ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
En uno de los fondos del estadio José Rico Pérez de Alicante, en una especie de balconada junto a uno de los postes de iluminación, ha crecido una higuera. Tan espontánea, libre y resistente a los elementos como cualquier otra. “Está entre el fondo norte y la grada de preferente, al lado de una cantina que ahora está cerrada”, explica Juanjo Chacón, abonado del Hércules Club de Fútbol, equipo que ejerce de local en este campo levantado en 1974. “Forma parte del estadio”, asegura, aunque también señala que es una de las pruebas del “evidente mal estado en que se encuentra el campo”. Coincide con él otro abonado, Javier Pérez: “Lo de la higuera tiene un punto romántico, pero no es serio”. El Rico Pérez, sede del Mundial de 1982, presenta un aspecto “lamentable”, añade un tercer aficionado, Rafa Vega.
África está de moda como destino turístico y los gobiernos y empresas de distintos países buscan subirse a esa ola para atraer a un sector en auge: el turismo de lujo. En 2024, cerca de 74 millones de personas visitaron el continente, un 13,6% más que el año anterior, lo que la convierte en la segunda región con mayor aumento de visitantes del mundo, solo por detrás de Asia y el Pacífico, según datos de Organización Mundial del Turismo (ONU Turismo). De todos ellos, 42,6 millones fueron a países de África subsahariana. Aunque el turismo de lujo ―en forma de safaris, lunas de miel, rutas gastronómicas, tours en trenes y turismo náutico― ha sido la gran apuesta de países como Mauricio, Ruanda, Botsuana, Tanzania o Zimbabue, expertos y trabajadores del sector advierten de la necesidad de explorar nuevos abordajes para que los beneficios económicos lleguen también en suficiente proporción a proveedores y empleados locales. Según cálculos del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el sector aportará 168.000 millones de dólares al continente (145.000 millones de euros) en la próxima década y generará más de 18 millones de empleos.
Peregrinar hasta la villa Paschinger Schlössl en Salzburgo, donde vivió el escritor Stefan Zweig (Viena, 1881-Río de Janeiro, 1942), es un auténtico vía crucis, y no en sentido figurado. El número 5 de Kapuzinerberg, donde se encuentra la residencia, exige ya desde el nombre —Monte de los Capuchinos— un acopio de fuerzas. Tras un discreto arco, la pendiente se empina sin contemplaciones y en sus márgenes comienza la secuencia de 13 capillas barrocas que marcan las estaciones del vía crucis, con esculturas del siglo XVIII que nos acompañan cuesta arriba hasta el monasterio que corona la colina. Entre jadeos para tomar resuello podemos imaginarnos al popular autor austriaco repitiendo esta subida —simbólica o literalmente— cada día, desde 1919 hasta 1934, cuando el miedo al antisemitismo lo empujó al exilio.
En 2025 se cumplen 100 años de la publicación de La señora Dalloway, que Michael Cunningham ha descrito como “la novela que dividió el átomo”. En los apuntes que tomaba mientras la escribía, Virginia Woolf señalaba que estaba segura de haber descubierto, a los 40 años, la forma de empezar a decir algo con su propia voz.
El museo Van Gogh, dedicado desde 1973 en Ámsterdam al pintor, y que guarda la mayor colección mundial de sus obras, puede verse obligado a cerrar. Recibe 1,8 millones de visitantes anuales, y su directora, Emilie Gordenker, dice que necesita mayor apoyo financiero gubernamental para cubrir el coste del plan de renovación de sus instalaciones. Previsto para 2028, y con una duración de tres años, asciende a 104 millones de euros y obligará a clausuras parciales con la consiguiente pérdida de ingresos. La pinacoteca asegura que si el Ministerio de Cultura no aumenta el subsidio anual que le destina, no podrá cubrir el déficit así generado. El Gobierno considera que sí puede afrontar el gasto y el caso está ahora en los tribunales.
Rumbo hacia el oeste, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro por un periplo que bordea la costa, atravesando los barrios de Tijuca y Recreio, un discreto cartel señala la llegada a Sítio Roberto Burle Marx, que exige máxima atención si la geolocalización no funciona. Su modesto tamaño contrasta con la monumentalidad tanto paisajística como cultural que espera al visitante tras la barrera que custodian varios agentes de seguridad; uno para comprobar que su nombre está en la lista (previa reserva en esta web) de la próxima visita, y otro para abonar el pago en efectivo de los 10 reales brasileños (1,57 euros al cambio actual) que cuesta acceder al recinto.
A mediados de los años 60, dos jóvenes músicos puertorriqueños, Ricardo Morales y Bobby Cruz, se juntaron en las calles de Brooklyn (Nueva York), para construir uno de los legados más importantes en la historia de la música latina. Maldonado, conocido como Richie Ray, había estudiado en el prestigioso Julliard, pero, junto con Bobby Cruz, decidió cambiar las sonatas de Bach y Mozart por el montuno, el patrón musical que marca el piano en la salsa. Ambos compusieron Sonido bestial, una canción que supuso un punto de quiebre en el legado musical de la música latina. La sala Paral·lel 62 de Barcelona acogerá el 24 de septiembre un musical con el mismo nombre, que retrata la historia de la salsa desde sus raíces en la isla de Cuba, pasando por su impresionante boom en la década de los 60 y 70 en la ciudad de Nueva York de la mano de inmigrantes de puertorriqueños, dominicanos o cubanos. Un estilo en auge en últimos años, de la mano de artistas como Bad Bunny, Nathy Peluso o Rauw Alejandro, que han encontrado en la salsa una forma de volver as sus raíces, o incluso, una reivindicación política.
La formación siempre ha sido una de las principales garantías para encontrar empleo. En la Unión Europea el 82,3% de los jóvenes de entre 20 y 34 que han terminado sus estudios de educación secundaria superior o universitaria están trabajando. Y en la zona euro esta tasa de empleo de los recién graduados es del 81,9%. Así lo indica un estudio publicado este miércoles por la oficina estadística europea (Eurostat) que, sin embargo, refleja un cambio importante. En 2023, los jóvenes europeos que trabajaban eran el 83,5% en toda la UE y el 83,1% en la unión monetaria, con lo que, excluyendo el año de la pandemia a causa de los confinamientos, es la primera vez que la tasa de empleo de los jóvenes recién graduados baja en los últimos 11 años, algo que sí había sucedido entre 2009 y 2013 como consecuencia de la Gran Recesión.
Sabemos poco de la muerte. No me refiero al proceso biológico, sino al burocrático. Una querría sollozar, dormir o echarse unos copazos al gaznate, hay un duelo para cada persona, pero antes de procesar que acabas de besar por última vez la frente aún tibia de un ser inmensamente querido te encuentras parloteando con agentes de seguros y deletreando el nombre de tus tíos a un hombre trajeado que te enseña modelos de esquelas en Word. Después eliges entre media docena de urnas idénticas mientras te preguntas si la prima Lucía habría preferido figurar como Luchi y el ateísmo rampante te hace cuestionarte eso de “rogar una oración por su alma”. La frase “la familia no recibe” tarda poco en revelarse vacía de contenido, minutos, porque ahora las esquelas no se clavan en la puerta del bar del pueblo, se publican en Internet. Afortunadamente, sin likes, pero llegarán y me sorprenderá menos que ser consciente de que en las salas de los tanatorios hay teléfonos. La gente llama porque no has sido precisa y no has incluido: “la familia no recibe, tampoco llamadas”. Te arrancan de la reflexión los ósculos de conocidos que van justos de comprensión lectora y vienen a acompañarte en el sentimiento, aunque habrías preferido sentirte sola, algo tan socialmente cuestionado. No te entretienen mucho, vienen ávidos de conversaciones intrascendentes porque hemos normalizado que los tanatorios sean centros de reunión social.
Aida Ntata había acabado de parir en el centro de salud de Chimvu, en el distrito de Thyolo, al sur de Malaui, y tuvo que levantarse y andar más de un kilómetro para buscar agua. Necesitaba lavarse y limpiar su ropa, pero el centro sanitario no tenía agua corriente. “No me resultó fácil ir a buscar agua poco después de parir. En aquella época, teníamos que esperar una hora, porque había un solo pozo para todo el pueblo. Tuve que dejar los cubos de agua con mi tutor y correr a atender a mi bebé”, recuerda esta mujer del pueblo Kalimbuka, en la autoridad tradicional de Boyd, un año después del nacimiento de su hijo, en abril de 2024.
Les llistes de nous restaurants a Barcelona de seguida queden desclassificades per noves obertures. Encara que el juliol no sigui el millor moment per inaugurar un local perquè la majoria de potencials clients estan de vacances fora de la ciutat, també hi ha restauradors que prefereixen obrir en temporada baixa per poder començar el rodatge, sempre necessari amb nous equips a la cuina i la sala, sense tanta pressió com si l’arrencada coincideix amb una època en què de seguida el local s’omple de gom a gom. Així que aquí van algunes obertures recents que prometen petar-ho a la tornada de vacances.
El Día del Apagón (parece que el acontecimiento ya se denomina con mayúsculas) había quedado a comer en casa de alguien a quien no conocía con otros tantos desconocidos y algunos amigos. Imagino que, como todos, dudé si seguir con los planes trazados: no sabía si la cita seguiría en pie, no sabía muy bien cómo llegar (ay, el Google Maps) y no sabía muy bien si era mejor o más seguro quedarme en casa que es desde donde trabajo o, por el contrario, andar vagando por la ciudad. Decidí que en caso de morir o de que el planeta estallara, prefería hacerlo acompañada aunque fuera por personas a las que no había visto, en su mayoría, en mi vida. Cuando llegué (tarde, ay, el Google Maps) se planteó el problema de la comida: los manjares preparados no podían calentarse (ay, las placas eléctricas). Comimos lo que se pudo y hablamos lo demás. Fui la primera en abandonar la extraña y divertidísima reunión. Cuando salí a la calle había hordas de personas. Perfectamente ordenadas y sincronizadas, pero hordas. La orilla derecha era la de bajada y la izquierda la de subida. Las calles estaban tomadas por los peatones y los pocos coches que se habían aventurado intentaban abrirse paso como si, en pleno camino comarcal, un rebaño de ovejas les hubiera sorprendido. Era fascinante observar toda aquella multitud silenciosa que, sin la habitual restricción de los semáforos, ocupaba todo el espacio a sus anchas. Pero la sorpresa fue sobre todo numérica: me impresionó la cantidad de gente que había. Nunca había visto así Madrid. Y pensé entonces que una buena parte de toda esa humanidad que ese día pululaba por la superficie lo hacía habitualmente bajo tierra. Como si un hormiguero hubiese reventado y todos hubiésemos salido a la luz. La repentina ausencia de estratificación dejó patente no sólo la cantidad ingente de personas que habitamos —en diferentes niveles— las ciudades sino también todo lo que sucede bajo nuestros pies y de lo que somos apenas conscientes. Lo que no se ve no existe.
El despido, pendiente de una inminente batalla legal, de la gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook ha puesto en cuestión la sacrosanta independencia del banco central estadounidense respecto a una Casa Blanca poco menos que obsesionada por recortar los tipos de interés. El impacto en el mercado ha sido claro, pero de magnitud limitada: la decisión sobre el futuro de Cook está en manos de los tribunales y, además, no altera el equilibrio de cara a los próximos movimientos de la Fed. Aun así, los bonos a corto plazo han bajado, por la perspectiva de una política monetaria más suave, y los de largo plazo subieron, ante la previsión de que una Fed más permeable implica más inflación en el largo plazo.
Química Farmacéutica Vicorva nació de la amistad entre Arturo Ortiz, que trabajaba en un bufete de abogados, y Vicente Córcoles, empleado en una firma de químicas que fabricaba perfumes: empezaron a comercializarlos juntos entre sus conocidos, con bastante aceptación.
“Invertir en I+D es vital para nosotros”, afirma el fundador“Hace ya años que nos dimos cuenta de que para nosotros invertir en I+D era vital”, manifiesta Vicente Córcoles. Desde esta convicción, Vicorva tiene en marcha un departamento con dos personas dedicadas exclusivamente a formular nuevos productos: en la última década ha desarrollado cosmética antipolución, para pieles sensibles o sometidas a tratamiento oncológico.
Ha impulsado una línea pionera de cosmética natural, con el apoyo del CDTI Innovación y fondos europeos Feder, que persigue reducir el uso de agua dulce, sustituyéndola por aguas vegetales recicladas, e incorporar materias primas de origen natural obtenidas mediante procesos de reaprovechamiento. Sus envases y packaging cuentan con certificación cero residuos. El cofundador asegura que pueden competir en calidad; también en rapidez a la hora de atender los pedidos: “Tenemos más de un millón de euros en stock”, anuncia. “Pero estamos un poquitín peor en marketing; no somos capaces de llegar donde llegan las grandes firmas”, admite.
Observa con temor la concatenación de crisis y conflictos internacionales que encarecen los precios de las materias primas y amenazan las cadenas de distribución globales. Los socios quieren ampliar su capacidad productiva, “y aumentar el número de trabajadores antes de jubilarnos”, acota. “Ambos tenemos una ambición enorme por continuar, y nuestros hijos se están curtiendo fuera de la empresa, pero llegado el momento nos encantaría que hicieran el relevo generacional”, confiesa.
Son muchos los viajeros que ya han dejado de conformarse con bocadillos sobre la marcha o con el socorrido menú turístico a precios no siempre justos. Los hay que incluso viajan solo para comer bien, de restaurante en restaurante, deslumbrados por las estrellas Michelin o por las buenas recomendaciones de amigos o críticos gastronómicos.
Más Información en la web lonelyplanet.es.
Salomón Lau y Juan Wong tenían almacenes frente a frente en la calle del Comercio de Jinotepe y ambos vendían más o menos las mismas mercancías: telas, zapatos, aperos de labranza, comestibles a granel, conservas, artículos de tocador y, en las Navidades, uvas y manzanas importadas de California; pero la competencia no los hacía entrar en disputa y cada noche se juntaban a jugar partidas de póker en las que apostaban fuerte. El que perdía se reponía la vez siguiente y cada madrugada se despedían siempre en paz.
En las casas de comidas tradicionales, la familia vivía en el mismo edificio. Pepe Solla (59 años, Poio, Pontevedra) duerme debajo de su restaurante, solo que el suyo luce una estrella Michelin desde 1980.
“Saben escribir, razonar e incluso debatir, pero ¿realmente comprenden lo que dicen? Los grandes modelos de lenguaje, como ChatGPT, ofrecen respuestas coherentes y convincentes que simulan inteligencia, aunque en muchos casos carecen de comprensión genuina. Este fenómeno, que algunos científicos han bautizado como comprensión Potemkin, plantea preguntas inquietantes sobre los límites de la inteligencia artificial y la percepción humana de la racionalidad”.