ARTICULO PRIMERO.- Conformar, el Comité de Dirección de...
"Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”
Sí, Vanesa Romero es tan guapa como en las fotos. Diría que más, porque, a diferencia de otras bellezas, la suya parece natural, pese a que, ciertamente, pueda haber en ella ciertos refuerzos por parte de un buen gabinete de medicina estética, y se acompaña del dominio del gesto y del cuerpo de su pasado como modelo y atleta. Cita en su casa, un chalé de diseño en un acomodado municipio de Madrid, por cuyo salón triscan tres perrillos, hermanos de camada, cuyo anciano padre canino lleva acompañando a su dueña toda la vida. Sobre la mesa, libros firmados por la anfitriona, con títulos como Reflexiones de una rubia y A solas conmigo, y revistas de moda con su rutilante rostro en portada.
LA CHICA DE LOS OJOS BONITOSAsí dice que la llamaba todo el mundo a su alrededor en su niñez y adolescencia a Vanesa Romero (Alicante, 47 años). Todo el mundo de los adultos, no los compañeros de clase que, según todavía recuerda con escalofrío, la excluían y la marginaban en la escuela. Buena estudiante y buena deportista, velocista en pista, Romero se debatía entre dedicarse profesionalmente al atletismo o a una carrera universitaria cuando, otra vez, su belleza decidió por ella. Se preparó tanto su cometido como bellea de la hoguera de su barrio alicantino que, con ese bagaje, se inició como modelo, después actriz, y, desde entonces, no ha parado. Estos días aspira a que su segundo corto como directora, Sexo a los 70, sea nominado a los Goya.
Sonia Contera se autodefine como una “inadaptada” de la física en su página personal de la Universidad de Oxford, en la que trabaja como catedrática de Física Biológica. Esta madrileña de 55 años ha dedicado su carrera a estudiar y reflexionar profundamente sobre la física, sí, pero también sobre su relación con la biología, la nanotecnología, la informática, la filosofía el poder y la política. De todo ello habla en su libro más reciente, Seis problemas que la ciencia no puede resolver (Arpa), que explora los grandes enigmas sin solución que, sin embargo, mueven la ciencia y la tecnología en el mundo actual: la mecánica cuántica, la teoría del todo, el origen de la vida, el envejecimiento, la inteligencia artificial y la conciencia. Seis problemas fundamentales que, según Contera, la ciencia lleva décadas sin poder descifrar pero a los que paradójicamente dedica cada vez más recursos y atención.
Los feriantes llegaron a las puertas del Palacio del Pardo cuando se supo que el dictador empezaba a desaparecer. Allí estaban quienes vendían churros, algodón de azúcar, almendras garrapiñadas. Los que ofrecían objetos religiosos o biografías y postales de Francisco Franco. La estampa, que Miguel Ángel Aguilar perfila en su amenísimo No había costumbre, es memorable porque aquel costumbrismo transmite con brillantez el ambiente popular de esas horas. Madrid parece más auténtica aquí que en las colas larguísimas para despedir con genuina emoción a Franco en el Palacio de Oriente. El decano Aguilar miraba como siempre y en su memoria ahora ve a los periodistas y a los corresponsales internacionales pendientes de la noticia, contempla con sonrisa burlona a los fanáticos que acudían ante las puertas del Palacio donde el Caudillo dictaba penas de muerte para jurarle fidelidad eterna y sobre todo recuerda a curiosos que deambulaba alrededor del Pardo “como meros paseantes”.
Ha desmadejado el catálogo de sospechas, inferencias y prejuicios contrarios a la presunción de inocencia acumulados en la fase anterior del procedimiento, la de instrucción a cargo del polémico Ángel Hurtado. Que perfiló una mera “obra de ficción”, según la caracterizó, en un incidente de apelación, el famoso voto particular exculpatorio del magistrado Andrés Palomo. Por eso ahora dispone el Tribunal Supremo de una gran oportunidad para restaurar la verdad de los hechos, y así, la credibilidad de la judicatura.
Cada vez se publican más fotos en EL PAÍS que no han sido tomadas por fotógrafos que trabajen bajo los principios del periodismo. Al principio eran imágenes imposibles de conseguir de otro modo, como en aquellos sucesos donde solo existen las captadas por testigos con el móvil. Sin embargo, poco a poco, el periódico ha aceptado que empresas, marcas, partidos políticos, artistas e instituciones cuelen sus instantáneas, en las que el control de su imagen prevalece sobre la información. Las expresiones que se escriben en los pies de foto para estos casos, como pool, foto cedida, por cortesía, “en una imagen de...”, son eufemismos que ocultan que ningún fotógrafo del periódico (o de una agencia de noticias) fue al lugar de los hechos o, aún peor, que no se le permitió hacer su trabajo.
Con motivo de la ansiada apertura a principios de mes del Gran Museo Egipcio, el mayor del mundo dedicado al antiguo Egipto, algunos de los asistentes que acudieron a la inauguración llegaron con regalos bajo el brazo para sus anfitriones. El ministro de Exteriores danés, Lars Rasmussen, aterrizó con una maqueta de LEGO, una empresa danesa, de la Gran Pirámide de Guiza. Y el primer ministro de los Países Bajos, Dick Schoof, aprovechó para anunciar la devolución de una antigua escultura egipcia que había sido robada y transportada a su país.
La voz de Kenia Carvajal se quiebra al otro lado del teléfono. Es 13 de noviembre. Se cumplen 33 años desde que cuatro neonazis asesinaron a su madre, Lucrecia Pérez, por ser inmigrante, dominicana y negra. Y encima se acaba de enterar de que el PP de José Luis Martínez-Almeida se niega a apoyar una declaración institucional para homenajearla con motivo del aniversario; de que tampoco vota a favor una propuesta en ese sentido en la junta de Moncloa-Aravaca; o de que mantiene su rechazo a recuperar el mural de brillantes colores que la recordaba en Aravaca. En ese barrio de la capital le quitaron la vida a Lucrecia Pérez de un balazo mientras malvivía en un cuartucho de lo que había sido la discoteca Four Roses. Corría 1992. Ha pasado ya casi medio siglo. Pero la España de hoy, piensa Kenia, sigue sin estar vacunada contra el racismo.
Las compraventas de vivienda por parte de extranjeros en Cataluña no paran de crecer y en los últimos tres años han aumentado un 23% (21.642 casas en 2024). De enero a junio de este año, las compraventas de particulares de este colectivo son ya 11.404, el 19% del total, según los datos del Colegio Notarial de Cataluña, que hablan de “pico histórico”. En la provincia de Girona el porcentaje sube hasta el 24%. De estas transacciones, el 78% las protagonizan extranjeros que residen en Cataluña (personas nacidas en el extranjero con permiso de residencia) y el 22%, no residentes, que son inversores o buscan segunda residencia. Su perfil es bien distinto: los principales compradores asentados son de nacionalidad marroquí, italiana y china; en cambio, los no residentes que más adquieren vivienda son de Francia, Alemania y Holanda. Estos compradores, además, adquieren inmuebles un 24% más caros que el precio medio de las viviendas.
Cuando el teniente coronel Antonio Tejero entró el 23 de febrero de 1981 en el Congreso de los Diputados y la emprendió a tiros, el niño Álvaro Morte estaba celebrando su sexto cumpleaños. Aquello amargó la fiesta familiar, como la de buena parte del país, sumiendo las casas en otro encierro, conteniendo el aliento y sin que a nadie se le ocurriera salir a la calle antes de clarificar la situación.
La venta de una parte del Real Madrid de entre el 5% y el 10% que Florentino Pérez tiene previsto proponer a los socios en la asamblea del 23 de noviembre se haría mediante la creación de una nueva sociedad, lo que permitiría conservar intacta la actual estructura del club, según fuentes conocedoras del último borrador. El plan del presidente contempla que el Madrid mantenga la naturaleza de “entidad deportiva” que describen sus estatutos, con los mismos órganos y procedimientos de gobierno, sin necesidad de transformarse en sociedad anónima deportiva.
El Sevilla está cerca de cambiar de dueño. Modelo de gestión empresarial y de éxitos deportivos hasta hace apenas tres años, afronta ahora una delicada situación económica e institucional. Con una deuda reconocida de cerca de 70 millones de euros (algunas fuentes la cifran en cerca de 300), el club presentará 50 millones de pérdidas en la próxima junta de accionistas del 16 de diciembre. Los malos resultados deportivos han hecho el resto. El Sevilla está en venta y todos sus grandes accionistas son proclives a desprenderse de su paquete de títulos: la familia del Nido maneja el 28% de las acciones. José Castro, vicepresidente actual, y el denominado Grupo de Utrera más la familia Alés, un 23%. La familia Carrión, un 15%, mientras que el llamado Grupo de los Americanos controla otro 15%. El equilibrio en el poder instaurado en el año 2000 entre estas familias (los Americanos entraron mucho después) se ha roto ante la presión social y las guerras internas por el poder, auspiciadas esencialmente por José María del Nido. Todos quieren vender y ya se están dando los primeros pasos para una transacción que podría concretarse a lo largo de esta temporada.
Resulta paradigmático que el primer partido de temporada regular de la NFL en España –el sexto país de la expansión internacional del fútbol americano tras Reino Unido, Canadá, México, Brasil y Alemania– plantee un duelo de quarterbacks polinesios. Cosmopolitismo al cuadrado. Tua Tagovailoa por los Miami Dolphins, que idolatraba en la universidad a su oponente en los Washington Commanders, Marcus Mariota, que llegó a la liga con el cartel de estrella generacional y ha acabado como suplente rotativo. Dos carreras por debajo de las expectativas–números 5 y 2 del draft, respectivamente– para dos equipos con temporadas por debajo de sus expectativas que llegan al partido del Santiago Bernabéu este domingo (15.30, Cuatro) con el mismo registro –3 victorias y 7 derrotas– para agotar la penúltima esperanza de rescatarlas. Dos franquicias que suman cinco Super Bowls para una fiesta con un impacto económico para Madrid estimado en unos cinco millones de euros.
Desde lo alto de la colina del complejo de las Cascadas de Ereván, en una cristalina mañana de otoño, la mirada queda hipnotizada por la majestuosa belleza del Monte Ararat, que se yergue al sur de la capital armenia, ya en territorio de Turquía. El eco de mitos milenarios refuerza su magnetismo. Pero, quienes lo desean, también pueden abarcar con la vista algunos elementos clave del pulso de potencias actual en el Cáucaso, que involucra a Rusia con sus deseos imperiales, a Estados Unidos con su sed de deals trumpistas, a la Unión Europea con sus anhelos y dudas de ampliación, a Turquía con sus aspiraciones de potencia media, y a China con sus intereses de conectividad. También pueden percibirse los signos del turbulento camino de los armenios que desean democracia y miran hacia Europa, de un mundo que cambia a velocidad vertiginosa en medio de enorme incertidumbre.
La sala número 600 del monumental Palacio de Justicia de Núremberg es desconcertante a primera vista. Es más pequeña de lo que el visitante se imagina al abrir la puerta. El mobiliario es distinto al que existía durante el juicio a los líderes nazis al final de la II Guerra Mundial, hace 80 años.
Hasta el próximo miércoles, 19 de noviembre, hay tiempo para presentar en Les Corts Valencianes la candidatura para relevar a Carlos Mazón al frente de la Generalitat. No hay prisa, apuntan desde el entorno de Juan Francisco Pérez Llorca, el diputado y secretario general del PP de la Comunidad Valenciana elegido para sustituirle, con el apoyo de Vox. Las negociaciones avanzan y las exigencias de la formación de extrema derecha son asumibles y responsables, como la incidencia en las medidas para la reconstrucción de la provincia de Valencia tras la dana, destacan. De modo que la intención es apurar los plazos y cerrar un acuerdo consolidado, añaden.
Como Pedro Sánchez, yo también había sacado una hora para escuchar el Lux de Rosalía. Me adelanté al presidente, escuché el disco antes de que este saliera en Radio 3 proclamando su “sigamos todos juntos, y yo el primero, por la senda rosaliacional”. Puse el letrero de no molestar y abrí las orejas para que el espíritu de mi tiempo me poseyera.
Las filtraciones son tan viejas como el mundo, y la primera fue apoteósica: Dios le filtró a Noé que iba a caer un diluvio universal. Desde entonces hemos visto de todo, y si los tribunales y la UCO tuvieran que dedicarse a investigar todas no harían otra cosa. Ahora bien, que se denuncie una y que hasta llegue a juicio es bastante asombroso. Es tan difícil pillar a alguien que ahora recuerdo casos donde ni se intentó. Y eran graves, filtraciones de falsedades, contra adversarios políticos. Octubre de 2012, antes de las elecciones catalanas: El Mundo publicó que se investigaba al presidente de la Generalitat, Artur Mas, por tener dinero en Suiza. Salía de un informe de pega, era falso, él denunció, se archivó porque la fuente, dijo el juez, era fiable (el Ministerio de Interior del PP, con Jorge Fernández Díaz). Octubre de 2014, antes de las municipales catalanas: El Mundo publicó que se investigaba al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, de CiU, por tener dinero en Suiza. El banco lo desmintió a los tres días, era falso, denunció, se archivó porque la fuente, dijo el juez, era seria (aunque era otra vez Interior, cuando el ministro decía: “Esto la Fiscalía te lo afina”). Por cierto, testificó un periodista del diario Abc, Javier Chicote, que dijo que tenía la información, pero no la publicó porque era dudosa y no la pudo contrastar [luego le señalaron en OkDiario: “Este es el periodista (sic) que echó una mano al corrupto Trias en el juicio de su cuenta suiza”]. Mayo de 2016, OkDiario publicó que Pablo Iglesias, líder de Podemos, tenía dinero en las Islas Granadinas. Era falso, denunció, se archivó y le condenaron a pagar las costas (30.000 euros). Como para ponerte encima a denunciar y que busquen quién lo filtró.
Cuando en junio Jeannette Jara Román (Santiago, 51 años) ganó las elecciones primarias de la izquierda, hubo dos grandes sorpresas. Una, fue su alta su votación, del 60% frente a la socialdemócrata Carolina Tohá (aunque la participación fue baja, de un 1.400.000 personas). Otra, que llevara a la primera línea de la política chilena al Partido Comunista (PC), que tiene un desempeño electoral del 6%, medido en base al número de concejales electos, que es como se calibran las fuerzas políticas en Chile. Por eso, las primeras preguntas planteadas tras los comicios del oficialismo fue si la victoria fue genuina de Jara o tuvo relación con el PC.