ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Hace justo un año, Marc Márquez intuía que tenía frente a sí la oportunidad definitiva para espantar los fantasmas de su grave lesión en el húmero y la sobrevenida crisis deportiva. Llevaba casi tres años sin ganar, todavía dolían esas cuatro operaciones en el brazo derecho, y por el camino había renunciado a su familia en los circuitos y al mejor contrato de la parrilla con Honda. Todo ello para subirse a la Ducati satélite del equipo Gresini sin apenas cobrar un duro y un solo objetivo: encontrarse a sí mismo y demostrarse que todavía podía ser el más rápido en la pista. En el GP de Aragón de 2024, uno de sus feudos predilectos, rompió con contundencia la peor racha de su vida. “La venía persiguiendo, y se me ha hecho muy largo”, reconoció ese día, la emoción por las nubes.
“Esta semana nos vamos a quedar en casa y mantendremos un perfil bajo en la calle”. La joven que pronuncia esta frase, una burkinesa de 30 años residente en Uagadugú y miembro de la comunidad LGTBIQ, lo hace bajo condición de anonimato, después de que el pasado lunes la Asamblea Legislativa de Transición (ALT) de Burkina Faso aprobara por una unanimidad (71 votos a favor) una ley que penaliza la homosexualidad con prisión y multas. El órgano, que ejerce las funciones de parlamento pero cuyos miembros fueron designados directamente por el presidente, Ibrahim Traoré, ha dado así luz verde al proyecto de enmienda para reformar el Código de la Familia y las Personas, presentado en julio de 2024 por la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado de hace tres años.
Basada en las memorias del comandante de la policía francesa Mohamed Bida, 13 días, 13 noches es un intenso y eficaz thriller sobre la caída de Kabul, hace ahora cuatro años, desde el punto de vista de un veterano hombre de acción. El 15 de agosto de 2021 y tras el anuncio de la desastrosa retirada de la OTAN de Afganistán ordenada por el expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, el país, y, sobre todo, las mujeres afganas, quedaron a los pies de los caballos de las fuerzas talibanas, cuyas guerrillas avanzaron hasta Kabul para imponer a la población civil su radical lectura de la ley islámica. Tras atizar la guerra en octubre de 2001, Estados Unidos abandonaba así, en dos semanas y por la puerta de atrás, a un país sumido en el caos, la pobreza y el terror ante la revancha talibán.
13 días, 13 nochesDirección: Martin Bourboulon.
Intérpretes: Roschdy Zem, Lyna Khoudri, Sidse Babett Knudsen, Christophe Montenez, Yan Tual.
Género: thriller. Francia, 2025.
Duración: 111 minutos.
Estreno: 5 de septiembre.
En el cine español hay un secreto a voces: apenas se hacen películas sobre la gente rica que es rica desde siempre. A medio camino entre la falta de confianza en su comercialidad y el exiguo conocimiento de un mundo tan exclusivo, lo cierto es que, salvando algunos títulos de carácter puramente político, son poquísimos los acercamientos al poder y al dinero poseídos desde la cuna. Entre otras cosas, por eso resulta tan peculiar una película como El talento, tercer largometraje de ficción de Polo Menárguez, seis años después del excelente El plan, historia aquella de ambientes radicalmente opuestos, aunque con un tema común: los conflictos de clase.
El talentoDirección: Polo Menárguez.
Intérpretes: Ester Expósito, Pedro Casablanc, Mireia Balic, Juan Pablo Fuentes.
Género: drama. España, 2025.
Duración: 101 minutos.
Las películas que exploran las mentes y los cuerpos de las mujeres en torno al aborto en ambientes opresivos tienen en el doblete formado por 4 meses, 3 semanas, 2 días, de Cristian Mungiu, y El secreto de Vera Drake, de Mike Leigh, dos posibles paradigmas para la narración, el tono y las decisiones de estilo. La primera, áspera como una lija en la córnea, de un realismo casi inmersivo; la segunda, compleja y conmovedora como el dilema moral que contiene una temática que amalgama el alivio y el dolor. En su segunda obra, la georgiana Dea Kulumbegashvili da un paso más desde la rigurosidad del lenguaje cinematográfico y desde un activismo social cargado de simbolismo y provocación.
AprilDirección: Dea Kulumbegashvili.
Intérpretes: Ia Sukhitashvili, Kakha Kinturashvili, Merab Ninidze.
Género: drama. Georgia, 2024.
Duración: 134 minutos.
Estreno: 5 de septiembre.
La caza es una serie de fórmula, sin que esto quiera decir nada a favor ni en contra. La cuarta temporada de esta ficción televisiva creada por el escritor y guionista Agustín Martínez (un tercio de Carmen Mola) se desarrolla en Irati, Navarra, un paraje espectacular de más de 2.000 hectáreas con su pequeño pueblo aledaño. Y ahí están dos de los ingredientes de la fórmula mágica: un lugar sobrecogedor por su belleza (como ocurría en las anteriores temporadas con el Valle del Benasque, Mallorca y Sanlúcar de Guadiana) y un pueblo pequeño cuya sociedad, sus miserias y sus secretos, serán parte esencial de la trama. Queda un aspecto para completar la fórmula: tensión, misterio, capítulos que terminan en alto, el abecedario del género criminal en su versión más espectacular.
Una conversación constante recorre el festival de cine de Venecia. Primero, hablan las películas. Luego, miles de periodistas, productores, estudiantes y apasionados alimentan un debate infinito en cada esquina del Lido, la isla donde se celebra la Mostra. Basta con poner el oído para captar reflexiones de todo tipo, ya sea ante un tempranero café o un tardío spritz. Solo hay una voz que apenas se oye. Y eso que es justo la que todos quieren escuchar: la de las estrellas. Muchas desembarcan, sueltan alguna frase en la rueda de prensa y punto final. Desfilan por la alfombra roja, fotos, autógrafos, aplausos y a otra cosa. A menudo, literalmente: algunas no pasan más de 24 horas en Venecia.
Al filo de la medianoche del próximo 20 de octubre se cumplirán 30 años exactos de la venida del Anticristo a Madrid. En las profundidades del esqueleto renqueante de las Torres KIO, rascacielos gemelos erigidos con la forma de la mismísima signatura de Satanás, esa noche aciaga el mal se estrenó en presencia de un cura, un ocultista y un heavy, trío de personajes icónicos del cine patrio interpretados por Álex Angulo, Armando de Razza y Santiago Segura. Aquella visión cómico-milenarista de Álex de la Iglesia en El día de la bestia, consolidada como una de las grandes películas españolas modernas, es solo una de las incontables apariciones diabólicas que han poblado el imaginario del cine y, más incluso, la literatura.
LecturasEl diablo en la poesía. Los poetas con el diablo. Varios autores. Edición de Jesús García Sánchez. Visor, 2025. 324 páginas. 18 euros.
El gran libro de Satán. Varios autores. Edición de Jorge de Cascante. Blackie Books, 2021. 666 páginas 24,90 euros.
Jerarquía. La sociedad de los ángeles. Emanuele Coccia. Traducción de Marta Serrano Jiménez. Siruela, próxima aparición.
Black Metal. Magius. Autsaider Cómics, 2025. 220 páginas. 25 euros.
Con frecuencia, las conmemoraciones informan más de los conmemoradores que del o de lo conmemorado. El hecho mismo de que haya quienes experimenten la necesidad de evocar algún momento pretérito o de rendir homenaje a alguien desaparecido es ya de por sí un gesto profundamente significativo. De ahí que se pueda afirmar que, de forma implícita o manifiesta, cualquier conmemoración tiene, necesariamente, una parte de homenaje en sentido propio y otra de evocación, tanto de la realidad en la que vivió el homenajeado como de la presunta distancia que nos separa de ella. Pues bien, lo que vale en general para cualquier conmemoración resulta de rigurosa aplicación en el caso de la de Manuel Sacristán, de cuyo nacimiento se cumple hoy el centenario.
Diego Arboleda (Estocolmo, 48 años) es miembro del “club de la imaginación desatada”, como él mismo se define, al que también pertenecieron otros autores de literatura infantil como Roald Dahl o Michael Ende. Escritores de historias para niños que consiguieron que generaciones de chavales disfrutaran con la lectura. Además, a Arboleda, Premio Nacional de Literatura Infantil en 2014 por Prohibido leer a Lewis Carroll, le encanta vivir al margen de las tendencias editoriales y “cacharrear” entre la historia de España para encontrar esos elementos que sin ser los más importantes sí que van a conseguir que el lector disfrute, se divierta y aprenda con sus libros.
Los auriculares blancos con cable han vuelto. Sí, aquellos que se regalaron con el iPhone hasta 2020, y después no porque la empresa los eliminó para hacer una caja más pequeña y proteger el medio ambiente. De paso presionaba sutilmente para que invirtiéramos 150 euros o más en unos auriculares inalámbricos, pequeños y monísimos a los que llamaron Airpods, que se pierden con frecuencia, se oyen regular, dependen del bluetooth y, encima, hay que cargarlos.
El bar Aljibe, un espacio rodeado de verde, con rústicas paredes de piedra y ubicado en pleno casco antiguo de Ronda (Málaga), fue el lugar elegido por María Jerónimo Ruiz para lanzar la primera edición de Morning Buzz, “una experiencia mañanera” que reivindica un ocio saludable y alejado de los planes nocturnos más típicos. Su iniciativa encaja con los gustos de cada vez más jóvenes (y no tan jóvenes) reacios a discotecas. Un público que ha encontrado en las alternativas del tardeo y ahora también en los planes de mañana, una nueva forma de ocio con cada vez más adeptos. “El ambiente fue muy diverso y natural: vinieron personas de distintas edades, algunas con sus niños, otras con sus mascotas y se creó un ambiente agradable”, explica Jerónimo acerca de esta iniciativa. Y añade que “no se trata de tachar el ocio nocturno”, sino de ofrecer opciones también para quien busca divertirse de otra manera.
Dice el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, que le “duele en el alma la imagen repetida en todos los medios” de las protestas ciudadanas ante la presencia de un equipo israelí en la Vuelta Ciclista a España. Y de paso desliza que duda de la verdadera intención de los manifestantes. Qué lástima de personas esas que, ante una duda, solo saben sospechar.
“El seu pare va morir d’hepatitis”, diu l’àvia. “No és veritat, va morir de sida. Els meus pares van morir de sida”, corregeix la neta. Aquest breu diàleg apareix en una seqüència de Romería, la nova pel·lícula de Carla Simón que s’acaba d’estrenar als cinemes. La directora tanca la seva trilogia sobre la família, després d’Estiu 1993 i Alcarràs, amb una història d’autoficció en què una jove (Llúcia Garcia) viatja a Galícia a la recerca d’informació sobre els seus pares. El tabú que va suposar l’epidèmia de la sida a l’Espanya dels anys vuitanta i noranta és un dels temes que apareix, amb la subtilesa característica de la directora, en un film que dibuixa un retrat poètic d’un temps i d’un país. El que és personal també és polític, i no es pot entendre la nostra història des de la Transició si no parlem de dues crisis que sovint van estar molt lligades: l’heroïna i la sida. A Romería apareixen totes dues, i la mirada de la jove Marina (i la seva càmera) es complementa amb els silencis eixordadors de la seva família paterna. El silenci i la vergonya van causar tant o més dolor que la sida.
Según el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2025, publicado el pasado julio por los cinco principales organismos de Naciones Unidas que trabajan en el tema, la cantidad de personas que sufren hambre en el mundo se redujo de 688 millones en 2023 a 673 millones en 2024. Pero el progreso ha sido desigual: África experimentó un ligero aumento del número de personas desnutridas, de 296 millones a 306 millones. Y lo que es peor, el patrón se mantendrá: el informe calcula que a pesar de la disminución mundial del hambre, en 2030 habrá todavía 512 millones de personas desnutridas, de las que casi el 60% estarán en África.
El Tribunal Supremo acoge este viernes la apertura del año judicial, una ceremonia presidida por el Rey con el que cada mes de septiembre se inaugura el curso en los tribunales. El acto más solemne del año judicial llega este año marcado por una tensión sin precedentes en la que el PP y el sector conservador de la judicatura ha acabado implicando a Felipe VI al invocar su presencia en la ceremonia como argumento para reclamar que no participe el fiscal general del Estado, que está a la espera de que se abra juicio contra él por la supuesta filtración de un correo vinculado a la pareja de Isabel Díaz Ayuso. A la situación insólita del jefe de la Fiscalía se une el choque entre el Poder Judicial y el Ejecutivo, que no es nuevo pero se ha disparado esta semana, después de que Pedro Sánchez cuestionara, en una entrevista en TVE, la imparcialidad de los jueces que están investigando a su esposa y a su hermano.
El 28 de enero de 2011 ardieron 90 comisarías en El Cairo. La policía se rindió ante una multitud de manifestantes nunca vista. Los insurgentes acabaron acampando en la plaza de Tahir. En aquel momento, los revolucionarios podrían haber tomado cualquier lugar, escribe el periodista estadounidense Vincent Bevins en Si ardemos. La década de las revueltas masivas y la revolución que no fue (Capitán Swing, 2025). “¿No habría tenido más sentido atacar los centros de poder y hacerse con el control? ¿Qué habría pasado si hubiera habido una revolución completa en Egipto? Todo estaba listo para ser tomado”, argumenta Bevins.
Masta significa mástil en euskera, pero por la luz que desprende este proyecto debería llamarse itsasargi, que quiere decir faro. “Le pusimos el nombre por la intención de rendir homenaje a la tradición marinera de la zona”, cuenta el cocinero donostiarra Garikoitz Arruabarrena, de 33 años.
MastaEl sueño de la razón produce monstruos y, entre la falta de escuela y la lentitud pastosa con que pasan las horas en verano, los niños en casa tienen ideas. “¡Mamá, mañana te traigo el desayuno a la cama!”. Por favor, no.