremos sintiéndonos como tras los barrotes de un zoo.
Rafel González, conocido como Rafalillo de los Motas, se ha criado en los montes de Antequera (Málaga, 41.619 habitantes). A sus 77 años relata que cuando apenas tenía cinco guardaba cerdos, luego hizo de cabrero, más tarde pastor y finalmente de ganadero. Explica que en sus andares por el campo siempre tenía como referencia unas piedras altas, grandes, que le salvaban la vida porque le marcaban el camino cuando caía la montera —niebla local— y no se veía nada. “Al tropezar con ellas, corriendo sabías el lugar exacto donde te encontrabas”, cuenta sobre unas rocas junto a las que ha descansado, conversado e incluso perdido la virginidad. Lo que no sabía este hombre es quién había puesto ahí esos peñascos, que pasaban desapercibidos para los ojos ajenos hasta que la arqueóloga Lidia Cabello ha conseguido identificarlos como menhires instalados desde el Neolítico, hace unos seis mil años, señales ancestrales que guiaban el paso entre el sur y el norte de lo que es hoy la provincia de Málaga. Es decir, entre el mar y el interior.
En el siglo VI antes de Cristo, el filósofo griego Pitágoras fundó una comuna en la que hombres y mujeres compartían sus propiedades para profundizar en los misterios matemáticos del universo. En Japón, la comunidad de Atarashiki-mura comparte sus ingresos provenientes de la agricultura con unas 30 aldeas autoorganizadas. En Alemania, el Centro de Educación e Investigación para la Paz Tamera intenta invertir los efectos del cambio climático a través de la agricultura sostenible y reteniendo aguas pluviales. La ecoaldea Nashira (Colombia) cuenta con más de 80 viviendas construidas por mujeres y niños que han sufrido violencia doméstica o desplazamiento forzado por el conflicto armado.
“No es solo el precio del pan, es que no tenemos futuro”. Coincidiendo con la Cumbre de la ONU en Sevilla, El País publicó varios artículos sobre la situación en el Sur Global. La frase se recoge en un artículo de Patricia Blanco sobre la situación en Kenia, la séptima economía africana y uno de los 14 países en situación de sobreendeudamiento. El estudio de Walter Rodney sobre la situación africana se publicó en 1972 y no ha perdido vigencia. Sigue siendo una buena herramienta para entender que la situación actual de Kenia, como del resto de países africanos, es consecuencia de un modelo económico que pervive en sus diferentes mutaciones. El desarrollo de Occidente y el subdesarrollo de África son dos procesos de un mismo sistema: el imperialismo colonial. Es algo que queda claro en la frase del Coronel Ewart Grogan, quizá el colono blanco más famoso de Kenia: “Les hemos robado la tierra, ahora debemos robarles los brazos y las piernas”.
Cómo Europa subdesarrolló a ÁfricaWalter Rodney Prólogo de Ángela Davis Traducción de Beatriz Ruiz Capitán Swing, 2025 424 páginas. 25 eurosUna de las grandes tendencias de la televisión en abierto de los últimos años es la de los concursos con famosos haciendo cosas: bailando, cocinando, conviviendo, sobreviviendo... Esta apuesta dominará la televisión pública en la nueva temporada con tres formatos que RTVE tiene en preparación, los tres previsiblemente para el horario de máxima audiencia de La 1. Y en los tres habrá famosos haciendo cosas fuera de su zona de confort.
Este verano se han cumplido 30 años del estreno de Clueless la comedia adolescente dirigida por Amy Heckerling y protagonizada por Alicia Silverstone, Brittany Murphy, Stacey Dash y Paul Rudd, y que adaptó, de forma libérrima pero a la vez asombrosamente precisa, la novela Emma de Jane Austen al Beverly Hills de los noventa. En la cinta, para aquellos que aún no hayan tenido ocasión de verla o la hayan olvidado, asistimos a la vida de Cher Horowitz (Silverstone), una estudiante rica, popular y carismática que vive con su padre, un abogado de éxito.