ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Este domingo, los bolivianos decidirán cuál de los dos candidatos mejor situados en las elecciones de agosto —Rodrigo Paz y Jorge Tuto Quiroga— gobernará el país andino en los próximos años. La crisis social y política es profunda; la situación económica, dramática. El déficit fiscal ronda el 7%-8% del PIB, la inflación interanual se acercó en julio al 25%, las reservas de hidrocarburos se agotan, conseguir combustible es una pesadilla, no hay manera de poder cambiar dólares, salvo a precios muy elevados en el mercado negro. Alimentarse cada día sigue resultando un inmenso desafío para capas muy amplias de la población. El horizonte pinta negro. También por la inestabilidad política. Las tensiones en el MAS, el movimiento político que ha gobernado Bolivia durante casi 20 años, se han exacerbado y eso se tradujo en la monumental debacle de la izquierda en la primera vuelta: su representación en las Cámaras es ridícula. Hace unos meses, se produjo una ruptura radical entre los partidarios del presidente saliente —Luis Arce— y los de Evo Morales, el líder cocalero que llegó en 2006 al poder con la voluntad de cambiar las dinámicas que mantenían marginada y en la miseria a buena parte de la población, y que hoy vive enclaustrado en su bastión del Chapare, protegido por sus seguidores. A Morales, el Constitucional no le permitió presentarse a las elecciones —lo inhabilitó con carácter definitivo—, y pesan sobre él diferentes denuncias por abusos sexuales a menores.
Los ciudadanos llevaron a Isabel Díaz Ayuso a la presidencia autonómica madrileña, pero solo los hosteleros la elevaron a las alturas del liderazgo carismático. Era en tiempos de la covid, cuando irse de cañas podía pasar por ceremonia libertaria. Hoy, la nueva patrona de la restauración en España es Miriam González Durántez, que ha decidido sustanciar su apoyo a la hostelería de un modo todavía más directo: en lo que va de año, nadie ha tenido más comidas que ella. Con periodistas y con políticos. Con Cuca Gamarra y hasta con Lambán. Es la ofensiva de encanto de la temporada 2025 y, si al mediodía ronda los reservados del poder, por las tardes explica su mensaje de regeneración a unas elites urbanas que, reunidas en casinos y cámaras de Comercio, uno sospecha que tienen pocas ganas de ser regeneradas. El lema de Miriam González es “España mejor” y, dicho así, hasta sir Francis Drake lo firmaría. En realidad, España Mejor es una plataforma autoportante que aspira a convertirse en partido político: un intento, seguramente abortivo, de Operación Macron, en busca de reinventar otra vez la vía media entre el PP y el PSOE y recoger los cascotes del reformismo que cayó con Rivera. Un Ciudadanos unipersonal. González Durántez tiene dinero y ganas para presentarse por todas partes, pero quizá compense meditar que lo más parecido que hemos tenido aquí a una Operación Macron fue la Operación Roca. El de España Mejor, en fin, parece más el brillo de lo gastado que el de lo nuevo.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, ha elaborado un anteproyecto de ley para “reforzar la colaboración público-privada” en los servicios sociales, con fórmulas “innovadoras” de compensación a las empresas como la “inversión por impacto, el pago por resultados y los avales públicos” que resuelvan “los problemas que plantea la financiación tradicional”. El documento, de solo tres páginas y al que ha tenido acceso este periódico a través del portal de transparencia, ha sido abierto a consultas públicas y resume una lista de objetivos y problemas a solucionar en este sector que atiende a colectivos como los menores, las personas mayores, las personas sin hogar o las víctimas de violencia de género. El Ejecutivo no quiere precisar por ello el alcance de su propuesta de financiación, ni dar detalle alguno. Pero la oposición de izquierdas y parte del sector de la atención a colectivos vulnerables critica su filosofía “mercantilista”, mientras que dos grandes patronales del sector de residencias de mayores lo valoran positivamente por su énfasis en la libre elección, un concepto que los gobiernos del PP llevan años aplicando a la sanidad y la educación como método para favorecer, teóricamente, la competencia y la calidad.
Conducir es un hábito rutinario y muy resistente que lleva a que mucha gente use el coche por inercia incluso para desplazamientos cortos, sin tener en cuenta si es la opción más rápida o eficiente —por ejemplo, mentalmente no solemos contar el tiempo buscando aparcamiento—. Aunque lo más efectivo para cambiar esta costumbre son las restricciones al tráfico —como las zonas de bajas emisiones— y una buena red de transporte público y carriles bici, hay también otro tipo de iniciativas que tratan de hacer replantearse esta inercia. Es el caso de Un mes sin mi coche, un plan pionero que propone aparcar el vehículo 30 días a cambio de transporte público gratis y bicis eléctricas, que se aplicó por primera vez en una región de Suiza y ahora llega a Lleida. Los expertos consideran que la idea es positiva, pero piden medidas más ambiciosas para impulsar la movilidad sostenible.
El 12 de junio de 2006 Jaén se acostó sin aeropuerto y, al levantarse al día siguiente, ya lo tenía. No hizo falta poner un ladrillo, llevar una sola hormigonera o esperar años de construcción y licencias. Bastaron alrededor de 250 palabras en el Boletín Oficial del Estado del 13 de junio y cambiar el cartel del aeropuerto de Granada que, desde entonces, se llama aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén. El añadido no gustó en Granada y provocó enfados o chanzas a partes iguales pero, pasados las primeras semanas, el asunto cayó en el olvido durante dos décadas. Ahora, cuando la llegada de nuevos vuelos depende, sobre todo, de la inversión publicitaria que los territorios hagan en las compañías aéreas, la paz se ha esfumado. La diputación granadina dice que invierte cada año un par de millones en promoción del aeropuerto, por nada o casi nada de Jaén. Francisco Rodríguez, presidente granadino (PP), se ha llegado a preguntar si, en ese caso, no habría que sacar del título el nombre de Jaén. En la provincia vecina eso ha sentado como un puntapié por inesperado y porque consideran que es injusto.
A todo escritor de novela negra se le presupone un olfato fino para descubrir patrones, y el de Susana Martín Gijón (Sevilla, 1981) enseguida detectó uno que atraviesa los libros policiales que devora: casi siempre, el muerto es una mujer. “Además, muchas veces se la encuentra en posiciones o situaciones denigrantes, también por supuesto violada...”, agrega la autora, apurada tras haber tenido que navegar en taxi uno de los cada vez más habituales atascos de Madrid para llegar a la entrevista en la sede de su editorial. En un acto de reivindicación, su nueva novela, la recién publicada La Capitana (Alfaguara), abre el misterio que se resuelve a lo largo de sus páginas con la aparición de un muerto que no solo es, efectivamente, un hombre, sino que además no deja lugar a dudas de su condición, puesto que es hallado sin ropa y con el falo enhiesto. Más allá del cuerpo deformado que toca identificar, la autora expande la transgresión del habitual imaginario noir a los escenarios y los protagonistas de la historia: el lugar donde aterriza el cadáver es el claustro de un convento de monjas en la Granada de finales del siglo XVI, y el dúo de detectives encargado de resolver el caso, Fray Juan de la Cruz y Sor Ana de Jesús, monjes y carmelitas descalzos.
LecturasLa Capitana. Susana Martín Gijón. Alfaguara, 2025. 440 páginas. 22,90 euros.
Todo empieza con la sangre. Aixa de la Cruz. Alfaguara, 2025. 224 páginas. 19,90 euros.
Misticismo. La experiencia del éxtasis. Simon Critchley. Traducción de Julio Ignacio Hermoso Oliveras. Sexto Piso, 2025. 320 páginas. 24,90 euros.
La hermana. Liliana Viola. Anagrama, 2025. 208 páginas. 21,90 euros.
Las indignas. Agustina Bazterrica. Alfaguara, 2023. 192 páginas. 18,90 euros.
En España hay unas 150.000 personas que conviven con el VIH. Carmen Martín (Santander, 53 años) es una de ellas y este viernes será nombrada presidenta de Cesida (Coordinadora Estatal de VIH y sida), que representa a 79 entidades de todo el territorio que luchan por los derechos de las personas seropositivas. Martín comenzó el activismo hace casi tres décadas: “En 1996 acudí a ACCAS [Asociación ciudadana cántabra antisida] para pedir ayuda, porque necesitaba encontrar un lugar en el que estar”, recuerda. Cinco años antes, antes de cumplir los 20, había recibido la noticia de que era portadora del VIH: “No sabía si me iba a morir”.
La "censura" de Metro de MadridDentro del programa del Pride +, desde Cesida contrataron una campaña en el Metro de Madrid: Vidas conectadas. En una de las imágenes aparecía un chico -el secretario general de la organización, Oliver Marcos- en bañador. Desde la red de transporte público, gestionada por la Comunidad de Madrid, les comunicaron que no se podía exhibir esa imagen argumentando que había que proteger a la infancia. “Nos han censurado”, afirma Carmen Martín. “Han alegado que por el Metro pasan menores. Sin embargo, la imagen no era sexual y yo he visto anuncios de chicos y chicas en bañadores que no han sido vetados. O de un partido político de extrema derecha usando mentiras para demonizar a menores. Esto sí que ha sido tolerado”.
Rococunt hace referencia al estilo Rococó y al vocablo cunt, un término que, ahora es utilizado en la comunidad queer, drag y ballroom para referirse a alguien que irradia energía magnética, elegancia y empoderamiento. Y bajo esas siglas Dominnico ha presentado su nueva colección este jueves en la pasarela 080 Barcelona Fashion. 31 años, nacido en Alicante y con taller en el barrio barcelonés de Gràcia, Domingo Rodríguez apunta en su agenda a algunas de las grandes que ha vestido como Dua Lipa o Beyoncé. Pero no es suficiente. Lo suyo es pensar a lo grande.
La Barceloneta és la bomba, però a vegades costa anar-hi perquè també és plena de gent, sobretot turistes que no deixen ni un gra de sorra disponible. Però és el barri mariner de Barcelona per excel·lència i ara és un dels millors moments per passejar-hi: sense tanta gent ni calorades, però amb els mateixos bars autèntics que fan honor a la recepta més emblemàtica del barri: la bomba de la Barceloneta. Per cinquè any, l’ACIB Barceloneta organitza l’esdeveniment Barcelona Tast amb la popular bomba com a estrella d’una ruta gastronòmica.
Cuando Susana Abaitua (Vitoria, 35 años) abrió el guion de Un fantasma en la batalla, de Agustín Díaz Yanes, lo primero que leyó fue “Exterior. Bidart”. “Pegué un respingo”, exclama. “¡Mi pueblo! Sin haberme reunido con Tano [diminutivo con el que es conocido Díaz Yanes], ya vi la señal. Y era un libreto tan redondo, con un personaje femenino tan potente...”. A su espalda, en la pequeña terraza de su piso madrileño, un cartel de esa localidad francesa y una tabla de surf confirman su querencia por el País Vasco francés. Y sueña con volver pronto allí, donde vive jubilada su madre. De momento es solo un sueño: antes del festival de San Sebastián filmó una comedia en Canarias, estos días rueda otra película en Valencia, después encadenará un tercer rodaje y, mientras tanto, promociona el lanzamiento en Netflix del thriller de Díaz Yanes, además del estreno en cines de La deuda, de Daniel Guzmán. “Soy carne de actriz”, confiesa.
Antonio Soler (Málaga, 1956) publicó en 2004 El camino de los ingleses, novela que le valió el premio Nadal y que Antonio Banderas llevó a la gran pantalla en una película del mismo nombre. Dos décadas después, Galaxia Gutenberg reedita aquel libro sobre el final de una adolescencia y la transformación de todo un país.
Su figura sobrevuela Arequipa, esa ciudad de carácter volcánico que muchos extranjeros conocieron al leer las solapas de sus libros. Mario Vargas Llosa está presente como un holograma que da la bienvenida en su casa-museo, en los apuntes de los libros que donó a la biblioteca que lleva su nombre y en las referencias de cada conversatorio del X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE). Arequipa es la tierra donde vino al mundo, pero solo vivió su primer año.
A finales de los setenta, Martin Scorsese compartía casa con el músico Robbie Robertson. Casa y drogas. Montañas de estupefacientes, confirma el componente de The Band. New York, New York había sido un fracaso, y el cineasta había perdido el rumbo vital. Hasta que su cuerpo dijo basta, y, por una hemorragia interna, acabó hospitalizado. “La mayor parte de mí quería morir. Porque en ese momento no podía hacer más mi trabajo. Me sentía incapaz de crear”, le confiesa el director a Rebecca Miller ante la cámara. Su amigo Robert De Niro se acercó a su cama, presionándole —ya llevaba un tiempo haciéndolo— para que aceptara un proyecto liderado por el actor, y al que el cineasta se resistía. Scorsese recuerda: “Me miró y me dijo: ‘¿Qué diablos quieres hacer? ¿Quieres morir así?”. No, y así arrancó Toro salvaje.
Como ocurría en El sabor de las cerezas —la película con la que Abbas Kiarostami logró la Palma de Oro del festival de Cannes de 1997—, Irán vuelve a asomarse al mundo por la ventanilla de un automóvil. Un simple accidente, de Jafar Panahi, no es el solitario viaje en coche de un hombre en busca de alguien que le dé sepultura después de suicidarse, como ocurría en aquel elegíaco y filosófico trayecto de Kiarostami, cineasta cuyo legado e influencia es fundamental en el propio Panahi y en el cine contemporáneo. Esta vez se trata de cinco personajes encerrados en la misma furgoneta donde uno de ellos cree haber capturado al hombre que un día los torturó. Una furgoneta blanca en la que cabe un terrible dilema moral, muchas dosis de humor absurdo y hasta una nueva Palma de Oro, la segunda, para la inagotable cinematografía iraní.
Un simple accidenteDirección: Jafar Panahi.
Intérpretes: Vahid Mobasseri, Ebrahim Azizi, Madjid Panahi, Mariam Afshari, Hadis Pakbaten, Delmaz Najafi, George Hashemzadeh.
Género: drama. Irán, 2025.
Duración: 105 minutos.
Estreno: 17 de octubre.
“¿Me contradigo?/ Muy bien, me contradigo. / (Soy inmenso, contengo multitudes)”. Con estos célebres versos del Canto a mí mismo de Walt Whitman —leídos por un estudiante en su clase de instituto— arranca La vida de Chuck, una nueva adaptación de Mike Flanagan de la obra de Stephen King que devuelve al así llamado rey del terror a su lado más sentimental, humanista y cósmico. Publicado hace cinco años dentro del libro If it bleeds (La sangre manda), este cuento o novela breve juega a la distopía apocalíptica, a los cuentos de fantasmas y al alegre musical para recorrer, en una estructura inversa, la vida de un hombre, Chuck, un Juan Nadie que nos enfrenta —de una manera algo enrevesada aunque muy bonita— a los (ilimitados) límites de la existencia y a ese “contengo multitudes” que hace de cada persona un universo.
La vida de ChuckDirección: Mike Flanagan.
Intérpretes: Tom Hiddleston, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan, Jacob Tremblay, Mark Hamill, Mia Sara.
Género: fantástico. Estados Unidos, 2024.
Duración: 110 minutos.
Estreno: 17 de octubre.
En la edición de los premios Goya del año 2016, una anciana de 93 años que nunca había actuado fue nominada en la categoría de mejor actriz revelación. Se llamaba Antonia Guzmán, era la abuela del director de la película que la llevó a tan extraordinaria situación —el habitual actor Daniel Guzmán, que debutaba tras las cámaras y también fue candidato, y ganador, en el apartado de dirección novel—, y efectivamente la señora estaba magnífica como la coprotagonista de aquella historia.
La deudaDirección: Daniel Guzmán.
Intérpretes: Daniel Guzmán, Rosario García, Susana Abaitua, Itziar Ituño.
Género: thriller. España, 2025.
Duración: 109 minutos.
Estreno: 17 de octubre.
Algunas de las situaciones más trágicas de la historia de la humanidad han dado lugar a una parte de las mejores comedias de la historia del cine. Saber mirar para entrever dónde, además del drama, puede hallarse el ridículo, y con ello la risa, siempre ha sido esencial a la hora de abordar los acontecimientos más extraordinarios. Luego ya solo queda dotar del color más adecuado al relato, a su fondo y a sus formas: el refinado y elegante blanco del que no quiere hacer sangre; el blanquinegro de la comedia dramática; el cruel negro de la carcajada que se congela a causa del pudor y hasta de la vergüenza.
La cenaDirección: Manuel Gómez Pereira.
Intérpretes: Mario Casas, Alberto San Juan, Asier Etxeandia, Nora Hernández.
Género: comedia. España, 2025.
Duración: 106 minutos.
Estreno: 17 de octubre.
El fotoperiodista Miguel Ángel Montesinos no pudo enviar ninguna imagen al Levante, el diario para el que trabaja, durante la noche de la dana. Solo consiguió capturar algunas instantáneas sobre las 19.30, más de media hora antes de que el Gobierno de Mazón emitiera la alerta a los móviles. Las tomó como pudo, encaramado a lo alto de un columpio al que se aferró durante siete horas y media para sobrevivir. No pensó en el encuadre ni en la luz; solo en documentar el momento y mantenerse con vida. En una de esas imágenes se ve la fuerza del agua que arrasa un parque de Paiporta el pasado 29 de octubre, donde se encontraba cuando le sorprendió la riada. La captura ahora forma parte de Un año de la Dana, una exposición que recopila 45 fotografías de la destrucción que dejó la inundación y que se podrá ver desde el 27 de octubre hasta el 31 de noviembre en el Vestíbulo de Isabel II del Congreso de los Diputados.
Sin referencias macroeconómicas que permitan evaluar la salud de la economía estadounidense por el cierre del Gobierno, el impacto de los mensajes de los responsables de su política monetaria se amplifica. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, adelantó esta misma semana que los últimos datos conocidos sugieren un mayor riesgo a la baja para el empleo de Estados Unidos, reforzando la inclinación hacia recortes adicionales en los próximos meses. Sus palabras, junto con las señales del Libro Beige sobre una ligera pérdida de dinamismo en la actividad, refuerzan las expectativas de tipos más bajos en un entorno en el que los inversores aceleran la búsqueda de activos seguros